Notas
Notas
[1] La palabra pali Iddhi es sinónima de la voz sánscrita Siddhis, o facultades psíquicas, los poderes anormales del hombre. Hay dos clases de Siddhis. Un grupo de ellos comprende las energías psíquicas y mentales inferiores, groseras; el otro requiere la más elevada educación de los poderes espirituales. Dice Krishna en el Shrîmad Bhagavad: «Aquél que vive consagrado a la práctica del Yoga, que ha subyugado sus sentidos y ha concentrado su mente en mí (Krishna), es un yogui a quien todos los Siddhis están prontos a servir». <<
[2] La «Voz insonora», o la «Voz del Silencio. —Literalmente, quizás debería leerse—: Voz en el Sonido espiritual», siendo Nâdá el término equivalente en sánscrito a la palabra Senzar. <<
[3] Dhâranâ, la intensa y perfecta concentración de la mente en algún objeto interno, acompañada de una completa abstracción de todas las cosas pertenecientes al universo exterior o al mundo de los sentidos. <<
[4] «Gran Maestro» es la expresión usada por los lanús o chelas para indicar el «Yo superior» de uno. Es el equivalente de Avalôkitêshavara, y lo mismo que Âdi-Buddha de los ocultistas buddhistas, el ÂTMÂN, el «Yo» (el Yo superior) de los brahmines, y el CHRISTOS de los antiguos gnósticos. <<
[5] Alma se usa aquí para expresar el Yo humano o Manas, al que se hace referencia en nuestra división septenaria oculta, con el nombre de «Alma humana» (véase La Doctrina Secreta), para diferenciarla de las Almas espiritual y animal. <<
[6] «Gran Ilusión» (Mahâ-Mâyâ), el universo objetivo. <<
[7] La ilusión de la personalidad (Sakkâyadithi), la errónea idea de que «yo soy yo», un hombre o mujer de tal o cual nombre, una entidad independiente, en lugar de ser una parte inseparable del Todo. <<
[8] Attavâda, la herejía de la creencia en el alma, o mejor dicho en la separatividad del Alma o Yo, del yo único, universal e infinito. <<
[9] El Tatwagnyani es el «conocedor» o discernidor de los principios de la naturaleza y del hombre; y el Atmagnyani es el conocedor del ÂTMÂN o el YO ÚNICO universal, el Alma del mundo o Espíritu del universo. <<
[10] Kâla Hamsa, el «Ave o Cisne». (Véanse las notas 12 y 16 de las páginas siguientes). Dice el NadaBindu Upanishad (Rig-Veda), traducido por la Sociedad Teosófica de Kumbakonam: «La sílaba A se considera que es su ala derecha (del ave Hamsa); U, la izquierda; M, la cola, y de Ardha matra (medio metro) se dice que es la cabeza». <<
[11] La Eternidad, entre los orientales, tiene una significación enteramente distinta de la que tiene entre nosotros. En general se aplica a los Cien años o «Edad» de Brahmâ, a la duración de un Mahâ-Kalpa, o sea un período de 311 040 000 000 000 de años. <<
[12] Dice el NadaBindu antes citado: «El Yogui que cabalga en el Hamsa (esto es, contempla el AUM), no es afectado por las influencias kármicas o crores (medida india) de pecados». <<
[13] Abandona la vida de la personalidad física, si quieres vivir en espíritu. <<
[14] Los tres estados de conciencia, que son: Jâgrat, el estado de vigilia; Swapna, el de sueño; y Sushupti, el de sueño profundo. Estas tres condiciones del Yogui conducen a la cuarta, Turya. (Véase la nota siguiente). <<
[15] Turya, el estado que excede al de sueño sin ensueños, el superior a todos, un estado de elevada conciencia espiritual. <<
[16] Algunos místicos sánscritos fijan siete planos de existencia, los siete lokas o mundos espirituales, dentro del cuerpo del Kâla Hamsa, el Cisne fuera del Tiempo y del Espacio, convertible en el Cisne en el Tiempo, cuando se convierte en Brahmâ en lugar de Brahma (neutro). <<
[17] El mundo fenomenal de los sentidos y de la conciencia terrestre, solamente. <<
[18] El Vestíbulo de la instrucción probatoria. <<
[19] La región astral, el mundo psíquico de percepciones supersensibles y de visiones engañosas —el mundo de los médiums—. Es la gran «Serpiente Astral» de Eliphas Levi. Ninguna flor cogida en aquellas regiones ha sido nunca aportada a la tierra sin su serpiente enroscada alrededor del tallo. Es el mundo de la Gran Ilusión. <<
[20] La región de la plena Conciencia espiritual, más allá de la cual no existe ya peligro alguno para aquél que la ha alcanzado. <<
[21] El iniciado que, por medio del saber que le comunica, conduce al discípulo a su nacimiento segundo o espiritual, es llamado el Padre, Gurú o Maestro. <<
[22] Agnyana es la ignorancia o no-sabiduría, lo contrario de conocimiento (gnyana). <<
[23] Mâra, en las religiones exotéricas, es un demonio, un Asura, pero en la filosofía esotérica es la tentación personificada por los vicios de los hombres y traducida literalmente la palabra, significa «lo que mata» al alma. Es representado como un Rey (Rey de los Mârâs), con una corona, en la cual brilla una joya con un resplandor tal que ciega a cuantos la miran, figurando, naturalmente, este brillo la fascinación producida por el vicio sobre ciertas naturalezas. <<
[24] Ilusión. <<
[25] El «ígneo Poder» es el Kundalini. (Véanse las notas 27 y 35). <<
[26] La cámara interna del Corazón, llamada en sánscrito Brahmapoori. <<
[27] «Poder» y «Madre del Mundo» son nombres dados al Kundalini, uno de los místicos «Poderes del Yogui». Es el Buddhi considerado como principio activo en lugar de pasivo, como lo es generalmente cuando se le considera como simple vínculo o estuche del Espíritu Supremo, ÂTMÂ. Es una fuerza electro-espiritual, una potencia creadora, que una vez despertada su actividad, puede matar tan fácilmente como puede crear. <<
[28] Keshara, o «paseante del cielo» o «el que va al cielo». Según se expone en el 6.º Adhyâya del rey de los tratados místicos, el Dhyaneswari, el cuerpo del Yogui, se vuelve como formado de aire; como «una nube de la cual han brotado miembros», después de lo cual «él (el Yogui) ve las cosas existentes más allá de los mares y de las estrellas; oye y comprende el lenguaje de los Devas (dioses), y percibe lo que pasa en la mente de la hormiga». <<
[29] El YO superior. <<
[30] La Vînâ es un instrumento de cuerda indio, parecido al laúd. <<
[31] Los seis Principios que constituyen el hombre; alusión a cuando la personalidad inferior es aniquilada, y la individualidad interna se sume y pierde en el Séptimo, o sea el Espíritu (ÂTMÂN). <<
[32] El discípulo se unifica con Brahmâ o el ÂTMÂN. <<
[33] La forma astral producida por el principio Kámico, el Kâma rûpa, o cuerpo de deseo. <<
[34] Mânasa rûpa. Así como el Kâma rûpa se refiere al yo astral, o personal, el Mânasa rûpa se relaciona con la individualidad o Yo que se reencarna, cuya conciencia en nuestro plano, o sea el Manas inferior, tiene que ser paralizada. <<
[35] Kundalinî, el «poder serpentino» o fuego místico. Es denominado poder «serpentino» o anular, por razón de su modo de obrar o de su progreso en espiral, en el cuerpo del asceta que desarrolla en sí mismo tal poder. Es una fuerza eléctrica, ígnea, oculta o Fohática, la grande energía primordial, que existe en el fondo de toda materia orgánica e inorgánica. <<
[36] Este Sendero se halla mencionado en todos los trabajos místicos. Como dice Krishna en el Dhyaneswari: «Cuando este Sendero es percibido…, ya parta uno hacia las magnificencias del Oriente o en dirección de las cámaras del Occidente, sin moverse, o tú que empuñas el arco, está el viajero en este camino. En este Sendero, a cualquier lugar adonde uno quiere ir, aquel lugar se convierte en el propio yo de uno mismo». «Tú eres el Sendero, se le dice al adepto gurú, y este último lo dice al discípulo después de la iniciación». «Yo soy el camino y la vida», dice otro Maestro. <<
[37] El adeptado, «la flor de Bôdhisattva». <<
[38] Iniciado del grado superior. <<
[39] Tanha, «la voluntad de vivir», el temor a la muerte y el amor a la vida, la fuerza o energía que es causa de los renacimientos. <<
[40] Karma. La ley de causa y efecto de causalidad ética, que da a cada uno su merecido, tanto por sus buenas como por sus malas acciones (ley de Retribución). <<
[41] La cámara interna del corazón. <<
[42] Estos místicos sonidos, o sea la melodía que oye el asceta en los comienzos de su ciclo de meditación, son llamados Anâhad-shabd por los Yoguis. <<
[43] Esto significa que en el sexto grado de desarrollo, que en el sistema oculto es el Dhâranâ, cada sentido, como facultad individual, ha de ser «muerto» (o «paralizado» en este plano, pasando al Séptimo sentido, el más espiritual, y sumiéndose en él. <<
[44] Véase la nota 43. <<
[45] Cada grado de desarrollo está simbolizado en el Râja Yoga por una figura geométrica. La de que se trata aquí es el Triángulo sagrado y precede al Dhâranâ. El ∆ es el signo de los chelas superiores, al paso que otra especie de triángulo es el de los altos Iniciados. Es el símbolo «I» de que habla Buddha, y es empleado por él como emblema de la forma encarnada de Tathâgata (Buddha) cuando se ha substraído a los tres métodos del Prajnâ. Una vez superados los grados preliminares e inferiores, el discípulo ya no ve el ∆, sino el…, abreviatura del…, el Septenario completo. No se expresa aquí su verdadera forma, pues casi con seguridad se apoderarían de ella algunos charlatanes y la profanarían usándola para fines ilícitos. <<
[46] La estrella que arde encima de la cabeza, es «la estrella de la Iniciación». La señal de casta de los Shaivas, o devotos de la secta de Shiva, el gran patrón de todos los Yoguis, es una marca negra redonda, símbolo del Sol ahora quizás, pero el de la estrella de la Iniciación, en Ocultismo, en los tiempos antiguos. <<
[47] La base (Upâdhi) de la «LLAMA», siempre inasequible, en tanto que el asceta se halla aún en esta vida. <<
[48] Dhyâna, el penúltimo grado en esta Tierra, a no ser que se convierta uno en Mâhâtma completo. Conforme se ha dicho ya, en tal estado el Râja Yogui permanece todavía espiritualmente consciente del Yo y de la operación de sus principios superiores. Un paso más, se encontrará en el plano más allá del Séptimo, o cuarto, según ciertas escuelas. Estas últimas, después de la práctica del Pratyêhara (proceso de educación preliminar que tiene por objeto dominar la mente y los pensamientos de uno) cuentan el Dhâsenâ, el Dhyâna y el Samâdhi, comprendiendo a los tres bajo el nombre genérico de SANNYAMA. <<
[49] El Samâdhi es el estado en el cual el asceta pierde la conciencia de cada individualidad, incluso la suya propia. Él se convierte en el TODO. <<
[50] Los «cuatro modos de Verdad», en el Buddhismo del Norte, son: Ku, «sufrimiento o miseria»; Chi, «el conjunto de las tentaciones»; Mi, «su destrucción», y Tao, el «sendero». Los «cinco obstáculos» son: el conocimiento de la miseria, la verdad respecto a la fragilidad humana, los refrenamientos penosos, y la absoluta necesidad de arrancarse a todos los lazos de la pasión y aun de los deseos. El «Sendero de Salvación» es el último. <<
[51] En el portal de la «asamblea» está el Rey de los Mârâs, el Mahâ Mârâ, intentando deslumbrar al candidato con el resplandor de su «Joya». <<
[52] Éste es el cuarto «Sendero» de los cincos senderos del renacimiento, que conducen e impelen de un lado a otro a todos los seres humanos, llevándolos a continuos estados de tristeza y alegría. Estos «senderos» no son más que subdivisiones del único, el Sendero seguido por el Karma. <<
[53] Las dos escuelas de la doctrina de Buddha, la esotérica y la exotérica, son llamadas respectivamente Doctrina del «Corazón» y Doctrina del «Ojo». Bodhidharma (un gran Arhat) las denominó en la China (desde donde llegaron los nombres al Tíbet) Tsung-men (escuela esotérica) y Kíau-men (escuela exotérica). La primera es llamada así por razón de ser las enseñanzas emanadas del corazón de Gautama Buddha; mientras que la Doctrina del «Ojo» fue obra de su cabeza o cerebro. La Doctrina del «Corazón» es denominada también «sello de verdad» o «verdadero sello», símbolo que se encuentra encabezando casi todas las obras esotéricas. <<
[54] «Árbol del conocimiento», es un título con el cual los que siguen el Bodhidharma (Religión de la Sabiduría) designan a aquéllos que han alcanzado las alturas del conocimiento místico, esto es, los Adeptos. Nâgârjuna, fundador de la Escuela Madhyamika, era llamado «Árbol Dragón», por ser el Dragón el emblema de la Sabiduría y del Conocimiento. El árbol es objeto de veneración porque bajo el Árbol Bodhi (Sabiduría) fue donde Buddha recibió su nacimiento y la iluminación, predicó su primer sermón, y murió. <<
[55] El «Corazón Secreto» es la doctrina esotérica. <<
[56] Âlaya es el «ALMA-MAESTRO», el Alma Universal o Âtmân, de la que cada hombre tiene en sí mismo un rayo, con la cual puede identificarse y en la cual puede sumirse. <<
[57] «Alma Diamante» (Vajrasattva), es un título del Buddha Supremo, el «Señor de todos los misterios», llamado Vajradhara y Adi-Buddha. <<
[58] SAT, la única eterna y absoluta Realidad y Verdad, siendo ilusión todo lo demás. <<
[59] Este pasaje es de la doctrina Shin-Sien, la cual enseña que la mente humana es como un espejo que atrae y refleja cada átomo de polvo, y que ha de ser, lo mismo que el espejo, vigilada y despolvoreada todos los días. Shin-Sien fue el sexto Patriarca del Norte de la China, que enseñó la doctrina esotérica de Bodhidharma. <<
[60] El Yo que se reencarna es llamado por los Buddhistas del Norte el «hombre verdadero», que en unión con su Yo superior, se convierte en Buddha. <<
[61] Buddha, significa «Iluminado». <<
[62] El Buddhismo exotérico de las masas. (Véase la nota 53). <<
[63] Ésta es la fórmula usual que precede a las Escrituras Búddhicas, significando que lo que sigue ha sido recogido por tradición oral directa de Buddha y de los Arhats. <<
[64] Inmortalidad. <<
[65] Arhan o Arhat: Iniciado del grado superior. <<
[66] Rathapâla, el gran Arhat, trata de esta suerte a su padre en la leyenda llamada Rathapâla Sûtrasane. Pero, como todas estas leyendas son alegóricas (por ejemplo: el padre de Rathapâla tiene una casa con siete puertas), de ahí el reproche que se dirige a aquéllos que las aceptan al pie de la letra. <<
[67] Ascetas brahmánicos. (Véase la nota 96). <<
[68] El YO que se reencarna. <<
[69] Doctrina, Ley, Deber. <<
[70] La Sabiduría verdadera, divina. <<
[71] El Himâlaya. <<
[72] El «Yo superior». <<
[73] Nuestro cuerpo físico es denominado «Sombra» en las escuelas de Misticismo. <<
[74] Buddha. <<
[75] Anacoreta que se retira al desierto y vive en una selva cuando se convierte en Yogui. <<
[76] Julai, nombre chino de Tathâgata, título aplicado a todos los Buddhas. <<
[77] Todas las tradiciones del Norte y del Sur concuerdan en presentar a Buddha abandonando su soledad tan pronto como hubo resuelto el problema de la vida (o sea, en cuanto recibió la iluminación interior), y enseñando públicamente a la humanidad. <<
[78] Cada YO espiritual es un rayo de un «Espíritu Planetario», según la enseñanza esotérica. <<
[79] Los cuerpos físicos, o «personalidades», son denominados «sombras», y como tales, son efímeros. <<
[80] La mente (Manas), el principio pensante o YO del hombre, tiene conexión con el «Conocimiento» mismo, puesto que los Yoes humanos son llamados Manasa-putras, los hijos de la mente (universal). <<
[81] Véase: Tercera Parte, nota 153. <<
[82] Véase: Tercera Parte, nota 153. <<
[83] La vestidura Shangna, de Shangnavesu de Râjagriha, el tercer gran Arhat o «Patriarca», como denominan los orientalistas a la jerarquía de los treinta y tres Arhats que difundieron el Buddhismo. La «vestidura Shangna» significa, metafóricamente, la adquisición de la Sabiduría, mediante la cual se entra en el Nirvâna de destrucción (de la personalidad). Literalmente, la «vestidura de iniciación de los neófitos». Dice Edkins que este «tejido de hierba» fue importado del Tíbet a la China bajo la dinastía Tong. «Cuando nace un Arhan se encuentra esta planta brotando en un paraje puro», dice la leyenda china, como también la tibetana. <<
[84] Practicar el «Sendero Pâramitâ» significa convertirse en un Yogui con la intención de llegar a ser un asceta. <<
[85] «Mañana» significa el renacimiento o reencarnación siguiente. <<
[86] Preceptos de la Escuela Prasanga. <<
[87] «Gran jornada o Viaje». El ciclo total completo de existencias en una «Ronda». <<
[88] Karma. Véase Primera Parte, nota 40. <<
[89] Siddhis, facultades psíquicas, los poderes anormales del hombre. (Véase nota 1). <<
[90] Marte. En la Astrología tibetana está simbolizado este planeta por un «Ojo». <<
[91] Mercurio. Simbolizado por una «Mano». <<
[92] El Sol, en la Astrología tibetana. <<
[93] Buddha. <<
[94] Srôtâpatti, o sea «el que entra en la corriente» del Nirvâna; a no ser que llegue a la meta por alguna razón excepcional, es muy raro que alcance el Nirvâna en una sola encarnación. En general, se dice que el Chela empieza el esfuerzo ascendente en una vida y que no lo termina o llega a su fin sino en su séptima encarnación siguiente. <<
[95] Entiéndase el «Yo» personal inferior. <<
[96] Los Tîrthikas son sectarios Brahmánicos que viven «más allá» del Himâlaya, y son llamados «infieles» por los Buddhistas de la región o tierra sagrada, el Tíbet; y viceversa. <<
[97] El Tíbet. <<
[98] Visión sin límites, o vista psíquica, sobrehumana. Créese que el Arhan lo «ve» y conoce todo, tanto a distancia como sobre el terreno. <<
[99] La planta Shangna. (Véase la nota 83). <<
[100] El «Viviente» es el Yo superior, inmortal; y el «muerto», el Yo inferior, personal. <<
[101] Véase nota 153. <<
[102] La «Vida Secreta» es el vivir como un Nirmânakâya. <<
[103] El «Sendero Patente» y el «Sendero Secreto». El primero es el que se enseña al laico, el exotérico y generalmente aceptado; y el segundo es el sendero oculto, cuya naturaleza se declara en la iniciación. <<
[104] Los hombres que ignoran la Sabiduría y las verdades esotéricas, son calificados de «muertos vivientes». <<
[105] Véase nota 153. <<
[106] Los PratyêkaBuddhas son aquellos Bodhisattvas que pugnan por conseguir —y con frecuencia la consiguen— la vestidura Dharmakâya después de una serie de existencias. Inquietándose muy poco por los sufrimientos de la humanidad y por ayudarla, y atendiendo únicamente a su propia bienaventuranza, entran en el Nirvâna, y desaparecen de la vista y del corazón de los hombres. En el Buddhismo del Norte, PratyêkaBuddha es sinónimo de Egoísmo espiritual. <<
[107] Upâdhyâ es un preceptor espiritual o Gurú. Los Buddhistas del Norte escogen tales maestros generalmente entre los Narjol, hombres santos, versados en el Gôtrabhu-gnyâna y en el Gnyâna-dassana-suddhi, maestros de Sabiduría Secreta. <<
[108] Yâna significa vehículo; así Mahâyâna es el «Gran Vehículo» e Hînayâna el «Vehículo menor», designándose con estos nombres dos escuelas de estudio religioso y filosófico en el Buddhismo del Norte. <<
[109] Srâvaka (de la raíz Sru), «oyente», o sea el estudiante que asiste a las enseñanzas religiosas. Cuando de la teoría pasan los oyentes a la práctica del ascetismo, se convierten en Sramanas, «practicantes» (de Srama, acción). <<
[110] Samtan (tibetano) es lo mismo que Dhyâna (sánscrito), o sea el estado de meditación, de la cual hay cuatro grados. <<
[111] Pâramitâs, las seis virtudes trascendentales; para los sacerdotes hay diez. <<
[112] Srôtâpatti; literalmente, «el que ha entrado en la corriente» que conduce al océano Nirvánico. Este nombre indica el primer Sendero. El nombre del segundo es Sendero de Sakridâgâmin, «el que recibirá nacimiento (solo) una vez más». El tercero se llama Anâgâmin, «el que no se reencarnará más», a no ser que lo desee con el objeto de auxiliar a la humanidad. El cuarto Sendero es conocido con el nombre de Rabat o Arhat, y es el más elevado. El Arhat ve el Nirvâna durante su vida; para él no hay ningún estado post mortem, sino el Samâdhi, durante el cual experimenta él toda la bienaventuranza Nirvánica.
Cuan poco puede uno fiarse de los orientalistas en lo referente a la exactitud y significación real de las palabras, lo demuestra el caso de tres pretendidas autoridades. Así, los cuatro nombres que acabamos de explicar, R. Spence Hardy los expone del modo siguiente: l.º, Sowân; 2.º, Sakradâgâmi; 3.º, Anâgâmi, y 4.º, Arya. El Reverendo J. Edkins los expone así: l.º, Srôtâpana; 2.º, Sagardagam; 3.º, Anâgânim, y 4.º, Arham. Schlakintweit los expresa a su vez de un modo diferente, dando además a cada uno de ellos una nueva y distinta variación del significado de las palabras. <<
[113] Conocimiento, sabiduría, ciencia. <<
[114] «Llegar a la orilla» es, entre los Buddhistas del Norte, equivalente a alcanzar el Nirvâna por medio de la práctica de las seis y diez Pâramitâs (virtudes). <<
[115] Santo, Adepto. (Véase nota 107). <<
[116] El «ALMA-MAESTRO» es Âlaya, el Alma Universal o Âtman, de la que cada hombre tiene en sí mismo un rayo, con la cual puede identificarse y en la cual puede sumirse. <<
[117] Antaskarana o Antahkarana es el Manas inferior, el Sendero de comunicación o de comunión entre la personalidad y el Manas superior o Alma humana. En el acto de la muerte es destruido como Sendero o medio de comunicación, y sus restos sobreviven en una forma tal como el Kâmarûpa, la «cáscara». <<
[118] Los Buddhistas del Norte, y en realidad todos los chinos, encuentran en el profundo rumor de los grandes y sagrados ríos, la tónica o nota fundamental de la Naturaleza, y de ahí la comparación. Es un hecho bien conocido en Física, lo mismo que en Ocultismo, el que la resultante o combinación de los sonidos de la Naturaleza (tal como se oye en el rumor de los grandes ríos, el ruido que producen al balancearse las copas de los árboles en los extensos bosques, o el de una ciudad a distancia) forma una definida nota única de tonalidad perfectamente apreciable. Esto lo demuestran los físicos y los músicos. Así es que el profesor Rice, en su Música China, afirma que los chinos han reconocido este hecho millares de años, diciendo que «las aguas del Hoang-ho, al pasar corriendo, entonaban el Kung, llamado “el gran tono” en la música china; y demuestra que dicho tono corresponde al Fa, “nota considerada por los físicos modernos como la tónica actual de la naturaleza”. También hace mención de lo mismo el profesor B. Silliman en sus Principios de Física, diciendo que “esta nota se cree ser el Fa del medio del piano, pudiendo, por lo tanto, ser considerada como la tónica de la Naturaleza”». <<
[119] Los Dugpas o Bhons, la secta de los «Casquetes Rojos», son tenidos como los más versados en hechicería. Habitan el Tíbet actual, el pequeño Tíbet y el Bhután. Todos ellos son Tântrikas (gente que practica la peor forma de la Magia negra). Es altamente ridículo ver algunos orientalistas que han visitado las fronteras del Tíbet, tales como Schlagintweit y otros, confundiendo los ritos y repugnantes prácticas de los Dugpas con las creencias religiosas de los Lamas orientales «Casquetes amarillos», y sus Narjols u hombres santos. La nota 124 es un ejemplo de ello. <<
[120] Dâna, la llave primera en la enumeración antes expuesta. <<
[121] Amitâbha, el «Inmortal Iluminado, —nombre de Gautama Buddha; tiene además otros significados, como ser—: Edad sin límites», «Luz sin límites», etc. La idea primitiva de una luz divina impersonal ha sido antropomorfizada con el tiempo. (Véase la nota 140). <<
[122] Shîla, «Armonía en la palabra y acción». (Véase la enumeración expuesta de las «llaves de oro»). <<
[123] Kshânti, «paciencia»; la tercera llave de oro. <<
[124] El Dorje es el Vajra sánscrito, un arma o instrumento en manos de algunos dioses (los Dragshed tibetanos, los Devas, que protegen a los hombres); se le atribuye la virtud oculta de repeler las influencias dañinas, purificando el aire ni más ni menos que el Ozono en Química. Es también un Mudrâ, posición y actitud adoptadas para la meditación. En resumen, es un emblema de poder sobre las invisibles influencias malignas, sea como posición o sea como talismán. Los Bhons o Dugpas, sin embargo, habiéndose apropiado dicho símbolo, hacen de él un mal uso para ciertos fines de Magia negra. Entre los «Casquetes amarillos» o Gelugpas, es un símbolo de poder, como lo es la Cruz para los cristianos, si bien no en manera alguna más «supersticioso». Entre los Dugpas es, como el doble triángulo invertido, el signo de la hechicería. <<
[125] Vairâgya (la cuarta llave de oro). Es el sentimiento de indiferencia absoluta respecto al universo objetivo, al placer y al dolor. La palabra «disgusto» no expresa bien su significado, pero se le aproxima. <<
[126] Ahankâra, el «Yo» o sentimiento de la propia personalidad; el estado o condición de «Yo soy». <<
[127] «El que sigue las huellas de sus predecesores» o de «aquellos que llegaron antes que él»; ésta es la verdadera significación del nombre Tathâgata. <<
[128] Samvriti es aquella de las dos verdades que demuestra el carácter ilusorio o vanidad de todas las cosas. En este caso es verdad relativa. La escuela Mahâyana enseña la diferencia entre estas dos verdades Paramârthasatya y Samvritisatya (Satya, «verdad»). He aquí la manzana de discordia entre los Mâdhyamikas y los Yogâchâryas, negando los primeros y afirmando los últimos que cada objeto existe por efecto de una causa precedente o de un encadenamiento. Los Mâdhyamikas son los grandes nihilistas y negadores, para quienes todo es Parikalpita, ilusión y error, tanto en el mundo del pensamiento y subjetivo, como en el universo objetivo. Los Yogâchâryas son los grandes espiritualistas. Samvriti, por lo tanto, como verdad puramente relativa, es el origen de toda ilusión. <<
[129] Los Lhamayin son espíritus elementales y malos; espíritus hostiles al hombre y enemigos de él. <<
[130] El Yo superior, o Yo presente. <<
[131] Dhyân-Mârga es el «Sendero de Dhyâna», literalmente; o sea el Sendero del Conocimiento puro, de Paramârtha o Svasamvedanâ (en sánscrito), «la reflexión evidente por sí misma, o que se analiza a sí misma». <<
[132] Véase nota 57. El «Alma-Diamante», o Vajradhara, preside sobre los Dhyâni-Buddhas. <<
[133] Bhagavad-Gîtâ. <<
[134] Alusión a la conocida creencia que reina en el Oriente (y también en el Occidente, por la cuenta que le tiene), de que cada nuevo Buddha o Santo es un nuevo soldado del ejército de aquellos que trabajan en favor de la liberación o salvación del género humano. En los países búddhicos del Norte, cada nuevo Bodhisattva, o gran Adepto iniciado, es llamado «libertador de la humanidad», según expresa la doctrina que en dichos países se enseña, que es la de los Nirmânakâyas, esto es, aquellos Bodhisattvas que renuncian a su bien merecido Nirvâna o a la vestidura Dharmakâya (excluyéndoles el uno y la otra para siempre del mundo de los mortales), con el objeto de ayudar invisiblemente a la humanidad y conducirla finalmente al Paranirvâna (o sea el estado que alcanza la Mónada humana al fin del gran ciclo). La afirmación que hace Schlagintweit en su Buddhismo en el Tíbet, referente a que el Prulpai Ku, o Nirmânakâya, es el «cuerpo en que los Buddhas o Bodhisattvas se aparecen sobre la tierra para enseñar a los hombres», es errónea hasta el absurdo, y nada explica. <<
[135] Alusión a las pasiones humanas y a los pecados que son aniquilados durante las pruebas del noviciado, y sirven a manera de suelo bien fertilizado en donde los «santos gérmenes» o las semillas de las virtudes trascendentales pueden germinar. Las virtudes, los talentos o dones preexistentes o innatos, son considerados como adquiridos en una existencia anterior. El genio es, sin excepción, un talento o aptitud aportado de otra existencia. <<
[136] Titikshâ es el quinto estado del Râja Yoga, un estado de suprema indiferencia con sujeción, si es necesario, a lo que se llama «goces y sufrimientos por todos», pero no reportando de una impresión tal, ni placer ni dolor; en una palabra, es llegar a ser física, intelectual y moralmente indiferente o insensible, tanto al placer como al dolor. <<
[137] Sowanî, es el que practica el Sowan, el primer sendero del Dhyâna, un Srôtâpatti. <<
[138] «Día» significa aquí todo un Manvantara, un período de duración incalculable. <<
[139] El monte Merú, la montaña de los Dioses. <<
[140] En el simbolismo búddhico del Norte, se dice de Amitâbha o «Espacio sin límites» (Parabrahman), que tiene en su paraíso dos Bôdhisattvas, Kwan-shi-yin y Tashishi, quienes irradian constantemente luz sobre los tres mundos en que vivieron, incluso el nuestro (véase la nota siguiente), con el objeto de contribuir con tal luz (del conocimiento) a la instrucción de los Yoguis, quienes salvarán hombres a su vez. Su encumbrada posición en el reino de Amitâbha, es debida a los actos de compasión llevados a cabo por ambos, como tales Yoguis, cuando vivían en la tierra, dice la alegoría. <<
[141] Estos tres mundos son los tres planos de existencia: terrestre, astral y espiritual. <<
[142] Ciclos de edades. <<
[143] El «Muro Guardián» o «Muro de Protección». Según se enseña, los acumulados esfuerzos de largas generaciones de Yoguis, Santos y Adeptos, y especialmente de Nirmânakâyas, han creado, por decirlo así, en torno de la humanidad, un muro de protección, que la defiende invisiblemente de males todavía peores. <<
[144] Sowan y Srôtâpatti, son voces sinónimas. Véase la nota 137. <<
[145] Mârga, «sendero». <<
[146] Del sánscrito Arhat o Arhan. <<
[147] Klesha es el amor al placer o a los goces mundanos malos o buenos. <<
[148] Tanhâ, la voluntad de vivir, que es la causa del renacimiento. <<
[149] Esta «compasión» no debe ser considerada bajo la misma luz que «Dios, el amor divino» de los teístas. La compasión figura aquí como una ley abstracta e impersonal, cuya naturaleza, siendo la armonía absoluta, es puesta en confusión por la discordia, el sufrimiento y el pecado. <<
[150] En la fraseología búddhica del Norte, todos los grandes Arhats, Adeptos y Santos, son llamados Buddhas. <<
[151] Thegpa Chenpoido, «Mahâyana Sutra». «Invocaciones a los Buddhas de Compasión», Parte Primera, IV. <<
[152] El Bodhisattva, en el orden jerárquico, es inferior al «Buddha perfecto». En el lenguaje esotérico se confunden mucho estos dos términos. Sin embargo, el innato y justo sentimiento popular, por razón de semejante sacrificio de sí mismo, ha colocado, en su respetuosa estimación, al Bodhisattva en lugar más eminente que al Buddha. <<
[153] El mismo sentimiento de veneración popular, hace llamar Buddhas de Compasión a aquellos Bodhisattvas que, habiendo alcanzado el rango de Arhat (o sea, que han atravesado el Sendero cuarto o séptimo), rehúsan pasar al estado Nirvánico o «ponerse la vestidura Dharmakâya y pasar a la otra orilla», pues entonces no estaría en su poder el ayudar a la humanidad, aun en lo poco que el Karma permite. Prefieren ellos permanecer invisibles (en Espíritu, por decirlo así), en el mundo, y contribuir a la salvación de los hombres ejerciendo sobre ellos su influencia para que sigan la buena Ley, o, lo que es lo mismo, guiándolos por el sendero de la justicia. Constituye una parte del Buddhismo exotérico del Norte el venerar como Santos a todos estos grandes personajes, y aun dirigirles oraciones, como hacen los griegos y los católicos con sus santos y patrones; por otra parte, las enseñanzas esotéricas no están en favor de semejante cosa. Hay una gran diferencia entre ambas enseñanzas. El laico exotérico apenas conoce el verdadero significado de la palabra Nirmânakâya, y de ahí la confusión y las poco satisfactorias explicaciones de los orientalistas. Por ejemplo: Schlagintweit cree que el cuerpo Nirmânakâya significa la forma física adoptada por los Buddhas cuando se encarnan en la tierra, «el menos sublime de sus terrenales impedimentos» (véase El Buddhismo en el Tíbet), y toma pie de ello para dar una interpretación enteramente falsa del asunto. La verdadera enseñanza es como sigue:
Los tres cuerpos o formas Búddhicos son denominados: l.º, Nirmânakâya; 2.º, Sambhogakâya, y 3.º, Dharmakâya. El primero es aquella forma etérea que adoptaría uno en el momento en que, abandonado su cuerpo físico, apareciese en su cuerpo astral, poseyendo, por añadidura, todo el conocimiento de un Adepto. El Bodhisattva va desarrollando esta forma en sí mismo, a medida que avanza en el Sendero. Habiendo alcanzado la meta y rehusado la fruición de la recompensa, continúa en la tierra como Adepto; y cuando muere, en lugar de ir al Nirvâna, permanece en aquel cuerpo glorioso que ha tejido para sí mismo, invisible para la humanidad no iniciada, para velar por ella y protegerla.
Sambhogakâya (literalmente, «Cuerpo de Compensación») es lo mismo, pero con el brillo adicional de «tres perfecciones», una de las cuales es la completa obliteración de todo cuanto concierne a la tierra.
El Dharmakâya es el cuerpo de un Buddha completo, es decir, no es cuerpo, en modo alguno, es tan solo un soplo ideal; la Conciencia abismada en la Conciencia Universal, o el Alma libre de todo atributo. Una vez Dharmakâya, el Adepto o Buddha, abandona en pos de sí toda relación posible con esta tierra, y aún todo pensamiento en ella ligado.
Así es que, para poder auxiliar a la humanidad, el Adepto que ha ganado el derecho al Nirvâna, «renuncia al Dharmakâya», según la fraseología mística; no conserva del Sambhogakâya otra cosa que el grande y completo conocimiento, y permanece en su cuerpo Nirmânakâya. La escuela esotérica enseña que Gautama Buddha, con varios de sus Arhats, es un Nirmânakâya de este género, y que no se conoce ninguno que sea más elevado que él, por razón de su gran renuncia y sacrificio en bien de la humanidad. <<
[154] Myalba es nuestra tierra, propiamente llamada «Infierno», y el mayor de todos los infiernos, por la escuela esotérica. La doctrina esotérica no conoce más infierno, o lugar de castigo, que una tierra o un planeta habitado por hombres. El Avîchi es un estado y no una localidad. <<
[155] Esto significa que ha nacido un nuevo y adicional Salvador de la humanidad, que conducirá a los hombres al Nirvâna final, después de terminado el ciclo de la vida. <<
[156] Ésta es una de las variantes de la fórmula con que siempre concluye cada tratado, invocación o instrucción. «Paz a todos los seres», «Bendiciones sobre todo cuanto vive», etc. <<