Investigación sobre los animales

LIBRO IX

LIBRO IX

La psicología de los animales

1 608a11Los caracteres de los animales poco conocidos, o cuya existencia es más breve, impresionan menos a nuestros sentidos que los de los animales que tienen una vida más larga[1]. Estos últimos, en efecto, es evidente que poseen ciertas facultades naturales que corresponden a cada una de las afecciones del alma, tales 15como astucia o simplicidad, coraje o cobardía, o incluso mansedumbre o agresividad y las otras disposiciones de este género. Los hay que participan a la vez de la capacidad tanto de aprender como de enseñar, capacidad transmitida ya por sus propios semejantes, ya por los hombres. Éstos son todos los animales dotados del don de la audición[2], es decir, no sólo los que perciben las diferencias de los sonidos, sino también los que distinguen la diversidad de 20significaciones.

Diferencia de carácter entra macho y hembra

En todos los géneros en los que hay hembra y macho, la naturaleza ha establecido de una manera casi uniforme una diferencia entre el carácter de las hembras y el de los machos. Esta diferencia es particularmente manifiesta en la especie humana, en los animales de gran tamaño y en los cuadrúpedos vivíparos. 25En efecto, el carácter de las hembras es más dulce, se amansan más rápidamente, aceptan de mejor grado las caricias y son más fáciles de adiestrar. Por ejemplo, las perras de Laconia[3] son de una condición superior a los machos. De los perros que se crían en el país de los molosos[4], la variedad que sirve para la caza no se distingue en nada de la 30de los demás países, pero la que acompaña a las ovejas destaca por su tamaño y por su valentía contra las fieras[5]. El cruzamiento de estas dos razas, es decir, el cruzamiento entre los perros molosos y los de Laconia[6], produce perros notables por su coraje y laboriosidad.

Las hembras son siempre más tímidas que los machos, 35salvo en el caso de los osos y los leopardos[7]. En estos últimos la hembra parece ser más valiente. En los demás 608bgéneros, las hembras son más dulces, más astutas, menos abiertas, más impulsivas y más preocupadas por la crianza de sus pequeños, mientras que los machos son más bravos, más feroces, más abiertos y menos sagaces.

Estas características se notan prácticamente en todos 5los animales, pero son más claras en aquellos que tienen más carácter, y particularmente en el hombre. Éste tiene, en efecto, una naturaleza más perfecta, de suerte que estas disposiciones son más patentes en los hombres. Por ello la mujer es más compasiva que el hombre, más llorona, y también más celosa y más quejumbrosa, más criticona 10y más hiriente. También es más apocada y desesperanzada que el hombre, más descarada y más mentirosa, más tramposa y más memoriosa, y también más vigilante y más tímida, y en general más indecisa que el macho y de menos comida.

En cambio, el macho está más dispuesto a socorrer y, 15como hemos dicho[8], es más valiente que la hembra. Se ve esto incluso en los moluscos: cuando una sepia ha sido herida por un tridente, el macho corre en ayuda de la hembra, mientras que la hembra huye cuando el macho ha sido herido[9].

Guerra entre los anímales

Ahora bien, los animales están en guerra unos con otros cuando ocupan los 20mismos lugares y cuando sus medios de subsistencia proceden del mismo sitio. En efecto, si la comida es escasa, incluso los animales de la misma especie combaten entre sí, puesto que también las focas se pelean, dicen los expertos, cuando están en un mismo lugar, macho contra macho y hembra contra hembra, hasta que uno mata al otro o es expulsado por el otro. También sus crías hacen lo mismo. Por 25otro lado, todos los animales sin excepción pelean con los carnívoros y éstos con todos los demás, pues se alimentan de animales. De aquí los adivinos sacan los presagios de discordia o de concordia, ya que consideran como signos de discordia a los animales que se atacan y de concordia 30a los que viven en paz[10]. Es probable que si hubiera abundante comida, los animales que ahora atacan al hombre y son feroces, vivirían en familiaridad con ellos y se comportarían de la misma manera entre sí. Lo demuestra la manera de cuidar los animales en Egipto: por el hecho de haber allí comida en abundancia los animales viven en paz 35unos con otros, incluso los más feroces. Pues se amansan 609agracias a la asistencia que se les presta. Así, en ciertas regiones, los cocodrilos viven al lado del sacerdote, porque éste se cuida de su comida. El mismo fenómeno puede verse en otros países y en diversas regiones.

5El águila y la serpiente son enemigas, pues el águila se alimenta de serpientes. Lo mismo el ichneumon[11] y la tarántula, pues aquél caza a ésta. Entre las aves, hay guerra entre el poecilis[12], la alondra, el pico y el chloreus[13], porque se comen mutuamente los huevos. También la corneja y la lechuza[14]: la primera, como la lechuza 10tiene una flaca visión de día, roba y come los huevos de la otra a mediodía, y la lechuza devora por la noche los de la corneja, y así una tiene ventaja de día y otra de noche. La lechuza es también enemiga del órchilos[15], pues éste come los huevos de aquélla. De día también otros pajarillos vuelan en torno de la lechuza, acción que se llama 15«admirar a la lechuza»[16], y volando cerca de ella la despluman. Por ello los pajareros se sirven de la lechuza para cazar a toda clase de pajarillos. Son igualmente enemigos de la lechuza el pájaro llamado «el viejo»[17], la comadreja y la corneja, pues devoran sus huevos y polluelos.

Hay también enemistad entre la tórtola y la pirallís[18], pues el lugar en que encuentran su comida y su medio de vida son los mismos. Igualmente sucede entre el pico verde 20y el libyós[19], el milano y el cuervo[20]: en efecto, el milano quita al cuervo todas sus presas gracias a la superioridad de sus garras y de su vuelo, de suerte que también es la comida la que hace enemigos a éstos.

Por otro lado, también los animales que viven en el mar luchan entre ellos, como, por ejemplo, la oca marina, la gaviota, y la harpe[21]. También el cernícalo, el sapo y la serpiente, pues el cernícalo se come a los otros dos. Lo 25mismo la tórtola y el chloreus, puesto que este último mata a la tórtola, y la corneja al pájaro llamado tambor[22]. El aigólios[23] y las demás aves de presa comen al kálaris[24] y por ello están en guerra. Hay enemistad entre el estelión 30y la araña, pues aquél devora a la araña. Y entre el pico y la garza real, porque el pico come los huevos y los pollos de ésta. Hay guerra entre el pico y el asno, pues éste, al pasar junto a los espinos, se rasca las heridas y haciendo 35esto, así como por los rebuznos, tira los huevos y los pollos, pues de miedo éstos se arrojan fuera. Entonces el pájaro, a causa de este desastre, vuela contra el asno y 609ble pica las heridas[25].

El lobo es enemigo del asno, del toro y de la zorra, pues siendo carnívoro ataca a los bueyes, a los asnos y a la zorra. También la zorra y el gavilán andan en guerra por el mismo motivo, pues el gavilán, que es ave de presa, y es carnívoro, ataca a la zorra y le produce heridas con 5sus picotazos. El cuervo es también enemigo del toro y del asno, porque vuela sobre ellos, los golpea y les pica los ojos[26]. El águila y la garza real están igualmente en guerra; en efecto, el águila, que es ave de presa, ataca a la garza y ésta sucumbe a pesar de su defensa. El esmerejón a su vez es enemigo del buitre; la polla de agua lo 10es de la lechuza, del mirlo y de la oropéndola, ave ésta que ciertas fábulas hacen nacer del fuego, pues la polla de agua daña a éstos y a sus crías. Asimismo el pico azul y el reyezuelo son enemigos del águila; en efecto, el pico azul rompe los huevos del águila, y ésta por dicha razón y porque es carnívora anda en guerra con todos. El aguza15nieves es enemigo del caballo; en efecto, el caballo lo echa del pastizal, pues esa ave se nutre de hierbas, pero tiene un leucoma en el ojo y ve mal; imita el relincho del caballo y volando sobre él lo espanta y lo echa de su sitio; pero el caballo lo persigue y cuando lo coge lo mata; el citado aguzanieves habita cerca de los ríos y lagunas, tiene un bello color y encuentra fácilmente su comida. El asno es enemigo del kolotes[27], pues éste duerme en el establo 20del asno e introduciéndose por sus fosas nasales le impide comer.

Existen tres variedades de garza real: la cenicienta, la blanca y la llamada estrellada. El macho de la primera tiene dificultades en acoplarse[28]; lanza, en efecto, graznidos y le sale, según dicen, sangre por los ojos al cubrir a la 25hembra, y ésta pone los huevos penosamente y con dolores. La garza real hace la guerra a las aves que la maltratan: el águila (que la apresa), a la zorra (que la mata durante la noche), a la alondra (pues ésta le roba los huevos)[29].

La serpiente es enemiga de la comadreja y del cerdo: de la comadreja[30], cuando viven en la misma casa y se alimentan de lo mismo; del cerdo, porque éste come ser30pientes. También el esmerión[31] es enemigo de la zorra, pues la golpea, le arranca los pelos y mata a sus crías, ya que es un ave de presa. En cambio, el cuervo y la zorra son amigos; en efecto, el cuervo es enemigo del esmerejón y ayuda a la zorra cuando el esmerejón la ataca. A su vez, el buitre y el esmerejón están igualmente en guerra 35uno contra otro, pues ambos son aves de presa. Por otro 610alado, el buitre y el cisne pelean con el águila, y el cisne a menudo vence[32]. Los cisnes son, por otra parte, las aves más inclinadas a devorarse entre sí[33].

De los animales salvajes, unos están siempre en guerra entre sí, y otros, como ocurre entre los hombres, sólo ocasionalmente.

5El asno y los jilgueros son enemigos; en efecto, estos pájaros viven de cardos, y el asno los ramonea cuando son tiernos. Son enemigos igualmente el aguzanieves, el jilguero y el pardillo; y se dice que la sangre del pardillo y la del aguzanieves no se mezclan entre ellas[34].

Al contrario, la corneja y la garza real son amigas, así como el escribano y la alondra, el laedós[35] y el pico verde; 10en efecto, el pico verde habita cerca de los ríos y de la maleza; el laedós en las rocas y en los montes, y ambos gustan de permanecer en el sitio en que habitan. Son amigos igualmente la piphinx[36], la harpe y el milano. También la zorra y la serpiente (pues ambas viven en madrigueras subterráneas) y el mirlo y la tórtola.

El león y el chacal son enemigos uno de otro, porque 15siendo carnívoros viven de las mismas presas. También los elefantes traban entre ellos violentos combates y se golpean sus colmillos. El vencido es sometido a dura servidumbre y no resiste a la voz del vencedor. Es, por otra parte, admirable ver cómo los elefantes difieren en cuanto al coraje[37]. En la India se emplean estos animales como armas de guerra, tanto las hembras como los machos, aun20que las hembras son más pequeñas y más pusilánimes que los machos[38]. El elefante derriba las murallas golpeándolas con sus grandes colmillos; a su vez ataca a las palmeras con su frente hasta derribarlas, luego las patea y las tumba en el suelo[39]. La caza del elefante se hace de la siguiente 25manera[40]: los cazadores suben sobre elefantes mansos y valientes y van a la caza de los salvajes. Cuando alcanzan a uno, ordenan a los mansos que golpeen a los salvajes hasta agotarlos; entonces el cornaca, montado sobre él, lo dirige con la aguijada[41]. Después el elefante se amansa rápidamente y obedece a su conductor. En todo caso, cuando el cornaca está montado sobre ellos, todos los elefantes 30son dóciles; pero cuando ha descendido, unos lo son y otros no. Pero si se irritan, los cazadores les atan con cuerdas las patas delanteras para que se tranquilicen. Se caza el elefante lo mismo de grande que de joven.

Así pues, las relaciones de amistad y las luchas entre los animales citados vienen determinadas por la comida 35y por el género de vida.

Relaciones de los peces entre sí

2 610bDe los peces, unos se reúnen en bandos y son amigos; en cambio, otros no se agrupan y son enemigos. Algunas hembras se reúnen durante el período de la gestación, pero las hay que lo hacen después de depositar sus huevos. En general son gregarios los 5siguientes: atunes, chanquetes, gobios de mar, bogas, jureles, cuervos de mar, dentones, triglas, espetones, anthias[42], eleginos[43], pejerreyes, sarginos[44], agujas de mar, calamares, doncellas[45], bonitos, caballas y estorninos. Algunos no solamente viven en grupos, sino también en parejas. En efecto, todos los demás andan en parejas y se reúnen en 10bancos en ciertas épocas, como hemos dicho: durante la gestación y algunos también después del desove.

La lubina y el mújol, aunque son enemigos encarnizados, se juntan en bandos en ciertas épocas. Pues sucede a menudo que los peces se juntan en bandos no solamente cuando son de la misma especie, sino cuando se alimentan de lo mismo o de cosas parecidas, siempre que la comida no escasee.

15Los mújoles viven muchas veces con la cola arrancada y los congrios con la cola arrancada hasta el orificio de salida del excremento. Y la cola del mújol es devorada por la lubina, y la del congrio por la morena[46], Los peces grandes son enemigos de los pequeños, porque el grande se come al pequeño. Y esto es lo que sucede con los peces de mar.

El carácter de las ovejas y de las cabras

3 20El carácter de los animales, como hemos dicho antes[47], presenta algunas diferencias respecto a la cobardía, dulzura, coraje, docilidad, inteligencia y estupidez. En efecto, el carácter de las ovejas es, como suele decirse, simple y estúpido[48], pues de todos los cuadrúpedos son las peores. Van a lugares desiertos sin motivo alguno; a menudo sucede que salen del corral cuan25do hace mal tiempo, y cuando son sorprendidas por la nieve, si el pastor no las estimula, no quieren andar, sino que perecen si las deja solas, a menos que los pastores conduzcan a los corderos, en cuyo caso siguen.

En cuanto a las cabras, si se coge a una por la punta de la barba[49] (es como un pelo) las otras se detienen a 30mirarla como embobadas. Cuando se duerme en medio de ellas, las ovejas dan menos calor que las cabras; en efecto, las cabras están más quietas y se acercan a las personas[50]. Pero las cabras soportan menos el frío que las ovejas.

Los pastores enseñan a las ovejas a agruparse cuando se oye un ruido. Pues si una oveja es sorprendida por un 35trueno estando preñada, y no se reúne con las otras, abor611ata[51]. Por ello al menor ruido acostumbran a reunirse en el establo. Las ovejas y las cabras se tumban apretadas unas con otras por familias. Cuando el sol declina más rápidamente[52], aseguran los pastores que las cabras no se 5tumban mirándose unas a otras, sino de espalda.

Las vacas y las yeguas

4Las vacas pacen también en grupos compactos y habituales, y si una se descarría las otras del grupo la siguen. Por ello los boyeros, cuando ven que falta una, corren enseguida en busca de todas. También los toros perecen víctimas de las fieras cuando se descarrían abandonando el grupo, 10Cuando una yegua muere, las que pacían juntamente con ella, crían al potrillo de la muerta. Y es que de una manera general, el sentimiento maternal parece estar por naturaleza desarrollado en la especie equina. He aquí una prueba: a menudo sucede que las yeguas estériles quitan los potrillos a sus madres y los cuidan con ternura; pero como no tienen leche, los echan a perder.

Manera de vivir de los ciervos

5 15Entre los cuadrúpedos salvajes, la cierva no es de ninguna manera, según parece, la menos inteligente, por dos razones: por parir al borde de los caminos (pues las fieras no se acercan a estos sitios a causa de las personas) y porque después del parto se pone a comer el corion. Después corre en busca de la planta séselis[53] y, cuando la ha comido, vuelve con sus crías. Además, conduce a las crías a sus refugios para acostum20brarlas a saber dónde hay que refugiarse. Se trata de una roca escarpada con una sola entrada, donde se dice que hace frente al enemigo y rechaza los ataques[54].

Además, el macho cuando se pone gordo (lo cual sucede sobre todo en otoño) no se deja ver en parte alguna y cambia de guarida, como si temiera que por su obesidad 25es más fácil de cazar[55]. Los ciervos pierden sus astas en lugares difíciles e impenetrables, de ahí el proverbio «donde los ciervos pierden su cornamenta», pues como han perdido sus defensas procuran que no se los vea. Y se dice que nadie ha visto el cuerno izquierdo cuando el animal lo pierde, puesto que aseguran que lo esconde convencido de que 30posee virtud curativa[56].

Ahora bien, los ciervos de un año no poseen todavía astas, sino solamente un principio como indicio de ello, pero este rudimento es corto y velludo. Durante el segundo año, echan por primera vez las astas, derechas como clavos; por esto se las llama entonces mogotes. En el curso del tercer año echan un asta bifurcada, y en el cuarto, tri611b35 furcada[57], y así continúa ramificándose hasta los seis años. A partir de este momento, las astas crecen siempre de la misma manera, de tal suerte que entonces no es posible conocer la edad del animal por las astas. Sin embargo, se reconoce a los ciervos viejos por dos señales: porque 5no tienen dientes o muy pocos y porque ya no echan las defensas. Se llaman así las prominencias de las astas que crecen hacia adelante y con las cuales se defienden. Los ciervos viejos no las tienen, sino que sus astas crecen rectas hacia arriba. Los ciervos pierden sus astas cada año y esto ocurre 10sobre el mes de Targelión[58]. Una vez que las han perdido se ocultan durante el día, como hemos dicho[59], y se esconden entre la espesura al abrigo de las moscas. Durante este período, hasta que han echado las astas, pacen de noche. Las astas crecen primero en una especie de piel y están cubiertas de pelo, pero, una vez que han crecido, el 15ciervo se expone al sol para fortalecer y secar sus astas. Y cuando ya no nota dolor al frotarse contra los árboles abandona los lugares de refugio convencido de que dispone de los medios de defensa adecuados. En cierta ocasión se capturó a un ciervo viejo que tenía en el asta una gran hiedra rozagante, que daba la impresión de que había cre20cido[60] como en un tronco verde, cuando las astas eran tiernas[61].

Cuando los ciervos han sido mordidos por una tarántula, o un animal de este género, recogen orégano[62] y lo comen; parece que también este medicamento es bueno para el hombre, pero el gusto es desagradable. Por otro lado, las ciervas, después del parto, se comen enseguida el corion y no es posible cogerlo, pues se apoderan de él tan 25pronto cae al suelo. Parece que se trata de un remedio.

Los ciervos se dejan cazar cuando se toca la flauta o se canta, y se echan al suelo de placer. Cuando son dos los cazadores, uno canta o toca la flauta a la vista de estos animales y el otro le golpea por detrás cuando el primero 30le hace señas de que es el momento. Ahora bien, si el animal tiene las orejas enhiestas oye bien y no se deja sorprender, pero si las tiene gachas, no se da cuenta de nada[63].

Las osas

6Las osas, cuando huyen, empujan a los oseznos hacia adelante, los recogen del suelo y se los llevan[64]; y cuando están a punto de ser alcanzadas trepan por los árboles. Y cuando salen de su cubil de invierno, lo primero 35que hacen es comer la planta aro, como se ha dicho antes[65], y mascan madera, como si les salieran los dientes.

Otros ejemplos de prudencia en los animales

612aMuchos otros cuadrúpedos actúan sagazmente para procurar remedio a sus males, y así en Creta, según se dice, las cabras salvajes alcanzadas por un dardo buscan el díctamo, planta que pasa por 5tener la propiedad de arrancar las flechas clavadas en el cuerpo[66]. Y las perras, cuando están enfermas, se provocan el vómito comiendo una cierta hierba[67]. El leopardo, cuando ha comido el veneno llamado «ahogador de leopardos»[68], busca el excremento humano, pues este remedio lo salva. El citado veneno es funesto igualmente para 10los leones. Por ello, los cazadores ponen excremento en un recipiente colgado de un árbol para que la fiera no se aleje demasiado; el leopardo salta hacia la vasija con la esperanza de alcanzarla y muere. Los expertos cuentan también que el leopardo, que se da cuenta de que los animales salvajes disfrutan con el olor que desprende, se oculta para 15cazarlos, pues dicen que las fieras se acercan y así las coge, incluso a los ciervos.

La mangosta[69] de Egipto, cuando ve a la serpiente áspid no la ataca sin haber pedido ayuda de otras mangostas. Y para protegerse de los golpes y de las mordeduras se unta de barro, pues empieza por sumergirse en el agua 20y después de bañarse se revuelca por el suelo[70].

Cuando los cocodrilos tienen la boca abierta los trochilos[71] penetran volando y les limpian los dientes: así encuentran de qué alimentarse, mientras que el cocodrilo comprende que le son útiles y no les hace ningún daño; al contrario, cuando quiere que salgan, mueve el cuello para no hacerles daño con sus mandíbulas.

Cuando la tortuga ha devorado una víbora, come ense25guida orégano; este hecho ha sido también comprobado[72]. Y en cierta ocasión uno, habiendo visto a una tortuga repetir varias veces esta operación, coger orégano y después enfrentarse a la víbora, arrancó el orégano; con ello la tortuga murió. En cuanto a la comadreja, cuando se dispone a atacar a una serpiente, come antes ruda[73], pues el olor 30de esta planta perjudica a las serpientes.

Cuando el dragón[74] está saciado de fruta, chupa el jugo de la lechuga silvestre, y se le ha visto hacer esto. Los perros, cuando tienen lombrices, comen la espiga del trigo[75]. Las cigüeñas y las demás aves, cuando han recibido alguna herida peleándose, se aplican orégano[76]. Muchas personas han visto también al saltamontes[77] que cuando 35se dispone a atacar a las serpientes las agarra por el cuello. La comadreja muestra también sagacidad cuando se apo612bdera de las aves, pues las degüella como hacen los lobos con las ovejas. Y si combate a las serpientes es sobre todo porque éstas cazan a las ratas, ya que ella también persigue a estos animales[78].

En cuanto a la sensibilidad de los erizos, se ha constatado muchas veces que cuando cambia la dirección del vien5to del norte o el del sur, los que viven bajo tierra cambian de agujero y los que viven en las casas cambian de pared[79], de modo que en Bizancio, según se dice, un individuo adquirió fama prediciendo el cambio del tiempo 10gracias a conocer el comportamiento del erizo en esas circunstancias.

La garduña[80] tiene el tamaño de un perrito meliteo[81], pero por su piel, su aspecto, el blanco que tiene debajo del vientre y la ferocidad de su carácter se parece a la comadreja. Con todo, se domestica bien, pero es perjudicial para las colmenas, pues gusta de la miel. Devora tam15bién a los pájaros, como los gatos. La verga del macho es, como hemos dicho[82], ósea[83], y este órgano parece ser un remedio contra la estranguria. Se raspa y se le administra al enfermo.

Inteligencia de las aves: la golondrina

7En términos generales, se pueden observar en los comportamientos vitales de los demás animales numerosas imitacio20nes de la vida humana y, sobre todo, en los pequeños más que en los grandes se puede constatar la sutileza de la inteligencia[84]. Para empezar tomemos como ejemplo, en el caso de las aves, la nidificación de la golondrina. Pues la manera de construir de esta ave es idéntica al procedimiento empleado por el hombre a base de paja y barro. En efecto, la golondrina mezcla el barro con la paja y, si le falta el barro, se moja y después se revuelca con sus alas en el polvo. Además, 25se hace un lecho de paja como las personas, disponiendo una primera capa dura y dando a su construcción unas dimensiones proporcionadas a su tamaño. Para criar a los pequeños, macho y hembra toman parte en la tarea. Dan de comer a cada uno de los pollos, sabiendo reconocer por la costumbre aquél que se ha anticipado a comer, para que no reciba dos veces la comida. Al principio los padres 30sacan ellos mismos el excremento de los pequeños, pero cuando éstos han crecido, les enseñan a girarse de espalda para que hagan sus necesidades fuera.

Las palomas

A propósito de las palomas se pueden hacer otras constataciones que permiten una observación del mismo tipo. Así, una vez acopladas no se emparejan más ni abandonan la unión, a no ser que se queden viudo o viuda[85]. Además, en el momento de 35la puesta de la hembra, es maravilloso constatar el cuidado que el macho tiene de la hembra y lo nervioso que se pone. Y si ella muestra poco entusiasmo para entrar en el nido 613aa causa de los dolores que le produce la puesta de los huevos, él la golpea y la obliga a entrar. Y una vez que los pollos han nacido, el macho masca tierra, con preferencia salada, y la escupe en la boca de los pequeños que entreabre para predisponerlos a comer. Y cuando se dispone a 5echarlos del nido, el macho los monta a todos[86].

Tal es, pues, la manera de portarse en el amor recíproco. Sucede, sin embargo, que algunas hembras, aunque tienen un macho, se acoplan con otros. Las palomas son aves agresivas y se molestan mutuamente; incluso se introducen 10en el nido de otras aves, aunque el hecho es raro. Este animal es menos agresivo lejos del nido, pero cuando la lucha tiene lugar cerca del nido se enfrentan hasta las últimas consecuencias. Una particularidad que parece pertenecer a las palomas comunes, a las silvestres y a las tórtolas es que no levantan la cabeza al beber, si no han bebido suficientemente.

La tórtola y también la paloma torcaz tienen siempre 15el mismo macho y no admiten otro. Macho y hembra cooperan igualmente en la incubación de los huevos. Pero no es fácil distinguir el macho de la hembra, si no es por los órganos internos. Las palomas torcaces viven mucho tiempo, pues se han visto ejemplares que han alcanzado los veinticinco y treinta años, y algunas incluso los cuarenta 20años. Cuando envejecen, les crecen las uñas, pero los que crían las palomas se las cortan. No tienen otra enfermedad cuando se hacen viejas, al menos que se vea. A su vez las tórtolas y las palomas comunes, que los criadores ciegan para servir de reclamo, viven hasta ocho años.

Las perdices viven también alrededor de quince años[87]. 25Las palomas silvestres y las tórtolas hacen siempre sus nidos en el mismo sitio. En general, los machos viven más tiempo que las hembras, pero en el caso de las aves de que hablamos, algunos autores dicen que los machos mueren antes que las hembras, y citan el ejemplo de las que se crían en la casa para servir de reclamo. También determinados autores dicen que los gorriones machos viven sólo un año, y dan como prueba el hecho de que en la primave30ra no aparecen provistos de manchas negras en la zona de la barbilla, sino que les salen más tarde, lo cual indica que ningún macho del año anterior ha sobrevivido. Los mismos autores añaden que en los gorriones las hembras viven más tiempo, pues entre los jóvenes se cogen viejas 613bque se reconocen por tener duro el borde del pico.

Las tórtolas pasan el verano en sitios frescos[88], mientras que los pinzones viven durante el verano en los países cálidos y durante el invierno en los frescos.5

Costumbres de las perdices

8Las aves de vuelo pesado[89] no construyen sus nidos (pues los nidos no les sirven de nada al no estar adaptadas para el vuelo): tal es el caso, por ejemplo, de las codornices, las perdices y demás aves del mismo género. Después de que han hecho en el suelo blando un agujero (pues estas aves no ponen en otro lugar) lo recubren con espinas y ramitas para defenderse 10de los halcones y águilas, y allí ponen e incuban[90]. Luego, una vez que ha tenido lugar la eclosión del huevo, conducen a sus pequeños fuera, porque no pueden procurarles comida mediante el vuelo. También las codornices, como las perdices, reposan, reuniendo debajo de ellas a los pollos, como hacen las gallinas. No escogen siempre el mismo si15tio para poner e incubar, por temor a que se descubra el lugar en que permanecen mucho tiempo. Cuando un cazador encuentra por azar un nido de perdiz, ésta se pone a revolotear delante de él como tocada del ala[91] y lo atrae 20hacia sí simulando que va a ser cogida, hasta dar tiempo a que cada uno de sus pollos se ponga a salvo. Después remonta el vuelo y los llama.

Ahora bien, la perdiz pone no menos de diez huevos y a menudo dieciséis. Como se ha dicho[92], es un ave maliciosa y astuta. En la primavera, en medio de cantos y combates, cesan de estar agrupadas para formar parejas, 25cada macho con la hembra que ha escogido. Como tienen el instinto sexual muy acentuado, los machos, con el fin de que la hembra no incube, hacen rodar los huevos y los rompen, si logran encontrarlos[93]. Por su parte, la hembra imagina el ardid de alejarse para poner y a menudo, apremiada por la necesidad de ello, los deposita en cualquier 30sitio; si el macho está cerca, la hembra, para salvar todos sus huevos, no se acerca a ellos. Y si es vista por un hombre, la hembra actúa como en el caso de los pollos: aleja al hombre de los huevos apareciendo a sus pies hasta que lo lleva lejos del alcance de los huevos.

Y cuando la hembra logra escurrirse del macho para 614aincubar, los machos reuniéndose gritan y se pelean: se los llama entonces viudos[94]. El vencido en la batalla sigue al vencedor y es montado por éste; y si el macho derrotado es vencido por un segundo o por otro, es montado a escondidas por el nuevo vencedor. Pero este comportamien5to no se produce siempre sino en una cierta época del año, y también ocurre con las codornices. Y a veces se da asimismo en los gallos[95]. En efecto, en los templos en que son guardados sin las hembras, verosímilmente todos montan al recién llegado. Y en las perdices, los machos mansos montan a los salvajes golpeándoles en la cabeza y hacién10doles sufrir toda clase de ultrajes.

Por otro lado, la perdiz que se utiliza para la caza recibe el asalto del jefe de las perdices salvajes, que se precipita sobre ella con cantos que preludian guerra[96]. Una vez que el jefe ha sido preso en las redes, se le acerca de nuevo otro respondiendo con sus gritos de la misma manera. Esto es lo que ocurre cuando el ave que sirve de reclamo es un macho. Si, al contrario, es hembra la utilizada como reclamo y la que canta, si el jefe de las perdices salvajes 15se enfrenta a ella con cantos, los otros machos, todos a una, lo golpean y lo alejan de la hembra, porque se acerca a ella y no a ellos. Por esta razón muchas veces el jefe de los salvajes se aproxima a la hembra en silencio para evitar que otros machos, al oír su voz, vengan a atacarlo. Los expertos dicen que a veces el macho se acerca a la hembra y la hace callar, a fin de que los machos no la oigan 20y 25[97]. A menudo sucede también que la hembra que incuba se levanta cuando se da cuenta de que el macho se acerca a la hembra que sirve de reclamo, y correspondiendo a su canto lo es25pera con el fin de ser montada y de que el macho se aleje de la utilizada como reclamo. Las perdices y las codornices tienen una pasión tan fuerte para acoplarse que se lanzan sobre las aves colocadas como reclamo y a menudo se colocan sobre sus cabezas[98].

He aquí, pues, lo que concierne al apareamiento de las 30perdices, su captura y la astucia de su carácter. Y hacen el nido en el suelo, como acabamos de decir[99], las codornices, las perdices y algunas otras aves que vuelan bien. Además, entre esta clase de aves, la alondra, la chocha y la codorniz no se posan en los árboles sino en el suelo.

Costumbres del pájaro carpintero

9 35El pájaro carpintero no se posa sobre el suelo; picotea las encinas para hacer 614bsalir a los gusanos y las pequeñas hormigas[100]. En efecto, los coge, cuando salen, con su lengua que es ancha y grande. Se pasea por los árboles rápidamente en todas las posiciones, incluso boca arriba, como los esteliones. Tiene por 5naturaleza las uñas más fuertes que los grajos para, asegurar su estabilidad cuando se posa en los árboles, pues anda hundiendo en la corteza las referidas uñas[101].

Entre los pájaros carpinteros hay una variedad más pequeña que el mirlo, y tiene pequeñas manchas rojizas, y una segunda variedad más grande que el mirlo; la tercera no es más pequeña que una gallina. El pico anida en los 10árboles, como se ha dicho, pero particularmente en los olivos. Se alimenta de hormigas y de gusanos que salen de los árboles. En su caza de gusanos, ahueca de tal manera los árboles que, según se dice, los derriba. Si cita el caso 15de un pico que se estaba domesticando, que introdujo una almendra en la hendidura de un trozo de madera, para que así ajustada aguantara su golpe, y al tercer picotazo la consiguió abrir y comió la pulpa.

Costumbres de las grullas

10También en las grullas parece que se dan muchas actuaciones inteligentes. En efecto, emigran a países lejanos y vuelan a gran altura para observar la lejanía, y, 20si ven nubes y señales de tormenta, descienden a tierra y permanecen tranquilas[102]. Además tienen un guía, y las rezagadas graznan de manera que las de vanguardia las oigan. Cuando se posan, las demás grullas duermen con la cabeza debajo del ala y descansan alternativamente sobre una pata y sobre otra, pero el 25guía mantiene la cabeza descubierta, vela por ellas y cuando observa alguna cosa rara, la señala gritando.

Los pelícanos

Los pelícanos que viven en los ríos tragan las conchas grandes y lisas, y después de haberlas recocido en el interior del saco que precede al estómago[103], las vomitan para, al abrirse, extraer la carne y comerla.30

Habilidad en la elección de los nidos

11Las moradas de las aves salvajes están concebidas para asegurar la subsistencia y la seguridad de los pequeños. Pero entre estas aves, unas aman a sus pequeños y se preocupan por ellos, mientras que otras hacen lo contrario; unas son ingeniosas para encontrar la comida, otras son más torpes en este sentido. 35Unas construyen sus moradas en las proximidades de las 615atorrenteras, cavernas y roquedas, por ejemplo, la llamada ave de las torrenteras[104]. Esta ave es vulgar en cuanto al color y la voz; se muestra de noche, pero se esconde de día. También el halcón anida en lugares escarpados. Aun5que es carnívoro, no se come el corazón de los pájaros que apresa[105]. Algunas personas han observado este hecho en la codorniz y el tordo, y otras personas en otras aves. Además, los halcones cambian también su manera de cazar, pues en el verano no apresan igual que en las demás estaciones.

En cuanto al buitre, algunas personas dicen que nadie 10ha visto su nido y sus crías. Por ello Heródoto, el padre del sofista Brisón, afirma que el buitre procede de otro país montañoso, y da como prueba el hecho de que aparecen de repente en gran número sin que se sepa de dónde proceden. Pero el verdadero motivo es que el buitre anida en rocas inaccesibles. Por otra parte, es un ave que no habita en muchos lugares. La mayoría de ellos ponen un 15solo huevo o dos. Algunas aves habitan en los montes y

en los bosques, como la abubilla y el brinthos[106]: este pájaro encuentra fácilmente su medio de vida y es cantor. El reyezuelo habita en la maleza y en los agujeros. Es difícil de coger, huidizo y débil de carácter, pero consigue hábilmente su comida y es ingenioso. Se le llama también el viejo o el rey. Por esto los expertos aseguran que tam20bién el águila le tiene declarada la guerra[107].

Las aves acuáticas

12Hay algunas aves que viven cerca del mar, como, por ejemplo, el correlimos común[108]. Esta ave tiene un carácter astuto y es difícil de cazar, pero una vez cogida se domestica fácilmente. Está, además, lisiada, pues controla mal la rabadilla. Todas las palmípe25das viven en las orillas del mar, de los ríos y de las lagunas, pues la naturaleza busca siempre lo más conveniente. Pero muchas aves fidípedas viven también cerca de las aguas y de las marismas, como, por ejemplo, el aguzanieves[109], que tiene un bello color y encuentra fácilmente su comida, habita cerca de los ríos. El somormujo[110] vive a orillas 30del mar, y cuando se sumerge en las profundidades marinas permanece el tiempo que se necesita para recorrer a pie un pletro[111]. Es un ave más pequeña que un halcón.

Los cisnes son también aves palmípedas y viven en torno a las lagunas y marismas; viven bien, tienen un buen carácter, cuidan mucho de sus crías y alcanzan larga vida. 615bSi el águila los ataca, rechazan victoriosamente el ataque, pero no empiezan la lucha[112]. Son aves cantoras, pero cantan sobre todo cuando se acerca su muerte[113]. Pues vuelan hacia alta mar, y algunos marinos, navegando a lo largo de Libia, han encontrado a muchos de ellos en el mar 5que cantaban con voz lastimera y han visto que algunos morían[114].

Otras aves

El gavilán nocturno[115] se encuentra raramente (pues habita en las montañas): es negro y de un tamaño parecido al del halcón llamado matador de palomas, y es de forma alargada y delgada. Los jonios lo llaman cymindis, ave que Homero menciona en es10te verso de la Ilíada[116]: «los dioses la llaman cobriza, los hombres, en cambio, gavilán nocturno».

En cuanto a la hybris[117] (que algunos dicen que es la misma ave que el alcaraván), no aparece de día porque no ve bien, y caza de noche como los autillos. Libra combates violentos con el águila y muchas veces los pastores 15los cogen a ambos vivos. Pone dos huevos y anida también en las rocas y cuevas. También las grullas combaten entre

sí y con tanta violencia que se las captura durante este combate, pues no huyen. La grulla pone dos huevos.

13La urraca cambia muy a menudo de voz (en efecto, se puede decir que cada día emite un sonido diferente); 20pone alrededor de nueve huevos y hace su nido en los árboles con pelos y briznas de lana. Y cuando las bellotas escasean, se oculta y vive de las provisiones[118].

En cuanto a las cigüeñas, es voz común que son alimentadas por sus pequeños[119]. Algunos autores dicen también que los abejarucos hacen lo mismo, y que los padres 25son alimentados por sus vástagos no solamente cuando son viejos, sino también cuando los pequeños son capaces de hacerlo; entonces el padre y la madre se quedan en el nido.

El color del plumaje de esta ave es amarillento por debajo, mientras que por arriba es azul oscuro como el alción, y 30rojo en la punta de las alas[120]. Pone alrededor de seis o siete huevos, hacia el otoño, en barrancos de tierra blanda y se introduce en agujeros de hasta cuatro codos[121].

El pájaro llamado verderón[122], a causa de su color verde oliváceo, es del tamaño de una alondra; pone cuatro o cinco huevos; construye su nido con la consuelda[123], 616aque arranca con la raíz, y forma un lecho a base de pelos y briznas de lana. Esto hacen igualmente el mirlo y la urraca que guarnecen el interior del nido de la misma manera.

También el nido del jilguero está construido con habili5dad: es un trenzado como una pelota hecho con hilos de lana y la entrada es estrecha[124].

Los habitantes del país del cinamomo[125] dicen que hay un ave de este nombre, y que este pájaro trae de un país desconocido la planta del mismo nombre y que le sirve para construir su nido. Anida en los árboles muy altos 10y en las ramas de los árboles. Se cuenta que los indígenas arrojan contra los nidos flechas provistas de plomo para hacerlos caer y así poder coger de entre la broza la citada planta[126].

El nido del alción

14El alción[127] no es mucho mayor que 15un gorrión. Su color es una mezcla de azul oscuro, verde y púrpura claro. Sus matices se extienden por todo el cuerpo incluidas las alas y las partes que rodean el cuello, sin que ninguno de sus colores sea claramente definido. El pico es amarillento, largo y delgado. Tal es, 20pues, su aspecto. Su nido tiene cierta semejanza con las bolas que se encuentran en el mar y que se llaman espumas de mar[128], salvo en el colorido. Los nidos tienen un color rojizo y su forma recuerda la de las calabazas de cuello largo. Su tamaño es superior al de las esponjas grandes, pero los hay, claro, de varias dimensiones. Estos nidos es25tán cubiertos y presentan una sucesión de partes sólidas y partes huecas. Si se intenta abrirlos con un hierro afilado difícilmente se logra, pero si al golpearlos con el cuchillo se destrozan con las manos, pronto se hacen añicos, como la espuma del mar. La boca del nido es estrecha, lo suficiente, empero, para una pequeña entrada, de manera que aunque se vuelque, el agua de mar no penetra en él. Las cavidades que encierra son semejantes a las de la espon30ja. No se sabe con qué materiales el alción construye su nido, pero la opinión más verosímil es que lo hace con las espinas de la aguja de mar[129], pues es un ave que vive de peces. Remonta también el curso de los ríos. Pone como máximo cinco huevos. Cría pollos durante toda su vida y empieza a hacerlo a los cuatro meses.

La abubilla y otras aves

15 35La abubilla construye su nido, sobre todo, con excremento humano[130]. Cam616bbia de aspecto en el verano y en el invierno, como la mayoría de las demás aves silvestres.

El carbonero es, según dicen, el ave que pone más huevos. Pero algunos pretenden que es el ave llamada curruca de cabeza negra la que pone mayor número de huevos, después, claro, que el avestruz[131] de Libia; se han visto 5hasta diecisiete huevos, pero a veces pone más de veinte, pero siempre en número impar. Anida también en los árboles y se alimenta de gusanos. Una particularidad de esta ave y del ruiseñor, que los distingue de las demás, es que su lengua no termina en punta[132].

10El pardillo encuentra fácilmente su comida y es prolífico, pero anda cojeando. La oropéndola aprende con facilidad y es hábil para conseguir el sustento, pero su vuelo es torpe y tiene un color feo.

16La elea[133], como cualquier otro pájaro, se nutre fácilmente; en el verano se posa en lugares expuestos al viento y sombreados, y en el invierno a la solana y al abrigo del 15viento, entre los cañaverales que bordean las marismas. Su tamaño es mediano, pero tiene una voz agradable.

El pájaro llamado charlatán[134] tiene una buena voz y su color es hermoso. Es hábil para alimentarse y su forma es graciosa. Parece ser un ave de fuera, pues aparece pocas veces en nuestros campos.

17 20El rascón tiene un carácter belicoso y astucia para procurarse el sustento, pero por otro lado es un ave de mal agüero[135].

El ave llamada picamaderos[136] es también de carácter belicoso, pero de una inteligencia despierta, calculador y de fáciles recursos; se la llama maga a causa de sus múltiples conocimientos. Es prolífica y cuidadora de sus crías; vive picoteando la corteza de los árboles.25

La lechuza[137] busca su comida de noche y raramente se la ve de día; habita también[138] en las rocas y cavernas; es cobarde, pero su inteligencia le permite asegurar su sustento y está llena de recursos. Hay también un pequeño pájaro llamado agateador común[139] que tiene un carácter osado; habita en zona de árboles y se alimenta de gusanos de la madera; su inteligencia le hace la vida fácil y tiene 30una voz clara.

Los jilgueros, al contrario, son torpes para procurarse el sustento; su color es feo, pero tienen una voz armoniosa.

Variedades de garzas

18De las garzas, la cenicienta, como hemos dicho[140], cubre a la hembra con dificultad; también es muy ingeniosa y carga con la comida, es hábil cazadora y su actividad es diurna. Sin embargo, 35 su color es vulgar y siempre anda ligera de vientre. De 617alas dos variedades restantes (pues hay tres), una es la garza blanca, que tiene un bello color y cubre a la hembra sin hacerse daño; anida y pone fácilmente sus huevos en los árboles; su comida es a base de lo que encuentra en marismas, lagunas, vegas y prados. La garza estrellada, de so5brenombre perezosa, pasa, según la leyenda, por haber nacido de esclavos, y como su nombre indica es la más holgazana de todas las aves.

Tales son, pues, las costumbres de la garza. El ave llamada alcaraván tiene una particularidad que la distingue de las demás: es la que más se alimenta de los ojos de 10sus víctimas. Es enemiga del aguilucho, pues éste tiene el mismo género de vida.

Los mirlos

19Existen dos variedades de mirlos: uno es negro y se encuentra en todas partes; el otro es blanco, de tamaño igual al primero y casi de la misma voz. Este último se encuentra en Cilene de Arcadia y en 15ningún otro lugar[141]. El mirlo negro tiene un pájaro que se le parece, el izquierdo[142], pero de tamaño más pequeño. Vive en las rocas y en los tejados, pero su pico no es rojo como el del mirlo.

Los tordos

20Hay tres variedades de tordos. Uno es el zorzal charlo[143] que sólo come liga y 20resina, y de tamaño como el de la urraca; otro el zorzal real[144]: su grito es agudo y es grande como el mirlo; el tercero es el llamado zorzal alirrojo[145]: es el más pequeño y menos moteado.

El pájaro azul

21Existe un ave de roca llamada pájaro azul[146]. Esta ave se encuentra sobre todo en Nísiro[147] y pasa su vida en las rocas. Es de tamaño más pequeño que el mirlo, pero un poco 25más grande que el pinzón. Tiene pies grandes y trepa por el flanco de las rocas. Es del todo azul y su pico es delgado y largo. Sus patas son cortas y se parecen a las del pájaro pico.

Otras diversas clases de aves

22La oropéndola es del todo amarilla brillante. No se la ve durante el invierno; aparece principalmente en el solsticio de 30verano y se aleja cuando sale el Arturo. Es del tamaño de una tórtola.

El cráneo blando[148] se posa siempre en el mismo lugar y allí se le apresa. En cuanto al aspecto, tiene una cabeza 617b grande y cartilaginosa; de tamaño es un poco mayor que el tordo; el pico es robusto, pequeño y redondo. El plumaje es del todo ceniciento. Anda ligero, pero vuela mal. 5Es la presa ordinaria de las lechuzas.

23Está también el párdalos[149]. Es un ave que vive casi siempre en grupos y no es posible verlo a solas. Su color es enteramente ceniciento y su tamaño es como el de las aves precedentes. Tiene buenos pies y no vuela mal; canta mucho y su voz no es grave.

10El alcaudón come lo mismo que el mirlo; su tamaño también es casi como el de los anteriores; se le apresa sobre todo en el invierno. Pero estas aves se ven en todo tiempo.

También hay aves que tienen la costumbre de vivir sobre todo en las ciudades: así el cuervo y la corneja. También se las ve en cualquier época del año; no cambian de 15lugar y no se ocultan para invernar.

24Existen tres variedades de chovas. En primer lugar la piquirroja, del tamaño de la corneja con el pico rojo; luego la llamada lobo[150]; finalmente, la pequeña, el bufón[151]. Otras especies de chovas se encuentran en Lidia y en Frigia. Es un ave palmípeda.

25 20Hay dos variedades de alondras. Una corre por el suelo y posee una cresta; la otra es gregaria y no vive aislada como la precedente. Sin embargo, de color es parecida a la primera, pero de tamaño más pequeño. No tiene cresta y es comestible.

26La chocha se coge con redes en los huertos. De tamaño 25es como una gallina, su pico es largo y su color se parece al del francolín. Come deprisa y es bastante amiga del hombre. El estornino[152] es abigarrado y su tamaño es como el del mirlo.

27Las ibis[153] de Egipto comprenden dos variedades: unas son blancas y otras negras. Las blancas se encuentran en todo Egipto salvo en Pelusion[154], donde no se crían. En 30cambio, las negras sólo se encuentran en esta ciudad.

28De los mochuelos, unos aparecen siempre en cualquier estación del año y se les llama «mochuelos permanentes»: no son comestibles. Otros se encuentran a veces en el oto618año, pero sólo uno o dos días, como máximo; son comestibles y muy estimados. Únicamente se diferencian de los anteriores en el tamaño, pues están gordos. Por otro lado, 5estos últimos son mudos, mientras que los otros emiten sonidos[155]. En cuanto a su origen, sólo se sabe que aparecen cuando los vientos soplan del oeste; esto al menos es bien conocido.

Costumbres del cuco

29El cuco, como hemos dicho antes[156], no hace nido, sino que pone sus huevos en nidos ajenos, en particular en el de 10las palomas silvestres o, en el suelo, en los de la curruca o alondra, e incluso en los árboles en el nido del pájaro llamado verderón. Ahora bien, pone un solo huevo[157], pero no lo incuba él, sino el pájaro en cuyo nido ha puesto el huevo, que rompe el huevo y cría al polluelo, y, según dicen los expertos, cuando el polluelo del cuco ha crecido, la madre expulsa a sus propias crías, que así mueren. Otros dicen que es la propia 15madre la que mata a sus crías y las da de comida al polluelo del cuco, pues la belleza del pollo del cuco le hace despreciar a su propia pollada[158]. Pues bien, personas que han sido testigos oculares están de acuerdo con la mayoría de estos hechos. Pero a propósito de la destrucción de los 20polluelos del pájaro adoptante, no todos dicen lo mismo: unos aseguran que es el propio cuco el que, volviendo al nido, devora a los polluelos del ave que acogió su huevo; otros dicen que, a causa de su mayor tamaño, el polluelo del cuco es más rápido en hacerse con la comida que les da la madre, de suerte que los otros perecen de hambre; 25otros, en fin, afirman que el pollo de cuco que se cría con los otros, siendo más fuerte, los mata.

Pero el cuco parece actuar sagazmente en lo relativo a la procreación. En efecto, siendo consciente de su cobardía y de su impotencia para ayudar a su cría, hace de sus polluelos una especie de hijos adoptivos para salvarlos. Pues este pájaro es de una cobardía extraordinaria, ya que se 30deja desplumar por los pájaros pequeños y huye de ellos.

El vencejo, el chotacabras y el cuervo

30A propósito de las aves ápodas que algunos llaman vencejos[159], hemos dicho antes[160] que se parecen a las golondrinas. Pues no es fácil distinguirlas de éstas, salvo en que tienen la canilla cubierta de plumas. Anidan en celdas largas hechas de barro 35y provistas de una abertura suficiente para entrar. Cons618btruye sus nidos en sitios resguardados, en las rocas y en las cuevas, lo que le permite escapar de las fieras y de los hombres.

El pájaro llamado chotacabras[161] es un ave de montaña; su tamaño es un poco mayor que el del mirlo, pero menor que el del cuco. Pone dos huevos, máximo tres. Son de carácter indolente. Vuelan junto a las cabras y ma5man de sus ubres, y de ahí procede su nombre. Se dice que, cuando han acabado de mamar, las ubres se secan y la cabra se queda ciega[162]. No tiene buena vista durante el día, pero de noche ve bien.

31Los cuervos sólo se encuentran por parejas en espacios reducidos y donde la comida es insuficiente para un núme10ro mayor[163]. Y cuando sus polluelos son capaces de volar, los echan primero del nido y después incluso de su campo. El cuervo pone de cuatro a cinco huevos. En la época en que los mercenarios de Medio[164] perecieron en Farsalo, los cuervos se alejaron de los alrededores de Atenas y del 15Peloponeso, como si estas aves poseyeran una especie de sentido para intercambiarse informaciones.

Diversas variedades de águilas

32Hay varias especies de águilas[165]. En primer lugar la llamada pigargo[166]. Se encuentra en las llanuras y bosquecillos y alrededor de las ciudades. Algunos la 20llaman matacervatillos. Vuela también con intrepidez hacia las montañas y selvas. En cambio, las restantes variedades raramente frecuentan las llanuras y alamedas.

Otra especie de águila es la llamada plangos[167]: es la segunda en tamaño y fuerza. Habita los valles, sinuo25sidades y lagunas, y se le da el sobrenombre de matapatos y trigueña. Homero la menciona en la salida de Pría mo[168].

Otra es de color negro y de tamaño muy pequeño, pero es la más poderosa de todas. Habita en las montañas y bosques y se le llama águila negra o mataliebres. Es la 30única que cría a sus pequeños y los saca a cazar. Su vuelo es rápido y armonioso. Es un ave generosa, intrépida, combativa y silenciosa, pues no gime ni grita.

Otra variedad más: el águila de alas oscuras. Su cabeza es blanca y su tamaño muy grande; tiene las alas muy cortas, la rabadilla alargada y se parece al buitre. Se llama cigüeña de montaña y remedo de águila. Habita los bosca35jes y tiene los mismos defectos que las demás águilas, pero 619aninguna de sus cualidades; en efecto, se deja apresar y perseguir por los cuervos y las demás aves. Pues es pesada, torpe para el sustento y se lleva la carroña. Por otro lado, tiene siempre hambre, grita y se lamenta.

Otra variedad es la de las llamadas águilas de mar[169]. 5Éstas tienen el cuello largo y grueso, las alas curvas y la rabadilla ancha. Habitan cerca del mar y en las costas. A menudo, cuando cogen una presa y no la pueden levantar, se dejan arrastrar al fondo del mar.

Otra variedad más: las águilas llamadas «genuinas»[170]. Los expertos afirman que, entre las águilas y las demás aves, 10son las únicas genuinas, pues las demás especies proceden de mezclas y cruzamientos entre especies diferentes[171], ya se trate de águilas, halcones o aves muy pequeñas. Esta águila, sin excepción, es la más grande de todas, más grande que el quebrantahuesos, y la mitad más grande que las demás águilas. Es de color rojo amarillo. Se la ve raramente, igual que el gavilán nocturno[172].

Las horas durante las cuales el águila caza y vuela van 15desde el almuerzo hasta la tarde, pues durante la mañana permanece inactiva hasta el momento en que el ágora se llena de gente[173]. Al envejecer, a las águilas les va creciendo la punta del pico, que se corva cada vez más y al final acaban por morir de hambre. Sobre esto hay una leyenda que dice que si el águila sufre este tormento es que, habiendo sido antes un hombre, se portó mal con un hués20ped. Guarda la comida sobrante, pues a causa de la dificultad de procurársela todos los días, sucede a veces que no puede aportar nada de fuera. Si sorprenden a alguien merodeando alrededor del nido, lo golpean con sus alas y lo arañan con sus uñas. Hacen sus nidos, no en regiones 25llanas, sino en lugares elevados, en particular en rocas escarpadas e incluso en los árboles. Alimentan a los polluelos hasta que son capaces de volar; pero entonces los echan del nido y les obligan incluso a alejarse de toda la región circundante. Pues una pareja de águilas ocupa un vasto 30territorio; lo cual explica que no permitan que otras águilas residan en las proximidades[174].

El águila no caza en los campos próximos al nido, sino después de un largo vuelo. Cuando ha encontrado y capturado una presa, la deposita en el suelo y no se la lleva inmediatamente, y si la carga le parece demasiado pesada, 619bla deja. Incluso no se apodera de las liebres enseguida, sino que las deja avanzar en la llanura. Además, no desciende inmediatamente hacia el suelo, sino que se acerca poco a poco describiendo círculos cada vez más pequeños. En ambos casos, actúa con precaución para no ser víctima de 5una emboscada. Y si se posa en lugares elevados, es porque le cuesta levantarse del suelo. Por otra parte, vuela alto para poder abarcar un horizonte más vasto. Por ello los hombres aseguran que es la única ave de condición divina.

Todas las aves de presa muy raramente se posan sobre las rocas, pues la dureza de la piedra es un obstáculo para 10sus garras corvas. El águila caza liebres, cervatos, zorras y todos los animales que puede. Es de larga vida: la prueba evidente es que el nido de las águilas permanece mucho tiempo.

Otras pruebas de inteligencia de las aves

33En Escitia existe una especie de aves[175] que no es de un tamaño inferior a la avutarda. La hembra pone dos huevos, pero 15no los incuba, sino que los oculta dentro de una piel de liebre o de zorra y los deja. Cuando no se encuentra de caza los vigila desde la cima de un árbol. Y si alguien intenta subir al árbol, lo ataca y lo golpea con las alas, igual que las águilas[176].

34Las lechuzas, los autillos y todas las restantes aves que no pueden ver de día, se procuran la comida cazando de 20noche, pero no lo hacen durante toda la noche, sino en el crepúsculo vespertino y al amanecer. Cazan ratones, lagartos, cucarachas y otros animalillos de este tipo.

El pájaro llamado quebrantahuesos ama a sus crías, encuentra fácilmente su comida y la trae a sus pequeños; es bondadoso y cría no solamente sus polluelos sino tam25bién los del águila; en efecto, cuando ésta los echa del nido, los recoge y nutre. Pues el águila los echa pronto, cuando todavía tienen necesidad de que se les procuren los medios de vida y no son capaces de volar. Pero parece que el águila echa del nido a sus polluelos por egoísmo, pues es de por sí egoísta y voraz y además se lanza brutalmente sobre su presa que despedaza a grandes trozos.

Es celosa de sus pequeños cuando están crecidos, puesto 30que éstos tienen buen apetito, y los araña con sus garras. También los aguiluchos luchan entre ellos por la comida y el lugar, pero el águila los echa del nido y los golpea. Entonces los polluelos que son echados gritan, y así el quebrantahuesos los acoge.

El quebrantahuesos tiene un leucoma en los ojos y 620asu vista no es normal. En cambio el águila de mar tiene una vista penetrante y obliga a sus pequeños, cuando todavía están implumes, a mirar al sol de cara, y al que no quiere lo golpea y lo gira hacia el astro; y al primero que 5le lloran los ojos lo mata, pero al otro lo cría. Habita cerca del mar y vive de la caza de las aves marinas, como hemos dicho[177]. Las caza atacándolas por separado y acechando el momento en que el ave sale del agua. Cuando el ave asoma la cabeza fuera del agua y ve al águila, se 10sumerge espantada para salir en otro lugar. Pero el águila de mar, gracias a su vista penetrante, continúa sobrevolando hasta que la ahoga o la coge al salir del agua. Pero el águila no ataca a las aves en bandadas; éstas, en efecto, la rechazan salpicándola con sus alas.

35Las fochas[178] se cogen con espuma, pues la engullen con avidez, y así las capturan rociándolas con agua de mar. 15Su carne exhala un olor agradable, a excepción de la rabadilla que huele a lodo. Se ponen gordas.

Las falcónidas

36De los halcones[179] el más vigoroso es el cernícalo; el segundo el esmerejón y el tercero el gavilán. El estrellado, el palumbario y el pternis[180] son otras variedades. Los halcones de gran envergadura 20son llamados semicernícalos. Otros halcones son los negruzcos, los cazadores de pinzones, los halcones de lagunas y los que comen sapos. Estos últimos encuentran fácilmente su modo de vida y vuelan a ras del suelo.

Algunos autores afirman que los halcones comprenden como mínimo diez variedades, pero que se distinguen de la manera siguiente: unos atacan a la paloma si está posada en 25el suelo, pero no la tocan cuando vuela; otros, en cambio, atacan a la paloma si está posada en un árbol o en cualquier otro sitio, pero no la tocan cuando está en tierra o en el aire; otros no la atacan cuando está en tierra o en algún sitio, pero intentan cogerla en vuelo. Se dice también que las palomas reconocen cada una de estas varieda30des de halcones, de manera que en el momento en que

los halcones se lanzan sobre ellas, si se trata de los que las cogen volando, permanecen donde están posadas, y al contrario, si el atacante es uno de los que se lanzan al suelo, no lo esperan sino que remontan el vuelo.

En Tracia, en la región llamada antes Cedrípolis[181], los hombres cazan en las marismas con ayuda de los halcones. En efecto, ellos sacuden con palos los cañaverales y 35los arbustos para hacer volar a los pajarillos, y los halco620bnes se precipitan desde arriba hacia ellos; entonces las aves asustadas vuelan hacia el suelo y los hombres las golpean con sus palos y las matan. Después dan a los halcones una parte del botín. En efecto, lanzan al aire algunos pájaros 5y los halcones los cogen. También se cuenta que en las orillas del lago Meotis los lobos suelen acompañar a los pescadores, y cuando éstos no les dan una parte de lo pescado desgarran las redes puestas a secar al sol.

Ingeniosidad de ciertos peces

37Tales son, pues, las costumbres de las aves. Se puede igualmente observar en los 10animales marinos mucha ingeniosidad en la manera cómo cada uno logra el sustento vital. Así todo lo que se cuenta del rape, llamado «pescador»[182], es verídico, como también lo que se refiere al pez torpedo[183]. En efecto, el referido rape se sirve de los apéndices situados delante de los ojos: la longitud de estos apéndices es parecida a la de un cabe15llo y tienen los extremos redondeados; están colocados a cada lado para servir de cebo. Ahora bien, cuando el rape ha agitado los fondos arenosos o cenagosos para ocultarse, despliega sus antenas y, cuando los pececillos chocan contra ellas, las contrae hasta atraer a su presa al nivel de la boca.

En cuanto al pez torpedo, provoca el entumecimiento[184] 20de los peces de los que va a apoderarse, cogiéndolos gracias a la facultad de su constitución física, y se alimenta de ellos. Se oculta en la arena y en el fango, y captura todos los peces que paraliza cuando se le acercan[185]. Es un hecho constatado por testigos oculares. La pastinaca[186] se oculta también, pero no de la misma manera.

25La prueba de que estos peces aseguran su subsistencia de esta manera es que, siendo lentísimos, son pescados a menudo teniendo en su interior a los mújoles, que son los más rápidos de todos los peces. Por otro lado, al rape, cuando no tiene las bolas adheridas a los filamentos, se lo captura más delgado. En cuanto al pez torpedo, es bien conocido que consigue paralizar incluso a las personas.

30Se ocultan igualmente en la arena, la merluza, la raya, la platija y el pez ángel y, cuando están fuera del alcance de la vista, tienden los filamentos que poseen en el hocico y que los marineros llaman varitas. Y los peces de los que se alimentan se acercan tomándolos por algas.

En los lugares en los que hay anthias no hay bichos. Es una indicación que utilizan los pescadores de esponjas para sumergirse, y dan a estos peces el nombre de sagra35dos[187]. Parece que se trata de una coincidencia idéntica a la de que en el lugar donde hay caracoles no hay ni cer621ados, ni perdices, puesto que ambos animales comen caracoles.

La serpiente marina[188] es parecida al congrio por el color y la forma del cuerpo, salvo que es más oscura y más vigorosa. Si es capturada y luego soltada, se hunde 5rápidamente en la arena haciendo un agujero con su hocico. Tiene la boca más picuda que la serpiente de tierra.

El animal llamado escolopendra de mar[189], cuando se ha tragado el anzuelo, vuelve hacia fuera las partes interiores de su cuerpo hasta que lo ha expulsado; luego invierte de nuevo estas partes[190]. Las escolopendras de mar acuden al olor de grasa igual que las de tierra. Ahora bien, 10no muerden con la boca sino con el simple contacto de su cuerpo, como las llamadas actinias. En cuanto a los peces llamados zorros de mar[191], cuando se dan cuenta de que se han tragado el anzuelo recurren a un procedimiento que recuerda al de la escolopendra: remontan el sedal y lo cortan de un mordisco. En algunos lugares de 15aguas rápidas y profundas se los pesca con cañas de varios anzuelos.

También los bonitos[192] se agrupan cuando ven a algún bicho; los más grandes nadan en círculo alrededor de él y, si toca a alguno de ellos, todos le hacen frente. Tienen dientes potentes y se ha visto a diferentes peces, entre ellos 20a una lamia[193], atacar a los bonitos y salir con muchas heridas.

De los peces de río, el siluro macho se preocupa mucho de sus crías. En efecto, la hembra se aleja después de la puesta, pero el macho permanece en el lugar en que se encuentra la mayor cantidad de desove y vigila la hueva. Su única ayuda se reduce a alejar a los demás peces 25para que no devoren a su prole; y cumple esta función durante cuarenta o cincuenta días, hasta que los pequeños han crecido y son capaces de escapar de los demás peces[194]. Los pescadores reconocen el lugar en que el siluro vigila la hueva, pues al rechazar a los pececillos salta, hace ruido 30y lanza un gruñido. Y permanece junto a la hueva con tanta solicitud que a veces sucede que los pescadores, si el desove está adherido a las raíces profundas, lo suben lo más cerca posible, pues el siluro, pese a ello, no abandona a sus crías sino que, si es joven, es cogido pronto en el anzuelo, pues se lanza contra los pececillos que en621bcuentra; pero si tiene experiencia y ha mordido alguna vez el anzuelo, incluso en este caso no abandona a sus crías, sino que destroza los anzuelos mordiéndolos con sus durísimos dientes.

Todos los animales acuáticos, tanto los que se desplazan como los que permanecen en un mismo lugar, se nutren en los lugares en los que han nacido o eh lugares semejantes, pues es allí en donde cada uno encuentra la co5mida apropiada. Los que se desplazan más son los carnívoros. Casi todos los peces lo son a excepción de unos pocos como, por ejemplo, el mújol, la salpa, la trigla y la sardina. El pez llamado pholís[195] segrega una mucosidad que forma una capa a su alrededor y le sirve de abrigo.

De los testáceos y ápodos, el que se mueve mejor y 10a más distancia es la almeja, pues vuela tomando de sí misma el impulso[196]. En cambio el múrice se desplaza muy poco, así como las conchas que se le parecen.

Todos los peces a excepción del gobio, abandonan en el invierno las aguas del estrecho de Pirra[197] para ganar alta mar a causa del frío (pues las aguas del estrecho son muy frías) y en la primavera regresan allí. No se encuentra 15en el estrecho ni el escaro, ni el sábalo[198], ni ningún otro pez con numerosas espinas, ni tampoco escualos, ni mielgas, ni langostas, ni pulpos, ni bolitainas[199] ni ningún otro. De los que viven en el estrecho, el gobio blanco no es un pez de alta mar.

Entre los peces, los ovíparos están en pleno vigor en 20la primavera, hasta el momento del desove; los vivíparos en el otoño, y con ellos los mújoles, las triglas y todos los demás peces de la misma especie. Los peces que se encuentran alrededor de Lesbos, tanto los de alta mar como los que habitan en el estrecho, desovan en el estrecho, pues se aparean en el otoño y el desove se produce en la prima25vera. También en el otoño se juntan los selacios, macho y hembra, para la fecundación; pero en la primavera entran separadamente en el estrecho y así permanecen hasta después del desove. En la época del acoplamiento, son capturados muchos de ellos apareados entre sí[200].

De los moluscos, la sepia es la especie más astuta; ella 30es la única que utiliza la tinta para ocultarse y no solamente por miedo; pues el pulpo y el calamar sueltan la tinta a causa del miedo. Sin embargo, todos estos animales no descargan jamás la totalidad de su tinta; y después de la expulsión, el licor les crece de nuevo. La sepia, como acabamos de decir, utiliza a menudo su tinta para ocultarse, y después de haber hecho amago de avanzar vuelve hacia 622aatrás introduciéndose en la tinta. Además, con sus largos tentáculos captura no solamente a los peces pequeños, sino a veces incluso a mújoles[201].

El pulpo es un animal estúpido (pues se acerca a la mano que se sumerge en el agua[202]), pero es cuidadoso 5de su morada. En efecto, reúne todo lo que coge en el escondrijo en que habita, pero cuando ha devorado todo lo útil arroja las conchas, los caparazones de los cangrejos así como pequeñas conchas y las espinas de los pececillos. 10Captura los peces cambiando de color y tomando el de las piedras de su entorno[203]. Y lo mismo hace cuando tiene miedo. Algunos dicen que la sepia también lo hace, pues aseguran que coge casi el color del lugar en que vive. De los peces, sólo hace esto el pez ángel, pues cambia de color igual que el pulpo.

Ahora bien, la mayoría de especies de pulpos no viven 15más de un año; pues este género de animales está destinado por la naturaleza a morir de consunción[204]. La prueba es que si se le aprieta, deja escapar algo de humor y acaba por desaparecer. Las hembras, después del desove, están particularmente sujetas a esta descomposición; se vuelven 20necias y no se dan cuenta de que son lanzadas por las olas, y es fácil, zambulléndose, cogerlas con la mano. En cuanto a los machos, se vuelven semejantes a cuero, y pegajosos.

Una prueba de que los pulpos no superan el año de vida parece ser el hecho de que después del nacimiento de los nuevos pulpos, en el verano y hacia el otoño, no es fácil ver a un pulpo grande, cuando un poco antes de esta 25fecha[205] los pulpos eran muy grandes. Una vez el desove ha terminado, los expertos aseguran que los individuos de ambos sexos envejecen tanto y se ponen tan débiles que son presas de peces pequeños y se dejan sacar fácilmente de sus escondrijos, mientras que antes de ello no les pasa nada de esto. Además, se dice que nada semejante ocurre a los pulpos jóvenes, todavía pequeños en el período que sigue a su nacimiento, sino que son más valientes que los 30mayores. Tampoco la sepia vive más de un año. Por otro lado, el pulpo es el único cefalópodo que hace incursiones a tierra firme: camina sobre superficies rugosas, pero evita las lisas. Es un animal que tiene un cuerpo fuerte, ex622bcepto el cuello que es débil cuando se le aprieta. Tal es, pues, la manera de comportarse de los cefalópodos. A propósito de las conchas, dicen los expertos que las delgadas y ásperas forman a su alrededor una especie de coraza resistente, y que se va haciendo mayor a medida que el animal crece, y que salen de esta coraza como de una especie 5de escondrijo o morada.

El nautilo o argonauta

Existe también el nautilo, que es un pulpo notable por su naturaleza y por lo que hace[206]. En efecto, nada sobre la superficie del agua después de haber subido de las profundidades marinas: esta ascensión la realiza con ayuda de la concha vuelta al revés, a fin de subir más fácilmente y de poder navegar con la concha vacía, y una vez en la superficie le da la vuelta otra vez. 10Posee entre sus tentáculos una especie de tejido análogo a la membrana que las palmípedas tienen entre los dedos, con la diferencia de que en estas últimas la membrana es gorda, mientras que la sustancia del nautilo es fina como una tela de araña. El nautilo se sirve de ella como de una vela cuando sopla el viento, y a guisa de timón deja caer 15de cada lado dos de sus tentáculos. Pero cuando tiene miedo, se sumerge en el mar llenando de agua su concha. En cuanto al origen y desarrollo de esta concha ninguna observación precisa se ha hecho todavía; parece, sin embargo, que el nautilo no nace por acoplamiento, sino que crece como las otras conchas pequeñas[207]. No está claro si el animal es capaz de vivir separado de su concha.

Inteligencia de los insectos

38 20De los insectos, los más laboriosos —y casi pueden soportar la comparación con todas las demás especies— son las hormigas, las abejas y también los avispones y las avispas, y de una manera general todos los insectos de este género. Es el caso igualmente de las arañas: las más bellas y más delgadas son también muy hábiles para conseguir el sustento. Ahora bien, en cuanto a la laboriosidad de las hormigas, todo el mundo 25puede verlo y constatar que todas siguen siempre el mismo sendero y que construyen depósitos y hacen provisiones de víveres, pues trabajan incluso las noche de luna llena[208].

Inteligencia de las arañas

39Existen numerosas variedades de arañas y tarántulas. Las tarántulas mordedoras son de dos clases: unas se parecen a las arañas llamadas lobos, y son pequeñas, moteadas, picudas y saltarinas y se les lla30ma pulgas; otras son mayores, de color negro, tienen las patas delanteras largas, son torpes de movimientos, andan lentamente, con poca seguridad y sin dar saltos. Todas las demás variedades de tarántulas que ofrecen los vendedores de drogas medicinales, no muerden o 623asu mordisco es ligero. Existe otra variedad, la de tarántulas lobos.

Ahora bien, la tarántula pequeña no teje tela alguna, mientras que la mayor teje una que es espesa y basta, en el suelo o en los muros de piedras secas. Tiende siempre 5su tela en la boca de los agujeros, vigila desde dentro hasta que un animalillo mueve la tela al quedar cogido; entonces se acerca a él. La especie moteada teje debajo de los árboles una tela pequeña y basta.

Existe además una tercera variedad de éstas, la más hábil y la más bella[209]. Empieza su tela tendiendo los hilos desde todos los puntos hasta los bordes; después fija la 10urdimbre partiendo del centro (centro que escoge cuidadosamente), y sobre estos hilos hace pasar lo que constituye, por así decir, la trama, y luego traba todo el conjunto. Pues bien, duerme y deposita sus presas en otro sitio, pero caza vigilando desde el centro de la tela. Entonces, cuando una presa queda cogida en la red y el centro se mueve, lo primero que hace es atarla y envolverla con los hilos 15de la tela hasta que la inutiliza; después la coge y se la lleva. Si tiene hambre la chupa (con lo que disfruta); si no tiene, vuelve a la caza tras reparar la desgarradura de la tela. Y si en ese intervalo alguna otra presa cae en la tela, la araña se dirige primero al centro de la tela 20y de allí asciende hasta la presa como la vez primera. Si algún accidente daña la tela, de nuevo la teje en el ocaso o a la salida del sol, puesto que es sobre todo en estas horas cuando los animalillos quedan cogidos. La hembra teje y caza, mientras que el macho sólo participa en la comida.

Las arañas primorosas que tejen una tela compacta son 25de dos clases: una más grande y otra más pequeña. Pues bien, la primera, que tiene las patas más largas, acecha colgada por la parte inferior de la tela, a fin de que los animalillos no tengan miedo y no desconfíen, sino que queden cogidos en la parte superior (pues el grosor de la araña no le permite ocultarse bien); la segunda, de un tamaño más proporcionado, se coloca en la parte alta de la tela, acechando detrás de un pequeño agujero de la tela.30

Las arañas pueden urdir su tela tan pronto como nacen: su hilo no sale del interior como si fuera una excrecencia, según dice Demócrito[210], sino del cuerpo mismo como una corteza o como los animales que erizan sus cerdas, como por ejemplo, el puercoespín. Las arañas atacan incluso a animales mayores que ellas, y los envuelven con sus hilos de tal manera que apresan también a lagartos 623bpequeños hasta cerrarles completamente la boca; entonces se acercan a ellos y los muerden[211].

Tales son, pues, las costumbres de estos animales.

Costumbres de las abejas[212]

40 5Por otro lado, existe un género de insectos que no son designados con un único nombre, pero que todos tienen una forma idéntica: son todos los que fabrican panales de cera, como las abejas y los insectos que tienen una forma parecida. Hay nueve variedades de ellos, de los cuales seis son gregarios, como la abeja, la reina de las abejas, el zángano que vive entre las abejas, 10la avispa anual, así como el avispón y la avispa glotona[213]. Tres, al contrario, son solitarios: la pequeña sirena de color oscuro, otra sirena que es mayor, negra y abigarrada, y, en tercer lugar, el insecto llamado abejorro, que es el mayor de estos insectos.

Pues bien, las hormigas no practican ningún género de caza, sino que recogen todo lo que encuentran; en cambio, 15las arañas no elaboran nada ni reservan nada, sino que se contentan con cazar para alimentarse. En cuanto a las nueve variedades de insectos que hemos mencionado, hay ocho de las cuales hablaremos más tarde; ahora lo haremos de las abejas. Éstas no cazan, se elaboran ellas mismas su comida y la guardan en reserva. Pues la miel es lo que constituye su alimentación. Esto se ve bien cuando 20los apicultores van a quitar los panales: las abejas, a pesar de ser fumigadas y de sufrir incomodidades por el humo, comen entonces la miel en gran cantidad, mientras que fuera de esta ocasión no se las ve consumir mucha miel, como si quisieran ahorrarla y reservarla para su futuro sustento[214]. Pero hay también otro alimento que algunos llaman cerinto[215]: es una sustancia de calidad inferior a la miel 25y cuyo gusto azucarado recuerda al higo. La transportan en sus patas, como hacen con la cera.

Hay mucha variedad en lo que atañe a la manera de trabajar y de vivir de las abejas. En efecto, una vez que se les ha entregado bien limpia la colmena, construyen los panales trayendo el jugo de diferentes flores y las lágrimas que manan de los árboles: del sauce, del olmo y otros árboles que producen mucha goma. También con esa sustan30cia impregnan la base de la colmena para protegerse de los otros animales; los apicultores llaman a esta operación engomadura[216]. Además, las abejas obstruyen las entradas cuando son anchas.

Las abejas fabrican los panales, primero las celdillas en las que se crían las propias abejas; después las de las abejas llamadas reinas y luego las de los zánganos[217]. Pues bien, las abejas obreras construyen siempre las celdi624allas para ellas mismas, las de las reinas, cuando hay mucha descendencia, y las de los zánganos, cuando hay abundancia de miel. Las abejas obreras construyen las celdillas de las reinas al lado de las suyas (que son pequeñas), y las de los zánganos a continuación de aquéllas; las de los zánganos son de un tamaño inferior a las de las obreras. Empie5zan su estructura por arriba, partiendo del techo de la colmena, y descienden yuxtaponiendo varias hileras[218] hasta la base de la colmena. Las celdillas, tanto las que deben recibir la miel como las destinadas a la fecundación, presentan dos aberturas. Pues una sola base presenta dos celdillas (como en las copas de doble fondo), una por dentro y otra por fuera. Los primeros alvéolos adheridos a la col10mena, que ocupan dos o tres filas circulares, son poco profundos y están vacíos de miel; en cambio, los más impregnados de cera están bastante llenos de miel.

En cuanto a la boca de la colmena, el principio de la entrada está impregnado de una capa de mitys[219]: es una 15sustancia bastante negra, una especie de residuo que las abejas segregan cuando hacen la cera y de olor acre; sirve de remedio contra los abscesos y supuraciones del mismo género. La capa que viene después está constituida por cera mezclada con pez[220]: es menos fuerte y un remedio menos eficaz que la mitys.

Algunos autores aseguran que los zánganos se construyen ellos mismos las celdillas compartiendo con las abe20jas, no sólo la misma colmena, sino también una determinada celdilla, pero que no elaboran nada de miel, sino que se alimentan con la elaborada por las abejas, así como también las larvas. Los zánganos permanecen la mayor parte del tiempo dentro de la colmena, y si emprenden el vuelo, se elevan en grupo hacia el cielo, describiendo círculos 25como una especie de ejercicio gimnástico. Después regresan a la colmena y se sacian de miel[221].

Las reinas no salen a volar, salvo con todo el enjambre, ni en busca de comida, ni para otro motivo. Dicen los expertos que si el enjambre se extravía y se aleja de la reina, las abejas le siguen el rastro hasta que la han 30encontrado por el olfato. Se dice también que cuando la reina no puede volar, es llevada por el enjambre, y que si ella perece, perece también el enjambre. Pero si el enjambre sobrevive algún tiempo, y hace panales, no hay miel en su interior y las abejas no tardan en morir[222].

Las abejas, para recoger la cera, trepan hacia las flores sirviéndose activamente de sus patas delanteras. Después 624blas limpian con las del medio y éstas con los pliegues de las patas traseras, y así cargadas regresan y se nota que llevan peso. En cada una de sus salidas, la abeja no va de flor en flor de especies diferentes, sino que, por ejemplo, 5pasa de violeta a violeta sin tocar otra flor, hasta que volando llega a la colmena. Una vez que ha llegado a la colmena, se sacude la carga y cada una es asistida por tres o cuatro compañeras. Es difícil ver lo que recogen. Tampoco se ha observado cómo realizan su tarea. Pero se ha podido constatar cómo recogen la cera de los olivos, pues 10la espesura de las hojas les obliga a permanecer más tiempo en un mismo lugar.

Después de esto proceden a criar. Nada impide que larvas, miel y zánganos ocupen la misma celdilla. Pues bien, se dice que si la reina vive, los zánganos nacen aparte, pero que en caso contrario, se los encuentra en los alvéolos de las abejas donde son engendrados por éstas y son más 15agresivos. Por esto se les llama aguijoneadores, sin que tengan aguijón, puesto que quieren picar sin conseguirlo. Los alvéolos de los zánganos son más grandes que los otros. Sucede a veces que las abejas fabrican separadamente los panales destinados a los zánganos, pero generalmente los disponen entre sus propias celdillas, y por esto los apicul20tures separan unos de otros.

Existen varias clases de abejas, como se ha dicho antes, y dos clases de reinas: una, la mejor, es roja; la otra es negra y abigarrada y su tamaño es doble del de la obrera. La abeja mejor es pequeña, redonda y moteada; otra va25riedad es larga y se parece al avispón[223]; otra, llamada ladrona, es negra y tripuda. Todavía está el zángano: éste es el más grande de todos estos insectos, no tiene aguijón y es perezoso.

Las abejas que nacen de enjambres que liban las plantas de terrenos cultivados difieren de las que proceden de enjambres que están en las montañas. En efecto, las que nacen de abejas que liban en el bosque son más velludas, 30más pequeñas, más activas y más irascibles.

Pues bien, las obreras construyen sus panales iguales con la superficie externa perfectamente lisa; por otro lado, cada panal es de una sola pieza, es decir, que contiene íntegramente o miel o larvas o zánganos; pero si sucede que hay de todo en un mismo panal, las celdillas de una misma especie están dispuestas unas a continuación de otras 625ahasta el final[224]. En cambio, las abejas largas[225] hacen panales desiguales con la superficie externa hinchada, como la que hace el avispón; además, la prole y los demás elementos no están dispuestos en orden sino de cualquier manera. De estas abejas nacen reinas de mala calidad, zán5ganos en gran cantidad y las abejas llamadas ladronas; en cuanto a la miel, hay poca o muy poca.

Las abejas se instalan sobre los panales y los recalientan. Si no lo hacen, los expertos dicen que los panales se deterioran y se cubren de telarañas[226]. Y si pueden detener el mal y proteger el resto mediante la incubación, la parte dañada queda como devorada[227], de lo contrario todo se pierde. En los panales dañados se forman pequeños 10gusanos que salen volando cuando tienen alas.

Además, las abejas reparan los panales que amenazan ruina poniéndoles soportes de manera que puedan deslizarse por debajo[228]. Porque cuando no disponen de un camino para llegar a los panales no los incuban y entonces se cubren de telarañas. Una vez nacidos, la abeja ladrona y el zángano no hacen ningún trabajo, sino que dañan la 15obra de las otras. Pero si son sorprendidos, son muertos por las obreras. Éstas matan también violentamente a la mayoría de las reinas, en particular a las perezosas, para evitar que la multiplicidad de reinas ocasione la dispersión del enjambre. Y las matan sobre todo cuando el enjambre no es prolífico y no van a marcharse para reemplazarlo. 20En estas circunstancias destruyen las celdillas que habrían podido ser preparadas para las reinas, con la idea de que las reinas son las conductoras de los enjambres.

Destruyen igualmente las celdillas de los zánganos si empieza a producirse una escasez de miel y si las colmenas no están bien provistas. Entonces atacan más encarneci25damente a los que intentan quitársela y expulsan a los zánganos que se encuentran en la colmena y, a menudo, se los ve instalados en la entrada de la misma.

Las abejas de pequeño tamaño combaten con vigor a las grandes e intentan arrojarlas de la colmena. Si ganan, se considera que la colmena va a hacerse muy buena. Pero si las otras[229] permanecen solas, viven en la ociosidad y no 30hay nada bueno, y perecen igualmente antes del otoño. Cada vez que las obreras matan, procuran hacerlo fuera de la colmena; y si alguna muere en el interior, la sacan igualmente.

Las abejas llamadas ladronas estropean incluso sus pro625bpios panales, y cuando pueden pasar inadvertidas, penetran incluso en los de las otras; pero si son cogidas, son muertas. No es tarea fácil escapar a la vigilancia, pues hay guardianas a cada entrada, y si la ladrona pasa sin ser vis5ta, como se ha atiborrado, es incapaz de volar y rueda por el suelo delante de la colmena, de manera que le es difícil escapar.

En cuanto a las reinas, no se las ve jamás fuera de la colmena, sino en compañía de un enjambre, y en la partida se ve a todas las demás abejas agrupadas alrededor de la reina. Cuando un enjambre está a punto de partir, se oye un sonido monótono y peculiar durante algunos días, y dos 10o tres días antes algunas abejas se dedican a volar alrededor de la colmena; en cuanto a saber si la reina se encuentra entre ellas, no se ha podido constatar hasta ahora, ya que no resulta fácil conseguirlo[230]. Una vez formado el enjambre, las abejas echan a volar y se reparten en grupos alrededor de cada reina. Pero si un enjambre pequeño se 15encuentra establecido al lado de uno grande, el pequeño se agrega al grande, y si la reina que han abandonado las sigue, la matan. He aquí, pues, cómo se desarrolla el abandono de una colmena y la partida de un enjambre.

Hay, por otra parte, en las abejas grupos de obreras especializadas en cada grupo de trabajo; por ejemplo, unas recogen el jugo de las flores, otras acarrean agua, otras alisan y enderezan los panales[231]. La abeja trae agua 20cuando alimenta a sus crías. Ninguna abeja se posa sobre la carne de ningún animal, ni come nada cocido. No hay para las obreras tiempo fijo para empezar a trabajar, sino que si tienen todo lo necesario y su salud es buena empiezan el trabajo a principios de la primavera, y cuando hace buen tiempo, trabajan sin cesar. Y siendo todavía joven y des25pués de desprenderse del capullo, se pone a trabajar a los tres días, si está bien alimentada. Y cuando un enjambre se establece en algún sitio, algunas abejas se separan para ir a buscar comida y luego regresan.

En las colmenas florecientes, la reproducción de las abejas cesa solamente durante unos cuarenta días posteriores al solsticio de invierno. Cuando las larvas han terminado 30de crecer, las abejas las untan de cera y depositan a su lado comida, y cuando la larva es capaz, raspa la capa que la recubre y sale. Las obreras limpian las colmenas de los animalillos que se forman y que devoran los panales, pero las otras abejas, a causa de su mala naturaleza, ven con indiferencia la destrucción del trabajo de aquéllas.626a

Cuando los apicultores quitan los panales, dejan a las abejas comida para el invierno[232]; si es en cantidad suficiente, la colmena se salva; en caso contrario, si el invierno es crudo, las abejas mueren dentro de la propia colmena, pero si los días son buenos, la abandonan. Se alimentan 5de miel tanto en el verano como en el invierno; sin embargo, también toman otro alimento parecido a la cera por su dureza y que algunos llaman sandaraque[233].

Los animales más perjudiciales para las abejas[234] son las avispas y, entre los pájaros, los llamados carboneros[235], así como la golondrina y el abejaruco. También las ranas 10de charca cazan a las abejas cuando las encuentran al borde del agua. Ésta es la causa por la cual los mieleros capturan a las ranas de los charcos en donde beben las abejas y destruyen los nidos de avispas y de golondrinas que se acercan a las colmenas, así como los nidos de los abejarucos. Las abejas no huyen delante de ningún animal, sola 15mente ante otras abejas. Luchan entre ellas y contra las avispas. Fuera de la colmena no se hacen daño recíprocamente, ni atacan a ningún otro animal, pero a los animales que se acercan a la colmena, matan a todos los que pueden.

Después de haber picado, las abejas mueren porque no pueden retirar su aguijón sin arrancar el intestino. En efecto, sucede a menudo que la abeja se salva si la persona 20que ha sido picada aprieta hasta sacar el aguijón; pero la abeja que ha perdido su aguijón, muere. Matan con su picadura incluso a animales de gran tamaño; así se ha dado el caso de un caballo[236] que murió a causa del ataque de las abejas. Pero las reinas, de modo especial, se irritan y pican.

Las abejas sacan fuera de la colmena a las que mueren 25dentro, ya que es el animal más limpio. También muchas veces vuelan lejos para evacuar el excremento, puesto que tiene un olor desagradable. Pues, como hemos dicho, soportan difícilmente los olores nauseabundos y el de los perfumes, por ello pican a las personas que hacen uso de ellos[237].

Las abejas son víctimas de diversas afecciones, en particular cuando las reinas son numerosas y cada una de ellas 30se lleva una parte del enjambre. El sapo es también un azote para las abejas. En efecto, colocándose a la entrada de las colmenas, sopla, y, acechando a la que sale, se la come. Pues bien, el sapo no puede sufrir ningún daño de las abejas, pero el apicultor lo mata.626b

En cuanto a la clase de abejas de la que hemos dicho que es perversa, y que construye bastos panales, algunos apicultores aseguran que son sobre todo las abejas jóvenes las que proceden así a causa de su inexperiencia, entendiendo por abejas jóvenes las de un año. Éstas no pican 5como las otras, y por ello entonces se cogen enjambres formados por abejas jóvenes. Cuando falta la miel, las abejas expulsan a los zánganos, y los apicultores les dan higos y otros alimentos dulces[238].

Las abejas de más edad trabajan en el interior y son velludas a causa de su reclusión, mientras que las jóvenes acarrean la comida de fuera y son más lisas[239]. También 10matan a los zánganos cuando no tienen bastante espacio para trabajar, y de hecho los zánganos ocupan el fondo de la colmena.

Se ha visto a abejas de una colmena enferma ir a atacar a otra colmena y, victoriosas del combate, llevarse la miel[240]; pero si el apicultor empieza a matarlas, las otras 15pasan al ataque y rechazan a las invasoras sin picar al hombre. Entre las enfermedades que perjudican principalmente a las colmenas prósperas, está la llamada cleros[241]. Se trata de pequeñas larvas que se forman en las planchas de la colmena, y que al crecer producen una especie de telaraña que invade toda la colmena y produce la putrefacción 20de los panales. Otra enfermedad produce una especie de inercia de las abejas y da un hedor a las colmenas. El pasto para las abejas es el tomillo[242]: el blanco es mejor que el rojo. El emplazamiento de la colmena no debe ser soleado en la canícula, pero sí en el invierno. Las abejas están sobre todo sujetas a enfermedades cuando su trabajo se ejerce sobre plantas atacadas por el añublo. Cuando el vien25to es violento, llevan una piedrecita para que les sirva de lastre contra la fuerza del viento[243]. Si existe un curso de agua en las cercanías, beben allí y en ninguna otra parte, después de haber descargado su carga; cuando falta el agua corriente, beben en otro sitio, pero vomitan la miel y vuelven enseguida a la tarea.

Para la elaboración de la miel, hay dos estaciones ade30cuadas, la primavera y el otoño. Pero la miel de la primavera es más dulce, más blanca y en su conjunto mejor que la del otoño[244]. Además, la miel es mejor cuando procede de una cera nueva y de retoños. La miel rubia es de calidad inferior, debido al panal en que se encuentra, pues se deteriora como le ocurre al vino por culpa del recipiente, y por eso es preciso secarlo. Cuando el tomillo está 627aflorido y el panal lleno, la miel no se cuaja. La miel dorada es de buena calidad; la blanca no procede de un tomillo puro, pero es buena para los ojos y las heridas. La miel pobre, que hay que quitar, se encuentra siempre en la superficie, mientras que la pura se deposita en el fondo. 5Cuando las plantas florecen, las abejas fabrican la cera; es el momento en que hay que sacar de la colmena la vieja, pues enseguida se ponen a fabricarla. Las plantas de las que liban las abejas son las siguientes: el árbol-huso[245], el meliloto[246], el gamón[247], el mirto[248], la espadaña[249], el agnocasto[250] y la retama[251]. Cuando las abejas liban el tomillo, mezclan agua con la miel antes de un 10tar el panal. Para hacer sus necesidades, todas las abejas vuelan lejos de la colmena, como hemos dicho, o las hacen en un panal determinado. Las abejas pequeñas son más activas que las grandes, como hemos dicho[252]. Tienen los bordes de las alas gastadas, su color es oscuro, como quemado por el sol. En cambio, las grandes están pálidas y relucientes, como mujeres ociosas.15

Parece que las abejas gustan del ruido[253]; por ello se dice que se las reúne en la colmena sirviéndose de cacharros y piedras; sin embargo, no se puede determinar de una manera absoluta si oyen algo o si actúan así por placer o por miedo.

20Las abejas echan fuera a las perezosas y a las despilfarradoras. Se distribuyen entre sí el trabajo como hemos dicho más arriba[254]: unas fabrican la cera, otras la miel y otras la erithaca[255]. Y unas pulen los panales, otras traen agua para los alvéolos y la mezclan con miel, otras van a libar. De madrugada están silenciosas hasta que una de 25ellas las despierta zumbando dos o tres veces. Entonces van en tropel al trabajo y a la vuelta hacen al principio mucho ruido, pero este ruido va disminuyendo hasta que una de ellas emite un zumbido volando en círculo como para dar la señal de ir a dormir; entonces, de repente, se quedan calladas[256].

Se reconoce que el enjambre está en plena actividad cuando hacen mucho ruido y las abejas están inquietas 30entrando y saliendo, pues entonces están criando larvas de abejas.

Sufren particularmente de hambre cuando empiezan a trabajar a finales del invierno. Se vuelven perezosas si al castrar las colmenas se les deja demasiada cantidad de miel[257]. Pero es preciso reservar un número de panales 627bproporcional a la importancia de la colmena; pues trabajan con menos ardor si se les deja demasiada poca miel. Se vuelven también perezosas si la colmena es grande pues ponen menos entusiasmo en la tarea. Una colmena castrada proporciona un congio[258] o un congio y medio de miel; las más afortunadas dos congios o dos congios y medio; algunas incluso tres.

Un enemigo de las abejas es la oveja[259] y, como hemos 5dicho antes, las avispas. Pero los apicultores, a su vez, cazan a las avispas colocando cerca de la colmena una olla con carne: cuando las avispas acuden en masa la tapan y la ponen al fuego. La presencia de un pequeño número de zánganos es favorable a la colmena, pues vuelven a las 10abejas más laboriosas.

Las abejas pronostican el mal tiempo y la lluvia; la prueba es que entonces no vuelan lejos de la colmena, sino que revolotean cuando todavía hace buen tiempo, lo que indica a los apicultores que las abejas esperan mal tiempo[260]. Cuando las abejas están colgadas unas con otras en el interior de la colmena[261], es señal de que el enjambre está a punto de emigrar. Pero los apicultores 15cuando se dan cuenta de ello rocían la colmena con vino dulce.

Conviene plantar alrededor de las colmenas perales, habas, alfalfa, hierba de Siria, guisantes, mirtos, amapolas, serpol y almendros.

Algunos apicultores reconocen a sus abejas en el prado espolvoreándolas antes con harina.20

Si la primavera se retrasa o si hay sequía y cuando el añublo ataca, la fecundidad de las abejas es menor[262]. Tales son, pues, las costumbres de las abejas.

Costumbres de las avispas

41Existen dos variedades de avispas[263]. De ellas, unas, las silvestres, son más bien escasas; nacen en los montes y depositan 25las larvas no en tierra, sino en las encinas. En cuanto a la forma, son mayores, más alargadas y más negras que las otras; son moteadas, llevan todas un aguijón y son más valerosas; su picadura es más dolorosa que la de las demás, pues su aguijón es proporcionalmente mayor. Pues bien, éstas viven más de 30un año y se las ve, incluso en el invierno, salir volando de las encinas cortadas, pero viven escondidas durante el invierno y pasan el tiempo en los troncos de los árboles. De ellas, unas son madres[264] y otras obreras, como en el caso de las avispas domésticas.

En cuanto a la naturaleza de la obrera y de la madre, 628ase verá claro por la observación de las avispas domésticas. En efecto, también en el caso de las avispas domésticas hay dos variedades: las reinas, llamadas madres, y las obreras. Las reinas son mucho mayores y menos agresivas. Pero las obreras no viven más de un año, sino que todas mueren al llegar el invierno (esto es fácil de constatar 5porque a principios del invierno las obreras se entorpecen y hacia el solsticio de invierno desaparecen del todo), mientras que las reinas llamadas madres, son visibles durante todo el invierno, y tienen su morada bajo tierra. En efecto, al arar o cavar la tierra durante el invierno se ven a 10menudo avispas madres, pero ninguna obrera.

La reproducción de las avispas tiene lugar de la manera siguiente: cuando a principios del verano las reinas han encontrado un lugar bien resguardado, construyen los panales y los llamados avisperos, que son pequeñas redes de celdillas en número más o menos de cuatro, en las que nacen avispas obreras, pero no madres. Una vez que estas crías han crecido, empiezan a construir otros grupos de 15celdillas más grandes, y cuando el enjambre es mayor construyen otras más, de manera que a finales del otoño hay nidos de avispas en gran número y muy grandes, donde la reina, llamada madre, no engendra avispas obreras sino madres. Estas últimas nacen arriba, en la parte superior del avispero, en forma de grandes larvas, en celdillas de 20bloques continuos en número de cuatro elementos o un poco más, casi de la misma manera que nacen las larvas de las reinas en los panales de abejas.

Después de que las avispas obreras han nacido en las celdillas, las reinas ya no trabajan, y son las obreras las que les traen la comida: lo demuestra el hecho de que las reinas no vuelan al exterior, sino que permanecen tranqui25las en el interior. En cuanto a saber si las reinas del año anterior son muertas por las avispas jóvenes y si este hecho se produce invariablemente, o si pueden vivir todavía más tiempo, no se ha podido hacer hasta ahora ninguna observación. Tampoco se dispone de ninguna constatación sobre la vejez de la avispa madre o de las avispas silvestres, ni sobre otra particularidad del mismo género.30

La avispa madre es ancha y pesada, más gorda y más grande que la avispa obrera, y a causa de su peso no tiene demasiada fuerza para el vuelo, y así son incapaces de volar una larga distancia. Por ello permanecen siempre en los avisperos puliendo y organizando el interior. En la ma35yoría de los avisperos se constata la presencia de estas avis628bpas llamadas madres, pero es dudoso si tienen o no aguijón. Sin embargo, parece que, como ocurre con las reinas de las abejas, lo tienen, pero que no lo sacan ni lo utilizan para picar.

Entre las avispas obreras, unas carecen de aguijón, como los zánganos, otras lo poseen. Las que carecen de aguijón 5son más pequeñas y más cobardes y no se defienden; en cambio, las provistas de aguijón son más grandes y más agresivas[265]. Algunas personas llaman a estas últimas machos, y hembras a las que no tienen aguijón. Parece que muchas avispas provistas de aguijón lo pierden al acercarse el invierno, pero no se ha encontrado todavía un testigo ocular del hecho.

Las avispas nacen sobre todo en los períodos de sequía 10y en los terrenos ásperos. Se reproducen bajo la superficie de la tierra y construyen los panales con broza y tierra, cada uno de ellos partiendo de un mismo punto como de una raíz. Se alimentan de flores y frutas, pero principalmente de carne. Se ha visto copular a algunas de las avis15pas domésticas, pero no se puede determinar si las dos tenían o no aguijón, o si una tenía y otra no. También se ha visto copular a avispas silvestres, y una tenía aguijón, pero no se ha podido observar si la otra también lo tenía.

Las larvas no parece que nazcan por vía de parto, porque son enseguida demasiado grandes como para salir de una avispa. Si se coge a una avispa por las patas y 20se deja que zumbe con sus alas, las avispas sin aguijón acuden volando hacia ella, pero no las que lo tienen; algunos se basan en esto para decir que unas son los machos y otras las hembras. Se las captura en el invierno en las cuevas y de ellas unas tienen aguijón y otras no.

De las avispas, unas construyen celdillas pequeñas y poco numerosas, mientras que otras, numerosas y espaciosas. 25Las llamadas madres se dejan coger tras el solsticio de invierno, la mayoría alrededor de los olmos, porque recogen la sustancia viscosa y gomosa.

Según parece, nacen una gran cantidad de madres cuando el año anterior ha habido muchas avispas obreras y lluvias abundantes. Se las captura en los sitios escarpados y en las hendiduras verticales del suelo, y todas aparecen 30con aguijón. Tales son, pues, las costumbres de las avispas.

Costumbres de los avispones

42 Los avispones[266] no viven, como las abejas, de libar las flores, sino que son esencialmente carnívoros (por ello pasan la vida en los estercoleros: cazan moscas grandes y cuando han apresado una, le 35sacan la cabeza y vuelan con el resto del cuerpo), pero 629ase alimentan también de fruta dulce. Tal es, pues, su alimentación. Tienen también reinas igual que las abejas y las avispas, y estas reinas, comparadas con los otros avispones, son proporcionalmente de un tamaño mayor que 5la reina de las avispas y la reina de las abejas comparadas con las obreras. También esta reina vive en el interior del avispero, como la reina de las avispas. Los avispones construyen sus nidos bajo tierra, que excavan como las hormigas. Pues ni en ellas ni en las avispas se producen partidas para fundar otra colonia como ocurre con las abe10jas, sino que permanecen en el mismo sitio agregándose continuamente los nuevos avispones que van naciendo y engrandeciendo el nido a base de ir sacando tierra. Sus nidos se hacen considerables; en efecto, se ha visto retirar de un nido en plena actividad hasta tres o cuatro cuévanos[267] de cera. Tampoco hacen reserva de comida como las abe15jas, sino que en invierno se ocultan y la mayoría mueren. Pero no se sabe si mueren todos.

En los nidos de los avispones no hay más de una sola reina, como las hay en las colmenas de abejas, en donde la presencia de varias reinas produce el desmembramiento del enjambre. Pero cuando un cierto número de avispones se extravía de su avispero, se agrupan alrededor de un 20árbol y allí construyen panales como los que se ven a menudo en la superficie del suelo, y engendran en él a una reina. Ésta, una vez ha salido de su envoltura y ha crecido, toma el mando y los lleva con ella a habitar en un nido.

En cuanto al apareamiento de los avispones y de dónde procede su descendencia, no se posee ningún testigo ocular. Pues bien, mientras que en las abejas, los zánganos 25y las reinas carecen de aguijón, y en las avispas algunas tampoco poseen, como hemos dicho[268], en cambio en los avispones todos aparecen provistos de un aguijón. Pero habría que examinar al avispón reina más de cerca para ver si tiene aguijón o no.

Los abejorros y la avispa glotona

43Los abejorros depositan sus larvas debajo de una piedra, en tierra, en dos cel30dillas o en algunas más. Se encuentra incluso en estas celdillas un rudimento de miel de mala calidad.

La avispa glotona tiene una cierta semejanza con el avispón, pero es moteada y tiene una anchura similar a la de la abeja. Es golosa y vuela individualmente hacia las cocinas sobre los pescados y otros alimentos de esta clase. Deposita sus larvas en el suelo como las avispas. Es prolí629b35fica y su nido es mucho mayor y más alargado que el de las avispas.

He aquí, pues, cómo trabajan y viven las abejas, las avispas y otros insectos de este género.

Carácter del león

44 5En lo que atañe al carácter de los animales, es preciso, como hemos dicho antes, considerar las diferencias que afectan principalmente a su valentía y a su cobardía, y después, incluso cuando se trata de animales salvajes, a su mansedumbre o agresividad. En efecto, el león es muy feroz mientras come, pero cuando no tiene hambre o ha comido lo suficiente, es muy manso. Su carácter no es desafiante ni suspicaz, y se mués10tra juguetón y cariñoso con los individuos con los que se crio, a los cuales está acostumbrado. En las cacerías, cuando es observado, no huye ni se asusta, pero si por el gran número de cazadores se ve obligado a retroceder, se va lentamente, sin forzar el paso, volviéndose de vez en vez. Sin 15embargo, si se encuentra en una espesura, huye rápidamente hasta que llega a un lugar descubierto; y entonces vuelve de nuevo a replegarse. En campo raso, si el número de cazadores le obliga a emprender la huida al descubierto, corre alargando el paso pero sin dar saltos. Su carrera es 20continua y tendida, como la del perro. Con todo, cuando persigue a una presa y la tiene ya al alcance, se lanza sobre ella. Por otra parte, es exacto, como se cuenta, que tiene un gran miedo del fuego, como lo indica este verso de Homero[269]: «Y las antorchas ardiendo que le espantan por impetuoso que sea», y que acecha a la persona que lo hirió y se lanza sobre ella. Y si alguien sin haberle herido le 25molesta, el león, si lo coge, abalanzándose sobre él, no le hace ningún daño ni lo despedaza con sus garras, sino que le sacude y le atemoriza y le deja ir. Cuando se hacen viejos se acercan sobre todo a los poblados y hacen daño a las personas, puesto que la vejez les impide cazar, así 30como el mal estado de sus dientes[270]. Viven muchos años, y el león que fue capturado cojo tenía muchos dientes rotos, de donde se ha sacado el argumento para decir que los leones tenían larga vida, pues este accidente sólo puede ocurrir a un animal de edad avanzada.

Existen dos variedades de leones: una integrada por individuos más rechonchos, con la melena más rizada y más tímidos; la otra especie es de forma más alargada, 35con los pelos más rígidos y más valiente. A veces huyen 630acon la cola entre las piernas, como los perros[271]. Se vio una vez a un león a punto de lanzarse sobre un jabalí, pero que huía al ver a su adversario hacerle frente con las cerdas erizadas. Sus flancos ofrecen una débil resistencia a los golpes, pero el resto del cuerpo puede soportar mucho; y su cabeza es robusta. Cuando desgarra una pre5sa con sus dientes o sus uñas, fluye de las heridas un pus muy amarillo que los apósitos y las esponjas no pueden limpiar. El tratamiento a aplicar es el mismo que para las heridas causadas por mordeduras de perro.

También los chacales son amigos del hombre[272]: no 10dañan a los humanos ni les temen demasiado. En cambio, atacan a los perros y a los leones, y por ello no conviven con estos animales. Los mejores son los chacales de pequeño tamaño. Unos dicen que existen dos variedades y otros, tres. Parece, en todo caso, que no hay más que ésas; pero como ocurre en algunos peces, aves y cuadrúpedos, los chacales también cambian según las estaciones: así tie15 nen un color diferente en el invierno y en el verano, y su pelo es escaso en el verano y tupido en el invierno.

Descripción y costumbres del bisonte

45El bisonte se encuentra en Peonía[273], en monte Mesapio, que separa las regiones de Peonía y de Media[274], y los peo20nios lo llaman mónapo. Es del tamaño del toro, pero más macizo que un buey, pues su cuerpo no es alargado. Su piel extendida cubre la superficie de un lecho para siete personas. Por lo demás, tiene el aspecto de un buey, salvo que sus crines le llegan hasta las agujas, como el caballo. Sus pelos son más sua25ves que los del caballo, y más adheridos al cuerpo. Su pelaje es de color amarillento. Sus crines, largas y espesas, le llegan hasta los ojos. El color de su cuerpo es entre gris ceniciento y rojo, no como los caballos llamados alazanes, sino que el pelo de la parte alta del cuerpo lo tiene 30más áspero y el de la parte baja, lanoso. No son muy negros o pelirrojos. Tiene una voz similar a la del buey; sus cuernos son encorvados, dirigidos uno hacia otro e inútiles para defenderse[275], de una longitud de un palmo o un poco más, y de un volumen correspondiente a una ca35pacidad de cerca de medio congio[276]. El color negro del cuerno es hermoso y lustroso.

La melena que este animal tiene sobre la frente le des630bciende hasta los ojos, de manera que ve mejor de lado que de frente. No tiene los dientes del maxilar superior, como tampoco los tienen los bovinos y los otros animales cornígeros. Sus patas son velludas y es animal bífido. La cola, que se parece a la del buey, es pequeña para lo que 5cabría esperar de su tamaño. Levanta el polvo y excava la tierra como el toro. Su piel es resistente a los golpes. Su carne es sabrosa y por esto se le caza. Cuando es herido, huye y no para hasta que está agotado. Se defiende coceando y evacuando los excrementos que lanza a una 10distancia de cuatro brazas, defensa fácil a la cual recurre a menudo. Sus excrementos queman tanto que secan el pelo de los perros alcanzados por él. En todo caso el estiércol posee esta propiedad cuando el animal está alterado y espantado, pero cuando está tranquilo no quema.

Tal es, pues, el aspecto y la naturaleza de este animal. Por otro lada, cuando llega el momento del parto, las hem15bras se reúnen en el monte para parir. Pero antes de dar a luz rodean de excremento el lugar en que se encuentran, como para hacer una especie de muro defensivo, pues la cantidad de excremento que evacúa este animal es considerable.

Particularidades del elefante

46El elefante es, de todos los animales salvajes, el más manso y más fácil de domesticar, pues aprende muchas cosas y las comprende e incluso se le enseña a 20postrarse ante el rey[277]. Tiene los sentidos muy desarrollados y sobresale por otros rasgos de sagacidad. Cuando ha cubierto a una hembra y la ha dejado preñada no la toca más[278].

Unos dicen que el elefante vive doscientos años, otros que ciento veinte[279], y que la hembra vive casi tanto como el macho, que son adultos hacia los sesenta años y que 25soportan difícilmente el invierno y el frío. El elefante vive cerca de los ríos, pero no es un animal de río. Con todo, se desenvuelve bien en el agua, pero sólo se adentra en ella hasta que su trompa sobresale de la superficie del agua, pues por este órgano sopla y respira[280]. Pero a causa de 30su peso no es capaz de nadar.

Relaciones entre madre e hijo

47Los camellos no montan a sus madres e incluso si se les obliga, rehúsan a ello. En efecto, sucedió en una ocasión que, no teniendo semental, un cuidador tapó a la camella madre con una manta, y la presentó a su vástago. Durante la copulación la manta cayó; con todo, el joven macho consumó el acoplamiento, pero poco tiempo después mordió al camellero y lo ma35tó[281]. Se cuenta también[282] que un rey de Escitia tenía 631auna yegua de raza cuyos potrillos eran todos buenos, queriendo conseguir una cría del mejor de estos potros y de su madre, mandó traerlo para que la cubriera, pero el po5trillo rehusó. Entonces se tapó a la madre y el potro la cubrió sin conocerla. Pero después de la copulación, se destapó la cara de la yegua y, al verla, el potro huyó y se arrojó por un precipicio.

Inteligencia del delfín

48En lo que se refiere a los animales marinos, se citan una multitud de hechos que demuestran la dulzura y familiaridad de los delfines, y en particular sus manifestaciones de amor y de pasión por sus 10hijos[283] (éstos ocurrieron en los alrededores de Tarento, Caria y otros lugares). Por otro lado, se cuenta que cerca de Caria, habiendo sido herido y capturado un delfín, una multitud de delfines entró en grupo en el puerto donde se quedaron hasta que el pescador soltó al delfín herido; entonces todos de nuevo se marcharon con él[284]. 15Los delfines pequeños siempre van acompañados de algunos de los grandes para asegurar su protección. Se vio un día a un grupo de delfines, grandes y pequeños, seguidos a poca distancia de otros dos que nadando sostenían, cuando se hundía, a un delfín pequeño muerto; ellos lo levanta20ban con su dorso, como llenos de compasión, para impedir que fuera presa de algún animal voraz.

Sobre la rapidez de este animal se cuentan también hechos increíbles. En efecto, de todos los animales, tanto acuáticos como terrestres, es el que pasa por ser el más veloz,

y además son capaces de saltar por encima de los mástiles de los grandes navios[285]. Esto sucede sobre todo cuando persiguen a un pez para alimentarse. Pues en estas circunstancias le siguen, instigados por el hambre, hasta el fondo 25del mar; y si el viaje de vuelta es demasiado largo, entonces reteniendo su respiración, como si calcularan la distancia, giran sobre sí mismos y parten como una flecha deseosos de recorrer a toda velocidad el camino que les resta para poder respirar; y saltan por encima de los mástiles si por azar un navío se encuentra por aquellos lugares. Es30to mismo hacen los buceadores que se lanzan al fondo del mar: en la medida de sus fuerzas también ellos suben a la superficie después de girar previamente sobre sí 631b mismos.

Los delfines viven agrupados formando parejas, los machos con las hembras. Existe una duda sobre ellos y es la de saber por qué saltan a tierra firme; pues se asegura que hacen esto al azar, sin razón alguna.

Cambios en los caracteres sexuales

49Así como todos los animales actúan de 5acuerdo con sus disposiciones naturales, de la misma manera también cambian su carácter de acuerdo con sus actos, y a menudo incluso llegan a cambiar ciertos órganos, como ocurre con las aves de corral. En efecto, las gallinas, cuando han vencido a los machos, lanzan un grito imitando el canto del gallo e intentan montarlos. Su 10cresta y su cola se ponen enhiestas, de manera que no resulta fácil reconocer que son hembras. Por otro lado, a algunas les crecen una especie de pequeños espolones.

Se han dado también casos de gallos que, habiendo perdido a sus hembras, se ocupan ellos mismos de los polli15tos, los conducen y aseguran su alimentación, hasta el punto de que no cantan y abandonan todo intento de cubrir a las hembras. Hay incluso algunos gallos de tal manera afeminados que soportan a los machos que intentan montarlos.

Caracteres consecutivos a la castración

50Algunos animales cambian de forma y 20de carácter no solamente según la edad y las estaciones, sino también con la castración. Se puede castrar a todos los animales que poseen testículos. Las aves tienen los testículos en el interior, y los cuadrúpedos ovíparos entre las nalgas; en cambio, la mayoría de los vivíparos 25terrestres los tienen por fuera, otros interiormente, pero todos al final del vientre[286].

Se castra a las aves de corral cerca de la rabadilla, en el lugar en donde se establece el contacto en el apareamiento. En efecto, si se cauteriza con hierro candente este lugar dos o tres veces[287], pueden ocurrir dos cosas: si se trata de un macho ya adulto, la cresta se le pone amarilla, cesa de cantar y no intenta cubrir a las hembras; si es to30davía joven, ninguno de los caracteres de su sexo[288] aparecen con la edad. Lo mismo sucede con los hombres: si se les mutila cuando son niños, los pelos que aparecen en 632ala pubertad no les salen ni les cambia la voz, sino que ésta permanece aguda; si al contrario, la mutilación se efectúa en un individuo púber, los pelos que crecen tardíamente caen a excepción de los del pubis (éstos son menos abundantes, pero persisten), mientras que los pelos que existen desde el nacimiento no caen, pues ningún eunuco se vuelve calvo[289].

También la voz se transforma en los cuadrúpedos que 5son castrados y adquiere el tono de la voz de la hembra. Los demás cuadrúpedos mueren si son castrados cuando ya no son jóvenes, sólo los verracos pueden ser castrados a cualquier edad. Todos los animales, que son castrados durante su juventud, se hacen más grandes que los no castrados y más agradables de ver; pero los que lo sean cuando ya están desarrollados cesan de crecer.10

Si los ciervos son castrados cuando todavía no tienen la cornamenta por causa de la edad, ya no les salen las astas[290]. Pero si se les castra cuando poseen las astas, el tamaño de éstas no varía y el animal no las pierde.

Castración de los bovinos

Pues bien, a los terneros hay que castrarlos durante el primer año, de lo contrario se vuelven feos y permanecen pequeños. Se castra a los novillos de la ma15nera siguiente: después de haber tumbado al animal patas arriba y haberle hecho una incisión en la parte superior del escroto, se le presiona los testículos hasta hacerlos salir; luego se levantan las raíces de los testículos lo más arriba posible y se rellena la incisión con pelos, para que la sangre corrompida fluya al exterior. Y si se inflama, se cauteriza el escroto y se pone un emplasto. Es evidente que los bueyes enteros son capaces de engen20drar, aun en el supuesto de ser castrados[291].

Castración de las cerdas y de las camellas

Se extirpa también el ovario de las cerdas para que no tengan necesidad de ser cubiertas sino que engorden rápidamente. Se practica esta operación manteniendo al animal en ayunas durante dos días y después de haberlo colgado por las patas traseras. Se 25le practica una incisión en el bajo vientre en el lugar en que principalmente se encuentran en los machos los testículos; es ahí, en efecto, en donde el ovario se adhiere a la matriz. Se corta un pequeño trozo del ovario y se cosen los extremos.

Se castra igualmente a las camellas cuando se las quiere emplear para la guerra y que no queden preñadas. Algunos señores del interior de Asia poseen hasta tres mil ca30mellos. Éstos, cuando corren, son mucho más rápidos que los caballos neseos[292], a causa de la longitud de sus zancadas. En general, los animales castrados se desarrollan más que los no castrados.

Los rumiantes

Todos los animales que rumian sacan provecho y placer del acto de rumiar, 632bcomo si comieran. Rumian los animales que no tienen dos hileras de dientes, como los bueyes, las ovejas y las cabras. En lo que atañe a los animales salvajes, ninguna observación se ha hecho todavía sobre este punto, salvo con los que son a veces domésticos, como por ejemplo, el ciervo. Éste sí que rumia. Todos los animales prefieren echarse 5para efectuar la operación de rumiar. Y rumian principalmente en invierno: los que son alimentados en el establo lo hacen durante casi siete meses; en cambio, los que viven en rebaños rumian menos y durante menos tiempo, puesto que pacen en el campo.

También rumian algunos animales con dos hileras de dientes, como, por ejemplo, los ratones del Ponto[293] y ciertos peces, que también se llaman rumiantes a causa de su 10comportamiento.

Los animales de patas largas están sujetos al flujo del vientre, y los de pecho ancho a los vómitos; y este comportamiento vale de una manera general tanto para los cuadrúpedos y aves, como para las personas.

Las metamorfosis de las aves

51Muchos pájaros cambian, según las si épocas del año, de color y de voz, como, 15por ejemplo, el mirlo, que de negro pasa a amarillo y modifica su voz. En efecto, en el verano canta, mientras que en el invierno emite un grito agudo y discordante[294]. El tordo cambia igualmente de color: en el invierno es de un gris parduzco y en cambio en el verano posee motas alrededor del 20cuello; pero no cambia de voz.

El ruiseñor canta sin cesar durante quince días y otras tantas noches en la época en que la montaña empieza a cubrirse de vegetación. Después todavía canta pero no de una manera continua[295]. Y a medida que el verano avanza emite otra voz que no es susceptible de tanta modelación ni tan viva y flexible, sino que es monótona; su color cam25bia también y, al menos en Italia, se le da otro nombre durante esta estación. No es visible durante largo tiempo, pues en el invierno se esconde[296].

Los petirrojos[297] y los pájaros llamados colirrojos[298] se transforman unos en otros por medio de metamorfosis[299]; el petirrojo es un ave de invierno, el colirrojo apa30rece en verano, pero se distinguen particularmente por el color. Lo mismo sucede con el papahígo y la curruca cabecinegra, pues también estas aves se transmutan la una en la otra. El papahígo aparece en el otoño y la otra inmedia633atamente después del final de esta estación. Tampoco estas aves tienen otra diferencia que el color y la voz. Se ha constatado que se trata de una misma ave observando a cada una de ellas en el momento de la metamorfosis, cuando todavía no se habían transformado del todo ni se ha5bían integrado en la otra especie. No tiene nada de extraño que en estas aves se produzcan cambios de voz y de color puesto que la paloma torcaz[300] no arrulla durante el invierno (a menos que lleguen días buenos después de un invierno riguroso y que se ponga a zurear, lo que por otra parte sorprende a los especialistas), sino que empieza 10a hacerse oír cuando llega la primavera. De una manera general las aves cantan con más fuerza y más a menudo cuando se encuentran en celo.

También el cuco cambia de color y su voz no es tan nítida cuando está a punto de desaparecer. Desaparece con la canícula y se deja ver desde el inicio de la primavera 15hasta la aparición del Can. El pájaro que algunos llaman oinanthe[301] desaparece cuando sale Sirio y reaparece en su ocaso, y evita tanto el frío como el calor.

La abubilla cambia igualmente de color y de forma, como lo dice Esquilo[302] en los siguientes versos: «A esta ave, la abubilla, testigo de su propia desgracia, <Zeus> la ha dotado de múltiples colores, dándole un aspecto bri20llante de osada ave de las rocas revestida de sus armas, que al llegar la primavera agita alas de gavilán de blanco plumaje. Pues así, aunque salida de un solo seno, despliega dos formas, una de joven y otra de edad madura. Pero 25a la llegada de una nueva cosecha, cuando se doran las mieses, de nuevo la recubre un plumaje moteado. Pero siempre, embargada de odio, partirá de aquí hacia otro lugar y habitará los bosques y las cumbres solitarias».

Cuidados de limpieza de las aves

De las aves, unas se revuelcan en el polvo, otras se bañan, otras no hacen ni lo 30uno ni lo otro[303]. Todas las aves que no Son buenas voladoras, sino que andan por 633btierra, se revuelcan en el polvo, como, por ejemplo, la gallina, la perdiz, el francolín, la alondra moñuda, el faisán[304]. En cambio, algunas aves de uñas rectas, así como todas las que viven al borde de los cursos de agua, de los pantanos y del mar, se bañan. Otras hacen las dos cosas, como la paloma común y el gorrión. 5Al contrario, las aves de uñas corvas no hacen ni lo uno ni lo otro.

Tal es, pues, el comportamiento de estas aves. Una particularidad propia de algunas aves es la de ventosear, como las tórtolas. Y este ruido va acompañado en estas aves de un movimiento violento de la rabadilla[305].

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