Investigación sobre los animales

LIBRO X

LIBRO X

Causas de la esterilidad

1 633b12A medida que la edad avanza para el hombre y la mujer, la causa que hace que su unión recíproca sea estéril, reside ya en ambos, ya en uno solo. Así pues, en lo que concierne a la mujer, hay que empezar por examinar el estado en que se encuentra la matriz, 15a fin de que, si la causa radica en este órgano, se pueda encontrar un tratamiento adecuado, y en caso contrario aplicar el estudio a otra causa posible.

Estado de la matriz

Ocurre con la matriz como con cualquier otro órgano: se constata que está sana cuando cumple convenientemente su propia función y que no duele m está fatigada después de haber cumplido su cometido. Así, por ejemplo, el ojo está sano cuando no 20segrega ninguna legaña, ve y después de la visión no sufre molestias, ni es incapaz de ver de nuevo. Así también la matriz está sana cuando no duele, ejerce debidamente la función que le es propia y, después de cumplida, es capaz de continuar y no se siente cansada.25

Se dice también que la matriz que no está en buen estado es, sin embargo, capaz de ejercer como conviene y sin dolor su función propia, si su deterioro no afecta a la parte necesaria al ejercicio de la función. Así nada impide a la vista conservar su facultad de ver claramente, incluso si todas las partes del órgano no están en buen estado o presenta algún tumor. Lo mismo ocurre con la matriz: 634a30 si su parte esencial está en buen estado, no se verá dañada para el cumplimiento de su función.

Es preciso, pues, en primer lugar que la matriz que se encuentra en perfectas condiciones no esté ahora en un sitio y luego en otro, sino siempre en la misma posición, salvo que esté más retirada sin dolor ni molestias y que 5no sea menos sensible al tacto. Esto no es difícil comprobarlo. He aquí, por otra parte, lo que demuestra que la matriz ha de estar colocada así. En efecto, si no se aproxima bastante al sitio donde se emite el esperma, será incapaz de atraer nada, pues el lugar en donde debe recibirlo estará lejos de ella[1]. En caso contrario, si permanece cerca de este lugar y no es capaz de subir más arriba, será menos sensible a causa de estar continuamente en contacto con las dos partes, de manera que no se abre rápidamente; 10sin embargo, ésta es una acción que debe hacerse con fuerza y a la primera solicitud.

Las reglas anormales

Así pues, la matriz debe encontrarse en estas condiciones y todas las que no las cumplen tienen necesidad de un tratamiento. Es necesario también que las menstruaciones[2] sean normales, es decir, que se produzcan a intervalos iguales y no irregularmente, y en un cuerpo sano. En efecto, las menstruaciones que se produzcan de esta manera indican que la matriz está en buenas condiciones para abrirse y recibir el 15flujo de sangre procedente del cuerpo, siempre que el cuerpo se lo transmita. Al contrario, cuando la menstruación es demasiado frecuente o demasiado rara o irregular, sin que el resto del cuerpo tenga que ver nada con ello, sino que se encuentra bien, la anomalía viene necesariamente de la matriz. Ésta o bien no se abre en el momento oportuno porque se encuentra insensible, de tal manera que recibe 20poco flujo, o bien atrae el flujo en exceso puesto que sufre alguna inflamación, con lo cual demostrará que tiene necesidad de tratamiento, como ocurre también con los ojos, la vejiga, el vientre y los demás órganos. En efecto, todas las partes inflamadas atraen un humor considerable, y es normal que este humor sea segregado por el cuerpo a cada una de estas partes, pero no es de la misma calidad ni se produce en tan gran cantidad. Igualmente la matriz 25que evacúa demasiado flujo demuestra que sufre una inflamación, siempre que el flujo que produzca sea semejante al de la matriz en buen estado, pero en cantidad superior.

Enfermedad de la matriz

Si, por el contrario, el flujo es distinto y está más corrompido que el que brota de la matriz sana, se trata de una afectación y las señales que aparecen lo demuestran. Es necesario, pues, que ciertas molestias indiquen que la matriz no está como debiera.30

Por otra parte, a las mujeres sanas el flujo blanco[3] y corrompido les brota, ya al principio de las menstruaciones ya, lo que es el caso más frecuente, al final. Ahora bien, cada vez que las mujeres están sujetas a flujos más corrompidos de lo normal o irregulares, es decir, demasiado abundantes o demasiado raros, entonces, sobre todo, 35tienen necesidad de tratamiento, pues estas anomalías constituyen un obstáculo para el embarazo. Cuando, por el contrario, las reglas son irregulares y se suceden a intervalos distintos, la afección representa un obstáculo menos grave para la procreación, pero, sin embargo, revela que el estado de la matriz cambia y no permanece siempre igual. Esta afección puede ser perjudicial para la mujer normalmente bien constituida para la concepción, pero no es una enfer40medad, sino un accidente que se puede resolver incluso sin 634btratamiento, siempre que la persona que lo padece no sufra ninguna otra enfermedad.

El estado general

Si, por otra parte, hay cambios en la frecuencia o abundancia de las menstruaciones y el resto del organismo no se presenta en el mismo estado, sino que unas veces está más húmedo y otras más seco, la matriz no es la causante de estas anomalías, sino que 5debe acomodarse al estado general del cuerpo, recibiendo y emitiendo flujo en las mismas proporciones. Pues si la matriz se comporta así, cuando el cuerpo está sano pero sometido a variaciones, entonces no tiene necesidad de tratamiento alguno.

Si, por el contrario, cuando el cuerpo está enfermo, si la matriz o bien suelta una cantidad de flujo menstrual más escasa de lo normal porque la secreción tiene lugar en otra parte, en donde el cuerpo se resiente, o bien tiene un flujo demasiado abundante puesto que el cuerpo se des10carga por allí, tampoco estas anomalías indican que sea la matriz la que tiene necesidad de ser tratada, sino el cuerpo. Así, en todos los casos en los que las menstruaciones siguen las modificaciones del estado general del cuerpo, el hecho de que la matriz continúe estando sana, indica que la causa no reside en ella.

El flujo menstrual

Pero la matriz está, unas veces, más débil de lo normal, y, otras veces, más 15fuerte, y unas veces más húmeda y otras más seca. Y el flujo menstrual es más abundante cuando el cuerpo segrega mayor cantidad de él, y más escaso en caso contrario, y más acuoso si el cuerpo es húmedo y más sanguinolento si es seco. Por otra parte, las reglas empiezan por un flujo blanco de aspecto lechoso y son inodoras; después el flujo es de color rojo y al final, cuando está a punto de 20cesar, blanquecino. El olor de este flujo blanquecino no es a cosa podrida —es más acre y más molesto—, ni tampoco a pus. Y cuando las reglas se presentan de la manera que hemos dicho, brotan sin derretirse, pero con calor. Así pues, todas las mujeres en las que se dan estas características, tienen la matriz dispuesta como es preciso para 25concebir.

Disposición de la matriz

2En primer lugar hay que examinar esto para ver si todo está bien y después en qué situación se encuentra el cuello del útero, pues es necesario que este esté recto, pues de lo contrario no atraerá hacia sí el esperma. En efecto, en la parte anterior del útero la mujer efectúa la emisión[4], como se pone de manifiesto 30cuando tiene sueños eróticos que llegan hasta las últimas consecuencias. Entonces este lugar tiene necesidad a su vez de cuidados de limpieza, pues está húmedo como si hubiera habido copulación con su marido, puesto que el esperma que emite el hombre se proyecta también en el mismo sitio y no en el interior del útero[5]. Pero cuando la emisión es efectúa en la parte anterior, entonces la matriz lo atrae 35hacia sí mediante una inspiración[6], como ocurre también" con las narices. Por ello las mujeres quedan preñadas después de toda forma de copulación, puesto que la emisión del esperma, tanto en el hombre como en la mujer, tiene lugar delante de la matriz que se encuentra en perfectas condiciones. En cambio, si el esperma cae dentro de su propia matriz, las mujeres no siempre concebirán en sus relaciones conyugales.

40Si, por el contrario, la matriz no mira a derecho, sino 635ahacia la cadera, el riñón o el bajo vientre, la concepción es imposible por la razón que hemos dicho[7], porque la matriz no podría absorber el esperma. Pues si la matriz se encuentra en esta violenta posición, bien por propia naturaleza o a consecuencia de una enfermedad, la afección es incurable. Pero si se trata de un desgarro producido por la configuración natural de la matriz o por enfermedad que provoca una contracción por efecto de una infla5mación, la afección uterina es de una gravedad diferente en uno y otro caso[8].

Para que las mujeres queden embarazadas es necesario, como acabamos de decir, que el cuello del útero esté recto, y que además se abra convenientemente. Por convenientemente entiendo en las condiciones siguientes: que al inicio de la regla el cuello del útero sea más blando que antes, aunque no se haya dilatado visiblemente. Cuando el cuello del útero está en este estado, deben manifestarse regularmen10te las primeras señales, los flujos blancos. Pero cuando los flujos son de un color carnoso, la matriz estará claramente abierta sin experimentar dolor alguno, tanto si se la toca como si no, y no será insensible, ni su cuello será totalmente diferente de su forma habitual. Sin embargo, al terminar la regla, es preciso que el cuello del útero esté dila15tado y seco, sin estar duro, durante un día y medio o incluso dos. Cuando todo ocurre así, es señal de que la matriz está en buen estado y que cumple su función, pues, por un lado, el cuello del útero no se abre inmediatamente, sino que se pone blando porque la matriz se relaja al mis20mo tiempo que se va relajando el resto del cuerpo y no impide la evacuación, sino que deja salir en primer lugar los humores que proceden del mismo cuello, y por otro lado, cuando el cuerpo segrega una gran cantidad de humor, se abre, lo cual es propio de un cuello sano. Una vez que ha terminado la regla, cuando el cuello de la matriz no se cierra enseguida significa, si deja salir el flujo, que la matriz está vacía, seca y agotada y que no conser25va ningún residuo en la zona de evacuación del humor menstrual.

Así pues, cuando en la matriz, dotada de la facultad de aspirar el esperma, se produce esta aspiración sin dolor y sin sensibilidad, es señal de que el útero está bien dispuesto para concebir en el momento del coito. Es bueno también que el cuello de la matriz no cambie demasiado de su disposición natural, pues es una indicación de que nada impide que la matriz se cierre en el momento necesario.30

Estado de la matriz después de la regla

3Pues bien, el examen para determinar si el útero se comporta o no como es debido procede de los datos precedentes. Por otra parte, en cuanto a la matriz, después de la regla, debe ser objeto de los fenómenos siguientes: en primer lugar, la mujer que durante el sueño cree que está haciendo el amor con su mari35do, debe emitir fácilmente el esperma, como en el coito. Si se comprueba que le ocurre esto con frecuencia, tanto mejor. Y cuando se levante, debe proceder a los mismos cuidados que toma después de unirse a un hombre, y luego secarse.

Pero la matriz no debe permanecer seca continuamente, sino que, tras despertarse, debe impregnarse de hume40dad más o menos pronto y llegar en este estado hasta un poco más del mediodía. Esta humedad ha de ser análoga a la que aparece cuando se produce la copulación con 635bel hombre. Todas estas señales demuestran que la matriz es apta para recibir lo que se le da, y que las ventosas[9] del útero son capaces de aspirar esa materia y de retener lo que reciben y de rechazar lo que no quieren.

Además, en el útero deben producirse flatulencias, pe5ro sin dolor, como en el vientre, y el útero debe expulsarlas, tanto si son grandes como si son más pequeñas de lo normal, sin que haya enfermedad. Y es que estas señales revelan que la matriz no está más dura de lo que conviene, y que no se muestra insensible ni por naturaleza ni por enfermedad, sino que es capaz, siempre que conciba, de hacer sitio al embrión que allí se desarrollará. Y es que posee también elasticidad.

Al contrario, cuando este fenómeno no se produce[10], 10o bien el útero es de un tejido demasiado compacto o no tiene sensibilidad, ya de nacimiento o por enfermedad. Y ésta es la razón por la cual es incapaz de criar el embrión y lo aborta, lo cual tiene lugar si estas deficiencias son graves cuando el embrión es todavía pequeño, y si son menos graves, cuando es mayor. Si la matriz es muy suave, cría y da a luz a un crío bastante raquítico, como si se 15hubiera criado en un recipiente de mala calidad.

Además, al tacto, las paredes de la derecha y de la izquierda del útero han de ser lisas, e igualmente las otras partes. Y en la unión con el hombre, el útero debe humedecerse, pero no muy a menudo ni excesivamente. Este fenómeno es como una especie de sudor del órgano, comparable a la secreción de saliva que se produce con frecuencia cuando nos llevamos comida a la boca, y cuando ha20blamos o trabajamos demasiado. También nos lloran los ojos cuando miramos un objeto demasiado brillante[11] o bajo los efectos de un calor o frío excesivos, temperaturas que soporta el ojo cuando suele encontrarse más sano. Asimismo, la matriz se humedece cuando cumple su función y se encuentra en una disposición bastante húmeda. Este 25fenómeno se produce incluso en casos de matrices bien constituidas. Por eso las mujeres tienen siempre más o menos necesidad de limpieza, como también la boca tiene necesidad de escupir. Pero en ciertos casos la matriz es tan húmeda que no puede aspirar limpio el esperma del hombre, por mezclarse con él la humedad procedente de la mujer.30

Además de estos síntomas, es preciso observar lo que ocurre a la mujer cuando cree unirse al hombre en sueños. ¿Cómo se encuentra al levantarse? ¿Está más débil? ¿Lo está siempre, o sí en ciertos momentos y no en otros, o incluso está más fuerte? ¿Está seca al principio y húmeda 35después? En efecto, éstas son las señales que debe presentar una mujer fecunda. Pues el hecho de experimentar fatiga demuestra que el cuerpo de la mujer está propenso en todo momento a producir esperma y debilita a la mujer que lo efectúa. Y si este fenómeno no va acompañado de 40ninguna enfermedad es señal de que esta evacuación es na636atural y se hace como conviene, pues, en caso contrario, la debilidad sería enfermiza. En cuanto al hecho de que a veces la mujer se siente más fuerte y que la matriz está seca y después húmeda, prueba que es todo el cuerpo el que recibe y hace desaparecer, y que no es sólo la matriz la que está fuerte, sino todo el cuerpo. Pues la matriz atrae 5mediante una aspiración lo que le ha llegado cerca procedente del exterior, como hemos dicho antes. En efecto, la matriz no emite el esperma en el interior de sí misma, sino en el mismo lugar que el hombre. Ahora bien, todo lo que actúa por aspiración, lo hace siempre por una fuerza. De donde resulta evidente que el cuerpo de la mujer que se encuentra en estas condiciones posee la facultad de atraer su esperma hacia la matriz.

Por otra parte, ciertas mujeres están sujetas a lo que 10se llama embarazo por el viento[12]. Es, desde luego, una afección que no debe sufrir la mujer. Pero he aquí de lo que se trata. En caso de unión carnal con un hombre, no emite evidentemente esperma ni queda preñada, y de ahí la expresión quedar preñada por el viento. La matriz es responsable de esta afección cuando está demasiado seca. En efecto, después de haber atraído hasta su interior el líquido seminal del hombre, lo expulsa fuera. Entonces este líquido se seca y, reducido a la mínima expresión, se desprende de la matriz sin que se note a causa de su 15pequeñez. Y cuando la afección es grave y la matriz se ha secado mucho, expulsa rápidamente el líquido y uno se da cuenta pronto de que la fecundación no ha tenido lugar. Si, al contrario, la matriz no hace esto rápidamente, parece que hay concepción en el intervalo de tiempo que prece20de a la expulsión de lo que la matriz había atraído hacia sí. Y estas mujeres presentan pronto los mismos síntomas que las que están normalmente encintas, y al cabo de cierto tiempo la matriz se hincha, de manera que hace creer en un embarazo evidente, hasta que se desprende, y entonces vuelve al estado que tenía antes. Se atribuye esta afección a una intervención divina. Y es curable, si la matriz 25no está predispuesta por naturaleza a sufrir gravemente esta afección. Pero una señal de que la matriz no está en este último estado es si no emite esperma cuando recibe el del hombre, y no concibe[13].

Espasmos de la matriz

4Otro obstáculo para la fecundación es el hecho de que la matriz sufra contracciones. Se producen contracciones en la matriz o bien cuando se dilata por una 30inflamación, o bien cuando en el momento del parto fluye gran cantidad de líquido y el cuello no se abre: entonces se produce una contracción por efecto de la dilatación. Se reconoce que no hay contracción si la matriz, mientras cumple sus funciones, no manifiesta 35tendencia a la inflamación, pues si estuviera sujeta a la contracción, en algún momento se inflamaría.

Tumores

También constituye un obstáculo para la concepción, si hay un tumor en el cuello de la matriz, afectado de muchas llagas. Se reconoce que no hay tumor, si se comprueba que la matriz se abre y se 636bcierra convenientemente en el momento de la regla y de las relaciones sexuales con el hombre.

Estrechamiento del cuello de la matriz

Además, hay casos en los cuales los bordes del cuello están en cierta manera unidos, bien de nacimiento, bien por enfermedad. Esta malformación a veces es curable y a veces incurable. Pero no es difícil diagnosticarla si existe. Pues no le es posible a la matriz ni recibir nada de lo que necesita ni emitirlo fuera. 5Y si se comprueba que recibe el esperma del hombre y arroja fuera el suyo, es evidente que no estará afectada de esta malformación.

Falta de armonía entre la pareja

En todos los casos en los que no existe ningún obstáculo de este género, sino que la matriz está dispuesta de la manera que hemos dicho que debe estarlo, a menos que el marido no sea responsable de la esterilidad, la pareja es capaz de procrear. Sin embargo, si el marido y la mujer no actúan al unísono para eyacular 10al mismo tiempo, sino que están en gran discordancia, no tendrán hijos.

5Ahora bien, para saber la responsabilidad del hombre en la posible esterilidad de la pareja hay que contar con otros indicios, pero lo más fácil de ver es si tiene relaciones sexuales con otras mujeres y las deja preñadas. Pero basta que no haya conjunción en el acto sexual[14], aunque se cumplan todas las condiciones indicadas, para que falte la generación, lo que demuestra que sólo aquel hecho es 15la causa. En efecto, si la mujer proporciona su parte de esperma y contribuye a la generación, es evidente que los esposos han de ir al unísono. Pues si el hombre eyacula enseguida y la mujer tarda en hacerlo (pues las mujeres son más lentas la mayoría de veces), es un obstáculo para la fecundación. Por esto los esposos no engendran entre ellos y sí cuando encuentran compañeras con las cuales 20armonizan en el momento de la copulación. En efecto, si la mujer desea ardientemente el acto y está predispuesta y con los pensamientos que conviene, mientras que el marido está preocupado y permanece frío, es forzoso entonces que recíprocamente se corran.

Importancia de las eyaculaciones

Por otra parte, a veces ocurre que mujeres que han tenido pérdidas seminales incluso en sueños, y hombres que se han 25entregado a los placeres del amor, se encuentran más robustos, no de fuerza sino de salud. El hecho se produce cuando el esperma se acumula en abundancia en el lugar de donde parte la emisión. Pues si entonces se produce la eyaculación, las mujeres no se debilitan, ya que éstas no se sienten fatigadas cuando lo que queda es una cantidad suficiente. Y tampoco se ponen más débiles si el esperma emitido es inútil, al tiempo 30que sus cuerpos se mueven con más facilidad, como si se libraran de una hartura. Por ello las mujeres se encuentran más vigorosas, no de fuerza, sino por aligeramiento de peso. Al contrario, cuando la emisión supera las necesidades del cuerpo, entonces se ponen más débiles. Pero esta debilidad desaparece pronto, si, por otra parte, el cuerpo está sano y se encuentra en edad de producir rápidamente esperma. Pues éste pertenece a la categoría de cosas que cre35cen pronto y tiene la facultad de crecer. Especialmente entonces, las mujeres quedan encintas sin que se den cuenta, pues no se imaginan haber concebido en tanto que no tienen la sensación de emitir el esperma…[15] De hecho comprenden bien que es indispensable que los dos espermas se encuentren simultáneamente, tanto el del hombre como el de la mujer. Pero las mujeres que no se enteran de que 637aestán encintas son aquellas que se figuran que es imposible concebir si la matriz no está seca y si el esperma aportado no ha sido del todo absorbido. Pero a veces sucede que tanto el hombre como la mujer emiten más esperma del que puede ser absorbido y del necesario. Pues cuando la matriz ha atraído suficiente cantidad y ha quedado bastante, las mujeres tienen la impresión de no estar embarazadas. 5Para demostrar que el hecho puede producirse y que el embarazo no exige la totalidad del esperma, se puede citar el caso de todos los animales que de un solo acoplamiento producen muchas crías, y también el nacimiento de gemelos después de una sola copulación. Pues es evidente que la generación no ha exigido todo el semen, sino que el lugar donde se produce el embarazo sólo recoge una parte de él, y que queda una parte superior a la primera. 10Por otro lado, si numerosas crías nacen de una sola copulación, como se ve que ocurre con el ganado porcino y a veces con los gemelos, es claro que el esperma no procede de todo el cuerpo, sino que se reparte según cada forma[16]. Pues es posible que haya separación a partir de un todo y que el todo se distribuya en varias partes. De suerte que es imposible que el esperma esté todo junto y en partes[17].15

Penetración del esperma en la matriz

Además, la mujer, cuando hace el amor, proyecta su esperma hacia la parte anterior del cuello del útero, en el lugar en que el hombre eyacula en el momento del coito[18]. En efecto, de allí el esperma es aspirado, como ocurre también en el caso de la boca o de las fosas nasales. Pues todo lo que no es empujado por medios mecánicos o bien tiene una tendencia natural a proyectarse hacia arriba a causa de su ligereza, o bien es atraído por aspiración desde el lugar que ocupa. Así las mujeres se cuidan de que el lugar esté seco después 20del acto sexual, lo mismo que lo ha estado antes de producirse.

La naturaleza ha dispuesto de la manera siguiente el camino que sigue el esperma en las mujeres. Ellas tienen un conducto uterino que corresponde al órgano sexual de los hombres pero que se encuentra dentro del cuerpo, y las mujeres aspiran, a través de este conducto, por un pequeño orificio situado encima del lugar por el cual las mujeres orinan. Por esto, en plena excitación amorosa este 25lugar no está en las mismas condiciones que antes. Pues bien, desde este conducto el esperma desemboca en el útero; la parte anterior del útero es mucho mayor que la parte por la que (el esperma) desemboca en ese sitio. Esta parte presenta con las fosas nasales la siguiente semejanza: las fosas nasales poseen un conducto que se dirige interior30mente hacia la laringe y hacia el aire exterior. Asimismo, el órgano en cuestión presenta también exteriormente un conducto muy pequeño y estrecho que es suficiente para la salida del aire respirado, mientras que la parte anterior del útero es espaciosa; así como las fosas nasales tienen la parte que da al exterior más grande que la que va hacia la boca y la laringe, así también las mujeres tienen el con35ducto que llega a la parte anterior del útero más grande y más ancho que el que se dirige al exterior.

Complejidad de las causas de la esterilidad[19]

Todo contribuye a hacer creer en la existencia en la mujer de las mismas afecciones que en el hombre, y que la mujer emite también un esperma fecundo. Y es que a iguales causas se producen los mismos resultados. En efecto, los que creen, a propósito de la enfermedad o de la muerte, que una es la causa de la 637botra, sólo examinan el final en lugar de los principios, que es lo que hay que considerar. Pues en ciertos casos de enfermedad o de muerte, los principios son la causa pero en otros no lo son, y entre estos principios unos son la causa y otros no. Hay, pues, una explicación lógica incluso en circunstancias accidentales. Y en ciertos casos sucede que los individuos pasan siempre por las mismas afecciones; otros pasan por muchas, cuando muchas son las cau5sas que intervienen; otros por pocas, y otros por ninguna, cuando ninguna causa interviene.

Parte de la mujer en la generación

6En los animales es manifiesto el momento en el cual las hembras sienten necesidad de ser cubiertas, pues buscan al macho: así las gallinas persiguen al macho y se agachan debajo de él, si éste no está en celo. Otros animales también hacen lo mismo. Si, pues, se constatan los mismos comportamientos en lo que 10respecta a la copulación, es evidente que las causas serán también las mismas.

Sin embargo, en el caso de las aves, las hembras tienen el deseo no solamente de recibir sino también de emitir esperma. He aquí la prueba: en ausencia del macho, la hembra se coloca debajo de otra hembra, queda fecundada y pone huevos hueros, como si ella hubiera deseado emitir esperma y realmente lo emite, como ocurre cuando un 15hombre copula con otro hombre. También los otros animales hacen lo mismo, puesto que una mujer lo comprobó con langostas cantadoras que ella criaba, después de haberlas cogido cuando todavía eran jóvenes, y se quedaron preñadas espontáneamente. Estos hechos demuestran que todo el sexo femenino aporta esperma, aunque esta realidad sólo es evidente en un solo género. En efec20to, el huevo huero no se diferencia absolutamente nada del normal más que por su incapacidad de dar origen a un ser vivo, y esto porque no procede a la vez de los dos sexos. Por la misma razón se puede constatar que las emisiones del macho no son siempre fecundas, sino que algunas son estériles, cuando no son el resultado armonioso de los dos sexos.

Además, las mujeres que sufren pérdidas seminales durante el sueño experimentan, después de la polución noc25turna, las mismas sensaciones de debilidad y agotamiento que cuando se unen a un hombre. Entonces está claro que si está comprobado que en la polución nocturna las mujeres emiten esperma y contribuyen con su parte, también después de los sueños eróticos se les humedece el mismo sitio y tienen necesidad de tomar los mismos cuidados de 30limpieza que cuando han tenido relaciones con un hombre. De donde resulta con evidencia que la emisión del esperma ha de ser común a los dos sexos para ser fecundo[20].

Sin embargo, la matriz no proyecta el esperma dentro de sí misma, sino hacia el exterior, en el mismo lugar que el hombre; después lo atrae hacia sí. En ciertas especies también las hembras engendran por sí solas, por ejemplo, las aves ponen huevos hueros, mientras que otros no pro35ducen nada, como las yeguas y las ovejas. ¿No será que las aves emiten su esperma en el interior de la matriz y no hay lugar en el exterior donde puedan echarlo, ni la hembra, ni el macho? Por ello si por azar el macho no la cubre, el esperma se derrama por el suelo. En cambio, 638aen los cuadrúpedos existe un lugar exterior[21] donde se produce la emisión tanto de la hembra como del macho.

En los demás animales el esperma se derrama con los otros humores y no se encuentra en la matriz porque no penetra en ella, mientras que en las aves la matriz lo recibe, lo somete a cocción y hace con él un cuerpo semejante 5en todo a un huevo, pero sin vida, puesto que el ser vivo debe proceder de la cooperación de los dos sexos.

7Se puede oponer reparo a la opinión de si las mujeres dicen la verdad cuando afirman que después de una polución nocturna se levantan secas. Pues es evidente que la matriz atrae hacia sí el esperma que procede de arriba; en estas condiciones, ¿por qué las hembras no engendran por sí solas, dado que atraen el esperma del macho una vez mezclado con el suyo? ¿Por qué no atraen hacia el interior del útero su propio esperma, incluso no mezclado con el del macho, puesto que el esperma se extiende hasta la parte exterior de la matriz?10

Las molas

A las mujeres que permanecen embarazadas varios años se les presenta la siguiente enfermedad[22]. En efecto, ellas paren la masa llamada mola[23] como ocurrió con cierta mujer. Después de haber tenido relaciones íntimas con su marido y creer que estaba embarazada, al principio el volumen del útero iba en aumento y se presentaron los otros síntomas acostumbrados. Pero en el momento previsto para el parto, ni daba a luz, ni tampoco disminuía el volumen del útero, sino que per15maneció en este estado tres o cuatro años más, hasta el día en que sobrevino una disentería y, después de haber corrido peligro su vida, dio a luz una masa de carne voluminosa que la gente llama mola. En ciertos casos la afección persiste hasta la vejez y hasta la muerte de la paciente. ¿A cuál de las dos causas siguientes se debe esta enfermedad? ¿Acaso al calor[24], cuando por azar el útero se 20encuentra caliente y seco, y por esta razón posee la facultad de atraer hacia sí el esperma de manera que absorbe todo lo que encuentra y lo conserva? Pero cuando la mujer se encuentra en este estado, si no ha habido mezcla de espermas procedentes de los dos sexos sino que, como en el huevo huero, el esperma sólo procede de uno de los dos sexos, entonces se produce lo que se llama una mola, que no es ni un ser vivo, puesto que no procede de los 25dos espermas, ni una cosa inanimada, puesto que lo que ha sido concebido está dotado de vida, como los huevos hueros.

Pero la mola permanece mucho tiempo en el mismo lugar a causa de la disposición del útero y porque, en el caso del ave que produce gran número de huevos hueros, como el útero se pone tirante por efecto de la presencia de los citados huevos, los empuja hacia adelante y los echa fuera; y una vez que el útero está abierto, sale de él hasta 30el último. Pues no hay nada que lo impida. Al contrario, incluso el cuerpo de la gallina, estando relajado por quedar lleno de huevos, no puede lograr que el útero los retenga. En los animales vivíparos, como el feto que llevan en el útero modifica su capacidad física a medida que va creciendo y hay necesidad en cada momento de una alimentación distinta, el útero sufre una especie de inflamación y hace que el parto se produzca en el tiempo fijado. Al contrario, la masa de carne, como no es un ser vivo, 35ofrece siempre una superficie igual. Pues es preciso que esta carga del útero no le cause ninguna inflamación. Así algunas pacientes tienen esta afección hasta la muerte, a menos que sobrevenga alguna enfermedad que las libre felizmente, como es el caso de la mujer que padeció disente638bría[25].

Pero ¿es el calor, como hemos dicho, la causa de esta afección, o más bien lo es la humedad, ya que el útero contiene tanta que lo cierra, o bien la afección se produce cuando el útero no está bastante frío como para expulsar la mola, ni bastante caliente como para consumirla por cocción? Esto explicaría que la afección dure tanto tiempo, de la misma manera que las cosas sometidas a cocción per5manecen en este estado durante mucho tiempo, mientras que las cocidas tienen un final rápido. En cambio, los úteros así afectados, al ser muy defectuosos, necesitan mucho tiempo[26]. Además, el hecho de que la mola no es un ser vivo que se mueva, explica que no ocasione dolores de parto. En efecto, los dolores del parto son debidos al movimiento de los ligamentos producido por el embrión en sus esfuerzos por salir, ya que es un ser vivo.

En cuanto a la dureza que caracteriza a esta masa es 10el resultado de una cocción incompleta[27]. En efecto, la mola se pone tan dura que no se puede cortar con un hacha. Pues bien, todo lo hervido y perfectamente cocido se pone blando, mientras que las cosas que no han recibido una cocción completa quedan sin cocer y están duras.

Esto es lo que ignoran muchos médicos que, a causa 15de la semejanza con la mola, dicen que se trata de enfermedad, desde el momento que ven una hinchazón del vientre sin hidropesía y una retención de la menstruación, cuando esta afección se prolonga. Pero esto no es exacto y sólo 20raramente se producen molas. Se trata o bien de un flujo simultáneo de residuos fríos, húmedos y acuosos, o bien de materias más espesas que se acumulan en la región en torno al vientre, cosas que se producen o por propia naturaleza o por una circunstancia particular. Estos residuos no producen ni dolor ni calor porque son fríos. Y creciendo más o menos según los casos, no producen otro inconve25niente que su sola presencia, y quedan estancados como algo truncado. En cuanto a la ausencia de las reglas, se debe al hecho de que los residuos líquidos se emplean en esto, como sucede con las mujeres lactantes, pues en este caso no se presentan las reglas o sólo en pequeña cantidad[28].

Sucede también que un trozo de carne situado en la 30región intermedia entre el útero y el vientre da la impresión de ser una mola sin serlo. Pero no es difícil reconocer si se trata de una mola palpando el útero. Porque si está bien proporcionado y no presenta hinchazón, es evidente que la enfermedad no radica en él. Si, por el contrario, se encuentra en el mismo estado que cuando encierra un feto, entonces estará caliente y seco, a causa de los humo35res que alimenta en el interior, y tendrá el cuello del útero como el de las mujeres embarazadas. Pero si la hinchazón del útero es de otra naturaleza, resultará frío al tacto y no seco, y el cuello del útero permanecerá siempre igual.

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