El Origen del Hombre

I. La seleccion sexual.

I. La seleccion sexual.

Cuando en un animal aparece, por variacion espontánea, un carácter

nuevo propio para elevarle sobre su raza, el animal favorecido de este

modo, á la par que todos los que hayan sufrido modificaciones como él,

expulsarán con el tiempo del distrito que habitan á todos los individuos

de su especie ménos privilegiados; se reproducirán entre sí, y

aumentarán en cada generacion el desarrollo del carácter favorable,

mientras este desarrollo les sea útil. De esta manera llegará á formarse

una nueva especie con estos individuos elegidos inconscientemente; por

la seleccion natural se bifurcará el tronco primitivo, y una rama

nueva, más vigorosa, se desarrollará sobre él, á veces sin lograr

destruirle, y otras absorbiendo toda su savia, hasta que llegue aquel á

desaparecer.

Por lo tanto, el efecto de la seleccion natural consiste en

fijar los caractéres que hace aparecer la variacion espontánea de las

especies, con una condicion precisa: que estos caractéres sean útiles á

los individuos que los presenten. Consíguese merced á ella explicar la

causa de que las especies se hayan ido diferenciando; pasando unas á ser

mas vigorosas con la adquisicion de armas propias para atacar su presa ó

sorprenderla mejor; perfeccionándose otras con la adaptacion gradual de

todo lo que es necesario para defenderse, huir ó esconderse.

Sin embargo, no á todos los caractéres que ofrecen los animales, se

les puede asignar el mismo orígen. ¿Cómo pueden la manchada piel del

tigre ó de la pantera, la melena del leon, ayudar á estos animales en

sus cazas? ¿Qué seguridad puede dar al pavo real su soberbio plumaje, y

al ruiseñor su voz melodiosa?

Para explicar la adquisicion de tales cualidades es de todo punto

necesario recurrir á otro procedimiento. Darwin lo encuentra en la seleccion sexual, que, en su esencia, es sólo una forma de la seleccion natural. Con su

ayuda descúbrese el mundo animal bajo un nuevo punto de vista sumamente

curioso. Fiel á su manera de procecer, Darwin busca en sus inmensos

conocimientos zoológicos una sola base para su hipótesis; héla aquí:

Los caractéres cuyo orígen se trata de descubrir son precisamente

aquellos cuyo objeto principal parece ser el perfeccionamiento,

estético, en algun grado, de los animales; tales son los vistosos

colores, las crestas y apéndices multiformes, el timbre musical de la

voz y la variedad del canto. Si nos fijamos en la clase del reino animal

en que la elegancia de la forma, el encanto de la voz, los adornos más

deslumbradores constituyen una ley general, la clase de las aves,

veremos que estos dones no están ni con mucho repartidos con igualdad

entre los dos sexos: casi siempre el macho es el que se nos presenta

ostentando los más brillantes colores ó la voz más encantadora cuando no

reune en sí las distintas cualidades de la voz y el color, que raras

veces se presentan juntas. Principalmente en la época de la reproduccion

se avivan los matices del plumaje, se desarrollan los bellisimos

penachos, adquiere la voz toda su intensidad. Entonces los machos hacen

gala de sus adornos ante las hembras, llegando á descuidar su propia

seguridad para enamorarlas.

¿No parece natural que cuando llegue el momento en que la hembra haya

de escoger entre sus pretendientes se entregará al que crea más bello ó

mejor dotado? ¿No es probable tambien que las hembras tengan

desarrollado á su modo algun sentimiento estético que las haga preferir

unos adornos á otros, ó los imprevistos á los conocidos? Eligiendo

siempre á los machos más vistosos, las hembras serian causa del

perfeccionamiento, ó simplemente de la variedad en su especie.

La seleccion sexual tal como acabamos de definirla aparece, al lado

de la natural, como un nuevo procedimiento para diversificar las razas;

pero puede tambien obrar de otro modo. No se limitan los machos á

contonearse siempre ante sus hembras; traban entre ellos numerosos

combates, de que todos podemos haber sido testigos. En estas luchas la

ventaja pertenece necesariamente, ya á los más fuertes, ya á aquellos en

quienes la variacion espontánea ha dotado de alguna arma nueva, o de un

medio de defensa excepcional. Así pueden haberse adquirido y conservado

como caractéres específicos, los espolones del gallo, por ejemplo.

Download Newt

Take El Origen del Hombre with you