Introducción
Introducción
No hay ninguna otra mujer en la historia de la ciencia cuyos logros hayan sido tan universalmente reconocidos como Marie Curie. Ella fue la primera profesora de la Universidad de la Sorbona en sus más de 600 años de existencia, la primera mujer que obtuvo un premio Nobel y el primer científico que logró por segunda vez este galardón. Pero Marie fue sobre todo una persona apasionada que dedicó su vida a cultivar la más absorbente de las pasiones: la pasión por descubrir. Sin embargo, no es esa la imagen que nos ha llegado de ella. Marie ha pasado a la posteridad como la suma sacerdotisa que sacrificó su vida en el altar de la ciencia, una especie de diosa por encima de las pasiones humanas. Lo cierto es que la vida de Marie estuvo llena de pasiones: pasión por la ciencia, pero también pasión por su país, Polonia, que dio nombre al primer elemento químico que descubrió; pasión por sus hijas, pasión por los hombres de los que se enamoró. También defendió de forma apasionada su derecho a figurar en la historia de la ciencia en una época en la que las mujeres carecían de los derechos más elementales.
En general, es difícil encerrar la vida de una persona en las páginas de un libro, pero si esa persona es Marie Curie, que no solo realizó los descubrimientos que le darían la fama, sino que además llevó a cabo todo tipo de actividades inimaginables en su época, la tarea es casi imposible. En efecto, Marie fue una ciclista apasionada, una extraordinaria políglota, una fiera defensora de su Polonia natal, una celosa y a la vez desprendida propietaria de su preciado radio, una científica meticulosa hasta la extenuación en sus experimentos. Pero quizá lo más destacable de Marie Skłodowska-Curie es que, a pesar de que a lo largo de su vida se enfrentó con enemigos formidables de muy distinta naturaleza, nunca se rindió ante nada ni ante nadie. Acabó con ella la leucemia provocada por la radiactividad que descubrió. Pero antes tuvo tiempo de ver cómo el nuevo mundo que ella había alumbrado originaba una nueva ciencia y cambiaba una gran parte de lo que se sabía de la antigua.