Investigación sobre los animales

Referencias

[1] Καì tes hysteron: igitur extra uterum (Schneider). <<

[2] Todos los manuscritos, a excepción del Laurentianus LXXXVII-1, colocan el libro séptimo a continuación del noveno. En cuanto a los problemas que presenta su dudosa autenticidad véase la introducción. <<

[3] Vid. supra, III 3. <<

[4] Literalmente «a la edad de dos veces siete años». Sabido es que el número siete ocupa un lugar importante en las teorías biológicas de los griegos. Abundan en Aristóteles las referencias a este número. Cf. supra, V 14, 544b26; V 20, 553a7; VI 17, 570a30; Política VII 16, 1335b; HIPÓCRATES, Semanas (VIII, 634, LITTRÉ). <<

[5] Médico y científico, discípulo de Pitágoras, floreció hacia el 500 a. C. y fue el primero que disecó animales para examinar su estructura. Es citado varias veces por Aristóteles. <<

[6] Cf. supra, V 14, 544b23; G. A. IV 8, 776b15 y V 7, 787b31. <<

[7] El verbo tragizein que significa «parir la cabra» fue traducido al latín por hirquitallire (del latín hircus y del griego thalio). Véase CENSORINO, 14: quod Aristoteles appellat tragizein antiqui nostri hirquitallire. <<

[8] Fricari contrectarique per libidinem (Gaza). Cf. ARISTÓFANES, Avispas 739. <<

[9] Cf. PSEUDO-HIPÓCRATES, De morb. mul. II 113 (VIII, 243, LITTRÉ). <<

[10] Cf. G. A. I 20, 728b30. <<

[11] Cf. ATENEO, 176f; G. A. V 7, 788a20 y ss. <<

[12] Eufemismo por «pederastía». <<

[13] Cf. ARISTÓTELES, Problemas IV 11, 877b 18. <<

[14] Cf. supra, III 11, 518b2-4. <<

[15] En el momento de la pubertad, el cuerpo tomará la forma que conservará el resto de su vida. <<

[16] Cf. supra, V 14, 544b15 y ss.; VI 22, 575b23. <<

[17] Cf. SORANO, Ginecología I 33 y II 53. <<

[18] Cf. G. A, II 7, 747a2. <<

[19] Cf. supra, III 11, 518a22. <<

[20] También en otras obras (G. A. II 4, 738a20; IV 2, 767a5) establece Aristóteles, de acuerdo con creencias populares antiguas, la coincidencia entre las reglas de las mujeres y el menguante de la luna, pues este período lunar es más húmedo y más frío que el tiempo de crecimiento del disco lunar. <<

[21] El texto ofrece variantes, pero parece que Aristóteles quiere decir que en la mayoría de las mujeres las reglas tienen lugar en el curso del tercer mes, contando aquél en el que se han producido las últimas reglas, bien entendido que se trata de meses lunares. Así Gaza: paucis menstrua singulis mensibus moventur sed uno intermisso plurimis. <<

[22] Cf. G. A. I 19, 727b10-14 y 23-25. PSEUDO HIPÓCRATES, De nat. pueri 15 (VII, 494, LITTRÉ). <<

[23] Cf. G. A. I 19, 727b22. <<

[24] Cf. G. A. I 19, 727b 18; II 4, 739a13. <<

[25] La doctrina expuesta en este libro sobre la generación humana está en contradicción con lo que se nos dice en el libro décimo, y por esta razón la opinión común niega la autenticidad de este último libro. Esta teoría, que explica la generación por el encuentro de las menstruaciones y del esperma, fue generalmente aceptada durante toda la Antigüedad y hasta la mitad del siglo XVII. El médico inglés Harvey, en sus Exercitationes de Generatione animalium (1651) fue el primero en demostrar la insuficiencia de la genética aristotélica. Para más detalles véase la interesante disertación de TRICOT (ob. cit., págs. 464-5). <<

[26] Cf. G. A. I 19, 727b22. <<

[27] Cf. HIPÓCRATES, De morb. mul I 10 (VIII, 42, LITTRE). <<

[28] Cf. supra, III 19, 521a26 y VI 17, 572b30. <<

[29] Doctrina expuesta en los tratados hipocráticos Las enfermedades de las mujeres I y II, y Las mujeres estériles (VIII, 456, LITTRÉ). <<

[30] Cf. infra, VII 3, 583b11, y G. A. III 9, 758b5. También PSEUDO HIPÓCRATES, Las semanas 9 (VII, 448, LITTRÉ). <<

[31] Cf. HIPÓCRATES, Aforismos V 48 (IV, 550, LITTRÉ); Sobre el feto del séptimo mes (VII, 442, LITTRÉ). <<

[32] Cf. G. A. III 9, 758b2-5. <<

[33] Cf. G. A. IV 6, 775a10 y ss. <<

[34] Cf. supra, VII 1, 582a22 y ss. <<

[35] Gónimon, quod vivere possit (Dittmeyer). Cf. G. A. II 3, 736a35. <<

[36] Cf. PLINIO, VII 5; CENSORINO, VII. <<

[37] Cf. supra, VII 3, 583a32. <<

[38] También en HIPÓCRATES, Aforismos V 42 (IV, 546, LITTRÉ). <<

[39] Cf. ARISTÓFANES, Avispas 349; Paz 497. <<

[40] Cf. supra, VII 3, 583b25. <<

[41] Sobre la posición normal del feto en el nacimiento véase infra, VII 8, 586b27. <<

[42] Cf. G. A. IV 3, 777b5; PLINIO, VII 4. <<

[43] Se trata de meses lunares. Cf. VIRGILIO, Églogas IV 61: matri longa decem tulerunt fastidia menses. Esta indicación coincide con el tratado hipocrático El feto de siete meses 7 (VII, 447, LITTRÉ). También en El feto de ocho meses 10 (VII, 453, LITTRÉ) y 13 (VII, 459, LITTRÉ), se fija la duración normal de la gestación en la mujer en siete cuarentenas, o doscientos ochenta días, casi nueve meses. <<

[44] Doctrina también constatada en HIPÓCRATES, Sobre las carnes (VII, 612, LITTRÉ); El feto de siete meses (VII, 442, LITTRÉ) y El feto de ocho meses (VII, 452, LITTRÉ). <<

[45] Cf. HIPÓCRATES, La naturaleza del niño 1 (VII, 532, LITTRÉ). <<

[46] Cf. G. A. IV 4, 772b6. <<

[47] Cf. G. A. IV 4, 772b 1. <<

[48] Cf. AULIO GELIO, X 2; PLINIO, VII 3; COLUMELA, De re rustica III 8; SÉNECA, Quaest. natur. XIII 25. <<

[49] Es sobre todo en Egipto, donde las mujeres son multíparas. Cf. G. A. IV 4, 770a35. <<

[50] Cf. G. A. IV 5, 773b2, donde se da una explicación del hecho. <<

[51] Sobre la superfetación de la liebre, cf. supra, V 9, 542b31; VI 33, 579b32; G. A. IV 5, 774a31. <<

[52] Todo este pasaje es utilizado por PLINIO, VII 9. <<

[53] El primero hijo de Anfitrión, esposo de Alcmena, y el segundo de Zeus. <<

[54] Cf. PLINIO, VII 6. <<

[55] Cf. G. A. IV 8, 776a23-25. <<

[56] Cf. supra, VII 1, 582a27. <<

[57] Cf. PLINIO, VII 12. <<

[58] Cf. G. A. IV 2, 767a23-25. <<

[59] Para la perfecta comprensión del texto y evitar una incoherencia, es necesario añadir esta frase. Así lo entendió Gaza: Sunt viri qui non nisi foeminam procreent, et mulieres quae non nisi mares, et contra, ut de Hercule fabulant. <<

[60] Cf. EURÍPIDES, Los Heraclidas 501. Una leyenda posterior le da el nombre de Macaría. Cf. PAUSANIAS, I 32, 61; PLUTARCO, Pelópidas 21; escolios a ARISTÓFANES, Lisístrata 1141. <<

[61] Cf. G. A. I 17, 721b17-18 y 724a3 y ss. <<

[62] Cf. G. A. I 18, 722a8; PLINIO, VII 10. <<

[63] Cf. G. A. I 17, 721b34, donde precisa que el hecho ocurrió en Calcedonia. <<

[64] Cf. G. A. I 18, 722a9, pero aquí se trata de una mujer de la Élide. <<

[65] Cf. ARISTÓTELES, Política II 3, 1262a21-24, cita el mismo caso. Parece deducirse del texto que la yegua tenía potros parecidos al semental. <<

[66] Cf. G. A. I 6, 718a4; 20, 728a10; II 4, 757b30; P. A. IV 10, 689a30-31; Problemas IV 20, 878b39; 23, 879a15; XXX 1, 953b33. Curioso pasaje en el que Aristóteles relaciona el mecanismo de la emisión del esperma con la teoría general del disparo y del movimiento del proyectil, en donde el aire desempeña el papel de intermediario entre el proyector y el proyectil. <<

[67] Cf. también Sobre el cielo III 2, 301b20 y ss. <<

[68] Cf. HIPÓCRATES, Sobre la naturaleza del niño 13 (VII, 490, LITTRÉ). <<

[69] Los selacios ovovivíparos, cuya reproducción ha sido estudiada en el capítulo 10 del libro VI. <<

[70] Recordemos que en Aristóteles el corion es la membrana exterior del huevo de los ovíparos. <<

[71] Cf. supra, VI 3 y 10; G. A. II 7, 745a23. <<

[72] Cf. supra, VI 3 y 10; G. A. III 9; HIPÓCRATES, Sobre la naturaleza del niño I (págs. 386-7, 415-416 K; VII, 490, 531, LITTRÉ). <<

[73] Cf. G. A. II 7, 745b22. <<

[74] Los lóbulos de la placenta. Cf. supra, III 1, 511a29 y, sobre todo, G. A. II 7, 745b29-746a8. <<

[75] Cf. supra, VI 3, 561b30; PLINIO, X 84. <<

[76] Cf. G. A. IV 9, 777a26-31; HIPÓCRATES, Sobre la naturaleza del niño 30 (VII, 532, LITTRÉ). <<

[77] Cf. G. A. II 7, 746a1-8. <<

[78] Cf. G. A. II 7, 745b22-29; SORANO, Ginecología II 57 (pág. 225-6, V. ROSE). <<

[79] Cf. supra, I 17, 496b32; PLATÓN, Timeo 390; HIPÓCRATES, De morb. vulg. III (pág. 456 K); De anatomía (VIII, 538, LITTRÉ). <<

[80] Cf. G. A. II 7, 745b26 y, sobre todo, II 4, 740a31. <<

[81] Cf. SORANO, Ginecología I 66 (pág. 235, V. ROSE). <<

[82] Cf. G. A. IV 6, 775a27-b2; PLINIO, VII 5. <<

[83] Cf. ARISTÓTELES, Sobre el sueño 2, 456a16, donde el autor dice que la acción de contener el soplo requiere un esfuerzo. <<

[84] Cf. SORANO, Ginecología I 57. <<

[85] El texto es dudoso y con Thompson, Tricot y Louis aceptamos la lectura de Dittmeyer, pues verbis hoc modo mutatis partus describitur ut fieri solet. <<

[86] Cf. supra, VII 8, 586b7. <<

[87] Llamado así por analogía de color y de consistencia con el jugo de la adormidera (mecónion), y está constituido por una mezcla de bilis y de secreciones intestinales. <<

[88] Cf. G. A. V 1, 779a11; HIPÓCRATES, De sep. part. (VII, 450, LITTRÉ); CENSORINO, XI. <<

[89] Cf. supra, VII 10, 587b10; G. A. V 1, 779a12. Pero en Sobre los sueños 3, 461a13 y 462b5, dice lo contrario. <<

[90] Cada uno de los espacios membranosos que hay en el cráneo humano antes de su completa osificación y que Aristóteles considera un hueso. Cf. supra, I 7, 491a31; G. A. II 6, 774a24; V 8, 788b. <<

[91] Cf. G. A. II 6, 745b9-13; PLINIO, VII 15; XI 63; HIPÓCRATES, De sept. part. I (pág. 452 K; VII, 448, LITTRÉ); MACROBIO, De somno Scipionis I. <<

[92] Cf. HIPÓCRATES, De morb. mul. II 186 (VIII, 366, LITTRÉ). <<

[93] Cf. supra, III 19, 521a29-30; G. A. I 19, 727a11-15. <<

[94] Las mujeres con varices tienen las reglas menos abundantes. Cf. supra, III 19, 521a30-31; Problemas IV 20, 878b35; HIPÓCRATES, Aforismos V 32, (IV, 542, LITTRÉ). <<

[95] Cf. HIPÓCRATES, Sobre la naturaleza del niño 14-15; Sobre las enfermedades de las mujeres I 1-2; Aforismos V 32, 33, 39. <<

[96] El que beben las nodrizas, cuyos efectos pasan al lactante. Cf. ARISTÓTELES, Sobre el sueño y la vigilia 3, 457a14-17. <<

[97] Debido, precisamente, a estas convulsiones. Así SAN ALBERTO MAGNO, IX 80: plures pueri in spasmo moriuntur ante septimum diem. <<

[98] Ceremonia que recibió el nombre de amphidromía. Cf. ARISTÓFANES, Lisístrata 757. <<

[99] Cf. PLINIO, VII 5. <<

[1] En los libros precedentes y en especial supra, I 1, 488b 12; II 1, 497b20 y ss. y 498a y ss. <<

[2] Es decir, sus diferencias presentan entre sí correspondencias analógicas. <<

[3] En el texto techne virtud de carácter práctico. Cf. Ética a Nicómaco I 13, 1103a y ss; Metafísica VIII 2, 1046b3, y Sobre el cielo III 2, 301b17. <<

[4] Cf. supra, I 1, 488b11. <<

[5] Con ello establece aquí Aristóteles las bases de toda psicología comparada. <<

[6] Lo mismo se nos dice en P. A. IV 5, 681a12-15. Para Aristóteles las almas están subordinadas unas a otras, y el orden es de menos perfecto a más perfecto, y así la facultad nutritiva está contenida en la sensitiva y ésta en la intelectual, de la misma manera que, por ejemplo, en las figuras geométricas el triángulo está contenido en el cuadrilátero y éste en el pentágono. <<

[7] Los cuerpos inorgánicos, los minerales. <<

[8] Sobre los vegetales, seres animados, véase De anima I 1, 402b5-8 y II 2, 413a31 y ss. <<

[9] En las líneas 588b4-6. <<

[10] Cf. supra, IV 6, 531b9. <<

[11] Cf. supra, I 1, 487b; V 16, 548b5. <<

[12] Cf. supra, IV 4, 528a33. <<

[13] Cf. supra, IV 4, 528a18-20; P. A. IV 5, 681a10-35. <<

[14] Cf. supra, IV 6, 531a31-b17; P. A. IV 5, 681a36-b13. <<

[15] Cf. supra, IV 16; P. A. IV 5, 681a11, 15-17. <<

[16] Aristóteles cree que las plantas proceden ya de una semilla, ya de la formación de un principio que desempeña el papel de una semilla. Cf. supra, V 1, 539a15-20. <<

[17] Cf. supra, V 1, 539a15, y Física I 7, 190b1. <<

[18] Cf. P. A. II 17, 661a6-8: «pues el deseo está unido a lo agradable». <<

[19] Algunos traductores, Gaza, Schneider, Tricot, entre otros, han reemplazado dichós por trichós, pero no hay necesidad de ello. Más bien hay que considerar que estos dos tipos se subordinan luego en otros dos. <<

[20] La palabra krasis señala la proporción que debe ser observada para asegurar la existencia del animal en la composición del medio ambiente, que no debe ser ni demasiado caliente ni demasiado frío, sino una mezcla del uno y del otro. <<

[21] El papel de la respiración, según Aristóteles, es el de refrescar la sangre en el corazón, para evitar la muerte del animal por consunción o por ahogamiento debido a un exceso de calor vital. Cf. De juvent. 5, 470a5; De respir. 8, 474b20. <<

[22] Cf. supra, II 7, 502a9-15. <<

[23] Cf. P. A. IV 13, 697a15-32; Sobre la respiración 12, 476M3-20. <<

[24] Cf. Sobre la respiración 12, 476b21-22. <<

[25] Cf. supra, IV 9, 535b32-536a4. <<

[26] Cf. Sobre la respiración 12, 476b23-30, y P. A. III 6. <<

[27] Los tritones son anfibios urodelos con cola larga y comprimida lateralmente; son comunes en lagos y charcas de todo el continente europeo. Cf. supra, I 1, 487a28; 5, 420a3; P. A. IV 13, 695b25; Sobre la respiración 10, 476a6. <<

[28] O principio primordial. Cf. G. A. V 7, 788a13, donde nos dice que los principios pueden ser materialmente mínimos, pero grandes en poder. BRUNET y MIELI, ob. cit., pág. 285, llaman con razón la atención sobre lo acertado de estas observaciones aristotélicas referentes a la castración y otras mutilaciones o modificaciones del cuerpo de los animales. <<

[29] Cf. G. A. I 2, 716b3-12. <<

[30] Es decir, que en cada especie animal el feto adquiere una estructura al asimilarse la sustancia que constituye la base de su propia organización, y que este tipo de alimentación debe de estar en consonancia con el tipo de vida. Y al buscar esta alimentación experimenta placer porque responde a las exigencias de su naturaleza. <<

[31] Cf. supra, 589a9. <<

[32] Al ser digerida en el cuerpo del animal. Así pues, el sentido es claro: el animal absorbe el agua de mar; ésta es digerida por el animal y en el curso de la digestión, la parte pura del agua, más ligera, se filtra a través de las otras partes más espesas, siendo éstas más espesas a causa de la sal que contienen. <<

[33] El agua es la materia fundamental de su organización y constituye su alimentación. Sobre esta correlación véase supra, VIII 1, 589a6-10. <<

[34] También esta experiencia se encuentra descrita en PLINIO, XXXI 33, y ELIANO, IX 64, que cita como testimonios a Demócrito y Empédocles de Agrigento (fr. 66 de Diels-Kranz). Cf. también Meteor. II 3, 358b35. <<

[35] Las actinias o anémonas de mar son animales de constitución muy simple, ya que básicamente están formados por un cuerpo hueco, coronado por un anillo de tentáculos alrededor de una boca central. Sobre las actinias véase supra, IV 6, 531a31 y ss. y P. A. IV 5, 681a36-b13. <<

[36] Cf. supra, IV 4, 528M-2. <<

[37] Cf. ELIANO, I 32; IX 25; PLINIO, IX 88; OPIANO, Hal. II 389-418; PLUTARCO, De sollertia animalium 27; ANTÍGONO DE CARISTO, De mirab. 99. <<

[38] Cf. supra, IV 2, 526a13. <<

[39] Cf. ELIANO, IX 25. <<

[40] Cf. infra, IX 37, 622a8. <<

[41] Creencia popular, un eco de la cual encontramos en HESÍODO, Trabajos y días 525. Sin embargo, la zoología moderna ha confirmado la veracidad de esta creencia popular referente a los pulpos. Véase T. F. HIGHAM, «Nature Note. Autophagy in octopods. Hesiod vindicated» OR. N. S. VII (1957), 16-17. <<

[42] Cf. PLINIO, IX 46; ELIANO, I 27; XIV 26 y además en I 32, donde acusa a las morenas de ello. <<

[43] Cuya acentuación varía según los manuscritos, es un hapax y por tanto de difícil identificación. BONITZ (Index arist. 166a3-4) cree que se trata de la Scianea umbra, es decir del corvallo. <<

[44] Oblada melanura de la familia de los espáridos, que tiene una mancha negra (de ahí su nombre) bordeada de blanco sobre el pedúnculo caudal. <<

[45] Género de hierbas marinas parecidas a las algas. Cf. TEOFRASTO, Hist. Plant. IV 6. <<

[46] Planta de la familia de las cucurbitáceas, de sabor amargo. Sobre sus propiedades medicinales, véase PLINIO, XX 8. Es la Cucumis sativa o Cucurbita Pepo (Index, arist. 402a15-19). <<

[47] Cf. infra, VIII 3, 593b27-28. <<

[48] Cf. ATENEO, VII 307; PLUTARCO, De sollertia animalium IX. <<

[49] Nombre quizás relacionado con el adjetivo perafos, que significa «situado más allá», por oposición con el corcón que vive cerca de la orilla. Según Louis este pez es el mismo que el mújol llamado myxon o smyxon, el mocoso. Cf. supra, IV 11, 543b15. <<

[50] Pez no identificado. Aristóteles dice solamente de él (cf. infra, VIII 19, 602a12) que no aguanta bien el calor y que por ello adelgaza. Cf. PLINIO, XXXII 54; LITTRÉ (II, 394) le da el nombre de Perca labrax. Quizás es el aligóte, llamado por Risso Pagellus Acame. <<

[51] Cf. ATENEO, VII 308; PLINIO, IX 26. <<

[52] Cf. supra, II 17, 507b20. <<

[53] No identificada. ΒΟΝITΖ (Index, arist. 380a3) dice simplemente: planta incerta. <<

[54] Cf. supra, VI 13, 567b20. <<

[55] Cf. supra, II 17, 508b11; infra, IX 50, 632b11; IX 50, 632b10; P. A. III 14, 675a4; PLINIO, IX 29; ELIANO, II 54. <<

[56] Cf. infra, IX 48, 631a20 y ss.; PLINIO, IX 7. <<

[57] Cf. ATENEO, VII 298. <<

[58] De Tracia. <<

[59] En el mes de mayo. <<

[60] Que persiguen respectivamente a las palomas (Palumbarius, Falco comunis) y a los pinzones y gorriones (Fringillarius, Falco nisus). <<

[61] Cf. infra, IX 36, 620a17; PLINIO, X 9. <<

[62] El primero es el buitre egipcio (Neophon percnopterus); el segundo, el vultur fulvus (Thompson). <<

[63] Llamado así a causa de su grito lastimero. Puede ser el cárabo, Stryx aluco. <<

[64] Variedad de lechuza no identificada. <<

[65] Ave no identificada. Quizá se trate de la tarabilla común (Saxicola torquata), ave que anida en los brezos o juncales (batís significa zarza). <<

[66] Cf. infra, IX 1, 609b14-19. <<

[67] El texto dice spermologos «recolector de semillas». <<

[68] Ave no identificada. Por otra parte, existen variantes: chrysomitris en Sylburg (Gaza da también aurivittis), que significa «diadema de oro». <<

[69] Pájaro trepador que se alimenta de insectos que hace salir golpeando con el pico largo y puntiagudo la corteza de los árboles. Comprende las especies enumeradas más adelante por Aristóteles. Cf. infra, IX 9, 614b7-10. <<

[70] Propiamente «recoge gusanos» u «hormigas» según Louis. Cf. ARISTÓFANES, Aves 590; ARISTÓTELES, Sobre la sensación 5, 444b 12. <<

[71] Sobre las variedades de palomas véase supra, V 13, 544b 1 y ss. <<

[72] Cf. infra, VIII 16, 600a20; IX 7, 613b2. <<

[73] Cf. infra, IX 1, 609b22 y IX 18, 616b32-617a7. <<

[74] Cf. supra, VI 6, 563b5. Águila muy corpulenta que vive en costas rocosas o aguas apartadas del interior. <<

[75] Cf. supra, V 8, 542b4; infra, IX 14, 616a14-34; PLINIO, X 47. <<

[76] Citado también por HERÓDOTO, II 68, como ejemplo de simbiosis entre estas aves y el cocodrilo. Cf. también ELIANO, III 11. <<

[77] Una variedad de alción (Thompson). <<

[78] Según Louis una variedad de cerceta. Cf. PLINIO, XXXVII 11. <<

[79] Cf. supra, VIII 2, 591a17. <<

[80] Cf. G. A. III 1, 750a8. <<

[81] Cf. P. A. III 6, 669a25; Sobre la respiración 10, 475b24. <<

[82] Cf. PLINIO, X 93. <<

[83] Es decir, la serpiente después de haber devorado a su presa, se contorsiona, se endereza verticalmente, se encoge y se contrae en espirales tan reducidas que cuando vuelve a estirarse la presa ingerida se encuentra ya en su tubo digestivo. Cf. ELIANO, VI 18. <<

[84] Cf. supra, II 1, 501a8 y ss. <<

[85] Este término significa «animal voraz». <<

[86] Sobre la hiena véase supra, VI 23, y G. A. III 6, 757a3-13. <<

[87] Cf. ELIANO, VII 22; PLINIO, VIII 44. <<

[88] Cf. ELIANO, V 9; PLINIO, VIII 54. <<

[89] Cf. ELIANO, IV 34. <<

[90] Cf. ELIANO, V 39, donde explica que el león actúa así para alejar a los demás animales de los restos de comida que le servirán otra vez de alimento. <<

[91] Así, según BUFFON (Hist. nat. XXVI 118). <<

[92] Cf. PLINIO, X 63 y 94; ATENEO, IX 398. <<

[93] Cf. PLINIO, X 93. <<

[94] Cf. PLINIO, XI 60; XII 91. <<

[95] Cf. infra, VIII 21, 603b27; VARRÓN, De re rustica IV 2; Odisea X 242. <<

[96] Método atestiguado en PLINIO, VIII 70, sin duda con la finalidad de mejorar su aspecto con vistas a la venta. <<

[97] Cf. PLINIO, XI 45, precisa que hay que servirse de cera caliente (ferventi cera). <<

[98] Cf. supra, III 21, 522b24; ELIANO, III 33; VARRÓN, De re rustica II 5; PLINIO, VIII 70, el cual habla, sin embargo, de una demora de cuatro años en vez de nueve (non ante quadrimatum ad partus vocando). <<

[99] La alfalfa. Cf. supra, III 21, 532b27. <<

[100] Cf. ELIANO, XVII 7, atribuye este comportamiento a los elefantes. <<

[101] Cf. PLINIO, VIII 26. <<

[102] Las equivalencias en el sistema ático son, según Louis, las siguientes: 1 cótilo = 0,27 litros; 1 medimno = 52 litros; 1 maris = 1,6 litros; 1 metreta = 39 litros. <<

[103] Cf. supra, VI 26, 578a12, donde dice Aristóteles que el camello vive más de cincuenta años; por ello Thompson propuso leer pentékonta en vez de triákonta. <<

[104] Cf. COLUMELA, VI 4. <<

[105] En cambio Escoto dice: et in aetate valens est agua septentrionalis frigida, et in autumno aqua meridionalis tepida, y por ello SCHNEIDER (Comm. I, 617) propuso una enmienda del texto en este sentido. <<

[106] Cf. infra, VIII 28, 606a13, donde Aristóteles indica que en Siria las ovejas tienen un rabo de un codo de largo. Sobre las ovejas de rabo largo, véase también HERÓDOTO, III 113, y ELIANO, X 4. <<

[107] Cf. PLINIO, VIII 73; COLUMELA, VII 4. <<

[108] Cf. infra, IX 3, 610b33, donde se nos dice que las cabras soportan más difícilmente el frío que las ovejas. <<

[109] Cf. PLINIO, XI 39; ELIANO, I 38; PLUTARCO, Sympos. II 9. <<

[110] Cf. supra, IV 8, 535a2-4. <<

[111] Cf. HESÍODO, Trabajos y días 618-630. <<

[112] Algunos comentaristas (véase THOMPSON ad loc.) creen que Aristóteles se refiere al rey de Persia, que residía ya en Susa ya en Ecbatana (cf. ELIANO, III 13), pero parece que hay que dar un valor más general al texto y referirlo a los grandes propietarios, cuyos recursos les permitían cambiar de lugar según las estaciones del año. <<

[113] Cf. HERÓDOTO, II 22; ELIANO, II 1; III 13; PLINIO, X 30. <<

[114] Cf. Meteor. I 13, 350b14. <<

[115] Cf. Ilíada III 2-7; ELIANO, XV 29; PLINIO, IV 18; VII 2; X 30. <<

[116] Cf. G. A. II 8, 749a4-6. <<

[117] El Estrimón es un río de Tracia y el Istro es el Danubio. <<

[118] Cf. ELIANO, IX 57. <<

[119] De mediados de septiembre a mediados de octubre. <<

[120] De mediados de octubre a mediados de noviembre. <<

[121] Cf. El comentario de ESCALÍGERO (en SCHNEIDER, Cur. post. 467): loca frigida sunt riostra hieme; hirundo hinc abit, quoniam frigida sunt hieme; sed abit aestus autumni tempere. <<

[122] Cf. supra, VIII 12, 597a5. <<

[123] En el estómago. <<

[124] Esta fábula es contada también por ELIANO, III 13; cf. también PLINIO, X 63; PLUTARCO, De sollertia animalium 967b y c; 970a-c. <<

[125] Cf. PLINIO, X 32. <<

[126] A pesar de la descripción que da Aristóteles en las líneas 21-22, no puede ser identificada. Cf. Index arist. 158a31-35. Según Louis sería la picudilla. Cf. E. DE SAINT-DENIS, «Additions et rectifications au vocabulaire des bêtes aquatiques en Latin», Revue de Philologie XXXIV (1960), 31-50. <<

[127] Cf. PLINIO, X 33; ATENEO, IX 390; PLUTARCO, De sollertia animalium 3. <<

[128] Cf. PLINIO, X 18. Según S. BYL, Recherches sur les grands traités biologiques d’Aristote, Bruselas, Palais des Acad., 1980, la fuente de Aristóteles sería CTESIAS, Indica (cf. FOCIO, 45a34-40, ed. HENRY). <<

[129] Cf. supra, VIII 12, 597a14-17. <<

[130] El texto es corrupto y hemos adoptado la interpretación de TRICOT (ob. cit., pág. 534) que sigue a Schneider y Thompson. Se trataría de dos clases de algas, una que sirve de alimento a los peces, y otra incomestible. <<

[131] Sparus cantharus o según Camus y Thompson el Cantharus lineatus. <<

[132] Tiburón azul, según Louis. Citado también supra, II 17, 508b20. <<

[133] A mediados de septiembre. Cf. supra, V 17, 549b 11. <<

[134] Sobre este parásito cf. supra, V 31, 557a28, e infra, VIII 15, 559b26 y 19, 602a25. <<

[135] O «isla de las zorras» en el Quersoneso Tracio. <<

[136] En Tracia cerca de la ciudad de Abdera. <<

[137] De la familia de los escómbridos, citados supra, V 9, 543a2. <<

[138] Por los ríos que desembocan en el Ponto. Cf. infra, VIII 19, 601b18; G. A III 16, 761b11; PLINIO, IX 19: causa amnium multitudo dulces inferentium aguas; ELIANO, IX 64. <<

[139] Es decir, el Danubio. Aristóteles se hace eco aquí de la creencia popular, admitida por los antiguos griegos, de que el Danubio comunicaba con el Mar Adriático por uno de sus brazos bajo tierra. Por ello las sardinas del Ponto, siguiendo el curso de este brazo, van a parar al Adriático y son capturadas al salir de este mar. Cf. APOLONIO DE RODAS, IV 283; la explicación de Aristóteles es discutida por PLINIO (III 22 y IX 20) y ESTRABÓN (I 153). <<

[140] Observación constatada por ELIANO, IX 42, y PLUTARCO, De sollertia animalium 29. <<

[141] Cf. ELIANO, IX 46. <<

[142] Cf. supra, V 9, 543a2. <<

[143] Literalmente «gasterópodos terrestres». Cf. supra, IV 4, 528a8. <<

[144] Especie de lagarto citado ya supra, IV 11, 528a27. <<

[145] Cf. ELIANO, IX 57, y PLINIO, IX 24. <<

[146] Pez no identificado, citado también supra, V 10, 543a22; quizá sea el Coryphaena hippurus, la lampuga. <<

[147] Cf. supra, V 10, 543a31 y VI 17, 570b23; 571a26. <<

[148] Cf. supra, VI 14, 568a22-25. <<

[149] Cf. supra, VI 17, 571a12; PLINIO, IX 18, los llama limosa aludiendo a la costumbre de estos peces. <<

[150] Cf. PLINIO, IX 25. <<

[151] Cf. ATENEO, VII 315 E; ELIANO, VI 30; CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Pedag. II 1, 18, 65 Sylb. <<

(151bis) Cf. supra, VI 14, 568a18; VIII 2, 592a7-10. <<

[152] Cf. supra, VI 30, 579a29; PLINIO, VIII 53; ELIANO, VI 3; PLUTARCO, De solertia animalium 974. <<

[153] Cf. supra, VI 30, 579a26-28. <<

[154] Sobre el aro (Arum colocasia o Arum dracunculus), que es una especie de clemátida, véase PLINIO, XIX 30 y XXIV 91-92, que habla de sus maravillosas propiedades. <<

[155] Probablemente se trata del armiño (Mustela erminea). <<

[156] Literalmente «la vejez». Cf. supra, V 17, 549b26. <<

[157] En 600a29-30. <<

[158] La palabra silphe sólo se encuentra aquí y así la identificación es sólo probable. Cf. PLINIO, XI 28, 34. En general Aristóteles designa a la cucaracha con el nombre de spondyle. Cf. supra, V 8, 542a10, e infra, VIII 24, 604b19, y IX 34, 619b22. <<

[159] Cf. supra, V 30, 556b5 y ss. <<

[160] Cf. supra, V 17, 549b25. <<

[161] Porque se efectúa a intervalos, segmento a segmento, y no de manera continua. <<

[162] Cf. supra, VIII 3, 593b28-594a1. <<

[163] Algunos manuscritos reemplazan Hesíodo por Heródoto, pero en ninguno se encuentra esta alusión al asedio de Nínive. Sobre esta cuestión, véase S. D. OLSON, «Aristotle Hist. Anim. 8, 18, 3 and the Assyrioi logoi of Herodote», Historia 33 (1987), 495-6. <<

[164] En 601a28-31. <<

[165] Cf. TEOFRASTO, Historia de las plantas V 2. <<

[166] Cf. PLINIO, IX 23 y 24. <<

[167] Que desembocan en el Ponto. <<

[168] Cf. supra, VIII 13, 598a30. <<

[169] Cf. supra, VI 14, 569a7. <<

[170] Se trata del otolito, concreción que se forma en el aparato auditivo de algunos animales. Cf. PLINIO, IX 24, y ELIANO, IX 7. <<

[171] Sciaena umbra L. <<

[172] No identificado, citado también supra, VI 17, 570a33. <<

[173] Pez desconocido. Cf. supra, VIII 2, 591b1. <<

[174] En los lugares en los que abundan las algas. <<

[175] En vez del kaì de los manuscritos, un gran número de editores escribe e (quam), así Camus, Schneider, Pikkolos, Dittmeyer, etc. <<

[176] Cf. supra, V 31, 557a28; VIII 13, 598a18; 15, 599b26. <<

[177] Cf. ateneo, VII 302; PLINIO, IX 21; OPIANO, Haliéutica, II 106. <<

[178] Pasaje dudoso que Gaza entiende así: cum enim pisces desiderio teporis loca foetura adeunt, liguriunt quidquid attigerint. (TRICOT, ob. cit., pág. 552, nota 2). <<

[179] Cf. PLINIO, IX 23. <<

[180] Cf. PLINIO, IX 73. <<

[181] Cf. PLINIO, IX 25. <<

[182] La palabra drakon designa en Aristóteles ya un pez, el dragón marino (cf. supra, VIII 13, 598a11), ya, como aquí, a una serpiente (cf. IX 1, 609a4) de difícil identificación. <<

[183] Cf. supra, VI 14, 568b25. Según HERÓDOTO, V 16, 4, estos peces eran echados como forraje a los caballos y a las bestias de carga. <<

[184] Cf. supra, VI 14, 568a18. <<

[185] Cf. PLINIO, IX 71. <<

[186] Verbascum thapsus, planta vivaz escrofulariácea. Cf. ELIANO, I 58 y PLINIO, XXV 73, que enumera las diferentes clases de verbasco. <<

[187] La autenticidad de estos capítulos hasta el final del libro VIII ha sido puesta en duda por varios autores, en particular por Dittmeyer. A Louis le parece excesiva esta severidad. <<

[188] Cf. supra, IV 4, 528a10. <<

[189] Cf. PLUTARCO, De sollertia animalium 980c. <<

[190] Sobre la medicina veterinaria en la Antigüedad, véase TRICOT (ob. cit., pág. 556). Una colección crítica de los veterinarios griegos puede encontrarse en el Corpus hippiatricorum graecorum de E. ODER y C. HOPPE, 2 vol., Leipzig, 1924 y 1927, y en el estudio de GUDMUND BJÖRCK, Zum Corpus hippiatricorum graecorum, Upsala, 1932. <<

[191] La palabra branchos significa «ronquera». Thompson lo describe como un ántrax, tumor inflamatorio de la tráquea y mandíbulas, pero las indicaciones que siguen se refieren a afecciones diferentes, y principalmente, parece, a la fiebre aftosa. (Tricot). <<

[192] Cf. VIRGILIO, Geórgicas III 497; PLINIO, VIII 77; COLUMELA, VII 10. <<

[193] Término intraducibie. Gaza lo llama struma, es decir, las paperas. CAMUS (II, 689) cree que se puede tratar de lamparones, pero de hecho los síntomas descritos por Aristóteles se aplican a varias afecciones. Lo que sí puede decirse es que el animal queda extenuado, en los huesos. <<

[194] La Suda (v. diárroia) distingue, como Aristóteles, tres enfermedades del perro: branche, skaura, diárroia. Define la skaura como una fiebre con dolor de cabeza. <<

[195] Los higos constituían una parte importante de la alimentación de los cerdos, como dice en seguida el autor (línea 28). <<

[196] La cisticercosis, producida por una larva de tierra que vive en el tejido celular de varios mamíferos, especialmente en el cerdo. <<

[197] Cf. Odisea X 242 y XIII 409. <<

[198] Literalmente «collar de perro», es la amigdalitis aguda. <<

[199] Excepción sorprendente, y sobre la cual se han propuesto varias explicaciones. Véase CAMUS, II 217 y LOUIS, III, pág. 50, n. 2. <<

[200] Ya citada con ocasión de los cerdos. No responde a ninguna enfermedad específica, sino a diferentes estados psicológicos, el más grave de los cuales es la pleuropulmonía contagiosa. <<

[201] Se trata de las partes córneas del pie. Cf. supra, VII 7, 595b15. <<

[202] El texto no es seguro. Algunos traductores lo interpretan en el sentido de «castrar». Así Schneider: excidere, vel virilitatem cum testibus auferre. Thompson también lo entiende así y cree que originariamente esta palabra pertenecía a la frase siguiente, ya que en la enfermedad del tétanos a veces se hace esta operación. <<

[203] Término difícil y controvertido. Liddell-Scott lo traduce «to be in a frenzy» y Louis «pris d’un accès de délire». En cambio Schneider y Tricot prefieren el sentido de cohiberi, inhibiri, que es el que hemos aceptado nosotros. <<

[204] Así lo entendieron Aubert-Wimmer, seguidos de Thompson, los cuales leyeron tàs taparas anelkei. En cambio Tricot y Louis prefieren laparòs on algei y entonces el sentido es: «relajamiento del intestino acompañado de dolor». <<

[205] Mus araneus. Cf. Index, arist. 475a24-29. <<

[206] Lacerta chalcidica, especie de lagartija con rayas, de ahí su nombre: a colore dicta est chalcis: rava enim est (ESCALÍGERO, citado por Schneider, Cur. post. 474). <<

[207] Cf. supra, VI 13, 567b25. <<

[208] Pasaje discutido. La sandáraca es una resina que se saca del enebro y de otras coníferas, pero no es soluble en agua, lo cual no coincide con lo que nos dice el autor. Por ello se admite generalmente que se trata del rejalgar, sulfuro rojo de arsénico que en pequeñas dosis es utilizado en medicina veterinaria. Pero entonces hay que substituir el diaphtheiretai de los manuscritos por diaphorettai, como propuso Thompson; la sandáraca tendría por efecto purgar los humores del animal. <<

[209] Cf. ELIANO, IX 54. <<

[210] Cf. supra, VI 18, 572a21-22; PLINIO, VIII 66 y XXVIII 49; ELIANO, XIII 17 y XIV 18; VIRGILIO, Eneida IV 515. <<

[211] Aristóteles, que parece conocer el hipopótamo a través de los relatos de HERÓDOTO (II 71), lo considera como el resultado de la evolución del caballo. <<

[212] Cf. supra, VIII 8, 595b29-30. <<

[213] Enfermedad caracterizada principalmente por ulceración y flujo de la mucosa nasal e infarto de los ganglios linfáticos próximos. <<

[214] Cf. infra, VIII 28, 606b4, y G. A. II 8, 748a22-26. <<

[215] Cf. ARRIANO, Indica XIV; ELIANO, XIII 7. <<

[216] Thompson (nota ad loc) cuenta que Cuvier, para explicar este extraño remedio, creía que el aceite de oliva era empleado como un antídoto y que aquí había habido una confusión entre iós «dardo» e iós «veneno». <<

[217] Aristóteles explica las enfermedades de las abejas infra, IX 40, 626b y ss.; PLINIO, IX 16, 20-21; COLUMELA, IX 7, 13. Por otra parte, todo el pasaje es oscuro y ha sido objeto de numerosas modificaciones. <<

[218] Quizás el Trichodes (Clerus) apiarius. <<

[219] La polilla de la cera (Gallería mellonella), plaga de las colmenas de abejas; PLINIO (XI 21) la llama papilio. Cf. VIRGILIO, Geórgicas IV 246; COLUMELA, IX 7, 5; 14, 8 y 9. <<

[220] Cf. supra, V 22, 553b20. <<

[221] Cf. ELIANO, IV 18; PLINIO, XI 21; SEXTO EMPÍRICO, Hipoth. pyrrh. 55. El insecto muere por asfixia de los canales respiratorios, obturados por el aceite. <<

[222] Dittmeyer considera este capítulo como derivado del tratado de TEOFRASTO, Perì tòn katà topus diaphoron. <<

[223] Cf. PLINIO, VIII 83. <<

[224] Isla del Mar Jónico, frente a Acarnania. <<

[225] Cf. PLINIO, XI 32, que consideraba que la ausencia de cigarras era debida a la falta de árboles. <<

[226] Isla cerca de Lesbos. <<

[227] Cf. ELIANO, XVII 10; PSEUDO ARISTÓTELES, De mirab. 124, 842b3. <<

[228] Literalmente «hormigas jinetes», es decir, de gran tamaño por oposición a las pequeñas citadas supra, V 8, 534b19. Son las Formicae herculeanae. <<

[229] Cf. HERÓDOTO, IV 192; ELIANO, XVII 10; PLINIO, VIII 51. <<

[230] Cf. ELIANO, III 3; XVI 37. <<

[231] Citado ya supra, III 22, 528a26. <<

[232] Cf. ELIANO, XVII 10. <<

[233] Unos cuarenta centímetros. <<

[234] Unos treinta centímetros. Es la Capra mambrica. <<

[235] Se trata del cebú. Cf. PLINIO, VIII 70: Syriacis non sunt palearía, sed gibber in dorso. <<

[236] Cf. Odisea IV 85; HERÓDOTO, IV 29, que relaciona erróneamente la salida de cuernos con el clima. <<

[237] Cf. HERÓDOTO, II 67: «Los osos y los lobos no son mucho mayores que zorros». <<

[238] Cf. supra, III 21, 552b19; G. A. II 8, 748a25. <<

[239] Unos cuarenta y cinco centímetros. <<

[240] Unos veinte centímetros. <<

[241] Es el jerbo (Dipus aegyptiacus), mamífero roedor descrito supra, VI 37, 581a1 y ss. <<

[242] Aceptamos la enmienda de Dittmeyer (cf. PLINIO, XII 3) frente a europei de los manuscritos. <<

[243] No es de extrañar esta mención de los leones. Basta recordar la puerta de los leones en Micenas y las representaciones de leones en las estelas micénicas. Cf. G. MILONAS, «The lion in Mycenaean times», Archaiologikà análekta ex Athenon 3 (1970), 412-425. Cf. también JENOFONTE, Cinegética 11. <<

[244] Cf. G. A. II 7, 746b7-11; PLINIO, VIII 17; semper aliquid novi Africam afferre. <<

[245] Cf. PLINIO, VIII 61. <<

[246] Cf. G. A. II 746a33; ELIANO, VIII 1. <<

[247] Pequeña isla cerca de Alejandría. <<

[248] Cf. PLINIO, XI 30. <<

[249] Cuius ictui nullum remedium est (Gaza). <<

[250] Umbelífera de Cirenaica, citada también por HERÓDOTO (VI 165), que se utiliza como condimento y como remedio medicinal. Quizá es la Thapsia silphium de Linneo. <<

[251] Familia de reptiles saurios, a la que pertenece la salamanquesa. Cf. supra, VI 11, 538a27; PLINIO, VIII 49 y XXIX 28. <<

[252] Cf. ELIANO, II 24; IV 22; VII 26; PLINIO, VII 2. <<

[253] Cf. ARISTÓTELES, De mirab. 151, 845b16; TEOFRASTO, Caracteres XVI 4. <<

[254] Cf. ELIANO, XV 18. <<

[255] Cf. supra, IV 5, 530b1; P. A. IV 5, 680b2; G. A. I 19, 727b2. <<

[256] Para Aristóteles los huevos de los testáceos no son en realidad huevos, pues no contribuyen a la generación. Cf. supra, IV 4, 529b 1; V 12, 544a17; P. A. IV 5, 680a24; G. A. III 11, 763b4 y ss. <<

[257] Cf. ELIANO, XII 28; PLINIO, IX 42; OPIANO, Haliéutica I 107. <<

[258] Todos los manuscritos traen karís «camarón», lo cual evidentemente es un error. Por ello Thompson propuso leer smarís como en la línea 22. Así sería el caramel (Spicara smaris de Linneo). <<

[259] Cf. supra, VI 13, 567b20; PLINIO, IX 42; PLUTARCO, De sollertia animalium 981. <<

[260] En la línea 607b13. <<

[261] Pesaba, pues, unos 390 kilogramos, y la longitud de su cola era aproximadamente de un metro. Cf. PLINIO, IX 15. <<

[262] Pez desconocido. Según ATENEO, VII 308c, sería otro nombre del corvallo. <<

[263] Cf. supra, IV 10, 538a2 y ss., donde el autor nos ha dicho que la anguila no es ni macho ni hembra. <<

[1] La psicología comparada de los animales ha sido ya establecida en los libros I (1, 488a12-b18) y VIII (1, 588a16-589a9). En el presente capítulo Aristóteles vuelve a establecer la distinción entre ethe (caracteres), pathémata (afecciones) y hexeis (disposiciones). Cf. también Ética a Eudemo II 2, 1230a38, y Retórica II 22, 1396b31. <<

[2] Sobre la importancia educativa del sentido del oído, véase De Sensu I 437a11-15. <<

[3] Cf. supra, VI 20, 574a 16; PLINIO, X 83. <<

[4] El país de los molosos, en Epiro, era célebre por sus perros. <<

[5] Cf. OPIANO, Cinegética I 373. <<

[6] Los de Laconia a su vez resultan del cruce entre perro y zorra. Cf. supra, VIII 28, 607a3; G. A. II 7, 746a33. <<

[7] Cf. PLINIO, XI 110. <<

[8] En 608b33. <<

[9] Cf. ATENEO, VII 323 C. <<

[10] Cf. Ética a Eudemo V 2, 1236b10; PORFIRIO, De abstinentia III 243; ESQUILO, Prometeo 488. <<

[11] Especie de avispa. Según Liddell-Scott es el Pelopaeus spirifex. Cf. PLINIO, X 95: ichneumones vespae et phalangia aranei. Cf. supra, V 20, 552b26-30. <<

[12] Ave no identificada. Quizás se trata del jilguero. Cf. supra, VIII 3, 592b30. <<

[13] No identificada. Lo único que podemos decir es que, como el nombre indica, es un ave de color amarillo verdoso. Cf. PLINIO, X 95. <<

[14] Cf. ELIANO, III 9; V 48. <<

[15] No identificado. <<

[16] Cf. ESOPO, Fabula 106 (HALM); DIÓN CRISÓSTOMO, XII 1, 215; DIÓGENES LAERCIO, IV 42; ELIANO, I 29. <<

[17] Uno de los nombres que Aristóteles da al reyezuelo. Cf. infra, IX 11, 615a19; PLINIO, VIII 37. <<

[18] Este pájaro «color de fuego» es citado por PLINIO, X 95 y XI 42. Quizás, según Louis, se trata de una variedad de paloma silvestre, o del petirrojo, según Tricot. <<

[19] Imposible de identificar. Tampoco es segura la ortografía del nombre griego, pues hay variantes. <<

[20] Cf. CICERÓN, De Nat. deorum II 49. <<

[21] Ave de presa diurna del género buhano, que se alimenta de peces. Cf. PLINIO, X 95 y 96; ELIANO, V 48. <<

[22] Sólo citado aquí. <<

[23] Cf. supra, VI 6, 563a31 y VIII 3, 592b11. <<

[24] Sin identificar. Cf. Index arist. 359b3-7. <<

[25] Cf. PLINIO, X 95; ELIANO, V 48. <<

[26] Cf. ELIANO, V 48. <<

[27] Especie de lagarto. <<

[28] Cf. PLINIO, X 79: hi in coitu anguuntur. <<

[29] Cf. PLUTARCO, De sollertia animalium 981B. <<

[30] Sobre la domesticación de la comadreja en la Antigüedad véase R. THÉVENIN, Origine des animaux domestiques, París, P. U. F., 1947, pág. 47. <<

[31] Cf. ELIANO, II 51; PLINIO, X 95. <<

[32] Cf. ELIANO, V 34; XVII 24. <<

[33] El hecho es señalado igualmente por PLINIO (X 32) y ELIANO (I 14), pero esto está en contradicción con lo que Aristóteles nos ha dicho antes en VIII 3, 593b27. <<

[34] Cf. PLINIO, X 95, y ELIANO, X 32, que lo explica del acanto y del pardillo. <<

[35] No identificada. <<

[36] Ave no identificada, cuyo nombre debe de ser de origen onomatopéyico; Hesiquio lo asimila a la alondra. <<

[37] Cf. PLINIO, VI 24 y VIII 9, que establece diferencias entre el elefante de la India y el de África; TITO LIVIO, XXXVII 39. <<

[38] Cf. PLINIO, VIII 8. <<

[39] Cf. PLINIO, VIII 10; ELIANO, V 55; XVII 29. <<

[40] Sobre la utilización de los animales domésticos véase supra, VI 18, 572a3-5. <<

[41] Una reproducción de esta cacería se encuentra en una moneda de Amílcar Barca hallada en España. Cf. COLIN M. KRAAY, Greek Coins, Londres, Thames and Hudson, 1966, núm. 332, pág. 319. <<

[42] Quizá el pez llamado tres colas (Anthias anthias L.), de bonita coloración y cuerpo ovalado. <<

[43] No identificado. <<

[44] No identificado. <<

[45] Doncellas (Coris julis L.) según SAINT-DENIS, op. cit., pág. 237. <<

[46] Cf. ELIANO, V 48; PLINIO, IX 88. <<

[47] Cf. supra, IX I, 608a11 y ss. <<

[48] Cf. PLINIO, VIII 75. <<

[49] El texto es difícil y la interpretación depende de la lección adoptada. Nosotros entendemos tis mias labei. Pero si se lee mía con Dittmeyer entonces el texto significa: «si uno coge la extremidad de la planta llamada eryngu». La eryngu es una planta de la familia de las umbelíferas, quizá el cardo corredor. Este hecho es atestiguado en TEOFRASTO, frag. CLXXV; ANTÍGONO DE CARISTO, De mirabl. 115; PLUTARCO, Symp. Quast. 700C; PLINIO (VIII 76), conoce las dos lecturas. (LOUIS, III, pág. 183). <<

[50] El texto es incierto y las interpretaciones son numerosas. Gaza traduce: cubant difficilius oves quam caprae, magis enim caprae quiescunt. <<

[51] Cf. PLINIO, VIII 72: tonitrua solitariis ovibus abortus inferunt. Remedium est congregare eas ut coetu juventur. <<

[52] O sea en invierno. ANTÍGONO DE CARISTO, De mirabl. 65; ELIANO, VIII 8; PLUTARCO, De sollertia animalium 974F. <<

[53] Planta umbelífera de flores blancas o rosas (Seseli tortuosum L.) citada a menudo por los naturalistas antiguos. HIPÓCRATES, Sobre la naturaleza de las mujeres 572, 587; Enfermedades de las mujeres I 603g, 626; TEOFRASTO, His. Pl. IX 15, 5; PLINIO, VIII 50; CICERÓN, Sobre la naturaleza de los dioses II 80: Cerva paulo ante partum perpurgant se quadam herbula quae seselis dicitur. <<

[54] Cf. supra, VI 29, 578b23; PLINIO, VIII 50. <<

[55] Cf. supra, VI 29, 579a6 y ss. <<

[56] Cf. PSEUDO ARISTÓTELES, De mirabl. 75, 835b27; TEOFRASTO, frag. 175; ANTÍGONO DE CARISTO, De mirabl. 24; ELIANO, III 17; PLINIO, VIII 50, pero todos estos autores, al contrario que Aristóteles, atribuyen al cuerno derecho esta particularidad. <<

[57] Trimis bifida exeunt, quadrimis trífida (Gaza). <<

[58] O sea, a mediados de mayo. <<

[59] Cf. supra, IX 5, 611a28. <<

[60] Cf. supra, II 15, 506a24; ATENEO, VIII 353. <<

[61] Cf. TEOFRASTO, Sobre las causas de las plantas II 17; PLINIO, VIII 50; ATENEO, VIII 353. <<

[62] Es la sugerencia de Louis basada en 612a4. Los manuscritos traen karkinus (cangrejo), lectura que se encuentra en PLINIO, VIII 14. <<

[63] Cf. PLINIO, VIII 50; PLUTARCO, De sollertia animalium 31; ANTÍGONO DE CARISTO, De mirabl. 35. <<

[64] Cf. ELIANO, VI 9. <<

[65] Cf. supra, VIII 17, 600b11. <<

[66] Cf. PSEUDO ARISTÓTELES, De mirabl. 4, 408b20; TEOFRASTO, Hist. Pl. IX 16; ANTÍGONO DE CARISTO, De mirabl. 30; VIRGILIO, Eneida XII 411-15; PLINIO, VIII 41 y XXV 53. <<

[67] Cf. supra, VIII 5, 594a18; ELIANO, V 46; PLINIO, XXV 51. <<

[68] Se trata del doronico (Doronichum pardalianches L.), planta estolonífera con hojas basales en la época de floración. <<

[69] Cf. supra, VI 35, 580a24: OPIANO, Cinegética III 407; ESTRABÓN, XVII 1, 39; J. AYMARD, «La querelle du cobra et de la mangoste dans l’Antiquité», Mélanges d’Archéologie et d’Histoire de l’Ecole Française de Rome 71 (1959), 227-262. <<

[70] Cf. PLINIO, VIII 36; ELIANO, III 22. <<

[71] El chorlito egipcio (Pluvianus aegyptiacus) mencionado por ELIANO, III 11, que cuenta el mismo fenómeno. También PLUTARCO, De sollertia animalium 980D; PLINIO, VIII 37. <<

[72] Cf. PSEUDO-ARISTÓTELES, De mirabl. 11, 831a27; PLINIO, VIII 41; XX 49; ELIANO, III 5; VI 12. <<

[73] Ruta graveolens. Cf. PLINIO, VIII 41; XX 51. <<

[74] Cf. supra, VIII 20, 602b25. PLINIO, VIII 41: draco vernam nauseam silvestris lactucae succo restinguit. <<

[75] Cf. ELIANO, V 46. <<

[76] Cf. ANTÍGONO DE CARISTO, De mirabl. 42. <<

[77] El texto no es seguro. Akrida es la lectura de la mayoría de los manuscritos y, también, de PLINIO, XI 85. Thompson creía que bien podría tratarse de un préstamo extranjero transcrito erróneamente al griego. <<

[78] Cf. supra, VI 37, 180b26. <<

[79] Cf. PLINIO, VIII 56. <<

[80] Martes foina, animal parecido a la marta que suele frecuentar las cercanías de las casas. <<

[81] Puede tratarse ya de la Isla de Malta o de una isla de Dalmacia, llamada actualmente Meleda. <<

[82] Cf. supra, II 1, 500b24. <<

[83] Cf. PLINIO, XI 109; ANTÍGONO DE CARISTO, De mirabl. 73 y 116; PSEUDO ARISTÓTELES, De mirabl. 12, 831b1. <<

[84] Cf. ELIANO, III 24 y 25; ANTÍGONO DE CARISTO, De mirabl. 43; PLUTARCO, De sollertia animalium 966D; PLINIO, X 49: in foetu summa aequitate alternant cibum. <<

[85] Cf. PLINIO, X 52; ELIANO, III 44; ANTÍGONO DE CARISTO, De mirabl. 38; ATENEO, IX 394. <<

[86] Lo mismo ha dicho Aristóteles de la perdiz. Cf. supra, VI 8, 564a21. <<

[87] En el libro VI 4, 563a2, dice el autor que las perdices viven más de dieciséis años. <<

[88] Cf. supra, VIII 3, 593a18, donde se nos dice que la tórtola vive, en el invierno, aletargada en agujeros. <<

[89] Cf. PLINIO, X 51: corporis gravitate prohibitae sublime petere. <<

[90] Cf. supra, VI 1, 558b31-559a1; PLINIO, X 51; ELIANO, III 16, X 35. <<

[91] Cf. Probl. XXX 1, 953b6; PSEUDO ARISTÓTELES, De mirabl. 18, 831b25; PLINIO, X 51. <<

[92] Cf. supra, VI 9, 536a27. <<

[93] Esta afirmación está en contradicción con lo que se nos ha dicho en el libro VI 8, 564a20-33, donde el autor afirma que el macho y la hembra incuban cada uno la mitad de los huevos. <<

[94] Cf. PLINIO, X 51: inter se dimicant mares desiderio feminarum: victum aiunt venerem pati. <<

[95] Cf. ELIANO, XVII 46; PLUTARCO, Quaestiones Symp. 696E; PAUSANIAS, II 148. <<

[96] Cf. JENOFONTE, Memor. II 1, 4; ATENEO, IX 389; PLINIO, X 51. <<

[97] Cf. supra, IV 9, 536b14; ATENEO, IX 390; PLUTARCO, Quaest, Symp. 727D; ELIANO, III 35. <<

[98] Otros, como Tricot, siguiendo a PLINIO (X 51), entienden que el autor se refiere a las personas que andan a la caza de las perdices, pero esto parece estar en contradicción con el relato anterior, en el que no aparecen para nada los cazadores de perdices. <<

[99] CF. supra, IX 8, 613B6-8. <<

[100] Cf. supra, VIII 3, 593a12. <<

[101] Cf. PLINIO, X 20. <<

[102] Cf. supra, VIII 12, 597a4; PLINIO, X 30; ELIANO, III 14 y VII 7; CICERÓN, Sobre la naturaleza de los dioses II 49. <<

[103] Es decir, el buche, bolsa muscular, que en numerosas especies interviene en la digestión de los alimentos. Cf. ELIANO, III 23 y V 35; PLINIO, X 56. <<

[104] Es el chorlito, y su nombre en griego está en relación con charadra que significa «torrente». <<

[105] Cf. PLINIO, X 10; ELIANO, II 42: «Jamás el halcón comerá el corazón y sin duda la abstinencia de esta víscera tiene un significado místico y ritual» (trad. de Díaz-Regañón). <<

[106] Desconocida. No parece ser la misma citada supra, IX 1, 609a23, bajo el nombre de brenthus, pues allí se habla de la oca marina. <<

[107] Cf. supra, IX 1, 609b12; PLINIO, X 91. <<

[108] Cf. supra, VIII 3, 593b6. <<

[109] Cf. supra, VIII 3, 592b25; IX 1, 609b14. <<

[110] Cf. supra, II 17, 509a4; PLINIO, X 61. <<

[111] Unos doscientos metros. <<

[112] Cf. ELIANO, V 34; XVII 24; ATENEO, IX 393. <<

[113] Cf. PLINIO, X 32, que no cree en la célebre leyenda del canto del cisne inmortalizada por PLATÓN, Fedón 84a-85f. Véase W. G. ARNOTT, «Swan Songs», Greece and Rome 24 (1977), 149-153. <<

[114] Pasaje citado por ELIANO, X 36. <<

[115] Según PLINIO (X 10) el cymindis es el gavilán nocturno Accipiter nocturnus, que LITTRÉ (I 396) identifica con el cárabo uralense (Strix uralensis). <<

[116] Cf. Ilíada XIV 291; PLATÓN, Crátilo 392a. <<

[117] Ave nocturna no identificada. <<

[118] Cf. PLINIO, X 59. Según LITTRÉ (I, 411) se trata del grajo, Corvus glandarius. <<

[119] Cf. SÓFOCLES, Electra 1058; ARISTÓFANES, Aves 1355; ELIANO, III 23. <<

[120] Cf. PLINIO, IX 51; ELIANO, XI 50. <<

[121] Cf. supra, VI 1, 559a4. <<

[122] Cf. supra, VIII 3, 592b17. <<

[123] Hierba de la familia de las borragíneas (Symphytum offlcinale L.), que crece en céspedes húmedos y que se emplea en medicina. <<

[124] Cf. supra, VIII 3, 593a13; PLINIO, X 50. <<

[125] Árbol de la familia de las meliáceas (Metía azederach) originario de la India, del cual se obtiene el aceite de acedera que tiene aplicaciones médicas. <<

[126] Cf. HERÓDOTO, III 111; ELIANO, II 34 y XVII 21; PLINIO, X 50; XII 42; OVIDIO, Metamorfosis XV 399; ESTACIO, Silvas II 6, 87. <<

[127] Cf. supra, V 8, 542b; PLINIO, X 47; ELIANO, IX 17. <<

[128] Spuma arida maris (Plinio). Es el grumo que se forma en la superficie del agua. Para TEOFRASTO, De odor. IV 8, se trata de una sustancia especial. <<

[129] Pez citado varias veces. Cf. supra, II 15, 506b9; V 11, 543b11; VI 13, 567b23; 17, 571a3. <<

[130] Otra cosa diferente dice Aristóteles supra, VI 1, 559a4, donde declara que la abubilla no construye nido, sino que utiliza los huecos de los troncos de los árboles. <<

[131] Cf. P. A. IV 13, 697b15, donde Aristóteles dice que el avestruz no es propiamente un ave, ya que participa también de las características de un cuadrúpedo. <<

[132] Cf. PLINIO, X 43, a propósito del ruiseñor. <<

[133] Pájaro de las marismas que sólo aparece en este pasaje, y que no puede ser identificado a causa de la brevedad de la descripción. El Index arist. 235a56-61, dice que se trata del Emberiza arundinacea, una variedad de escribano. <<

[134] Sólo mencionado en este lugar. <<

[135] Cf. supra, IX 1, 609b9, y ELIANO, IV 5. Según los escolios a ARISTÓFANES, Aves 1138, es un ave que trae mala suerte a los que intentan cazarla. <<

[136] Cf. supra, IX 1, 609b11. <<

[137] Cf. supra, VI 6, 563a31; VIII 3, 592b11. <<

[138] Como las otras aves mencionadas en 12, 615b16. <<

[139] Certhia brachydactyla. <<

[140] Cf. supra, IX 1, 609b23. <<

[141] Sobre estos mirlos blancos, véase PSEUDO ARISTÓTELES, De mirabl. 15, 831b14; PAUSANIAS, VIII 17, 3; PLINIO, X 45; ELIANO, II 47. <<

[142] La lección es insegura. Algunos manuscritos llevan pharós o barós y así Gaza traduce: est etiam ex hoc genere quae similis nigrae sit, sed fusca colore. <<

[143] Turdus viscivorus (Index arist. 343a55-58). <<

[144] Turdus pilaris (Index arist. 771a49). <<

[145] Turdus iliacus (Index arist. 342a27-31). <<

[146] Quizás una variedad del picamaderos. Para Thompson es el Tichodroma muraría, es decir, el llamado treparriscos. <<

[147] Isla del archipiélago de las Espóradas, en el Mar Egeo. <<

[148] Esto es lo que significa el texto griego. Por lo demás, difícil de identificar. <<

[149] Ave no identificada. Louis cree que se trata de una variedad del estornino, pero este pájaro tiene otro nombre supra, VIII 16, 600a27, y en IX 26, 617b26. <<

[150] Es la chova propiamente dicha (Graculus). Sobre este empleo de Lýkos, véase G. CHARRIÉRE y A. AUDIN, «Le Pseudo-Plutarque avait raison», Cahiers d’Histoire, VIII, 4, 1963, pág. 366. <<

[151] Llamada así, sin duda, a causa de su malicia; es la Monedula citada por PLINIO, X 41. <<

[152] Cf. supra, VIII 16, 600a27. <<

[153] Cf. HERÓDOTO, II 75; PLINIO, X 40; ESTRABÓN, XVII 2, 4. <<

[154] Ciudad del bajo Egipto, en el extremo nordeste del delta del Nilo. <<

[155] Quizás la lechuza de Atenas (Athene noctua) cuyo grito es característico; ATENEO, IX 391. <<

[156] Cf. supra, VI 7, 563b30-564a2. <<

[157] Cf. G. A. III 1, 750a16. <<

[158] Cf. PSEUDO ARISTÓTELES, De mirabl. 3, 830b11; PLINIO, X 41. <<

[159] Cf. G. ROUX, «Cypsele, où avait-on caché le petit Cypselos?», Revue des Études anciennes LXV, núms. 3-4 (1963) págs. 279-289. <<

[160] Cf. supra, I 1, 487b24-32. <<

[161] Caprimulgus europaeus, citado también por PLINIO, X 56. <<

[162] Cf. ELIANO, III 39, que se hace eco de esta leyenda. También ANTÍGONO DE CARISTO, De mirabl. I 1, 10. <<

[163] Cf. PLINIO, X 15; ELIANO, II 50. <<

[164] Rey de Larisa, en Tesalia. Los hechos pueden referirse, ya a los del año 395 a. C., ya a los del 404 a. C. Cf. JENOFONTE, Helénicas II 3, 36; Anábasis I 1, 10; PLUTARCO, Utilidad de los enemigos 6, 89; DIODORO, XIV 82, 7. <<

[165] Cf. ELIANO, II 39; PLINIO, X 3. <<

[166] Cf. supra, VI 6, 563b6, y VIII 3, 593b6; ESQUILO, Agamenón 115. <<

[167] Significa «errabunda». Según Linneo es el Falco haliaetus. <<

[168] Cf. rifada XXIV 316; HESÍODO, Escudo 134. <<

[169] Debe de tratarse del águila pescadora, Pandion haliaetus. <<

[170] El águila real, Aguila chrysaetus. <<

[171] Aristóteles, como hemos visto (VIII 28, 606b20 y ss.), cree en la posibilidad de cruzamientos entre especies diferentes. <<

[172] Cf. supra, IX 12, 615b6-11. <<

[173] Sobre esta expresión cf. HERÓDOTO, IV 181; PLATÓN, Gorgias 469d; TEOFRASTO, Caracteres XI. <<

[174] Cf. PLINIO, X 4; ELIANO, II 39. <<

[175] No identificada. Cf. PLINIO, X 50. <<

[176] Cf. supra, IX 32, 619a23. <<

[177] Cf. supra, VIII 3, 593b25, y IX 32, 619a6. <<

[178] Cf. supra, VIII 3, 593b15. <<

[179] Pasaje imitado por PLINIO, X 9. <<

[180] Ave no identificada. El término es, por otra parte, dudoso. <<

[181] Cf. PSEUDO ARISTÓTELES, De mirabl. 118, 841b15, que habla de la región de Anfípolis y es seguido por PLINIO, X 10: in Traciae parte super Amphipolim; ELIANO, II 42. <<

[182] El Lophius piscatorius L. <<

[183] Cf. ELIANO, IX 24; ANTÍGONO DE CARISTO, De mirabl. LII; CICERÓN, Sobre la naturaleza de los dioses II 49; PLUTARCO, De sollertia animalium 978E; OLIANO, Haliéutica II 86. <<

[184] La misma imagen en PLATÓN, Menón 80a-e, referida a Sócrates. También República 503d. <<

[185] Cf. PLINIO, IX 67; ELIANO, IX 14. <<

[186] Parece que el texto es incompleto si lo comparamos con el pasaje de PLINIO, IX 67: Pastinaca latrocinatur in occulto, transeuntes radio quod telum est ei figens. Argumenta solertiae huius, quod tardissimi piscium hi, mugilem velocissimum omnium habentes in ventre reperiuntur. <<

[187] Cf. PLINIO, IX 70; ATENEO, VII 282b; PLUTARCO, De sollertia animalium 981D. <<

[188] Cf. supra, II 14, 505b8-12. <<

[189] Cf. supra, II 14, 505b13-18; ELIANO, VII 35; OPIANO, Haliéutica II 424; DIOSCÓRIDES, II 16. <<

[190] Cf. PLINIO, X 67. <<

[191] Alopias vulpinus L. Cf. supra, VI 10, 565b1; II 566a31; PLINIO, X 67; XXXII 53; PLUTARCO, De sollertia animalium 977B; ANTÍGONO DE CARISTO, XXI; OPIANO, Hal. III 144. <<

[192] Cf. supra, I 1, 488a7; ATENEO, VII 277a. <<

[193] Especie de escualo mucho más fuerte que el bonito. Cf. supra, I 1, 488a7. <<

[194] Cf. PLINIO, IX 75; ELIANO, XII 14. Sobre ello, véase BRUNET y MIELI, ob cit., pág. 276. <<

[195] Según Thompson sería una especie de gobio. <<

[196] Cf. supra, IV 4, 528a30; PLINIO, IX 52. <<

[197] Al sur de la isla de Lesbos. Cf. supra, V 12, 544a12. SOLMSEN, «The fishes of Lesbos and their alleged significance for the development of Aristotle», Hermes 106 (1978), 467-484. <<

[198] Alosa alosa L. Cf. supra, V 9, 543a5; ATENEO, VII 328a. <<

[199] Especie de pulpo mencionado supra, IV 1, 525a19. <<

[200] Como señala TRICOT (ob. cit, pág. 647), todo este pasaje es notable. Aristóteles distingue los peces selacios de las otras especies. En éstas la fecundación es generalmente exterior: una vez ha tenido lugar el desove, el macho rocía los huevos con su licor espermático. Pero en los selacios y algún otro vivíparo hay apareamiento. <<

[201] Cf. supra, IV 1, 523b29-33; P. A. IV 5, 679a4 y ss. <<

[202] Cf. PLINIO, IX 46. <<

[203] Cf. ATENEO, VII 317. <<

[204] Cf. PLINIO, IX 48. <<

[205] Cf. PLINIO, IX 48; ELIANO, VI 28. <<

[206] Cf. ATENEO, VII 317; PLINIO, IX 47; ANTÍGONO DE CARISTO, 58; OPIANO, Hal. I 238. El nautilo (Nautilus pompilius L.) es un molusco cefalópodo de los mares cálidos provisto de una concha que es como un órgano hidrostático, con cámaras de presión por medio de las cuales el animal puede realizar movimientos verticales durante la natación. Cf. LINDER, ob. cit., pág. 240. <<

[207] Es decir, por generación espontánea. Cf. supra, V 15, 548a1. <<

[208] Cf. ELIANO, II 25 y IV 43. <<

[209] Cf. ELIANO, VI 57; PLINIO, XI 28: Texere a medio incipit, circinato orbe subtemina adnectens, maculasque paribus semper intervallis, sed subinde crescentibus ex angusto dilatans, indissolubili nodo implicat. También SÉNECA, Ad Lucil. 122, 22. <<

[210] Filósofo nacido en Abdera (Tracia) cerca del 460 a. C. Esta opinión se encontraba, sin duda, expuesta en Las causas sobre los animales, en tres libros mencionados por DIÓGENES LAERCIO, IX 47. <<

[211] Cf. PLINIO, VIII 13; ELIANO, I 31. <<

[212] Aristóteles ha hablado ya de las abejas y de su reproducción en el libro V, capítulos 21 y 22; cf. también PLINIO, XI, capítulos 4 al 22, y XXI, capítulos 41 al 49, y el libro IV de las Geórgicas de VIRGILIO. <<

[213] Cf. infra, IX 43, 629a31. <<

[214] Cf. PLINIO, XI 25; ANTÍGONO DE CARISTO, De mirabl. 57. <<

[215] Miel en bruto, parecida a la cera por su dureza. Cf. PLINIO, XI 7; VARRÓN, De re rustica III 16, 23. La palabra está sacada de kerós «cera». <<

[216] La enmienda es de Louis. Los manuscritos traen conisin, palabra que pertenece al vocabulario deportivo y que aquí no tiene sentido. <<

[217] Cf. supra, V 21; G. A. III 10, 759a8 y ss.; PLINIO, XI 10; COLUMELA, IX 15. <<

[218] Aristóteles compara la construcción de las celdillas con la fabricación de un tejido. <<

[219] Una especie de tierra gredosa con la cual las abejas cierran las grietas de las celdillas. Quae materia est gummosa, qua apes utuntur ad alveorum supplendas rimas (RÉAUMUR, Com. V 437). <<

[220] En el texto pissókeros, término también empleado por PLINIO, XI 6, que distingue tres clases de impregnaciones: commosis, pissoceros, y propolis. Hoy día los apicultores las denominan todas con el nombre de propóleos. <<

[221] Cf. PLINIO, XI 22. <<

[222] Cf. ELIANO, VI 11. <<

[223] Cf. supra, V 19, 553b8. <<

[224] Pasaje incierto. Aristóteles parece que quiere decir que en la hipótesis de que un mismo panal contenga todos los elementos citados, los alvéolos especializados están alineados en una misma línea que atraviesa longitudinalmente el panal de parte a parte. <<

[225] Cf. supra, IX 40, 624b25. <<

[226] Cf. supra, VIII 27, 605b13; PLINIO, XI 10; COLUMELA, De re rustica IX 13. <<

[227] Textualmente, «reducida a polvo». <<

[228] Cf. PLINIO, XI 10: ruentes ceras fulciunt, pilarum intergerivis a solo fornicatis, ne desit aditus ad sarciendum. <<

[229] Es decir, las largas. <<

[230] Cf. PLINIO, XI 17; VARRÓN, De re rustica III 16, 29. <<

[231] Cf. VIRGILIO, Geórgicas IV 54; PLINIO, XI 10; ELIANO, V 11. <<

[232] Cf. PLINIO, XI 14. <<

[233] No es el rejalgar mencionado supra, V 22, 554a17, sino los propóleos como el kerinto mencionado en 623b23. <<

[234] Cf. VIRGILIO, Geórgicas IV 13 y 245; ELIANO, I 58 y VI 11. <<

[235] Cf. supra, VIII 3, 592b17. <<

[236] Cf. PLINIO, XI 19. Sobre esta cuestión véase P. D’HÉROUVILLE, «A propos d’Aristote naturaliste», Le Musée Belge XXV (1925), 145-146. <<

[237] Cf. PLINIO, XI 19. <<

[238] Cf. PLINIO, XI 12; ELIANO, I 11 y V 42. <<

[239] También PLINIO (XI 10) reproduce este error, debido a que se creía que las abejas peludas eran las viejas. <<

[240] Cf. PLINIO, XI 8; ELIANO, VII. <<

[241] Descrita en el libro VIII 27, 605b11 y ss. Cf. VIRGILIO, Geórgicas IV 251. <<

[242] Cf. TEOFRASTO, Historia de las plantas VI 2, 3; VIRGILIO, Geórgicas IV 30; PLINIO, XXI 12. A. C. ANDREWS, «Thyme as a condiment in the Graeco-Roman era», Osiris 13 (1958), 150-156. <<

[243] Cf. VIRGILIO, Geórgicas IV 196; PLINIO, XI 10; ELIANO, V 13. <<

[244] En cambio supra, V 22, 553b25, dice que la miel del otoño es mejor. <<

[245] Especie de cardo. Carthamus lanatus (LIDDELL-SCOTT). <<

[246] Melilotus officinalis. Cf. PLINIO, XXI 29. <<

[247] Asphodelus ramosus. Cf. PLINIO, XXI 65. <<

[248] Myrtus communis. Cf. PLINIO, XV 35. <<

[249] Typha augustifolia. Cf. ARISTÓFANES, Ranas 244. <<

[250] Agnus castus. Cf. PLINIO, XXIV 38. <<

[251] Genista scoparia. Cf. PLINIO, XXIV 40; TEOFRASTO, H. P. I 52. <<

[252] En 624b24. <<

[253] Cf. VIRGILIO, Geórgicas IV 64; PLINIO, XI 22; VARRÓN, De re rustica III 16. <<

[254] En 625b18. <<

[255] Cf. supra, V 22, 554a17. Esta palabra es sinónima en Aristóteles del kerinto y de la sandaraque, y parece designar una sustancia con la cual las abejas untan las colmenas y que a veces utilizan como alimento. Cf. también supra, IX 40, 623b23. <<

[256] Cf. VIRGILIO, Geórgicas IV 186-190; PLINIO, XI 10; ELIANO, Vil. <<

[257] Cf. PLINIO, XI 14; COLUMELA, IX 15. <<

[258] Un congio ático equivale a 3,275 litros. <<

[259] Cf. PLINIO, IX 19: inimicae et oves, difficile se e lanis earum explicantibus. <<

[260] Cf. TEOFRASTO, De signo fr. VI 46; VIRGILIO, Geórgicas IV 191 y ss. PLINIO, XI 10; ELIANO, I 11; V 13. <<

[261] Cf. VIRGILIO, Geórgicas IV 588; COLUMELA IX 8, 7; VARRÓN, De re rustica III 16, 29. <<

[262] Cf. supra, V 19, 553b20. <<

[263] Cf. PLINIO, XI 24. <<

[264] Cf. G. A. III 10, 761a6. <<

[265] En cambio, supra, IX 41, 628b21, se nos ha dicho que las madres son las avispas sin aguijón. <<

[266] Cf. PLINIO, XI 24. <<

[267] En el texto kóphinoi, medida de capacidad equivalente a tres congios, o sea, unos diez litros. <<

[268] Cf. supra, IX 41, 628b3. <<

[269] Cf. Ilíada XI 554 y XVII 663. <<

[270] Cf. POLIBIO, V 35, 13; ELIANO, IV 34; PLINIO, VIII 18: quod plerique dentibus defecti reperiantur. <<

[271] Demissa inter crura cauda (Gaza); Thompson traduce: «with their tails between their legs». Louis en cambio: «la queue tendue comme un chien». <<

[272] Cf. supra, VI 35, 880a27-32; ELIANO, I 7. <<

[273] Al norte de Macedonia. <<

[274] Región de Tracia citada también supra, II 1, 500a2. <<

[275] Cf. P. A. III 2, 663a14. <<

[276] O sea, 1,63 litros. <<

[277] Cf. ELIANO, XIII 22. <<

[278] Cf. supra, V 14, 546b10. <<

[279] Cf. PLINIO, VIII 10; ELIANO, IV 31; IX 58; XVII 7. <<

[280] Cf. supra, II 1, 497b28; P. A. II 16, 659a13; PLINIO, VIII 10, 12; ELIANO, IV 24; VII 15. <<

[281] Cf. ELIANO, III 47; PSEUDO ARISTÓTELES, De mirabl. 2, 830b5. <<

[282] Cf. ELIANO, IV 7; PLINIO, VIII 64; VARRÓN, De re rustica II 7, 9. <<

[283] Cf. PLINIO, IX 8. <<

[284] Cf. PLINIO, IX 10; ELIANO, V 6; XI 12; XII 6; ANTÍGONO DE CARISTO, De mirabl. 60. <<

[285] Cf. PLINIO, IX 7; ELIANO, XII 12. <<

[286] Cf. supra, III 1, 509a27; G. A. I 3, 716b13-32. <<

[287] Cf. PLINIO, X 25. <<

[288] Es decir, la facultad de cantar y el apetito sexual. <<

[289] Cf. G. A. V 3, 784a6-9. <<

[290] Cf. PLINIO, VIII 50. <<

[291] Cf. supra, III 1, 510b3; G. A. V 3, 784a6-9. <<

[292] Citado varias veces en HERÓDOTO, III 106; VII 40; IX 20. También ARRIANO, Exp. Alejandro VII 12. Estos caballos se criaban en la región media de Nisea y eran utilizados por las personas de mayor alcurnia. <<

[293] Cf. PLINIO, VIII 55; X 93. <<

[294] Cf. PLINIO, X 42; ELIANO, XII 28. <<

[295] Cf. PLINIO, X 43. <<

[296] Cf. supra, V 9, 542b27. <<

[297] Erithacus rubecula. <<

[298] Phoenicurus phoenicurus. <<

[299] Cf. PLINIO, X 44: sic et erithacus hieme, ídem phonicurus aestate. <<

[300] Cf. supra, V 13, 544b5. <<

[301] No identificado. Cf. PLINIO, X 45, que lo llama parra, y que algunos creen que es el collalba gris (Oenanthe oenanthe). El término griego significa propiamente «flor de vid». <<

[302] Frag. 297 de NAUCK. Estos versos, mencionados también por PLINIO (X 44), presentan numerosas variantes y no es seguro que sean de Esquilo. Quizás se refieren al mito de Tereo, transformado por los dioses en abubilla. Cf. APOLODORO, 3, 193 y ss.; OVIDIO, Metamorfosis 6, 424 y ss. <<

[303] Cf. ATENEO, IX pág. 387. <<

[304] Cf. supra, V 31, 557a12. <<

[305] CF. ELIANO, XII 10. <<

[1] Cf. G. A. II 4, 739b4, en donde se describe el mecanismo de la concepción. También infra, 634b35. <<

[2] Sobre las reglas, véase el capítulo 2 del libro VII de la presente obra. <<

[3] Sobre el flujo blanco, cf. supra, VII 1, 581b12; G. A. II 4, 738a22. <<

[4] En cambio en G. A. I 19, 727a27, dice Aristóteles que jamás la mujer emite esperma: «Es evidente que la mujer no contribuye a la emisión del esperma en la generación». <<

[5] Aquí el autor concuerda con Aristóteles, cf. G. A. II 4, 739a35. <<

[6] Otra discrepancia con la teoría aristotélica. Cf. G. A. II 4, 737b28-32. <<

[7] En 634b28. <<

[8] Es decir, que la desgarradura es curable si es por causa de una enfermedad, en cuanto tiene lugar por una causa natural (physei). <<

[9] Cf. supra, III 1, 511a29; VII 8, 586b10; G. A. II 7, 745b29. <<

[10] Es decir, las citadas flatulencias. <<

[11] Cf. supra, IX 36, 620a2. <<

[12] Cf. supra, VI 18, 572a13. <<

[13] Cf. SAN ALBERTO MAGNO, citado por Schneider, IV 465: signum autem hanc infirmitatem non per naturam inesse matrici est, si aliquando matrix sperma recipit et tenet, et tamen non sequitur impregnatio. Si enim per naturam inesset fortificata passio, aut sperma recipi non permitteret, aut receptum statim rejiceret. <<

[14] Cf. G. A. I 19, 727b10. <<

[15] El texto está corrompido y deben de faltar palabras. <<

[16] Cf. G. A. I 18, 722b6-724a13. <<

[17] Sentido conjetural por estar el texto mutilado. <<

[18] Cf. G. A. II 4, 739a35 y ss. <<

[19] El texto de este parágrafo es poco seguro y se presta a diversas interpretaciones. <<

[20] Ya hemos señalado que no es ésta la opinión de Aristóteles. Cf. nota 4. <<

[21] Non in profundo matricis, sed ante orificium ipsius. SAN ALBERTO MAGNO en SCHNEIDER, Comm., pág. 472. <<

[22] Las líneas que siguen reproducen casi textualmente el texto de Aristóteles de G. A. IV 7, 775b26-34. <<

[23] Myle, moles carnis, mola uteri. Cuando el feto muere durante el embarazo, y no es expulsado, una parte de la placenta continúa desatollándose y forma una mola. El fenómeno es descrito por PLINIO, VII 13: caro informis, inanima, ferri ictum et aciem respuens. Pero quizás en su descripción el autor haya confundido mola con fibroma. (Tricot, ob. cit., pág. 718 nota 3). <<

[24] En G. A. IV 7, 776a1-8, Aristóteles dice que la mola no es efecto del calor, como algunos pretenden, sino más bien de una insuficiencia de calor (di’asthéneian thermótetos). <<

[25] Cf. supra, 638a1 1-17. <<

[26] Es decir, para expulsar la mola. <<

[27] Cf. ARISTÓTELES, Meteor. IV 1, 379a2; 2, 379b14; 3, 381a12. <<

[28] SAN ALBERTO MAGNO en SCHNEIDER, Comm., pág. 475: Menstrui superflui tates transeunt in eam, sicut accidit in lactantibus, quoniam aut nihil aut modicum menstruantur, quando abundat tac in mamillis. Cf. también G. A. IV 8, 777a12-21. La causa se debe, dice Aristóteles, a que la naturaleza no puede prodigar sus esfuerzos a la vez en dos direcciones. <<

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