Capítulo VIII. Reafirmar la fuerza vital
Ya he hablado de las ventajas de desembarazarse del miedo. Ahora quisiera introducir VIDA en ti. Muchos de vosotros habéis vivido como si estuvieseis muertos: sin ambición, energía, vitalidad, interés, vida… Así no vamos a ninguna parte. Estáis estancados. Despertad y ¡manifestad algo de vida! Éste no es un sitio en el que puedas comportarte como un muerto viviente; es un lugar para gente totalmente despierta, activa, viva, y lo que aquí necesitamos es un buen despertar general, aunque eso requeriría por lo menos un sonoro trompetazo a cargo del pífano de Gabriel. Parece que sólo eso despertaría a algunas personas que van por ahí creyendo que están vivas, pero que en realidad están muertas respecto a todo lo que hace que la vida valga la pena vivirse.
Debemos permitir que la vida fluya en nosotros, y que se exprese de manera natural. No debes permitir que las pequeñas preocupaciones del día a día, ni las grandes, te depriman y hagan que pierdas tu vitalidad. Reafirma la fuerza vital en tu interior, y manifiéstala en todos tus pensamientos, actos y hechos, y antes de que te des cuenta estarás risueño y repleto de vitalidad y energía.
Pon algo de vida en tu trabajo —en tus placeres— en ti mismo. Deja de hacer las cosas a medias y empieza a interesarte en lo que estás haciendo, diciendo y pensando. Es asombroso lo interesantes que pueden llegar a parecernos las cosas ordinarias de la vida con sólo estar despiertos. Estamos rodeados de cosas interesantes —suceden en cada instante— pero no seremos conscientes de ellas a menos que reafirmemos nuestra fuerza vital y empecemos a estar realmente vivos en lugar de limitarnos a existir.
Ningún hombre ni ninguna mujer han sido nunca nada a menos que insuflasen vida en las tareas cotidianas —los actos— y en sus pensamientos. Lo que el mundo necesita es hombres y mujeres vivos. No tienes más que mirar los ojos de aquellos a los que conoces para descubrir cuántos de ellos están realmente vivos. La mayoría carece de esa expresión de vida consciente que distingue a quien vive de quien simplemente existe.
Quiero que adquieras ese sentido de vida consciente, para que puedas manifestarlo en tu vida y demostrar lo que la Ciencia Mental ha hecho por ti. Deseo que hoy te pongas a trabajar y empieces a transformarte según la última pauta. Podrás conseguirlo si pones el interés adecuado en la tarea.