LIBRO IV
LIBRO IV
Principales géneros de los no sanguíneos
1Ahora bien, en lo que atañe a los animales sanguíneos, hemos dicho en lo que precede qué partes tienen en común, cuáles son las propias de cada género, tanto en relación con las partes heterogéneas como las homogéneas, y cuáles son las internas y cuáles las externas. Ahora hay que hablar de los no sanguíneos. 523bExisten muchos géneros[1]. Uno es el de los animales llamados moluscos. Se trata de todos los no sanguíneos que tienen en el exterior la parte carnosa y en el interior lo poco duro que puedan tener, exactamente como los sanguíneos: tal es el género de las sepias. Otro género es el 5de los crustáceos: estos animales tienen la parte dura por fuera y la parte blanda y carnosa por dentro. La parte dura no es susceptible de ser rota, pero se la puede aplastar[2]. Tal es, por ejemplo, el género de las langostas y de los cangrejos. Están, por otro lado, los testáceos[3]: éstos 10son animales cuya parte carnosa está en el interior y la parte sólida en el exterior. Esta parte sólida es desmenuzable y fácil de romper, pero no se dobla. Tal es el caso de las conchas y de las ostras. El cuarto género es el de los insectos, que abarca un gran número de especies diferentes de animales. Los insectos comprenden todos los animales que, como indica su nombre, presentan segmentos, 15ya en la parte ventral, ya en la parte dorsal, ya en las dos, y que no tienen una parte ósea y una parte carnosa separadas, sino una sustancia intermedia entre las dos citadas. En efecto, su cuerpo es duro tanto por fuera como por dentro. Por otro lado, hay insectos que no tienen alas, como el yulo[4] y la escolopendra; otros son alados, como la abeja[5], el abejorro y la avispa; e incluso el mismo géne20ro puede ser alado y sin alas, como las hormigas con o sin alas, y las llamadas luciérnagas[6].
Los cefalópodos
Ahora bien, las partes externas de los llamados cefalópodos[7] son las siguientes. Primero los llamados pies; en segundo lugar, sigue la cabeza; en tercer lugar, el manto que rodea las partes internas y 25que algunos, erróneamente, llaman «la cabeza»[8]; en fin, las aletas que rodean el manto. Todos los cefalópodos presentan la misma disposición de la cabeza, que está situada entre los pies y el vientre. Pues bien, todos poseen ocho pies y todos una doble fila de ventosas, salvo en una variedad de pulpos. En particular, las sepias, los calamares 30pequeños y los calamares grandes tienen dos largos tentáculos que terminan en una aspereza provista de un par de ventosas; por medio de estos tentáculos, estos animales cogen e introducen en la boca la comida y en caso de temporal los echan sobre las rocas en forma de áncoras y allí permanecen anclados[9]. Nadan con las aletas que tienen 524aalrededor del manto. En los pies, todos tienen ventosas.
Pues bien, el pulpo se sirve de sus tentáculos como de pies y de manos y se acerca la comida con los dos tentáculos situados encima de la boca; del último, que es el más 5puntiagudo, el único blanquecino y cuyo extremo es bífido (esta bifurcación es la prolongación del raquis: se llama raquis a la parte lisa opuesta a las ventosas), pues bien, de este tentáculo se sirve en los apareamientos[10]. Delante del manto y por encima de los tentáculos tienen un tubo 10por el cual echan el agua que se introduce en el manto, cuando abren la boca para comer[11]. El pulpo dirige este tubo tanto a la derecha como a la izquierda, y por aquí también expulsa la tinta.
Este animal nada de lado en la dirección de la llamada cabeza, extendiendo los pies. Esta manera de nadar le permite ver hacia delante (pues sus ojos están arriba) y 15tiene la boca detrás. En cuanto a la cabeza, mientras el animal vive, la tiene dura y como hinchada[12]. Se coge y mantiene fijo por medio de las partes ventrales de sus tentáculos, y la membrana que hay entre sus pies permanece del todo distendida, pero si es arrojado a la playa ya no 20puede mantenerse fijo.
Existe una diferencia entre los pulpos y los otros cefalópodos de los que hemos hablado. En efecto, el manto de los pulpos es pequeño y sus pies grandes, mientras que en los otros el manto es grande y los pies cortos, hasta tal punto que no pueden servirse de ellos para nadar. Si 25se comparan entre sí los otros cefalópodos, uno, el calamar, es más largo, y otro, más ancho, la sepia. Y entre los calamares, los llamados grandes, son mucho mayores pues alcanzan algunos hasta cinco codos[13]. Algunas sepias llegan a hacerse de dos codos, y los tentáculos de los pulpos pueden ser de este tamaño o incluso mayores, pero el género de los calamares grandes es poco numeroso. 30Los calamares grandes no tienen la misma forma que el pequeño. En efecto, la parte puntiaguda de los grandes es más ancha y su aleta circular rodea enteramente el manto, mientras que en el pequeño no lo abarca del todo. El calamar grande vive en alta mar, como también el pequeño.
En todos estos animales, después de los pies se encuen524btra la cabeza, situada en medio de los pies llamados tentáculos. Una parte de la cabeza es la boca[14] en la cual hay dos dientes; por encima de éstos hay dos grandes ojos, entre los que se encuentra un pequeño cartílago con un cerebro pequeño. Hay en la boca una pequeña masa carnosa, pero ninguno de estos animales tiene len5gua, sino que se sirven de esta masa carnosa como de lengua.
Después de la cabeza, exteriormente se puede ver una parte que tiene la apariencia de un saco. Su carne puede ser cortada no en placas longitudinales, sino circularmente[15], y una piel, en todos los cefalópodos, rodea esta carne. Después de la boca, tiene un esófago largo y estrecho, seguido de un buche grande y redondo parecido al de las 10aves. Viene luego el estómago que es una especie de cuajar[16]: su forma recuerda la espiral de los buccinos. Del estómago sube en la dirección de la boca un intestino delgado, intestino que es más grande que el esófago.
Ninguno de los cefalópodos tiene vísceras, sino solamente el llamado mytis[17] y encima de éste la bolsa de 15la tinta. La sepia es el cefalópodo que tiene la bolsa de la tinta más grande y con mayor abundancia de líquido. Pues bien, todos lanzan su tinta cuando tienen miedo, pero sobre todo la sepia. Ahora bien, el mytis está situado debajo de la boca y a través de él se extiende el esófago, pero en la parte superior del intestino se encuentra en un plano inferior la bolsa de la tinta, y el animal tiene esta bolsa rodeada de la misma membrana que el intestino, y 20deja escapar por el mismo lugar la tinta y el excremento. Por otra parte, estos animales tienen también ciertas formaciones fibrosas[18].
Pues bien, la sepia, el calamar pequeño y el calamar grande tienen las partes duras en el interior, en la región dorsal del cuerpo, partes duras que los especialistas llaman el hueso de la sepia y la espada[19]. Pero estas partes difie25ren: en efecto, el hueso de la sepia es fuerte y ancho, de una sustancia intermedia entre la espina y el hueso y encierra una materia porosa y desmenuzable, mientras que el del calamar es delgado y más bien cartilaginoso. Por otro lado, la forma de este hueso difiere de una especie a otra, como difiere el manto. Los pulpos no tienen interiormente ninguna parte tan dura, pero su cabeza está ro30deada de un cartílago que se endurece cuando el animal se hace viejo.
Las hembras difieren de los machos. En efecto, los machos tienen debajo del esófago un conducto que va del cerebro a la parte inferior del manto y el punto en que 525atermina se parece a un pezón. Al contrario, en las hembras hay dos de estas tetas, situadas en la parte superior. En ambos sexos, debajo de estos órganos se encuentran además ciertos corpúsculos rojos[20].
El pulpo tiene un huevo que forma una masa única, de contornos desiguales y voluminoso. Su líquido interior 5es de un solo color, liso y de color blanco. El volumen del huevo es tal que podría llenar un recipiente mayor que la cabeza del pulpo[21]. Pero la sepia tiene dos sacos que contienen varios huevos, blancos como granizo[22]. Mas la disposición de cada una de estas partes, puede examinarse en los Dibujos anatómicos.
Todos los machos de esta clase difieren de las hembras, pero sobre todo en las sepias. En efecto, la cara dorsal 10del manto, que es más negra que la ventral, es más rugosa en el macho que en la hembra y más pintarrajeada de rayas, y la extremidad posterior más puntiaguda.
Existen varias especies de pulpos. Una, la de los que viven sobre todo en la superficie, y es la mayor (pues los de la orilla son mucho mayores que los de alta mar). Hay 15otros que son pequeños de colores variados y que no son comestibles. Otras dos variedades, son, de una parte, el pulpo llamado almizclado, que se caracteriza por la longitud de sus pies y por el hecho de que es el único de los cefalópodos que tiene una sola hilera de ventosas (pues todos los demás tienen dos), y de otra parte, el pulpo que los expertos llaman, unos, boñiga y, otros, hediondo[23]. Otros dos habitan en conchas: uno, el que algunos llaman 20nautilo o argonauta y otros «huevo de pulpo»[24]. Su concha se parece a la valva hueca de un pectinero privado de la otra mitad[25]. Este animal vive a menudo a lo largo de la orilla, pero si las olas lo llevan a tierra firme, con 25la concha caída, se ve perdido y muere sobre la playa. Éstos son animales pequeños y su forma recuerda a la de los animales llamados boñigas. Otro pulpo está encerrado igualmente en una concha como un caracol[26]: no sale de su concha, sino que vive en ella, como el caracol, y de cuando en cuando saca fuera sus tentáculos. Así pues, ya hemos hablado de los cefalópodos.
Los crustáceos
2 30Entre los crustáceos, una primera especie es la de las langostas; otra semejante a la anterior es la de los llamados bogavantes: éstos se distinguen de las langostas por las pinzas que tienen y por algunas otras diferencias poco numerosas. Otra especie es la de los camarones y otra la de los cangrejos. Existen nu525bmerosas variedades de camarones y de cangrejos. Entre los primeros se encuentran los palemones, las esquilas y los camarones pequeños[27] (estos últimos, en efecto, no se hacen más grandes); la especie de los cangrejos comprende muchas variedades y es difícil enumerarlos. Pues bien, los 5más grandes son los llamados arañas de mar[28], en segundo lugar los paguros[29], los cangrejos de Heracleotis[30] y los cangrejos de río[31]. Las otras variedades son más pequeñas y no tienen denominación específica. En la zona de Fenicia se encuentran en la playa los llamados «caballos»[32], puesto que corren tan rápidamente que es difícil cogerlos. Y una vez abiertos aparecen vacíos por falta de alimentación. Existe todavía otro género de crustáceos pequeños como 10los cangrejos, pero de forma semejante a los bogavantes[33].
Ahora bien, todos estos animales, como hemos dicho antes[34], tienen una parte dura y escamosa en el exterior, en lugar de la piel, y una carnosa en el interior; tienen en el bajo vientre un cierto número de laminillas, en donde las hembras depositan los huevos. En cuanto a las patas, 15las langostas tienen cinco a cada lado, con pinzas en las extremidades, y de manera semejante, los cangrejos tienen diez patas con sus pinzas. Entre los camarones, los palemones[35] tienen cinco patas a cada lado, puntiagudas y cerca de la cabeza, y otras cinco a cada lado en la región abdominal con la punta ancha. Éstos no tienen laminillas 20debajo del cuerpo, pero su parte dorsal es semejante a la de las langostas. La esquila[36] es del todo diferente. A cada lado, tiene en primer lugar cuatro patas, después, a continuación, otras tres pequeñas[37]; el resto, es decir, la mayor parte del cuerpo, está desprovista de patas. Las patas 25de estos animales flexionan oblicuamente, como las de los insectos; pero las pinzas, cuando existen, flexionan hacia adentro. La langosta tiene además una cola y cinco aletas[38]. También el palemón tiene cola y cuatro aletas; la 30esquila tiene aletas incluso a cada lado de la cola. Ambos tienen la parte central de la cola espinosa, sólo que la esquila la tiene plana y el palemón puntiaguda. El cangrejo es el único animal de este género que no tiene cola; asimismo el cuerpo de los camarones y el de las langostas es alargado, y el de los cangrejos redondo.
La langosta macho difiere de la hembra. En efecto, la 526aprimera pata[39] de la hembra está bifurcada, mientras que la del macho constituye un todo único; la hembra tiene las aletas ventrales grandes y entrecruzadas cerca del cuello[40], en cambio, las del macho son pequeñas y no se entrecruzan. Además, el macho tiene las patas posteriores 5grandes y puntiagudas, semejantes a espolones, pero las de las hembras son pequeñas y lisas. Por otro lado, ambos tienen delante de los ojos dos antenas grandes y rugosas y debajo otras pequeñas y lisas.
Los ojos de todos estos animales son duros y se muelo 10ven oblicuamente hacia fuera y hacia adentro. Igual sucede con los ojos de la mayoría de los cangrejos e incluso más.
El bogavante tiene todo el cuerpo de un color grisáceo salpicado de manchas negras. Las patas que tiene debajo, a continuación de las grandes, son ocho; después tiene las pinzas grandes mucho más grandes y más anchas en su 15extremo que las de la langosta y de tamaño desigual: la de la derecha, en efecto, tiene su parte plana final alargada y fina; la de la izquierda, en cambio, espesa y redondeada. Cada una está hendida en el extremo, como una mandíbula con dientes abajo y arriba; sin embargo, la de la derecha tiene todos los dientes pequeños y dispuestos en forma 20de sierra, mientras que la pinza de la izquierda tiene los del borde en forma de sierra y los internos en forma de molares; estos últimos son en la parte inferior en número de cuatro y continuos; los de la parte superior tres y discontinuos. Ambas pinzas tienen su parte superior móvil y la aprietan contra la inferior, están arqueadas como destinadas por la naturaleza para coger y apretar. Encima 25de las pinzas grandes se encuentran otras dos peludas y situadas un poco por debajo de la boca, y en un plano inferior hay una especie de branquias[41] que rodean la boca y son numerosas y peludas. El animal no cesa de agitar estos órganos: flexiona y lleva hacia la boca sus dos patas peludas. Las patas que están cerca de la boca poseen 30también finos apéndices[42].
El bogavante tiene dos hileras de dientes como la langosta, y encima las largas antenas, pero que son más cortas y más finas que las de la langosta; tiene además otras cuatro antenas de forma idéntica, pero más cortas y más 526bfinas. Por encima de las antenas tiene unos ojos pequeños y un poco salientes y son tan grandes como los de la langosta. Por otro lado, la superficie puntiaguda y rugosa de encima de los ojos y que se parece a una frente[43] es mayor que la de la langosta. De una manera general, tiene la frente más puntiaguda, el pecho mucho más ancho que la lan5gosta y el conjunto de su cuerpo es más carnoso y blando. De sus ocho patas, cuatro tienen el extremo hundido y cuatro no. La región alrededor del llamado cuello está dividida exteriormente en cinco partes, y una sexta es la parte 10terminal plana provista de cinco laminillas. El interior en el que las hembras depositan sus huevos[44] forma cuatro zonas peludas. En cada una de estas partes citadas, el bogavante tiene una espina corta y recta dirigida hacia el exterior. Tiene todo el cuerpo liso, así como la región del cefalotórax, a diferencia de la langosta que es rugosa, pero en el exterior de las pinzas grandes tiene unas espinas gran15des. Ninguna diferencia distingue a la hembra del macho; en efecto, tanto uno como otra tienen una de las dos pinzas, indiferentemente, mayor que la otra, pero ninguno de los dos sexos tiene dos pinzas iguales de grandes[45].
Todos estos animales absorben el agua de mar cerca de la boca y los cangrejos la echan obturando una pequeña 20porción de este orificio, pero las langostas al lado de las laminillas que hacen las veces de branquias, laminillas que son muy numerosas en las langostas[46].
Todos estos animales tienen en común las siguientes partes. Todos tienen dos dientes (pues incluso las langostas tienen los dos primeros) y en la boca, una parte más carnosa que hace las veces de lengua; luego un estómago que 25sigue inmediatamente después de la boca, a excepción de las langostas que tienen un pequeño esófago antes del estómago, y luego del estómago un intestino recto. Este intestino, en las langostas y en los camarones, termina directamente en la cola, allí donde se efectúa la salida de los excrementos y la puesta de los huevos; en los cangrejos, el intestino termina en el lugar donde tienen el opérculo[47] y en medio de éste, donde depositan los huevos (ellos 30también los ponen en el exterior). Además, la hembra tiene, cerca del intestino, un lugar para sus huevos, y todos estos animales tienen más o menos lo que se llama la mytis[48].
Particularidades propias de cada especie
Pero hay que examinar ahora las particularidades propias de cada especie. Ahora bien, las langostas tienen, como 527ahemos dicho[49], dos dientes grandes y huecos, en el interior de los cuales se encuentra un líquido parecido a la mytis, y entre los dientes un pequeño trozo de carne en forma de lengua[50]. Después de la boca tienen un esófago corto, y a continuación un estómago membranoso, junto a la boca del cual hay 5tres dientes, dos consecutivos, y el tercero un poco por debajo. De un lado del estómago parte un intestino simple y de un espesor uniforme en toda su longitud, que termina en el orificio del excremento. También todos estos órganos se encuentran en las langostas, en los camarones y en los 10cangrejos, pues también éstos tienen dos dientes.
Por otro lado, las langostas poseen un canal que parte del pecho y llega hasta el orificio del excremento: este conducto sirve de útero en la hembra y de canal seminal en el macho. Dicho canal está unido a la superficie cóncava de la carne de tal manera que la carne está entre el canal 15y el intestino. En efecto, este último está situado junto a la parte carnosa y el canal en la parte cóncava, disposición semejante a la que se encuentra en los cuadrúpedos. No hay diferencia entre el conducto del macho y el de la hembra: ambos son delgados, blancos y contienen un líquido 20amarillento, y ambos están unidos al pecho. Igualmente se presentan así en los camarones el huevo y las circunvalaciones[51].
El macho posee, a diferencia de la hembra, en la carne de la región del pecho dos órganos[52] blancos, parecidos por el color y la forma a los tentáculos de la sepia, y que están en espiral como el hepatopáncreas del camarón. Su 25punto de partida está situado en las cavidades[53] que se encuentran en la base de las últimas patas. El macho tiene en este lugar carne de color rojo y sanguinolento, pero que al tacto es viscosa y no tiene nada de común con la carne. A partir de este órgano que está sobre el pecho y tiene la forma de un caracol nace otra espiral del grosor 30de un hilo. Debajo de ella se encuentran dos cuerpos granulosos, adheridos al intestino, que son glándulas seminales. Pues bien, éstos son los órganos del macho. La hembra tiene huevos de color rojo, adheridos al estómago, situados a cada lado del intestino hasta llegar a la parte 35carnosa y envueltos por una delgada membrana. Tales son, pues, las partes internas y externas de estos animales.
Caracteres propios de los cangrejos de mar
3 527bResulta que en los animales sanguíneos las partes internas tienen nombres
particulares, pues todos estos animales poseen las vísceras internas. Al contrario, ninguno de los no sanguíneos las posee: sólo tienen en común con los sanguíneos estómago, esófago e intestino.
Referente a los cangrejos, hemos hablado más arriba[54] 5de sus pinzas y de sus patas, y cómo las tienen dispuestas; en general, todos tienen la pinza derecha más grande y más fuerte que la izquierda. También en cuanto a los ojos hemos dicho[55] que la mayoría de estos animales miran de lado. El tronco[56] de su cuerpo forma un todo indivisible con la cabeza, y tal vez con algún otro miembro. 10De ellos, unos tienen los ojos lateralmente, arriba, inmediatamente debajo de la espalda, y muy separados; otros los tienen en el centro y cerca uno de otro, como los cangrejos heracleotas y las arañas de mar[57]. Por debajo de los ojos está la boca, y en ella dos dientes, como en la langosta, salvo que no son redondos sino alargados. Encima 15de los dientes se encuentran dos opérculos entre los cuales existen formaciones semejantes a las que la langosta tiene cerca de los dientes. Pues bien, el cangrejo absorbe el agua cerca de la boca, empujándola con los opérculos, y la echa por los conductos situados encima de la boca, obturando con sus opérculos el sitio por donde entró. Estos conduc20tos se encuentran inmediatamente debajo de los ojos y cuando ha absorbido el agua, cierra la boca con sus dos opérculos, y así expulsa el agua salada con fuerza.
A continuación de los dientes está el esófago que es muy corto, hasta el punto de que el estómago parece que sigue a la boca. Luego del esófago está el estómago, divi25dido en dos ramas, y del centro parte el intestino, simple y delgado. El intestino termina debajo del opérculo externo, como se ha dicho más arriba[58]. El cangrejo de mar tiene la parte situada entre los opérculos cerca de los dientes, exactamente igual que la langosta.
Por otro lado, el interior del tronco encierra un líquido amarillento, así como ciertos trocitos de carne, blancos y 30alargados, y otros moteados de rojo. El macho se distingue de la hembra por el tamaño, el grosor y el pliegue del abdomen: éste, en efecto, es mayor en la hembra, más separado del tronco y más peludo que el macho, igual que ocurre en las langostas hembras.
35Tal es, pues, la disposición de los órganos de los crustáceos.
Caracteres generales de los testáceos
4Los animales testáceos, como, por 528aejemplo, los caracoles de tierra, los caracoles de mar[59] y todos los llamados ostras, así como el género de los erizos marinos, tienen la parte carnosa, los que la tengan, dispuesta como los crustáceos, o sea en el interior, y la concha por fuera, sin sustancia dura en el inte5rior. Estos animales presentan entre sí muchas diferencias tanto respecto a la concha como a la carne de su interior.
En efecto, algunos de ellos no tienen carne alguna, como, por ejemplo, el erizo; otros la tienen, pero esta carne es interna y toda oculta, a excepción de la cabeza, como, por ejemplo, los caracoles de tierra o los que algunos llaman cocália[60], y de entre los animales marinos los mú10rices[61], los buccinos, el caracol marino y el resto de los testáceos que tienen concha en espiral. De los demás, unos son bivalvos, otros univalvos: llamo bivalvos a los que están encerrados en dos conchas, univalvos los que sólo tienen una: entonces la parte carnosa queda a la superficie, como la lapa[62]. Entre los bivalvos, unos pueden abrirse, como, por ejemplo, las almejas y los mejillones; pues todos 15estos mariscos tienen sus valvas unidas por un lado y libres por otro, de suerte que pueden abrirse y cerrarse. Otros son también bivalvos pero están unidos por ambos lados, como, por ejemplo, las navajas[63]. Hay todavía otros que están rodeados enteramente por la concha y no dejan aparecer externamente ninguna parte de carne al desnudo, como, por ejemplo, las llamadas ascidias[64].20
Por otro lado, las mismas conchas son diferentes unas de otras[65]. Unas tienen la concha lisa, como, por ejemplo, las navajas, los mejillones y algunas conchas llamadas por algunos lácteas; otras tienen la concha rugosa, como, por ejemplo, las ostras de lago, las pinnas[66], algunas variedades de conchas y los buccinos(66bis). De estos testáceos unos 25son acanalados, como, por ejemplo, las almejas y alguna variedad de conchas, otros no son acanalados, como las pinnas y otra variedad de conchas.
Los testáceos difieren también por el grosor o delgadez de su concha, ya en su conjunto, ya en sus partes, por ejemplo los bordes. Unos tienen las conchas con bordes delgados, como los mejillones; otros los bordes gruesos, 30como las ostras de lago. Por otro lado, unos se mueven por sus propios medios, como la almeja (algunos dicen que incluso vuela, puesto que sucede muchas veces que salta del instrumento que sirve para cogerla[67]); otros, en cambio, no se mueven del lugar en que están adheridos, como 528bla pinna; pero todos los testáceos que tienen la concha en espiral se mueven y se arrastran: incluso la lapa se desprende[68] para buscar su alimento. Una característica común a estos animales y a los otros mariscos es que tienen el interior de la concha liso.
Por otro lado, el elemento carnoso, tanto en los univalvos como en los bivalvos, está tan adherido a la concha 5que se necesita fuerza para desprenderlo, pero en los de concha en espiral se desprende mejor. Una particularidad de la concha de estos últimos es que el extremo opuesto a la cabeza forma siempre una espiral. Además, todos poseen de nacimiento un opérculo[69]. Todos estos testáceos tienen su concha a la derecha, y se mueven no en el sentido de la espiral, sino en sentido opuesto[70].10
Tales son las diferencias que presentan las partes externas de estos animales. En cuanto a las partes internas, todos tienen en cierta manera una estructura semejante, en particular los de concha en espiral (pues se distinguen por el tamaño y por caracteres más o menos acentuados); no hay tampoco una gran diferencia entre los univalvos y los 15bivalvos cerrados. En efecto, la diferencia entre ellos es ligera, mientras que en relación con los que son incapaces de moverse, es más considerable. Esto resultará más claro, por lo que se dirá posteriormente[71].
La estructura de los de concha en espiral es idéntica, sólo difiere, como hemos dicho[72], en más o menos. En efecto, unos tienen los órganos más grandes y más manifiestos, otros, al contrario, más pequeños; también difie20ren por la dureza o blandura y otras cualidades de este género. Así, en todos la parte carnosa situada más externamente del orificio de la concha es dura, en unos más y en otros menos. De la parte central de esta carne salen la cabeza y como dos cuernos: éstos son grandes en las especies grandes y pequeños en las pequeñas. La cabeza 25sale en todos de la misma manera, y si el animal tiene miedo la introduce de nuevo en la concha. Tienen una boca y algunos, como el caracol, dientes afilados, pequeños y finos[73]. Tienen igualmente trompas como las de las mos30cas: esta trompa tiene forma de lengua. En los buccinos y los múrices este órgano es duro, y comparado con el de los tábanos y moscardones que agujerean la piel de los cuadrúpedos su fuerza todavía es mayor, puesto que per529aforan las conchas utilizadas como cebo[74]. La boca va seguida del estómago, que en los gasterópodos es semejante a un buche de ave[75]. Tienen en el bajo vientre dos miembros blancos y duros[76] semejantes a pezones, como se encuentran en las sepias, salvo que en estas últimas son más 5duros. Del estómago parte un esófago simple y largo que va hasta el hepatopáncreas situado en el fondo de la concha. Así pues, estos órganos visibles en los múrices y buccinos se encuentran también en la espiral de las conchas.
Después del estómago está el intestino: ambos son contiguos y el conjunto forma un conducto simple hasta el 10orificio anal. El punto de partida del intestino se halla en la zona de la espiral del hepatopáncreas y es más ancho en este lugar (pues el hepatopáncreas es, en su mayor parte, una especie de órgano para el excremento de los testáceos). Después, el intestino hace un recodo y sube de nuevo hacia la parte carnosa y su extremo termina cerca de la cabeza, donde el animal evacúa el excremento, disposición que es idéntica en todos los que tienen espiral, tanto 15terrestres como marinos. Partiendo del estómago y a lo largo del esófago, hay en los grandes gasterópodos, rodeado de una fina membrana, un conducto largo y blanco[77], del mismo color que las especies de pezones situados arriba[78]. Este conducto tiene segmentos como el huevo de la langosta, con la diferencia de que en aquél el color es blanco, mientras que el de la langosta es rojo. Este canal no 20tiene ningún orificio de salida ni de entrada, está rodeado de una fina membrana y encierra una cavidad estrecha. Del intestino se extiende hacia abajo una masa continua, negra y áspera[79], como la de las tortugas, salvo que es menos negra. Los gasterópodos marinos tienen igualmente esta masa negra y la blanca, pero es más pequeña en las 25especies pequeñas.
Univalvos y bivalvos
Los univalvos y los bivalvos son, en parte, idénticos a los citados testáceos, pero en parte distintos. En efecto, tienen cabeza, pequeños cuernos, boca y una especie de lengua. Pero estos órganos, en los animales pequeños, no son visibles a causa de su pequeñez, y tampoco son visibles en los animales muertos o que no se mueven. Todos poseen el hepatopáncreas, pero no siempre está en el mismo lugar, ni es tan volu30minoso, ni tan visible, sino que las lapas lo tienen abajo en el fondo de la concha; los bivalvos, en cambio, en el punto de unión de las dos valvas[80]. Todos poseen igualmente las excrecencias pilosas[81] dispuestas circularmente, 529bcomo en las almejas. El llamado huevo[82], en los que lo tienen y en la época en que lo tienen, se encuentra en uno de los círculos de la periferia, como los huevos blancos de los gasterópodos, pues es semejante a esta especie de huevo del que hablamos.
5Pero todas estas partes, como hemos dicho, son visibles en las especies grandes, pero no en las pequeñas, o apenas lo son. Por ello son particularmente visibles en las almejas grandes: en éstas una de las valvas es ancha como una tapa. En los demás testáceos el orificio de salida del excremento se encuentra a un lado, pues existe un conduelo 10por donde se evacúa el excremento. En efecto, el hepatopáncreas, como hemos dicho[83], es en todas las especies, una excrecencia rodeada de una membrana. Pero el llamado huevo no tiene canal de salida en ninguna especie, sino que constituye una hinchazón de la carne misma, y no está situado en el mismo lado que el intestino, sino que el huevo está a la derecha y el intestino a la izquierda. Tal es, 15pues, la disposición del orificio de los excrementos en los demás testáceos; pero en la lapa salvaje[84], que algunos llaman oreja de mar, el excremento sale por debajo de la concha, pues ésta está agujereada. Se puede ver igualmente en esta concha el estómago, que está situado después de la boca, y las formaciones ovoidales. Pero para comprender la disposición de todos estos órganos hay que examinar mi Tratado de anatomía.
En cuanto al animal llamado paguro[85], pertenece de 20alguna manera a la vez a los crustáceos y a los testáceos. Por su naturaleza se parece a la especie de la langosta y nace sin aditamento alguno[86], pero el hecho de introducirse en la concha y vivir en ella le hace parecerse a los testáceos, y por estas razones se asemeja a los dos grupos. Por la forma se puede decir sencillamente que recuerda 25a los arácnidos, salvo que la parte situada debajo de la cabeza y del tórax es más pequeña que en éstos. Tiene dos pequeños cuernos finos y rojos, y debajo de ellos dos grandes ojos que son retráctiles y no se inclinan hacia un lado como los del cangrejo, sino que permanecen derechos. Debajo de los ojos se encuentra la boca y alrededor de ella 30cierta especie de excrecencias pilosas bastante numerosas; después vienen dos patas bifurcadas, con las cuales atrae la presa, y a cada lado otras dos patas y una tercera pequeña. La parte baja del tórax es blanda y, una vez abier530ata, el interior es de color amarillo. De la boca parte un conducto único que llega hasta el estómago, pero el conducto de evacuación del excremento no es visible. Las patas y el tórax son duros, pero menos que en los cangrejos. Este animal no está adherido a su concha, como los mú5rices y los buccinos, sino que puede librarse fácilmente de ella. Los que habitan en las conchas en espiral son más alargados que los que se alojan en los neritas[87]. Por otro lado, el género de los neritas es distinto: está próximo a los demás testáceos en muchos aspectos, pero de los pies bifurcados tiene el de la derecha pequeño, y el de la iz10quierda grande, y se sirve principalmente de éste para andar. En las conchas de estos animales y en algunos otros se captura también un parásito cuyo modo de adherencia es casi el mismo, y este parásito se llama «el cojo»[88].
El nerita tiene la concha lisa, grande y redondeada, y su forma recuerda la del buccino, pero se distingue por 15el color de su hepatopáncreas que no es negro sino rojo. Por otro lado, está fuertemente adherido a su concha por el centro.
Pues bien, en tiempo de bonanza estos animales se sueltan para buscar su comida, pero cuando el viento sopla, los paguros se refugian en las rocas y los neritas se pegan a ellas como las lapas. Lo mismo sucede con los hemo20rroides[89] y todos los animales de este género. Éstos se adhieren a las rocas cuando levantan su opérculo ya que éste se parece a una especie de tapa. Pues lo que es doble en los bivalvos, no es más que un solo elemento en los de concha en espiral[90]. El interior es carnoso y dentro de él está la boca. La disposición es la misma en los hemorroides y en los múrices y todos los mariscos de este 25género.
Todos los animales[91] que tienen el pie izquierdo más grande que el otro se encuentran no en los bígaros sino en los neritas. Y existen ciertos caracoles de mar que albergan dentro de sí animales semejantes a pequeños bogavantes que se encuentran también en los ríos, pero se distinguen en que la parte que está en el interior de la concha 30es blanda. Pero para conocer su forma hay que acudir al Tratado de anatomía.
Los erizos
5Los erizos de mar[92] no tienen la parte carnosa y esto es su carácter distintivo. En efecto, todos están privados de ella, y no tienen carne en el interior. En cambio todos tienen los corpúsculos[93] negros. Existen diversas variedades de erizos. Hay unos que se 530bcomen: en ellos se encuentran los llamados huevos[94], que son grandes y comestibles, y se hallan tanto en los grandes como en los pequeños, pues incluso los pequeños los tienen enseguida. Hay, además, otras dos variedades: son los espatangos y los llamados bryssos[95]: son erizos de alta 5mar y raros. Hay también los llamados erizos matriz[96] que son los más grandes de todos. Existe todavía otra variedad de tamaño pequeño[97] pero provista de espinas grandes y duras, que se cría en el mar a varias brazas de pro10fundidad, y se utiliza a veces contra el caso de estranguria[98]. En los alrededores de Torone[99] hay unos erizos cuya concha, espinas y huevos son blancos, y de una largura superior a la de los otros, pero sus espinas no son grandes ni fuertes sino más bien blandas. En cambio los corpúsculos negros que parten de su boca son más nume15rosos y están en relación con el conducto excretor, pero no se comunican entre sí, dividiendo así al animal en varias partes. De ellos, los que se mueven mejor y más frecuentemente son los erizos comestibles, y la prueba es que tienen siempre algunos restos de comida en sus espinas[100].
Ahora bien, todos tienen huevos, pero algunos son muy pequeños y no comestibles. Por otro lado sucede que la 20llamada cabeza, así como la boca, los erizos las tienen debajo y el punto de evacuación del excremento arriba. Lo mismo sucede en los de concha en espiral y las lapas. En efecto, procediendo la comida de abajo, la boca está colocada para la comida, y el excremento está arriba en la parte dorsal de la concha. El erizo posee en el interior 25de la boca cinco dientes huecos y entre los dientes un cuerpo carnoso que hace las veces de lengua. Viene luego el esófago y después el estómago dividido en cinco partes y lleno de excrementos. Y todas las cavidades del estómago se reúnen en una sola en el orificio del excremento en donde la concha está perforada. Debajo del estómago, en otra membrana, se encuentran los llamados huevos, cuyo 30número es impar y siempre el mismo; en efecto, su número es de cinco[101]. Los corpúsculos negros están en la parte superior y unidos a la raíz de los dientes: son amargos y no son comestibles. Muchos animales poseen una parte semejante o análoga: es el caso, en efecto, de las tortugas, sapos, ranas, los testáceos de concha en espiral y los cefa531alópodos. Pero el color es diferente, y en todos estos animales estos corpúsculos son del todo o en su mayor parte incomestibles. Ahora bien, la boca[102] del erizo es de un extremo a otro continua, pero en apariencia su superficie no es continua, sino semejante a una linterna sin la piel 5que la recubre. El erizo se sirve de sus púas como de patas; en efecto, se apoya en ellas y moviéndolas cambia de lugar.
Las ascidias
6De entre todos los testáceos, las llamadas ascidias[103] son las que tienen la estructura más singular. En efecto, son los 10únicos que tienen el cuerpo enteramente oculto en la concha, y ésta es de una sustancia intermedia entre la piel y la concha, lo que explica que se corte como si fuera cuero seco. Ahora bien, este animal se adhiere a las rocas por esta especie de concha, y por otro lado posee dos conductos separados uno de otro, muy pequeños y difíciles de ver, que sirven para expulsar y absorber el líquido, pues no se ve en ellos ningún excre15mento como en los demás testáceos, de los cuales unos se parecen al erizo, y otros tienen el llamado hepatopáncreas. Una vez abierto el animal, se encuentra, en primer lugar, en el interior una membrana tendinosa alrededor de lo que hace las veces de concha. En esta membrana está la parte carnosa de la ascidia que no se parece en nada a la de los demás testáceos, pero esta carne es siempre igual en todos estos animales. Esta sustancia se adhiere lateral20mente en dos sitios a la membrana y a la piel. En el punto de adherencia el espacio se estrecha por ambos lados en el lugar en que la parte carnosa se prolonga hasta los conductos que se abren a través de la concha, y que sirven para expulsar y absorber la comida y el líquido, y que se pueden considerar uno como la boca y el otro como 25un orificio excretor. Uno de estos conductos es grueso y el otro delgado. En el interior hay una cavidad a cada lado, separadas por un pequeño elemento que sirve de unión[104], y en una de estas cavidades se encuentra la materia líquida. La ascidia no posee ninguna parte orgánica ni sensorial ni, como hemos dicho antes[105], que exista en los demás testáceos, la que tiene que ver con la función excretora. Su color es amarillento o rojo[106].30
Las actinias u ortigas de mar[107]
Las actinias constituyen igualmente un género propio[108]. Pues están adheridas a las rocas, como algunos testáceos, pero a veces se separan de ellas. No tienen concha, sino que todo su cuerpo es carnoso. 531bEste animal siente y coge y retiene la mano que se acerca, como el pulpo con sus tentáculos, hasta tal punto que produce una hinchazón en la carne. Tiene en medio de su cuerpo una boca y vive en la roca como si fuera una concha. 5Y si algún pez pequeño se pone a su alcance, lo retiene como hace con la mano[109]. Y así cuando alguna cosa comestible se le acerca, la devora. Existe, por otro lado, una variedad que se separa de la roca y que come lo que encuentra, erizos de mar y almejas. Es manifiesto que no 10tiene absolutamente excremento alguno, y en este aspecto se parece a las plantas[110].
Se distinguen dos variedades de actinias, unas más pequeñas y más comestibles[111], otras grandes y duras como las que se crían en los alrededores de Calcis. Ahora bien, en invierno su carne es consistente (entonces se pesca y se come), mientras que en verano se corrompe, pues se 15 vuelven mustias, y si se las toca se deshacen rápidamente y no se pueden coger enteras, y como el calor las fatiga buscan preferentemente un abrigo en las rocas.
Así pues, hemos descrito las partes externas e internas 20 de los cefalópodos, de los testáceos y de los crustáceos.
Los insectos
7Hay que hablar ahora de los insectos[112], siguiendo el mismo método. Es éste un género que comprende muchas especies, de las cuales unos, aunque congéneres entre sí, no están agrupados en un nombre común, como ocurre, por ejemplo, con la abeja, el abejón[113], la avispa y todos los insectos de esta clase, y a su vez cuantos tienen el ala introducida en un élitro, como el abejorro, el ciervo volante, la cantárida y todos 25los demás animales semejantes.
Pues bien, los insectos tienen tres partes comunes a todos[114]: la cabeza, el tronco que contiene el estómago, y una tercera entre las otras dos que corresponde al pecho y a la espalda de los demás animales. Esta parte es en la mayoría de los insectos un todo único; pero en los que son largos y tienen muchos pies presentan casi tantas 30partes intermedias como número de segmentos.
Todos los insectos una vez cortados en dos continúan viviendo, salvo los que tienen una naturaleza demasiado fría o que a causa de su pequeño tamaño se enfrían pronto; sin embargo, las avispas siguen vivas una vez seccionadas. Pues bien, unidos al tórax, la cabeza y el abdomen 532aviven, pero separada de él, la cabeza no vive. Los insectos largos y provistos de muchos pies viven largo tiempo cuando se les corta en dos, y la parte seccionada se mueve hacia uno u otro de los dos extremos de la parte cortada; en efecto, avanza ya en el sentido del corte, ya en el de la cola, como es el caso del insecto llamado escolopen5dra[115].
Todos los insectos poseen ojos, pero no se observa en ellos ningún otro órgano sensorial, salvo en algunos una especie de lengua (que poseen igualmente todos los testáceos), y que les sirve para gustar y atraer la comida. Este órgano es blando en unos, fuerte y voluminoso en otros, como es el caso de los múrices[116]. También los tábanos 10y los moscardones lo tienen robusto, así como la casi totalidad de los demás insectos. En efecto, en todos los que no tienen aguijón posterior, el órgano en cuestión les sirve a cada uno de arma ofensiva. Por otro lado, los que poseen este órgano no tienen dientes, salvo un pequeño número, pues las moscas, punzando con este órgano, chupan la sangre, y los mosquitos pican con él[117].
15Algunos insectos tienen también aguijones. Unos lo tienen en el interior del cuerpo, como las abejas y las avispas[118], otros, en cambio, en el exterior, como el escorpión[119]; éste además es el único insecto que tiene un largo aguijón. Posee también pinzas, como la especie de escorpión que se forma en los libros[120].
Los insectos voladores poseen, además de estos órga20nos, alas. Unos tienen dos, como las moscas, o cuatro, como las abejas. Pero ningún insecto díptero tiene aguijón en la parte posterior[121]. Por otro lado, entre los insectos que vuelan, unos tienen un élitro para las alas, como el abejorro; otros no lo tienen, como la abeja. En todos ellos 25el vuelo se efectúa sin ayuda de la cola, y sus alas no tienen ni cañón ni división alguna[122]. Además, algunos tienen antenas delante de los ojos, como, por ejemplo, las mariposas y los ciervos volantes.
Entre los insectos saltadores, unos tienen las patas traseras más grandes que las delanteras, otros tienen una especie de timones[123] que flexionan hacia detrás, como las 30patas posteriores de los cuadrúpedos.
Todos tienen la parte dorsal diferente de la abdominal, como sucede en todos los demás animales. La carne de su cuerpo no es ni de la naturaleza de las conchas, ni semejante al interior de los testáceos, ni de la misma clase que la carne propiamente dicha, sino algo intermedio entre todo ello; y esto explica porqué no tienen ni espinas, ni huesos, ni nada comparable a la sepia[124], ni una concha 532bprotectora, pues su cuerpo se protege por su propia dureza, y no tiene necesidad de otra defensa. Poseen piel, pero es sumamente delgada.
Tales son las partes externas de los insectos. Por otro 5lado, internamente, después de la boca se encuentra inmediatamente un intestino, que en la mayoría es recto y simple hasta el orificio de salida; sin embargo, en algunos forma pliegues. Ningún insecto tiene vísceras ni grasa, como tampoco las tienen ninguno de los no sanguíneos. Algunos tienen también un estómago, y a continuación el resto del intestino, ya simple, ya en espiral, como, por ejemplo, 10los saltamontes.
La cigarra es el único de los insectos y de los demás animales que no tiene boca[125]; pero tiene, como los insectos provistos de un aguijón en la parte posterior, un órgano en forma de lengua, larga, continua y sin divisiones,
que le sirve para alimentarse únicamente de rocío. No con15tiene excremento en su abdomen. Existen muchas variedades de cigarras: difieren por su tamaño y por el hecho de que las llamadas cantoras presentan una fisura debajo del coselete[126] y una membrana visible, lo que no ocurre en las cigarritas.
Animales singulares
Existen todavía en el mar algunos animales singulares de difícil clasificación a causa de su rareza. En efecto, algunos 20expertos pescadores pretenden haber visto en el mar animales semejantes a trozos de madera, negros, redondos y de un grosor uniforme; otros semejantes a escudos[127], de color rojo, y con un gran número de aletas; otros aún semejantes por la forma y el tamaño al órgano sexual del hombre, salvo que en lugar 25de testículos tienen dos aletas. Y dicen que en cierta ocasión capturaron a uno en el extremo de una caña de pescar con varios anzuelos[128].
Así pues, de esta manera se presentan las partes externas e internas de todos los animales con las particularidades propias de cada género y sus caracteres comunes.
Los sentidos
8Ahora hay que hablar de los sentidos. Pues no son idénticos en todos los ani30 males, sino que algunos los poseen todos y otros sólo algunos. Su número máximo, pues no tenemos conocimiento de otro sentido especial, es el de cinco: vista, oído, olfato, gusto y tacto. Ahora bien, el hombre, los vivíparos que andan por tierra, así como los ovíparos sanguíneos es 533aclaro que tienen todos estos sentidos, salvo si algún género concreto presenta algún deterioro orgánico, como ocurre con el género de los topos. En efecto, este género no tiene vista, pues no tiene ojos visibles[129], pero si se levanta 5la piel espesa que se extiende desde la cabeza por la región externa de los ojos, se encuentran interiormente los ojos atrofiados, pero provistos absolutamente de las mismas partes que los ojos verdaderos. Pues tienen el iris y la parte interna del iris, la llamada pupila, y el elemento graso que las rodea[130]; sin embargo, todas estas partes del topo son más pequeñas que en los ojos que están al descubierto. 10Pero no hay ningún signo exterior de la existencia de estos órganos a causa del grosor de la piel, como si en el momento de la formación del animal se hubiera producido una paralización en su desarrollo natural. Pues partiendo del cerebro, en el punto de unión con la médula, existen dos fuertes conductos tendinosos que se extienden a lo largo de las órbitas oculares y que terminan en los dientes 15de la mandíbula superior[131].
Todos los demás animales poseen también la facultad de percepción de los colores y de los sonidos y, además, de los olores y sabores. También todos los demás animales poseen el quinto sentido llamado «tacto».
Los órganos sensoriales
Pues bien, en algunos animales los órganos sensoriales son perfectamente visibles, pero en particular los de la vista[132]. 20En efecto, el lugar de los ojos está bien determinado, como también el del oído, pues algunos tienen orejas y otros los conductos auditivos visibles. Igualmente ocurre con el sentido del olfato, pues unos tienen narices y otros los conductos del olfato, como es el caso, por ejemplo, del género de las aves. Lo mismo 25ocurre con el órgano de los sabores, la lengua. En los animales acuáticos llamados peces, el órgano gustativo, la lengua, existe, pero de una manera imperfecta, pues su lengua es ósea[133] y no es libre. Sin embargo, en ciertos peces la bóveda del paladar es carnosa, por ejemplo en las car30pas de río, de manera que si no se observa detenidamente puede parecer que se trata de una lengua[134].
El oído de los peces
Es evidente que los peces poseen el sentido del gusto. En efecto, muchos tienen preferencia por ciertos sabores y muerden sobre todo el cebo hecho con bonito y con peces gordos, lo que supone que se deleitan en gustar y devorar tales cebos. Para el oído 533by el olfato no tienen ningún órgano visible, pues lo que podría tomarse por tal en la región de las narices no penetra hasta el cerebro, sino que es un conducto unas veces ciego y otras comunica con las branquias. Sin embargo, 5está claro que los peces oyen y huelen. En efecto, es evidente que huyen de los ruidos intensos, como, por ejemplo, el producido por el remo de las trirremes, de tal manera que se los coge fácilmente en sus escondrijos[135]. Pues un ruido, por débil que sea en el aire libre, aparece siempre, para los que lo oyen debajo del agua, molesto, violento y pesado. Esto es lo que ocurre en la pesca de los 10delfines. En efecto, una vez que han sido agrupados y rodeados por los botes[136], desde éstos los pescadores hacen ruido en el agua y obligan así a los delfines a huir hacia tierra donde encallan, y así de esta manera los cogen aturdidos por el ruido. Y sin embargo, los delfines no tienen el órgano auditivo visible. Además, los que toman parte 15en la pesca evitan con sumo cuidado[137] hacer ruido con los remos o las redes; así que cuando se dan cuenta de que muchos peces están concentrados en un lugar, echan las redes a una distancia que juzgan lo suficientemente alejada para que el ruido de los remos y el del golpe de las 20olas contra la barca no lleguen hasta donde se encuentran los peces, y mandan a todos los marineros navegar en el mayor silencio hasta que los peces sean cercados. Y a veces cuando quieren obligar a los peces a reunirse, se comportan de la misma manera que para la captura de los delfines, esto es, hacen ruido con las piedras, a fin de que espantados los peces se reúnan en un lugar y así puedan 25cercarlos con las redes. Antes de rodearlos, como hemos dicho, se prohíbe hacer ruido, pero una vez han sido cercados, se da enseguida la señal de gritar y hacer ruido, pues al oír el ruido y el tumulto, los peces se echan espantados a las redes[138].
Además, cuando los pescadores se dan cuenta desde muy lejos de la existencia de grandes bancos de peces 30que buscan su alimento en la superficie de un mar tranquilo y en bonanza, y quieren ver el tamaño de los peces y el género a que pertenecen, si la barca navega sin ruido, pasan desapercibidos y sorprenden a los peces cuando están todavía en la superficie; pero si alguien hace ruido demasiado pronto, se los ve huir en seguida. Más aún: exis534aten en los ríos pequeños peces que algunos llaman cotos[139] que se ocultan en las rocas y se los pesca golpeando las rocas con piedras; entonces los peces salen rápidamente y caen en las redes, lo que indica que oyen el ruido y se aturden.
5Así pues, por lo que acabamos de ver es evidente que los peces oyen. Incluso hay quienes pretenden que los peces son los animales que tienen el oído más fino, opinión que procede del hecho de que los dedicados a estos menesteres se encuentran con muchos ejemplos de esta clase. Los peces que tienen el oído más fino son el salmonete, la lubina, la salpa, el verrugato y todos los peces del mismo gé10nero[140]. Otros tienen el oído menos fino y por ello prefieren vivir en el fondo del mar.
El olfato de los peces
Lo mismo ocurre con el sentido del olfato. En efecto, la mayoría de los peces rehúsan tocar el cebo si no es fresco, y no todos se cogen con los mismos cebos, sino con cebos apropiados que se dis15tinguen bien por el olfato, pues algunos son atraídos por los cebos fétidos, como la salpa por los excrementos. Además, muchos peces viven en cavidades profundas y cuando los pescadores quieren atraerlos para pescarlos, untan la entrada de los agujeros con salazón de olor fuerte, y así salen rápidamente. De esta manera se coge también la 20anguila: en efecto, se prepara un vaso con salazón y se coloca en la boca del vaso lo que se llama un colador[141]. De una manera general todos los peces son atraídos por el olor de la carne asada: así los pescadores chamuscan trocitos de carne de las sepias para darles este olor y para servirse como cebo para los peces, pues así acuden solí25citos. Se dice que si se asan los pulpos que se colocan en las redes es únicamente para darles olor a grasa humeante.
Además, los peces que se desplazan en bancos, cuando se echa el agua con que se ha lavado el pescado o se achica la sentina, huyen como si percibieran el olor de estos peces. Se dice también que los peces son muy sensibles al 534bolor de su propia sangre; esto es evidente porque huyen muy lejos cuando hay sangre de peces en el agua. Y en general, cuando se ceba la red con un cebo pasado no quieren meterse y ni siquiera acercarse; si, al contrario, se utiliza un cebo fresco y con carne asada, acuden en seguida 5de lejos y se introducen en la red.
Lo que hemos dicho es sobre todo manifiesto en el caso de los delfines. En efecto, estos animales no tienen visible ningún órgano auditivo, pero se los coge porque se aturden con el ruido, como hemos dicho antes[142]; no tie10nen tampoco visible ningún órgano para el olfato, pero tienen éste muy desarrollado.
Los sentidos en los animales no sanguíneos
Es, pues, evidente que estos animales poseen todos los sentidos. Los otros géneros de animales se distribuyen en cuatro géneros que abarcan la totalidad de los animales restantes: éstos son los mo15luscos, los crustáceos, los testáceos y, por último, los insectos.
De estos animales, los moluscos, los crustáceos y los insectos tienen todos los sentidos. En efecto, poseen vista, olfato y gusto. Pues los insectos, alados o sin alas, captan todas las sensaciones; por ejempló, las abejas y las peque20ñas hormigas[143] perciben el olor a miel, incluso desde lejos. Y muchos insectos perecen por el olor a azufre. Por otro lado, las hormigas huyen del hormiguero cuando se lo espolvorea con orégano o azufre, y la mayor parte de los insectos son ahuyentados por el humo de un cuerno 25de ciervo quemado, pero sobre todo huyen por el humo del incienso.
Además, las sepias, los pulpos y las langostas se cogen con cebos. En cuanto a los pulpos, se adhieren tan fuertemente a ellos que es imposible separarlos, sino que consienten ser cortados antes que soltarse, pero si se les echa coniza[144] se sueltan tan pronto perciben el olor.
Lo mismo sucede con el sentido del gusto. En efecto, 535acada especie de insectos busca una comida diferente, y los mismos sabores no placen a todos. Así la abeja no se acerca a nada pútrido, sino a lo dulce; en cambio, el mosquito no se posa sobre nada dulce, sino sobre cosas ácidas. Por otro lado, el sentido del tacto, como hemos dicho antes[145], 5pertenece a todos los animales. Los testáceos tienen olfato y gusto, y el uso de cebos lo prueba, como es el caso del múrice: éste es capturado, en efecto, con cebo podrido, y si se acerca a un cebo de esta clase es por que lo percibe de lejos. Los testáceos perciben también los sabores, como 10lo prueban los mismos hechos: en efecto, si cada uno se dirige hacia las sustancias que reconocen por su olor, es porque el sabor les place. Además, todos los animales que tienen boca, experimentan impresiones agradables o desagradables al contacto de los sabores.
En cuanto a la vista y al oído, no hay nada seguro ni demasiado claro. Parece que las navajas cuando se 15 hace ruido se sumergen, y que se hunden más profundamente cuando oyen acercarse el hierro[146] (pues sólo saca una pequeña porción del cuerpo, permaneciendo el resto en cierta manera en su guarida), y que las almejas, si alguien acerca el dedo, se abren y cierran como si vieran. Y los que se dedican a la pesca de los neritas no los 20buscan avanzando en el sentido del viento, cuando pescan con cebo, ni tampoco hablando en voz alta, sino que están callados, puesto que creen que estos animales huelen y oyen, y si se habla afirman que huyen. Los testáceos que parecen tener el olfato menos desarrollado son, entre los que se desplazan, el erizo, y entre los inmóviles, las ascidias y 25los bálanos.
9Tal es, pues, la disposición de los órganos sensoriales en todos los animales. En cuanto a la voz de los animales, la cosa está como sigue.
La voz de los animales
Voz y ruido son dos cosas distintas, y el lenguaje una tercera[147]. Pues bien, en cuanto a la voz ningún animal la emite 30por otro órgano que la laringe[148]. Así los animales que no tienen pulmón, no tienen tampoco voz. El lenguaje es la articulación de la voz por la lengua. Ahora bien, la voz, con la ayuda de 535bla lengua, emite los sonidos vocálicos, y la lengua, con los labios, las consonantes, y ambos constituyen el lenguaje. Por eso, todos los animales desprovistos de lengua o cuya lengua no es suelta, no hablan. Pero es posible emitir ruidos con otros órganos. Así los insectos no vocean ni hablan[149], pero sí emiten ruidos con el aire que pasa a 5su interior y no con el aire que sale hacia afuera. Pues ninguno de ellos expira sino que unos zumban, como las abejas y los insectos alados; otros se dice que cantan, como las cigarras. Todos estos insectos emiten un ruido con la membrana situada debajo del diafragma, cuando son segmentados: así una variedad de cigarra produce un ruido por frotamiento del aire[150]. Por otro lado, las moscas, las abejas y todos los demás insectos de este tipo producen 10un ruido al levantar el vuelo y contraerse[151], pues el ruido se produce por el frotamiento del aire que pasa al interior del cuerpo. En cuanto a los saltamontes, producen el ruido por el frotamiento de sus «gobernalles»[152].
Sonidos emitidos por los peces
Ningún molusco emite tampoco sonidos ni produce ningún ruido natural, ni tampoco ningún crustáceo. Los peces no tienen voz (pues no poseen ni pulmón, 15ni tráquea, ni laringe), pero emiten ciertos sonidos y pequeños gritos que algunos llaman voces, por ejemplo la lyra[153], el verrugato (estos peces emiten una especie de gruñido), el pez jabalí del Aqueloo[154] y aún la chaléis[155] y el pez cuco[156]: el primero emite una especie de silbido, el segundo un sonido parecido al del 20cuco terrestre, lo que hace que lleve el mismo nombre. Todos estos animales emiten lo que parece una voz, unos por frotamiento de las branquias (pues esta región es de materia espinosa[157]), otros por medio de las partes internas que rodean el abdomen, pues cada uno de ellos encierra aire que frota y agita para producir los sonidos. También 25algunos selacios parece que lanzan pequeños gritos, pero en todos estos casos no se trata propiamente de voz, como se dice, sino de ruidos. En efecto, cuando las almejas se desplazan apoyándose sobre el agua (lo que se llama volar) producen un silbido, e igualmente las golondrinas de mar[158]. Estas últimas vuelan en el aire sin tocar el mar, 30gracias a sus aletas anchas y grandes. Ahora bien, así como el ruido producido por las alas cuando las aves vuelan no es voz, así tampoco lo es el ruido de ninguno de los animales citados.
También el delfín deja escapar un silbido y un mur536amullo cuando sale del agua, pero estos sonidos no son de la misma naturaleza que los que acabamos de citar. En efecto, en el caso del delfín se trata de una voz porque posee un pulmón y una tráquea, pero como su lengua no está suelta y no tiene labios no puede emitir ningún sonido articulado de la voz[159].
Gritos de los cuadrúpedos ovíparos
De los animales que tienen lengua y 5pulmón, los cuadrúpedos ovíparos emiten voz pero débil: unos emiten un largo silbido como las serpientes; otros una voz tenue y débil, y otros un pequeño siseo, como las tortugas[160]. La rana tiene la lengua de una forma especial: la parte anterior está adherida a la boca como la lengua de los peces, mientras que en los demás animales está suelta, y la parte próxima a la laringe está suelta y 10plegada, lo que permite a la rana lanzar el grito que le caracteriza. Por otro lado, el croar de las ranas en el agua es el grito de los machos que invitan a las hembras al acoplamiento. Pues cada especie animal tiene un grito particular para el amor y el acoplamiento, como, por ejemplo, 15los machos cabríos, los verracos y los carneros. La rana macho produce el croar cuando pone a nivel del agua su mandíbula inferior y extiende luego su mandíbula superior. Las mandíbulas se vuelven entonces transparentes por efecto de la tensión y parece que los ojos brillan como lámparas, pues el apareamiento tiene lugar la mayoría de 20las veces de noche.
Gritos de las aves
El género de las aves, por su parte, emite sonidos vocálicos, y las que tienen un lenguaje articulado[161] son sobre todo las que presentan una lengua ancha y las que tienen una lengua delgada. Ahora bien, en ciertas especies, las hembras y los machos emiten el mismo sonido, pero en otras, distinto. Por otro lado, las aves pequeñas tienen cantos más variados y son más parlanchínas que las grandes. Y es especialmente en el tiempo del 25apareamiento cuando cada especie se pone a cantar. Algunos gritan cuando se pelean, como la codorniz; otros, antes del combate para desafiar al adversario, como la perdiz, o cuando vencen, como los gallos.
En algunas especies cantan por igual los machos y las hembras; por ejemplo, el ruiseñor canta tanto el macho 30como la hembra, sólo que la hembra cesa de cantar cuando incuba y tiene crías; en otras especies, al contrario, es el macho el que canta más, como los gallos y codornices, y las hembras no suelen cantar.
Voz de los cuadrúpedos vivíparos
536bLos cuadrúpedos vivíparos emiten cada especie de ellos una voz diferente, pero ninguno de ellos tiene lenguaje articulado, sino que esto es propio del hombre. Pues todo ser que tiene un lenguaje tiene también voz, pero los que tienen voz, no tienen todos un lenguaje. Los hombres sordos de nacimiento son igual5mente mudos: emiten sonidos, pero no lenguaje articulado. En cuanto a los niños pequeños, así como no son capaces de controlar las otras partes de su cuerpo, tampoco lo son, al principio, de su lengua, y así ésta no cumple su función y tarda bastante en soltarse, de suerte que la mayor parte del tiempo los pequeños balbucean y tartamudean[162].
Tanto las voces como los lenguajes articulados varían 10según los lugares. Ahora bien, la voz se caracteriza sobre todo por el tono agudo o el grave, pero la cualidad de sonidos emitidos no difiere nada en el interior de un mismo género. En cambio, la voz en los sonidos articulados y que se pueden llamar una especie de lenguaje, difieren en los diversos lugares, no solamente de un género a otro, sino aún en el interior de un mismo género, y así, por ejemplo, entre las perdices, unas castañetean y otras pían. 15Y entre las aves pequeñas, algunas no emiten al cantar la misma voz que sus progenitores, si han sido criadas lejos de ellos y han oído el canto de otras aves. E incluso se ha visto a un ruiseñor enseñar a cantar a sus polluelos[163], lo cual demuestra que el lenguaje y la voz no son de la misma naturaleza, sino que el primero es susceptible de ser modelado. También los hombres emiten el mismo 20sonido, pero el lenguaje no es el mismo. En cuanto al sonido de la voz del elefante, cuando no pasa por la nariz[164], sino solamente por la boca, se parece al soplo del hombre que expulsa el aire de sus pulmones y suspira profundamente, pero cuando pasa por la nariz, tiene el sonido ronco de una trompeta.
El sueño y la vigilia
10En cuanto al sueño y a la vigilia, es un hecho de experiencia que todos los 25animales sanguíneos terrestres duermen y están despiertos[165]. En efecto, todos cuantos tienen párpados los cierran y se duermen. Además, parece ser que los hombres no son los únicos que sueñan, sino también los caballos, los perros, los bueyes y también las ovejas, las cabras y el género 30entero de los cuadrúpedos vivíparos: el ladrido de los perros lo demuestra bien. En cuanto a los ovíparos, no está demostrado que sueñen, pero es evidente que duermen. Lo mismo sucede con los acuáticos, tales como los peces, los moluscos, los crustáceos, tanto las langostas como 537alos demás de la misma especie. Sin duda el sueño de todos estos animales es breve, pero es evidente que duermen. La prueba no puede deducirse del examen de los ojos (porque 5no tienen párpados) sino de su inmovilidad. En efecto, los peces son capturados con las redes a menos que sean víctimas de los piojos y de las llamadas pulgas. Y hasta tal punto están privados de movimiento que se les puede coger fácilmente con la mano. Ahora bien, si permanecen mucho tiempo inmóviles, estos parásitos se lanzan sobre ellos durante la noche en gran número y los devoran. Vi10ven en el fondo del mar y son tan numerosos que devoran el cebo hecho de peces si se deja mucho tiempo en el fondo. Y los pescadores retiran muchas veces, alrededor del cebo, una especie de bola que se ha formado[166].
Pero por lo que sigue se puede deducir todavía mejor que los peces duermen. En efecto, es posible a menudo caer de improviso sobre ellos, hasta tal punto de poderlos 15coger con la mano o golpearlos con el arpón sin que se den cuenta. En estas circunstancias permanecen del todo inmóviles y sólo mueven ligeramente la cola. Y lo que demuestra bien que duermen es su precipitación si algún movimiento turba su reposo, pues se lanzan como arrancados de un sueño. Además, en la pesca a farol[167] son capturados porque duermen. A menudo también los que están al acecho de los atunes[168], los encierran en las redes cuando 20están dormidos: lo que prueba que duermen es que en el momento de la captura están inmóviles y muestran las partes blancas del vientre. Duermen de noche más que de día, y su sueño es tan profundo que se puede lanzar la red sin que se muevan. Las más de las veces duermen en el fondo del agua, o en la arena, o sobre una piedra, o después de haberse escondido debajo de una roca o de un 25montón de arena. Pero los peces gordos duermen en la arena misma: se los distingue por la forma que toma la superficie de la arena, y se los captura golpeándolos con los tridentes. La lubina, la dorada, el salmonete y todos los peces de este género son capturados de día con un tridente, porque duermen; de lo contrario parece que ninguno se dejaría coger con un tridente. En cuanto a los 30selacios, duermen tan profundamente que se les puede coger con la mano. El delfín, la ballena y todos los ani537bmales con espiráculo duermen sacando este órgano fuera del agua, por donde respiran, y moviendo suavemente las aletas. Y hay algunas personas que dicen que han oído roncar al delfín[169].
Los moluscos duermen de la misma manera que los peces. Igualmente sucede con los crustáceos.5
Los insectos son también animales que se entregan al sueño, como lo demuestran las pruebas siguientes. En efecto, se constata que permanecen tranquilos e inmóviles. El hecho es particularmente visible en el caso de las abejas. Pues durante la noche están quietas y dejan de zumbar. 10Pero es fácil también de ver con los insectos que encontramos a cada paso: pues no es únicamente por no tener una vista aguda por lo que permanecen quietos durante la noche (en efecto, todos los animales con ojos duros tienen la vista débil)[170], sino que incluso a la luz de las lámparas se constata que también permanecen en reposo.
Por otro lado, de todos los seres vivos el que sueña 15más es el hombre. Los bebés no sueñan en absoluto[171], sino que esto les empieza la mayor parte de las veces hacia los cuatro o cinco años. Pero se conocen hombres y mujeres que no han soñado nunca en su vida. Sin embargo, a algunos les sucedió que avanzando en edad soñaron, y a consecuencia de ello sufrieron un cambio fisiológico que 20los condujo a unos a la muerte, y a otros a una debilidad general[172].
Pues bien, todo lo relativo a la sensación, al sueño y a la vigilia presenta esta modalidad.
La diferencia de los sexos
11La distinción entre macho y hembra se encuentra en algunos animales, pero en otros no, y sólo por analogía se dice de estos últimos que engendran y están preñados[173]. No hay distinción entre 25macho y hembra en los animales inmóviles ni de una manera general en los testáceos[174]. Al contrario, en los moluscos y crustáceos existe la distinción entre macho y hembra, como también en los animales que andan con dos o cuatro patas, y en todos aquellos que por apareamiento producen un ser vivo, un huevo o una larva. Así pues, en los demás géneros se puede, de una manera absoluta, afirmar o no la existencia de sexo: por ejemplo, en todos 30los cuadrúpedos hay macho y hembra, mientras que en los testáceos esta distinción no existe; sucede como en las plantas[175], que unas son fecundas y otras estériles. Por 538aotro lado, en los insectos y en los peces hay especies que no presentan absolutamente la distinción de sexos, por ejemplo la anguila no es ni macho ni hembra y no engendra de ella nada[176]. Y los que pretenden haber observado 5a veces ciertas anguilas con una especie de pelos y de gusanos adheridos al cuerpo, no han considerado suficientemente el lugar de estas adherencias y han hablado a la ligera. En efecto, ningún animal de este género pare un ser vivo sin haber tenido antes huevos, y no se ha visto jamás ninguna anguila con huevos. Por otro lado, todos los animales vivíparos llevan sus crías en la matriz en donde están adheridos a la madre, y no en el vientre, pues 10de ser así serían digeridas como la comida. En cuanto a decir que la diferencia entre el macho y la hembra reside en las anguilas en el hecho de que la cabeza del macho es mayor y más alargada, y la de la hembra pequeña y aplanada, es indicar no una distinción entre macho y hembra, sino una diferencia genérica.
Existen también ciertos peces llamados «machorros» que 15pertenecen a la categoría de los peces de río, como la carpa y el barbo: estos peces no tienen jamás ni huevos ni lecha, pero los que poseen la carne apretada y están gordos tienen un intestino pequeño y pasan por ser excelentes. Aún más, así como en los testáceos y en las plantas existe el individuo que concibe y procrea, pero no fecunda, así también ocurre con algunas especies de peces, como, 20por ejemplo, la de las platijas, de los salmonetes y también de los serranos, pues es evidente que todos estos peces tienen huevos.
Pues bien, en los animales sanguíneos terrestres que no son ovíparos, en la mayoría de los casos los machos son más grandes y viven más tiempo que las hembras, a excep25ción de la especie mular, en la que las hembras viven más tiempo y son más grandes que los machos. Al contrario, en los ovíparos y en los vermíparos, como en los peces y en los insectos, las hembras son más grandes que los machos[177]: es el caso, por ejemplo, de las serpientes, de las tarántulas, de los lagartos[178], de las ranas. Las mismas diferencias se encuentran también en los peces, como, por ejemplo, los selacios pequeños, la mayor parte de los peces 30que viven en bancos y todos los peces de roca. La prueba 538bde que las hembras de los peces viven más tiempo que los machos es que las hembras que se capturan son más viejas que los machos.
En todos los animales, las partes superiores y anteriores de los machos son más fuertes, más vigorosas y están mejor equipados[179], mientras que en las hembras lo son las partes que en cierta manera podrían denominarse posteriores e inferiores. Esta característica se aplica igual5mente al hombre y a todos los demás animales terrestres vivíparos. Además, la hembra es menos musculosa y tiene las articulaciones menos robustas; tiene también el pelo más fino, en las especies que lo tienen, y en las que no lo tienen, ocurre lo mismo con el elemento correspondiente. Las hembras tienen igualmente la carne más floja que 10los machos, las rodillas rozan más entre sí[180] y las piernas son más delgadas. Finalmente sus pies son más delicados, en los animales provistos de estos miembros.
En cuanto a la voz, las hembras la tienen siempre más fina y más aguda, en todos los animales que tienen voz, salvo en los bovinos, pues en estos últimos las vacas tienen la voz más grave que los toros[181]. Por otro lado, los 15órganos naturales que existen para la defensa, como dientes, colmillos, cuernos, espolones y todas las otras partes de este tenor, pertenecen en ciertos géneros a los machos y no a las hembras: así, por ejemplo, la cierva no tiene cuernos, y en algunas aves con espolones, las hembras 20no los tienen. Asimismo la jabalina no tiene colmillos. En cambio, en algunos otros géneros estos miembros existen en ambos sexos, pero son más fuertes y más desarrollados en los machos; por ejemplo, los cuernos de los toros son más potentes que los de las vacas[182].