LIBRO IV
LIBRO IV
1 Lo caliente y lo frío
Puesto que se distinguen cuatro causas 10de los elementos, por combinación de éstas han venido a resultar también cuatro elementos, y dos de dichas <causas> son activas: lo caliente y lo frío, y dos pasivas: lo seco y lo húmedo; la certeza de esto <deriva> de la comprobación[489]: en efecto, es manifiesto que en todas las cosas el calor y el frío determinan, combinan y cambian las 15cosas homogéneas y las no homogéneas, y humedecen y secan, endurecen y ablandan, mientras que las cosas secas y húmedas son determinadas y experimentan todas las demás afecciones, tanto ellas por sí mismas como todos los cuerpos compuestos que participan de unas y otras; también se 20hace patente a partir de los enunciados con los que definimos su naturaleza: pues hablamos de lo caliente y de lo frío como activos (en efecto, lo que es capaz de fusionar <otras cosas> es en cierto modo activo) y de lo húmedo y lo seco como pasivos (en efecto, la naturaleza de estas cosas se llama 25maleable o no maleable por el hecho de sufrir algún <efecto>).
Es, pues, evidente que unas <causas> son activas y otras, pasivas. Pero una vez hechas estas distinciones, hay que considerar las operaciones con las que actúan las activas y las formas de las pasivas.
Ante todo, la simple generación y el cambio natural son 30en todos los casos efecto de esas potencias, así como su opuesta, la destrucción natural. Y éstas se dan en las plantas y en los animales, así como en sus partes. La generación simple y natural es un cambio <producido> por dichas potencias, cuando están en la proporción <adecuada>, a partir 379ade la materia subyacente a cada naturaleza[490]: éstas son las llamadas potencias pasivas. El calor y el frío generan <cosas> al dominar la materia; cuando no la dominan, tiene lugar un cocimiento parcial y una mala digestión. Por otro lado, el contrario más común a la generación sin más[491] es la degeneración[492]: en efecto, toda destrucción natural es el camino 5hacia aquélla, como la vejez y el marchitamiento. El final de todas las cosas es la putrefacción, salvo que sean destruidas violentamente: pues es posible también quemar la carne, el hueso y cualquiera de las cosas cuyo final natural es la degeneración. Por eso las cosas que degeneran se ponen 10primero húmedas y luego, finalmente, secas: pues se generaron a partir de esas <potencias>, y lo seco quedó delimitado respecto a lo húmedo por la operación de las <potencias> activas[493].
La destrucción se produce cuando lo delimitado domina sobre lo delimitante gracias al entorno. (No obstante, se dice también degeneración, en <un sentido> particular, de las cosas que se destruyen <sólo> en parte, cuando se apartan de su naturaleza.) Por eso degeneran todas las cosas menos el 15fuego: en efecto, tanto la tierra como el agua y el aire degeneran: pues todos ellos son materia para el fuego. La degeneración es la destrucción del calor propio y natural de cada cosa húmeda por <efecto de> un calor ajeno: éste <último> es el del entorno. Por consiguiente, dado que todo se ve afectado por falta de calor, siendo frío al carecer de dicha potencia, ambas cosas serán causas, y la degeneración será el 20efecto común de la frialdad propia y el calor ajeno. Por eso, en efecto, todas las cosas que degeneran se vuelven más secas, y al final se convierten en tierra y estiércol: pues al salir el calor propio se evapora la humedad natural y no hay <nada> que absorba la humedad; en efecto, el calor propio la 25introduce <en el cuerpo> tirando de ella. Y en tiempo frío hay menos degeneración que en tiempo cálido (pues en invierno hay poco calor en el aire y el agua circundantes, de forma que no tiene fuerza, mientras que en verano hay más); y tampoco <decae> lo helado (pues <tiene> más frío 30que calor el aire: de modo que no es dominado, mientras que lo que mueve domina) ni lo hirviente o caliente (pues hay menos calor en el aire que en la cosa, de forma que no domina[494] ni produce ningún cambio). De manera semejante también, lo que se mueve y fluye degenera menos que lo que está inmóvil: pues el movimiento <producido> por el 35calor del aire resulta más débil que el que hay ya en la cosa, 379bde modo que no produce ningún cambio. La causa de que lo mucho degenere menos que lo poco es también la misma: pues en lo más abundante hay más fuego y más frío propios 5de lo que pueden dominar las potencias del entorno. Por eso el <agua de> mar, dividida en partes, degenera rápidamente, pero toda <junta>, no, y lo mismo las demás aguas. Y los seres vivos se generan a partir de <substancias> degeneradas debido a que el calor despedido, al ser natural, compone los <elementos> desprendidos <de aquéllas>.
Queda dicho, pues, qué es la generación y qué la destrucción.
2 Efectos del calor y del frío
10Queda por decir las clases de efectos que producen las mencionadas potencias a partir de los sujetos ya constituidos por naturaleza.
Es <efecto> del calor la cocción, y <son clases> de cocción la maduración, la ebullición y el asado; es <efecto> del frío la no cocción, y <son clases> de ésta la 15crudeza, la escaldadura y el abrasamiento[495]. Hay que entender, con todo, que estos nombres no se dicen de las cosas en su acepción propia, sino que no hay <términos> universales para <todas> las cosas similares, por lo que no hay que considerar las especies mencionadas como tales, sino como <clases de procesos> similares[496].
Digamos qué es cada una de ellas.
La cocción es la consumación <de una cosa> por el calor natural y propio a partir de <características> pasivas opuestas: éstas son la materia propia de cada cosa. En efecto, 20cuando llega a la cocción, queda consumada y generada. Y el principio de la consumación se da por <efecto del> calor propio, aun cuando sea llevado a término también mediante el concurso de algo externo, tal como, por ejemplo, el alimento queda digerido también gracias a los baños y a otras cosas por el estilo: pero el principio es el calor presente en 25él. Y el fin, para unas cosas, es la naturaleza, a saber, la que llamamos forma y entidad; para otras, el fin de la cocción es <el acceso> a una cierta forma subyacente, cuando, <por ejemplo>, lo húmedo adquiere tal cualidad y cantidad al ser asado, hervido o pasado, o calentado de cualquier otra manera: pues entonces es aprovechable y decimos que ha sido cocido, 30como el mosto y lo que se concentra en los tumores cuando se genera pus, y la lágrima cuando se convierte en legaña; de manera semejante los demás <casos>.
Esto viene a sucederles a todas las cosas cuando su materia y su humedad es dominada: pues ésta es la que queda delimitada por el calor <que hay> en la naturaleza <de la cosa>; en efecto, hasta tanto se mantenga en ella la proporción 35<adecuada>, su naturaleza será ésa. Por eso este tipo de cosas 380ason signos de salud, a saber, la orina, las secreciones y, en general, los residuos <corporales>. Y se dice que ha habido cocción, porque queda claro que el calor propio <del cuerpo> domina sobre lo indeterminado. Las cosas cocidas serán necesariamente 5más densas y calientes: pues tal es el <efecto> que produce lo caliente: <hacer> más compacto, más denso y más seco.
La cocción, pues, es esto; la no cocción, por su parte, es una imperfección[497] debida a la falta de calor propio (y la falta de calor es el frío); la imperfección es una de las <potencias> pasivas opuestas, a saber, la materia natural de cada cosa.
10Considérense, pues, definidas de este modo la cocción y la no cocción.
3 Especies de cocción y no cocción
La maduración es una cierta cocción: pues se llama maduración la cocción de la <parte> comestible de los frutos. Y puesto que la cocción es una consumación, la maduración es consumada cuando 15las semillas <que hay> en el fruto pueden producir otro idéntico a éste: en efecto, también en las demás cosas hablamos así de lo perfecto. Ésta, pues, es la maduración del fruto, pero también se llaman maduras otras muchas cosas cocidas, con arreglo a la misma estructura[498] pero en <sentido> 20traslaticio, por no existir nombres, como ya se ha dicho antes, para cada consumación propia de las cosas determinadas por el calor y el frío natural. <En el caso> de los tumores, la inflamación y cosas semejantes, la maduración es la cocción por el calor natural de la humedad interna: pues es imposible que determine <algo> lo que no lo domina. A partir, pues, de las cosas de tipo aéreo se producen por condensación cosas de tipo acuoso, y de éstas, cosas de tipo terroso, 25y todas las cosas que maduran pasan de tenues a cada vez más compactas. Y unas cosas la naturaleza las atrae hacia sí según este <proceso> y otras las rechaza[499].
Queda dicho, pues, qué es la maduración. La crudeza es lo contrario: lo contrario de la maduración es la no cocción de la parte alimenticia del fruto; y ésta es la humedad indeterminada.
Por ello la crudeza es de tipo aéreo, acuoso o ambos. Y 30comoquiera que la maduración es una consumación, la crudeza es una imperfección. Se origina la imperfección por falta de calor natural y de proporción con lo húmedo maduro. Ninguna cosa húmeda llega a madurez por sí misma sin lo seco: pues el agua es el único líquido que no se espesa[500]. Y esto ocurre, bien porque el calor es escaso, bien porque la 380b<materia> determinada <por él> es mucha: por eso los jugos de las cosas crudas son suaves, más fríos que calientes e incomestibles e imbebibles.
Ahora bien, la crudeza, al igual que la maduración, se dice de muchas maneras. De ahí que también la orina, las secreciones 5y las destilaciones <nasales>[501] se llamen crudas por la misma causa: pues todas las cosas se llaman crudas por no estar dominadas por el calor ni estar condensadas. Yendo más allá, también la arcilla[502] y la leche y muchas otras cosas 10se llaman crudas si, pudiendo cambiar y condensarse, permanecen inalteradas por el calor. Por eso del agua se dice <que está> hervida, no cruda, porque no se espesa.
Queda dicho, pues, qué es la maduración y la crudeza, y por qué se da cada una de ellas.
La ebullición es, en general, la cocción, por el calor húmedo, de la <materia> indeterminada existente en lo húmedo, 15pero el nombre sólo se dice propiamente de las cosas hervidas. Y esto, tal como se ha dicho, será de tipo aéreo o acuoso. La cocción se produce a partir del fuego <presente> en lo húmedo: pues lo <que se pone> sobre las sartenes se asa (en efecto, es afectado por el calor externo y vuelve más seco lo húmedo en lo que está, absorbiéndolo en su interior), 20mientras que lo hervido hace lo contrario (en efecto, lo húmedo se le desprende por <efecto de> la calentura <presente> en la humedad externa); por eso son más secas las cosas hervidas que las asadas: pues las hervidas no atraen hacia su interior la humedad, ya que el calor externo predomina sobre el interno; si predominara el interior, la atraería hacia sí[503].
25No todo cuerpo es susceptible de ebullición: pues <no lo son> ni aquel en el que no hay nada de humedad, como en las piedras, ni aquéllos en los que sí hay, pero <resulta> imposible de dominar debido a su densidad, como en la madera; pero <sí lo son> todos los cuerpos que tienen humedad susceptible de ser afectada por el ardor <presente> en lo húmedo. También se dicen que hierven el oro, la madera y 30muchas otras cosas, pero no de la misma forma, sino en sentido traslaticio: en efecto, no existen nombres para <designar> las diferencias[504]. También de los líquidos, como la leche y el mosto, decimos que hierven cuando el sabor del líquido cambia de carácter por <efecto del> fuego que lo calienta desde fuera rodeándolo, por lo que, en cierto modo, 381ahace <algo> parecido a la mencionada ebullición. (Pero el fin no es el mismo para todas las cosas, ni para las hervidas ni para las <simplemente> cocidas, sino que para unas es ser comidas[505], para otras, ser sorbidas[506], para otras más, otro uso diferente, pues también hablamos de hervir los medicamentos.)
De modo que pueden hervirse todas las cosas que pueden 5hacerse más densas o más pequeñas o más pesadas, o bien una parte de las cuales puede <experimentar> tales efectos, y otra parte, los contrarios, dividiéndose y, luego, espesándose una parte y diluyéndose otra, al modo como la leche <se divide> en suero y cuajos. En cuanto al aceite[507], no hierve por sí mismo, porque no sufre ninguno de esos <efectos>.
Esto es, pues, la cocción llamada ebullición: y no hay ninguna diferencia tanto si se produce en utensilios artificiales 10como en órganos naturales[508]: pues todas <sus formas> se darán por la misma causa.
La escaldadura es la no cocción contraria a la ebullición; y la contraria en sentido primario será la no cocción de lo indeterminado <presente> en el cuerpo por falta de calor en el líquido envolvente (ya se ha dicho que la falta <de calor> 15va acompañada de frío); pero se produce por otro <tipo de> movimiento: en efecto, el <calor> de cocción es expulsado, y su falta se debe a la cantidad de frío en el líquido o en la cosa hervida; pues entonces ocurre que el calor <presente> en el líquido es demasiado como para no moverlo, pero demasiado 20poco como para cocerlo de forma homogénea. Por eso las cosas escaldadas se ponen más duras que las hervidas y sus <partes> húmedas están más separadas.
Queda dicho, pues, qué es y por qué la ebullición y la escaldadura.
El asamiento es la cocción por <efecto de> un calor seco y ajeno. Por eso, aunque uno, hirviéndolo, haga que <algo> 25cambie y se cueza, no por <efecto del> calor de su <parte> líquida, sino del calor del fuego, cuando acaba, queda asado y no hervido, y en <caso de> exceso se dice que se ha quemado; cuando al acabar se vuelve más seco, ello ocurre por <efecto del> calor seco. Por eso sus partes exteriores están más secas que las interiores; <con> las cosas hervidas, en 30cambio, <ocurre> lo contrario. Y en los productos artificiales es mayor el trabajo <de> asarlos que el de hervirlos: pues es difícil calentar de forma homogénea las partes exteriores y las interiores. En efecto, las que están más cerca del fuego 381bse secan más rápido y, por tanto, en mayor medida. Al contraerse, pues, los poros externos, no puede evaporarse la humedad que hay en el interior, sino que queda encerrada cuando los poros se cierran.
Así, pues, el asamiento y la ebullición se producen artificialmente, 5pero sus formas generales, como decimos, son las mismas que en la naturaleza: pues los fenómenos que se producen son semejantes, aunque carecen de nombre; en efecto, el arte imita a la naturaleza, puesto que la cocción del alimento en el cuerpo[509] es semejante a la ebullición: en efecto, se produce en medio de la humedad y el calor por <efecto del> calor del cuerpo. Y algunas <formas de> no cocción son semejantes al escaldamiento.
Y no nacen animales en la cocción[510], como dicen algunos, 10sino en el excremento que degenera en el bajo vientre y sube luego hacia arriba: pues la cocción[511] se produce en el vientre superior, y el excremento degenera en el inferior; la causa por la que <ocurre> se ha expuesto en otro lugar[512].
Así, pues, la escaldadura es lo contrario de la ebullición; respecto a la cocción llamada asamiento existe igualmente un 15opuesto, pero más difícil de nombrar. Sería algo así como si se produjera un abrasamiento pero no un asamiento, por falta de calor, lo que ocurriría, bien por escasez de fuego externo, bien por abundancia de agua en lo asado: pues en tal caso hay demasiado <calor> como para no producir movimiento y demasiado poco como para cocer.20
Queda dicho, pues, qué es cocción y no cocción, maduración y crudeza, ebullición y asamiento, y sus contrarios.
4 Lo húmedo y lo seco
Hay que tratar ahora las formas de los <principios> pasivos, <a saber,> lo húmedo y lo seco.
Los principios pasivos de los cuerpos 25son lo húmedo y lo seco, y los demás son mezclas de éstos; según de cuál de los dos haya más, de ése será más bien la naturaleza <del cuerpo>; por ejemplo, unos <tendrán> más de seco, otros, más de húmedo. Y todas las cosas existirán, unas en acto, otras en el <estado> opuesto[513]: así se relaciona la fusión con lo fundible.
Ahora bien, puesto que lo húmedo es deformable y lo seco no deformable, se influyen mutuamente de manera semejante 30a como <lo hacen> el manjar y sus condimentos: pues lo húmedo es, respecto a lo seco, la causa de ser delimitado, y cada uno viene a ser respecto al otro como la 382acola, tal como lo expresó Empédocles en los <escritos> sobre la naturaleza: «Habiendo unido harina con agua»[514]. Y por eso el cuerpo <plenamente> determinado consta de ambos.
De los elementos, la tierra se considera la <representante> más propia de lo seco, y el agua, de lo húmedo. Por eso todos los cuerpos <plenamente> determinados <que hay> 5aquí[515] no <se dan> sin tierra y agua (cada uno aparece con arreglo a la potencia de aquélla de las dos de la que hay más); y sólo hay animales en la tierra y en el agua, no en el aire ni en el fuego, porque <sólo> aquéllas son materia de los cuerpos[516].
De las propiedades corporales, necesariamente se darán de manera primordial en el <cuerpo> determinado éstas: la 10dureza y la blandura: pues lo <compuesto> de lo húmedo y lo seco necesariamente será duro o blando. Es duro lo que no cede hacia dentro en su superficie, y blando lo que cede sin <necesidad de> desplazarse; en efecto, el agua no es blanda: pues su superficie no cede a la presión hacia el fondo, sino que se desplaza. Así, pues, es duro o blando sin 15más lo que es tal sin más, y respecto a otra cosa, lo que es tal respecto a esa cosa. Por tanto, <lo duro y lo blando> son indefinibles mutuamente en cuanto al más o menos[517]; ahora bien, puesto que juzgamos todas las cosas sensibles en función de la sensación, es obvio que hemos definido lo duro y lo blando sin más con respecto al tacto, sirviéndonos 20del tacto como punto medio[518], por eso lo que excede <de dicho punto medio> decimos que es duro, y lo que no llega, blando.
5 Lo duro y lo blando (continuación)
El cuerpo determinado por su propio límite ha de ser necesariamente duro o blando (pues o bien cede o bien no); además ha de ser sólido (pues con eso queda delimitado): por consiguiente, dado que 25todo lo <bien> delimitado y constituido <ha de ser> blando o duro, y ello gracias a la solidificación, ningún cuerpo compuesto y determinado existirá sin solidificación. Se ha de hablar, pues, de la solidificación.
Ahora bien, además de la materia hay dos causas, la eficiente y la pasiva[519] (a saber, la eficiente <es aquello) de donde <surge> el movimiento, la pasiva, por ejemplo, la forma[520]>: de modo que también <será así en el caso> de la solidificación 30y la difusión, y del secarse y el humedecerse. Lo eficiente actúa mediante dos potencias y <lo pasivo> padece <en virtud> de dos afecciones, como ya se ha dicho[521]: actúa mediante lo caliente y lo frío y padece por ausencia o 382bpresencia de calor y de frío.
Comoquiera que solidificarse es en cierto modo secarse, hablemos primero de esto <último>. La cosa afectada <ha de ser> húmeda o seca o <una mezcla> de ambas <potencias>. Consideramos <que> el cuerpo de lo líquido <es> agua, y el de lo seco, tierra: pues éstas, de entre las cosas húmedas y las secas, son pasivas. Por ello lo frío es más bien de las 5pasivas: pues está en aquéllas[522]: en efecto, la tierra y el agua se consideran frías. Pero lo frío es activo en tanto que destructivo o bien por concomitancia[523], tal como se ha dicho anteriormente[524]: en efecto, algunas veces se dice que lo 10frío quema y calienta, no como lo caliente, sino por concentrar y comprimir lo caliente.
Se seca todo lo que es agua y formas de agua, o que tiene agua, adquirida o connatural (digo «adquirida», por ejemplo, <del agua contenida> en la lana, y «connatural», por ejemplo, en la leche). En cuanto a las formas de agua, son las siguientes: vino, orina, suero y, en general, todas las que no dejan ningún o muy escaso poso, <aunque> no por su viscosidad: 15pues para algunas la causa de no dejar ningún poso es la viscosidad, como el aceite <de oliva> o la pez. Y todas las cosas se secan calentándose o enfriándose, en ambos casos <debido> a lo caliente, bien por <efecto del> calor interno, bien del externo: pues incluso las que se secan por enfriamiento, como el vestido, si lo húmedo está <en él> separada 20e independientemente[525], su humedad se seca por <efecto del> calor interno que se evapora, si la humedad es escasa, al escaparse el calor por <efecto del> frío circundante.
Se secan, pues, todas las cosas, como se ha dicho, al calentarse o al enfriarse, y todas <debido> al calor, sea de 25dentro o de fuera, que evapora la humedad (digo «de fuera», por ejemplo, <en el caso de> las cosas hervidas, «de dentro», cuando <la humedad> se consume al ser eliminada por el calor que tiene <la cosa misma> y que sale despedido <de ella>).
Se ha tratado, pues, de la desecación.
6 Licuefacción y solidificación
En cuanto al licuarse, una manera es convertirse en agua lo condensado, otra, fundirse lo helado. De éstas, se condensa el soplo <de aire> al enfriarse; acerca de la 30fusión, <la cosa> quedará clara a la vez que acerca de la solidificación. Se solidifican todas las cosas que o bien son de agua o bien de tierra y agua, y éstas, a su vez, por calor seco o húmedo. Por eso también todas las cosas que se disuelven tras haber sido solidificadas por el 383acalor o por el frío se disuelven por <efecto de> los contrarios: pues las solidificadas por el calor seco son disueltas por el agua, que es húmeda y fría, y las solidificadas por el frío son disueltas por el fuego, que es caliente. Podría parecer que algunas son solidificadas por el agua, como la miel 5hervida: pero no se solidifica por <efecto del> agua, sino del frío que hay en ella[526].
Así, pues, las cosas que son de agua no se solidifican por <efecto del> fuego: pues son disueltas por el fuego, y lo mismo por sí mismo no será <nunca> para lo mismo causa de lo contrario. Además, se solidifica al escaparse el calor, por lo que está claro que se disolverá al entrar <en ella el calor>: de modo que se solidifica por la acción del frío. Por eso las 10cosas de esa clase[527] no se espesan al solidificarse: pues el espesamiento se produce al escaparse lo húmedo y condensarse lo seco; ahora bien, sólo el agua, entre los líquidos, no se espesa[528].
Todas las cosas que constan de tierra y agua se solidifican 15tanto por <efecto del> fuego como del frío y son espesadas por ambos, bien del mismo modo, bien de modos diferentes: por el calor, al extraer <éste> la humedad (pues al evaporarse lo húmedo, lo seco se espesa y condensa), por el frío, al despedir <éste> el calor, con el que la humedad se escapa 20al mismo tiempo evaporándose. Así, pues, las cosas blandas pero no húmedas no se espesan sino que se solidifican al escaparse la humedad, como, por ejemplo, la arcilla cocida; en cambio, las cosas húmedas y compuestas también se espesan, como, por ejemplo, la leche. Muchas se licúan primero, <a saber,> todas las que previamente eran densas 25o duras por <efecto del> frío, tal como la propia arcilla, al cocerse, exhala <vapor> al principio y se pone más blanda: por eso <a veces> se retuerce en el homo.
De todas las cosas, pues, que son solidificadas por el frío y constan de tierra y agua, pero tienen más <parte> de tierra, las que se solidifican por haberse escapado el calor se funden por el calor al volver a entrar éste <en ellas>, como, 30por ejemplo, el barro cuando está helado; en cambio, todas las que <se solidifican> por enfriamiento y por evaporarse todo su calor son insolubles, a no ser con un gran exceso de calor, pero se reblandecen, como el hierro y el cuerno. Pero también se funde el hierro templado, de modo que se vuelve líquido y nuevamente se solidifica. Y así <es como> hacen 383blas puntas de armas: en efecto, la escoria va a parar al fondo y es purgada por debajo; y cuando sufre <dicho proceso> muchas veces y queda purificada, esa <masa> se convierte en punta de arma[529]. Aunque no hacen esto muchas veces, porque el desgaste resulta muy grande y la ley <del metal> menor a medida que se purifica. Es mejor el hierro que tiene 5menos <necesidad de> purificación. Y se funde también la piedra refractaria, de modo que gotea y fluye; y al solidificarse después de fluir se vuelve otra vez dura. También las muelas se funden hasta fluir; y el fluido que se solidifica se vuelve de color negro pero semejante a la caliza <en contextura>. También se funden el barro y la tierra.
En cuanto a las cosas que se solidifican por <efecto del> 10calor seco, unas son insolubles, otras, solubles en un líquido. La arcilla <cocida> y algunas clases de piedras, todas las que se producen por <efecto del> fuego al calcinarse la tierra, como, por ejemplo, las muelas, son insolubles, mientras que el natrón[530] y las sales son solubles en líquido, pero no en todos, sino en uno frío; por eso se funden en agua y toda 15clase de <líquidos> acuosos, pero no en aceite: pues lo frío húmedo es lo contrario de lo caliente seco. Por tanto, si uno de los dos solidificó, el otro disolverá: en efecto, las cosas así contrarias serán causa de <efectos> contrarios.
7 Licuefacción y solidificación (continuación)
Así, pues, las cosas que tienen más de agua que de tierra sólo son espesadas por el fuego, y las que tienen más de tierra se solidifican. Por eso el natrón y las sales 20son más bien de tierra, y también la piedra y la arcilla.
La naturaleza del aceite encierra grandes dificultades. En efecto, si fuera de agua, se habría de solidificar por <efecto del> frío, y si fuera más bien de tierra, por el fuego: pero de hecho no se solidifica por ninguno de los dos y es espesado 25por ambos. La causa es que está lleno de aire. Por eso también flota en el agua: pues el aire se va hacia arriba. Así, pues, el frío, al formar agua a partir del viento que hay en él, lo espesa: en efecto, siempre que se mezclan agua y aceite, <el conjunto de> ambos se vuelve más espeso. Por <efecto 30del> fuego y <del> tiempo se espesa y blanquea: blanquea al evaporarse el agua que pudiera haber en él; se espesa porque, al consumirse el calor, se forma agua a partir del aire. En ambos casos, pues, y por lo mismo se produce el mismo efecto, pero no del mismo modo. Es espesado por ambos, no se seca por ninguno de los dos, pues ni el sol ni el frío lo 384asecan: no sólo porque es viscoso, sino también porque está <formado> de aire. No se seca ni hierve por <efecto del> fuego porque no exhala, debido a su viscosidad.
Las mezclas de agua y tierra se han de llamar según la cantidad de cada una: en efecto, un cierto <tipo de> vino, 5como el mosto, se solidifica y hierve[531]. De todas las cosas de esta clase, cuando se secan, se escapa el agua. <He aquí> un indicio de que es agua: el vapor se convierte en agua si uno quiere recogerlo; de modo que, si queda algún <residuo>, éste <será> tierra. Algunas de estas cosas, tal como se 10ha dicho, se espesan y secan también por el frío: pues el frío no sólo solidifica, sino también seca el agua[532], y espesa el aire al convertirlo en agua: ya se ha dicho que el enfriamiento es una especie de desecación[533]. Así, pues, todo lo que no es espesado, sino solidificado por el frío, es más bien de agua, como, por ejemplo, el vino, la orina, el vinagre, la lejía y el suero; en cuanto a las cosas que se espesan sin ser evaporadas por el fuego, unas <son más bien> de tierra, otras, un conjunto de agua y aire, <por ejemplo,> la miel, de 15tierra, el aceite, de aire. También la leche y la sangre son participantes de ambas, del agua y de la tierra, <siendo> más bien de tierra en su mayor parte, al igual que los líquidos de los que se generan el natrón y las sales (incluso las piedras están constituidas por algunos de tales <líquidos>). Por eso el 20suero, si no es separado, es consumido por el fuego al hervir. La parte terrosa[534] es condensada también por la resina de higuera[535], si uno la hierve de cierta manera, como hacen los médicos al cuajarla. Así se separan el suero y el queso. El suero separado, en cambio, ya no se espesa, sino que se consume como el agua. Y si la leche no tiene queso o tiene 25poco, esa <leche> es más bien de agua y no alimenticia. Y de manera semejante la sangre: en efecto, se solidifica por secarse cuando se enfría. En cambio, aquellas <sangres> que no se solidifican, como la del ciervo, por ejemplo, son más bien de agua y frías. Por eso no contienen fibras: pues las fibras son de tierra y sólidas; de modo que, aun después de habérseles extraído <las fibras>, no se solidifican[536]; y eso ocurre porque no se secan: pues el residuo es agua, como la 30leche cuando se le extrae el queso. <He aquí> un indicio: las sangres enfermas no se dejan solidificar: pues son purulentas, y eso es flema y agua, por ser imposible de cocer y dominar por la naturaleza.
384bAdemás, unos <cuerpos> son solubles, como el natrón, y otros insolubles, como la arcilla, y de entre éstos unos pueden ablandarse, como el cuerno, y otros no, como la arcilla <cocida> y la piedra. El motivo es que las cosas contrarias son causas de <efectos> contrarios, de modo que, si se produce solidificación por dos <causas>, lo frío y lo seco, forzosamente se producirá disolución por lo caliente y lo húmedo: 5por eso <se produce> por <causa del> friego y el agua (pues éstos son contrarios): por el agua, todas las cosas que sólo <se solidifican> por el fuego, y por el fuego, todas las que sólo <se solidifican> por el frío; de modo que, si resulta que algo se solidifica por <efecto de> ambos principios, tales cosas serán especialmente insolubles. Llegan a ser tales todas aquellas que, tras haberse calentado, son después solidificadas por el frío: pues ocurre que, cuando el calor al escaparse seca la mayor parte del líquido, queda a su vez comprimido 10por el frío, de modo que no permite el paso ni siquiera a la humedad. Y por eso tampoco el calor disuelve <esas cosas>: pues disuelve sólo todas aquellas que son solidificadas por el frío; ni siquiera <son disueltas> por el agua: pues <ésta> no disuelve las que son solidificadas por el frío, sino sólo las que lo son por el calor seco.
15El hierro fundido por el calor se solidifica al enfriarse. Las maderas están <compuestas> de tierra y aire; por eso son combustibles y no fundibles ni ablandables, y flotan en el agua, con excepción del ébano: ésta no <flota>, pues las demás <maderas> tienen más <porción> de aire, mientras que el aire se ha volatilizado del ébano negro y en él hay 20más <porción> de tierra. La arcilla <es> sólo de tierra, porque al secarse se solidifica poco a poco; en efecto, ni el agua tiene acceso a través de los <poros> por los que se escapó el aire, ni tampoco el fuego: pues éste <es el que> la solidifica.
Queda, pues, dicho qué es la solidificación y la fusión, así como por cuántas <causas> y en cuántos <cuerpos> se dan.
8 Las propiedades de los cuerpos
A partir de lo anterior queda claro que los cuerpos están constituidos por calor y frío, y que éstos actúan con arreglo a su 25operación propia espesando y solidificando. Por estar producidos por ellos, hay en todos <los cuerpos> calor y en algunos, en la medida en que falta éste, hay también frío. Por consiguiente, comoquiera que aquéllos[537] se dan en tanto que actúan, lo húmedo y lo 30seco, en cambio, en tanto que padecen, los compuestos participan de todos ellos. Así, pues, los cuerpos homogéneos constan de agua y tierra, tanto en las plantas como en los animales y en los minerales[538], por ejemplo, el oro y la plata y todas las demás cosas por el estilo <constan> de aquéllas y de la exhalación de cada una de ellas encerrada bajo el suelo, tal como se ha dicho en otros lugares[539]. Dichos <cuerpos> 385adifieren todos entre sí en relación con los sentidos propios, por la capacidad que les confieren (en efecto, <una cosa> es blanca, fragante, resonante, dulce, caliente y fría porque hace que el sentido tenga cierta capacidad), y también por otras afecciones más exclusivas, que se llaman <así> por 5ser pasivas[540]; digo, por ejemplo, lo fundible, lo solidificable, lo flexible y todas las demás de este tipo: pues todas éstas son pasivas, como lo húmedo y lo seco. Y se diferencian por éstas el hueso, la carne, el nervio, la madera, la 10corteza, la piedra y cada uno de los demás cuerpos naturales homogéneos.
Enumeremos primero todas las <propiedades> que reciben su nombre según la capacidad y la incapacidad. Son las siguientes: solidificable-insolidificable, fundible-no fundible, ablandable-no ablandable, reblandecible-no reblandecible, doblegable-indoblegable, quebradizo-no quebradizo, 15fragmentable-no fragmentable, impresionable-no impresionable, moldeable-no moldeable, estrujable-no estrujable, estirable-no estirable, maleable-no maleable, desgarrable-no desgarrable, escindible-no escindible, viscoso-endeble, comprimible-incomprimible, combustible-incombustible, fumante-no fumante.
Así, pues, la casi totalidad de los cuerpos se diferencian 20por esas afecciones; digamos qué potencia tiene cada una de ellas.
Pues bien, acerca de lo solidificable y lo insolidificable, lo fundible y lo no fundible, se ha hablado antes en general, pero tratémoslo de nuevo ahora. En efecto, de los cuerpos que se solidifican y endurecen, unos padecen este <efecto> 25por el calor, otros por el frío: por el calor, al secar <éste> la humedad, por el frío, al expulsar <éste> el calor. De modo que unos sufren este <efecto> por carencia de humedad, otros, <por carencia> de calor: todos los que <son> de agua, <por carencia> de calor, todos los que <son> de tierra, <por carencia> de humedad. Así, pues, los <afectados> por falta de humedad se funden por <efecto de> la humedad, a no ser que estén constituidos de tal modo que los poros se queden demasiado 30pequeños para las partículas de agua, como <es el caso de> la arcilla; en cambio, los que no son así se funden todos con la humedad, como <es el caso del> natrón, las sales, la tierra <procedente> del barro; las cosas <que se solidifican> por privación de calor se funden por el calor, como, por ejemplo, el hielo, el plomo y el bronce. Queda dicho, pues, de qué tipo son las cosas solidificables y las fundibles, y de qué tipo las no fundibles. Son insolidificables todas las 385bque carecen de humedad acuosa y no son de agua, sino que <tienen> más <porción> de calor y de tierra, como la miel y el mosto <pues son como fermentos[541]> y todas las que tienen <parte> de agua, pero son más bien de aire, como el aceite, el 5azogue y cualquier <líquido> que sea viscoso, como la pez y la liga[542].
9 Las propiedades de los cuerpos (continuación)
Son ablandables todos aquéllos de los <cuerpos> solidificados que no son de agua como el hielo, sino más bien de tierra, y ni se les evapora toda la humedad, como en el natrón o las sales, ni esté <dicha humedad> desproporcionadamente <poco presente>, como <es el caso de> la arcilla, sino que o son estirables sin ser absorbentes 10o maleables sin ser de agua, y ablandables por el fuego, como, por ejemplo, el hierro y el cuerno.
De los <cuerpos> fundibles y de los no fundibles, unos son reblandecibles y otros no reblandecibles, v. g.: el bronce es no reblandecible, siendo fundible, mientras que la lana y la tierra son reblandecibles, pues se empapan. Y el bronce 15es, desde luego, fundible, pero no fundible por agua. Aunque también algunos de los <cuerpos> fundibles por agua son no reblandecibles, como, por ejemplo, el natrón y las sales: pues tampoco es reblandecible ningún otro <cuerpo> que no se ponga más blando al empaparse. Algunos, aun siendo reblandecibles, no son fundibles, v. g.: la lana y los 20frutos. Son reblandecibles todos los <cuerpos> que, siendo de tierra, tienen los poros mayores que las partículas de agua, siendo también más duros que el agua. Son fundibles en agua los que <son reblandecibles> en su integridad[543]. Ahora bien, ¿por qué la tierra se funde y se reblandece por <efecto de> la humedad, mientras que el natrón se funde pero no se reblandece? Porque en el natrón los poros lo atraviesan todo, de modo que sus partes son inmediatamente disueltas 25por el agua, mientras que en la tierra se alternan[544], por lo que, según por dónde admita <el agua>, cambiará el efecto.
Algunos de los cuerpos son doblegables y enderezables, como, por ejemplo, la caña y el mimbre, y otros son indoblegables, 30como la arcilla y la piedra. Son indoblegables e inenderezables todos los cuerpos cuya longitud no puede cambiar de la circularidad a la derechura ni de la derechura a la circularidad, y doblarse y enderezarse es pasar o moverse 386aa la circularidad o a la derechura, respectivamente: en efecto, tanto lo doblado en un sentido como en otro se dobla. Así, pues, el doblamiento es el movimiento hacia la convexidad o la concavidad manteniéndose la longitud: pues si fuera también <el movimiento> hacia lo recto, <el cuerpo> estaría a la vez doblado y recto; lo cual es imposible, <a saber,> que lo recto esté doblado. Y si todo se dobla 5por doblamiento en un sentido o en otro, y de estos <doblamientos> uno es el paso a lo convexo y el otro hacia lo cóncavo, no será posible también el doblamiento hacia lo recto, sino que una cosa es el doblamiento y otra el enderezamiento. Éstas son las cosas doblegables y enderezables, indoblegables e inenderezables.
Y los <cuerpos pueden ser> quebradizos y fragmentables a la vez o por separado, v. g.: la madera es quebradiza pero 10no fragmentable, el hielo y la piedra, fragmentables pero no quebradizos, la arcilla <cocida>[545], fragmentable y quebradiza. Se diferencian en que el quebramiento es la división y separación en grandes trozos, la fragmentación, en cambio, en cualesquiera <trozos> y <siempre> más de dos. Así, pues, 15todos los <cuerpos> que están solidificados de tal manera que tienen muchos poros alternándose son fragmentables <pues se parten hasta ese <intervalo>[546]>, los que <se abren> en grandes <poros>, quebradizos[547], y los que <los tienen> de ambos <tipos> son ambas cosas.
Y unos <cuerpos> son impresionables, como el bronce y la cera, otros, en cambio, no impresionables, como la arcilla y el agua. La impresión es un desplazamiento parcial de la superficie hacia dentro, por presión o impacto, y, en general, por contacto. Este tipo de cosas pueden ser a la vez 20blandas, como la cera, <que,> manteniéndose la restante superficie, se desplaza en parte, o duras, como el bronce. Y las no impresionables <pueden ser> a la vez duras, como la arcilla <cocida> (pues su superficie no cede en profundidad), o 25húmedas, como el agua (pues el agua cede, pero no parcialmente, sino que se desplaza <toda ella>). De las cosas impresionables, todas las que se mantienen una vez recibida la impronta y son fácilmente impresionables por la mano son moldeables; las que, o bien no son fácilmente impresionables, como la piedra o la madera, o sí lo son, pero no se les mantiene la impronta, como <es el caso> de la lana o de 30la esponja, no son moldeables, sino estrujables. Son estrujables todos los <cuerpos> que al ser presionados pueden contraerse sobre sí mismos, hundiéndose su superficie sin romperse y sin que sea desplazada una parte por otra, como hace el agua: pues ésta cambia de sitio. Es presión el movimiento producido a partir del contacto por algo que se 386bmueve; es choque cuando <el movimiento procede> de una traslación[548]. Se estrujan todas las cosas que tienen poros vacíos de material del propio cuerpo; y son estrujables todas aquellas que pueden contraerse hacia sus propios <espacios> vacíos o hacia sus propios poros: pues a veces no están vacíos 5los <poros> hacia los que se contraen, como <es el caso de>, por ejemplo, la esponja empapada (pues sus poros están llenos), pero aquello de lo que los poros están llenos es más blando que el <cuerpo> mismo que ha de contraerse sobre sí. Son, pues, estrujables, por ejemplo, la esponja, la cera, la carne. No estrujables, en cambio, las cosas que de natural 10no se contraen por presión sobre sus propios poros porque, o bien no tienen, o bien los tienen llenos de algo más duro: son no estrujables, en efecto, el hierro, la piedra, el agua y todos los líquidos.
Son estirables[549] las cosas cuya superficie es capaz de desplazarse hacia un lado: en efecto, ser estirado es desplazarse la superficie, <sin dejar de> ser continua, hacia el origen del movimiento. Unas cosas son estirables, como, por ejemplo, el pelo, la correa, el nervio, la masa de harina y la liga, otras, en cambio, no, como el agua y la piedra. Así, 15pues, en algunos casos, las mismas cosas son estirables y estrujables, como la lana, en otros, no, v. g.: la flema no es estrujable, pero sí estirable, y la esponja es estrujable, pero no estirable.
Hay también cosas maleables, como el bronce, y otras no maleables, como la piedra y la madera. Son maleables todas aquellas cuya superficie puede a la vez, por <efecto 20de> un mismo golpe, desplazarse parcialmente en anchura y en profundidad, y no maleables, las que no. Todas las maleables son también impresionables, en cambio, no todas las impresionables son maleables, como la madera; sin embargo, hablando en general, son <propiedades> intercambiables. De las estrujables, unas son maleables y otras no: la cera y 25el barro son maleables, la lana, en cambio, no.
Hay también cosas desgarrables, como la madera, y otras no desgarrables, como la arcilla. Es desgarrable lo que puede dividirse más allá de lo que divide el causante de la división: en efecto, se desgarra cuando se divide en mayor <extensión> que la que divide el causante de la división, y 30ésta sigue adelante[550]; en la escisión, en cambio, no ocurre eso. Son no desgarrables todas las cosas que no pueden sufrir este <efecto>. Ninguna cosa desgarrable es blanda (hablo de las cosas blandas sin más, no respecto a otras: pues de esta <segunda> manera hasta el hierro sería blando[551]), ni 387atampoco son todas duras, sino sólo las que no son líquidas ni impresionables ni fragmentables: tales son todas las que tienen a lo largo, pero no a lo ancho, los poros a través de los cuales se cohesionan.
Son escindibles todas las cosas que, constando de <partes> 5duras o blandas, no necesariamente han de ir por delante de la división[552] ni fragmentarse al ser divididas; ahora bien, las que no son húmedas son inescindibles. Algunas son a la vez escindibles y desgarrables, como la madera; pero la mayoría de las veces lo desgarrable <lo es> a lo largo, lo escindible, a lo ancho: en efecto, comoquiera que cada cosa se divide en múltiples <partes>, en la medida en que la unidad <se divide> en múltiples longitudes, es desgarrable, 10en la medida en que <se divide> en múltiples anchuras, es escindible.
<Un cuerpo> es viscoso cuando es estirable a la vez que húmedo o blando. Tal ocurre con todas las cosas que constan de elementos entrelazados como las cadenas: en efecto, dichas cosas pueden estirarse y contraerse en gran medida. 15Las que no son así son endebles.
Son comprimibles, de entre las cosas estrujables, las que conservan permanentemente el estrujamiento, e incomprimibles todas aquellas que son totalmente inestrujables o que no conservan permanentemente el estrujamiento.
Y unos <cuerpos> son combustibles, y otros, incombustibles, v. g.: es combustible la madera, la lana y el hueso, mientras que es incombustible la piedra y el hielo. Son combustibles todos los <cuerpos> que tienen poros accesibles 20al fuego y, en los poros longitudinales, una humedad más débil que el fuego. Los que no tienen <dichos poros> o tienen <una humedad> más fuerte, como el hielo y las <plantas> muy verdes, son incombustibles.
Son fumantes todos los cuerpos que tienen humedad pero de tal manera que <ésta> no se evapora por separado cuando se los pone al fuego: en efecto, el vapor es la emanación 25de lo húmedo hacia el aire y el viento producida por un calor abrasador. Con el tiempo, las emanaciones fumantes se van desprendiendo hacia el aire, y las secas se desvanecen, mientras que otras[553] se transforman en tierra. Esta última emanación se diferencia en que no moja ni se convierte en aire. (El viento es un flujo continuo de aire a lo largo <de 30una determinada dirección>;) la emanación fumante es el desprendimiento conjunto de <una mezcla de> sequedad y humedad debido a un calor abrasador: por eso no moja, sino que más bien colorea[554]. La emanación fumante de un cuerpo 387bleñoso es el humo. En efecto, incluyo también[555] los huesos, los pelos y todo <cuerpo> de ese tipo: pues no existe un nombre común <a todos ellos>, si bien por analogía están todos en el mismo <grupo>, como dice también Empédocles:
Lo mismo son los pelos, las hojas, las espesas alas de los 5pájaros
y las escamas nacidas sobre los robustos miembros[556].
La emanación fumante de lo grasiento[557] es hollín, la de lo untuoso[558], olor a tostado. Por eso el aceite no hierve ni se espesa, porque es fumante pero no evaporable; el agua, en cambio, no es fumante sino evaporable. El vino dulce 10humea. En efecto, <al ser> graso, hace lo mismo que el aceite: pues tampoco se hiela por <efecto del> frío y, en cambio, arde. Es vino de nombre, pero no de hecho: pues su sabor no es vinoso; por eso no embriaga[559] <como> un vino cualquiera (produce poca emanación fumante y por eso desprende llamas).
Parecen ser combustibles todos los cuerpos que se reducen 15a ceniza. Esto les ocurre a todos los que se solidifican por <efecto del> calor o de ambos, calor y frío: en efecto, es evidente que éstos son dominados por el fuego; menos <dominada por el fuego> que ninguna otra cosa es la piedra preciosa llamada carbunclo. Y de los <cuerpos> combustibles, unos son inflamables, otros, no inflamables; algunos 20de aquéllos son carbonizabas. Son, pues, inflamables todos los que pueden producir llama; no inflamables, los que no pueden. Son inflamables, por otra parte, todos los que, sin ser húmedos, son fumantes; la pez, el aceite o la cera son más inflamables acompañados que solos; los más inflamables son los que arrojan humo. De éstos, son carbonizables los que contienen más tierra que humo.
25Por otro lado, algunos que son fundibles no son inflamables, como, por ejemplo, el bronce, y algunos inflamables no son fundibles, como la madera, y otros son ambas cosas, como el incienso. La causa <de ello> es que los maderos tienen la humedad concentrada y regularmente repartida por todas partes, de modo que se queman por completo, mientras que el bronce <la tiene> en cada una de sus partes, 30pero no de manera continua y <en cantidad> insuficiente como para hacer llama; el incienso, en cambio, tiene tanto ésta como aquella <condición>.
Son inflamables, de entre los <cuerpos> fumantes, todos aquellos que no son fundibles por ser más bien de tierra. Pues tienen lo seco en común con el fuego: así, pues, si esa 388asequedad se vuelve caliente, surge el fuego. Por eso la llama es viento o humo quemado. Así, pues, la emanación fumante de los maderos es humo; la de la cera, el incienso y, entre los semejantes a éstos, la pez y cuanto contiene pez o similares, es hollín; la del aceite y todas las <materias> aceitosas, 5olor a tostado, así como también <la de> todas las que apenas se queman por sí solas, porque tienen poca sequedad (y el cambio[560] <se produce> gracias a ésta), mientras que con otra cosa <se queman> muy rápidamente: tal es, en efecto, la grasa, <que es> seca y untuosa. Así, pues, los <cuerpos> que desprenden emanaciones fumantes <constan> más bien de humedad, como, por ejemplo, el aceite y la pez, mientras los que se queman <constan más bien> de sequedad.
10 Las diferentes combinaciones de lo seco y lo húmedo
Tal como se ha dicho, los cuerpos ho10mogéneos difieren entre sí por las propiedades y diferencias anteriores, relativas al tacto, y también <difieren> por los sabores, olores y colores; digo homogéneos en el sentido, por ejemplo, de los minerales, <a saber,> el cobre[561], el oro, la plata, el estaño, el hierro, la piedra y otros semejantes y los de ellos derivados, y los <presentes> 15en los animales y plantas, como la carne, los huesos, los nervios, la piel, las vísceras, el pelo, los tendones, las venas, de los que están compuestos a su vez los <cuerpos> heterogéneos, como la cara, la mano, el pie y los demás de este tipo, 20y en las plantas, la madera, la corteza, la hoja, la raíz y los demás <cuerpos> de este tipo[562]. Puesto que los últimos <cuerpos mencionados>[563] están constituidos por otra causa, la materia de la que éstos <se han formado> es lo seco y lo húmedo y, por tanto, el agua y la tierra (pues cada uno de estos <elementos> muestra con la mayor claridad la potencia <de aquéllos>) y las <causas> eficientes son el calor y el frío 25(éstos, en efecto, componen y solidifican <los diversos cuerpos> a partir de aquéllos[564]), consideremos cuáles de los <cuerpos> homogéneos son especies de tierra, cuáles de agua y cuáles mixtos.
De los cuerpos elaborados[565], unos son húmedos, otros, blandos, y otros, duros; y ya se ha dicho antes que, de éstos, todos los duros o blandos lo son por solidificación.
30Así, pues, de los húmedos, los que se evaporan son de agua, los que no, o bien de tierra o bien de una mezcla de tierra y agua, como la leche, o de tierra y aire, como la madera, o de agua y aire, como el aceite[566]. Y todos los que son espesados por el calor son mezcla (podría plantearse 388buna dificultad acerca del vino, entre los húmedos: pues éste puede evaporarse y también espesarse, como el <vino> nuevo; la causa es que el vino no está dentro de una única especie y cada uno es de manera diferente; en efecto, el nuevo es más terroso que el añejo; por eso se espesa más por el calor y se solidifica menos por el frío: pues tiene mucho calor 5y mucha tierra, como el de Arcadia, que se seca de tal modo en los pellejos por <efecto del> humo que <sólo> se bebe una vez refinado; entonces, si todo <vino> tiene poso, es de tierra o de agua según qué cantidad tenga de aquél). Los <cuerpos> que se espesan por el frío <son> de tierra; los que <se espesan> por <efecto de> ambos[567] <son> mezcla de varios 10<elementos>, como el aceite, la miel y el vino dulce.
Aquellos de los <cuerpos> sólidos que se solidifican por <efecto del> frío <son> de agua, v. g.: el hielo, la nieve, el granizo, la escarcha; los que <se solidifican> por el calor, <son> de tierra, v. g.: la arcilla, el queso, el natrón, las sales; y los que lo hacen por <efecto de> ambos <constan> de ambos (son tales todos los que <se solidifican> por enfriamiento, a saber, por pérdida tanto del calor como de la humedad, que 15se escapa junto con el calor: en efecto, las sales, así como las cosas puramente de tierra, se solidifican sólo por pérdida de humedad, el hielo, en cambio, sólo <por pérdida> de calor). Por eso <se solidifican> por <efecto de> ambos y contienen ambos.
Así, pues, aquellos de los que se evapora toda <la humedad>, como la arcilla o el ámbar, son todos de tierra (también el ámbar, en efecto, y todas las cosas que se llaman lágrimas[568] 20se dan por enfriamiento, por ejemplo la mirra, el incienso, la goma; también el ámbar parece ser de este género y se forma por solidificación: en efecto, en su interior aparecen animales encerrados; el calor, al ser expulsado por el frío[569], como <en el caso> de la miel hervida cuando es 25arrojada al agua, expulsa su humedad en forma de vapor). Y unos <cuerpos> son imposibles de fundir y de ablandar, como el ámbar y algunas piedras, como las estalactitas de las cavernas: éstos, en efecto, se forman de manera semejante a aquéllos, y no como por <efecto del> fuego, sino porque, al ser expulsado el calor por el frío, se escapa a la vez la humedad por <efecto del> calor que sale del propio <cuerpo>[570]; 30en los otros, en cambio, es por <efecto del> fuego externo.
Los <cuerpos> que no <se desecan> por entero son más bien de tierra y ablandables, como el hierro y el cuerno. (Los inciensos y similares emiten vapor más o menos como los leños.) Y puesto que hay que contar entre los fundibles a todos los que se funden por el fuego, éstos serán más bien 389aacuosos, y algunos, mezclados, como la cera; en cambio, los que <se funden> por el agua son de tierra; y los que no <se funden> por ninguno de los dos son de tierra o de ambas cosas.
Si, pues, todos <los cuerpos> son líquidos o sólidos y los <incluidos> en las propiedades mencionadas son de éstos y 5no hay intermedios, se han expuesto todos los <criterios> por los que podemos discernir si <un cuerpo es> de tierra, de agua o mezcla de varios, y si se ha constituido por <efecto del> fuego, del frío o de ambos.
Por consiguiente, el oro, la plata, el cobre, el estaño, el plomo, el vidrio y muchas piedras sin nombre <constan> de agua: pues todos ellos se funden con el calor. También <constan> 10de agua algunos vinos, la orina, el vinagre, la lejía, el suero y la linfa: pues todos se solidifican con el frío. En cuanto al hierro, el cuerno, la uña, el hueso, el nervio, la madera, el cabello, la hoja y la corteza, <constan> más bien de tierra; también el ámbar, la mirra, el incienso y todos los designados como lágrimas, las estalactitas, los frutos como las 15legumbres y el trigo (éstos, en efecto, en gran medida, otros en una medida menor, pero <todos constan> de tierra: pues unos son ablandables, otros, fumantes y producidos por enfriamiento); además <están> el natrón, las sales y <ciertos> tipos de piedras, que ni <se han formado> por enfriamiento ni son fundibles. En cuanto a la sangre y el semen, son mezcla de tierra, de agua y de aire. Y la sangre que contiene fibras es 20en mayor medida de tierra (por eso se solidifican por enfriamiento y se funden con el agua), en cambio, la <sangre> que no contiene fibras <es> de agua (por eso no se solidifica). El semen, por su parte, se solidifica por enfriamiento, al escapársele la humedad junto con el calor.
11 Distribución del calor y el frío
A partir de lo expuesto hay que pasar a determinar cuáles de los sólidos y de los líquidos son calientes o fríos. Pues 25bien, todos los <cuerpos> que <constan> de agua son casi siempre fríos, a no ser que reciban un calor externo, como es el caso de la lejía, la orina y el vino; en cambio, los que <constan> de tierra son casi siempre calientes, debido a su producción por el calor, v. g.: la cal y la ceniza.
Hay que considerar que la materia es una cierta frialdad: en efecto, puesto que lo seco y lo húmedo son materia (pues son pasivos) y sus cuerpos son en su mayor parte tierra y agua (pues estos <dos elementos> se definen por la frialdad), es obvio 389bque todos los cuerpos que <constan> sin más de uno de los dos elementos son más bien fríos, a no ser que reciban calor del exterior, como el agua hirviente o la filtrada a través de ceniza: pues ésta recibe el calor de la ceniza; en efecto, en todas 5las cosas quemadas hay más o menos calor; por eso en los <cuerpos> podridos se generan animales: pues está en ellas el calor que ha destruido al calor propio de cada una.
Todas las cosas mixtas contienen calor: pues la mayor parte se han constituido por <efecto> de un calor de cocción. Algunas son degeneraciones, como los detritus; de 10modo que, mientras mantienen su naturaleza <propia>, la sangre, el semen, el tuétano, el cuajo y todas las cosas por el estilo son calientes, pero al corromperse y salir de su estado natural, ya no: pues queda <sólo> la materia, que es tierra o agua; por eso a unos les parecen una cosa, a otros, otra, y unos dicen que son frías, otros, que calientes, viendo que, cuando están en su estado natural, son calientes, 15cuando se apartan de él, quedan coaguladas[571]. Pues bien, así es, pero, tal como se ha precisado, aquellas cosas en que la mayor parte de la materia <está formada> por agua son frías (pues ésta es la más radicalmente opuesta al fuego), aquéllas en que <está formada> por tierra o por aire son más calientes.
Ocurre a veces que, por <influencia de> un calor ajeno, vienen a ser lo mismo las cosas extremadamente frías y las 20extremadamente calientes: pues las que más se han solidificado y son más rígidas son también las más frías si quedan privadas del calor, y queman más si se encienden, v. g.: el agua quema más que el humo, y la piedra, más que el agua.
12 Clasificación de los cuerpos homogéneos
Una vez se han definido <en general> estas cosas, digamos caso por caso qué es la carne, el hueso y cada uno de los demás <cuerpos> homogéneos: pues podemos 25<decir>, a través de su generación, de qué <consta> la naturaleza de los <cuerpos> homogéneos, <cuáles son> sus géneros, de qué género es cada uno; en efecto, los <cuerpos> homogéneos <están hechos> de los elementos y de éstos, a modo de materia, <surgen> todas las obras de la naturaleza.
Todas las cosas constan de los mencionados <elementos> como de su materia, mientras que en lo tocante a su entidad son <en función> de su definición. <Esto> está siempre más 30claro en los <resultados> finales y, en general, respecto a las cosas que son como instrumentos y en vistas a algo. En efecto, está más claro que el cadáver es hombre homónimamente[572]. Así también la mano de un fallecido lo es homónimamente, del mismo modo que se podrían llamar flautas 390alas de piedra[573]: en efecto, también estas cosas parecen ser como unos ciertos instrumentos. Menos claro <resulta> esto en el caso de la carne y del hueso. También lo es menos en el caso del fuego y del agua: pues la finalidad es mucho menos clara donde hay más <parte> de materia; en efecto, al igual que, si se llevan las cosas a los extremos, la 5materia no es nada fuera de sí misma, y la entidad, nada más que definición, <así> también los intermedios estarán, cada uno, en proporción al <extremo> más cercano, pues cualquiera de ellos es también por mor de algo y no contiene exclusivamente agua o fuego, como tampoco es <sólo> carne o viscera. Más aún que éstas, la cara y la mano. Todas las 10cosas quedan definidas por su operación: en efecto, las que pueden realizar su operación <propia> son verdaderamente <lo que es> cada una, como, por ejemplo, el ojo si ve, mientras que la que no puede <sólo es tal> homónimamente, como el <hombre> muerto o el de piedra; ni es sierra la de madera, 15sino como una representación. Así también la carne; aunque su operación está menos clara que la de la lengua. De manera semejante también el fuego: pero su operación natural está quizá todavía menos clara que la de la carne. De manera semejante también las plantas y los <seres> inanimados, 20como el bronce y la plata: pues todos ellos están en cierta potencia de hacer o de padecer, como la carne y el nervio; pero sus definiciones no son precisas. De modo que no es fácil discernir cuándo se da y cuándo no, a no ser que <el cuerpo> esté muy degradado y sólo queden <de él> las formas externas, como, por ejemplo, los cuerpos de <hombres> muertos hace mucho tiempo se convierten repentinamente en ceniza dentro de las tumbas; y los frutos de hace 390bmucho tiempo lo parecen sólo por la forma externa, no por la sensación; asimismo los derivados sólidos de la leche.
Así, pues, todas las cosas particulares[574] de este tipo pueden generarse por medio del calor y el frío y de los movimientos por ellos producidos, solidificándose con el calor 5y el frío: me refiero a todos los <cuerpos> homogéneos, como la carne, el hueso, el cabello, el nervio y todos los similares; en efecto, todos se distinguen por las diferencias mencionadas, <a saber,> la tensión, el estiramiento, la fragmentación, la dureza, la blandura y todas las demás <características> de este tipo; éstas surgen por <efecto del> calor y 10el frío y de sus movimientos combinados.
En cambio, nadie opinaría lo mismo de los <cuerpos> no homogéneos, compuestos de aquéllos, como la cabeza, la mano o el pie, sino que, así como la causa de que se produzcan el bronce o la plata es el frío, el calor y el movimiento, en cambio, ya no lo son de <que se produzca> la sierra, la vasija o el cofre, sino que aquí la causa es la técnica; allí, en cambio, la naturaleza u otra causa cualquiera.
Si, pues, conocemos de qué género es cada uno de los 15<cuerpos> homogéneos, hemos de considerar qué es cada uno, v. g.: qué es la sangre, la carne, el esperma y cada uno de los demás: pues sabemos por qué y qué es cada cosa si conocemos la materia o la definición de su generación y su corrupción, y sobre todo cuando <conocemos> ambos, así como de dónde <viene> el principio de su movimiento. Una 20vez mostrado esto, hay que estudiar de manera similar los <cuerpos> heterogéneos y, por último, los compuestos de ellos, como el hombre, la planta y las demás cosas por el estilo[575].