Escena XIII
Hamlet
Escena XIII
CLAUDIO, GERTRUDIS, OFELIA, HORACIO
Gertrudis
¡Desgraciada! ¿Veis esto, señor?
Ofelia
Blancos paños te vestían
como la nieve del monte
y al sepulcro le conducen,
cubierto de bellas flores,
que en tierno llanto de amor
se humedecieron entonces.
Claudio
¿Cómo estás, graciosa niña?
Ofelia
Buena, Dios os lo pague... Dicen que la lechuza fue antes una doncella, hija de un panadero. ¡Ah! Sabemos lo que somos ahora; pero no lo que podemos ser. Dios vendrá a visitaros.
Claudio
Alusión a su padre.
Ofelia
Pero no, no hablemos más en esto, y si os preguntan lo que significa decid:
De San Valentino
la fiesta es mañana:
yo, niña amorosa,
al toque del alba
iré a que me veas
desde tu ventana,
para que la suerte
dichosa me caiga.
Despierta el mancebo,
se viste de gala
y abriendo las puertas
entró la muchacha,
que viniendo virgen,
volvió desflorada.
Claudio
¡Graciosa Ofelia!
Ofelia
Sí, voy a acabar; sin jurarlo, os prometo que la voy a concluir.
¡Ay! ¡Mísera! ¡Cielos!
¡Torpeza villana!
¿Qué galán desprecia
ventura tan alta?
Pues todos son falsos,
le dice indignada.
Antes que en tus brazos
me mirase incauta,
de hacerme tu esposa
me diste palabra.
Y él responde entonces:
Por el sol te juro
que no lo olvidara,
si tú no te hubieras
venido a mi cama.
Claudio
¿Cuánto ha que está así?
Ofelia
Yo espero que todo irá bien... Debemos tener paciencia... Pero, yo no puedo menos de llorar considerando que le han dejado sobre la tierra fría... Mi hermano lo sabrá... Preciso... Y yo os doy las gracias por vuestros buenos consejos... Vamos : la carroza. Buenas noches, señoras, buenas noches. Amiguitas, buenas noches, buenas noches.
Claudio
Acompáñala a su cuarto, y haz que la asista suficiente guardia. Yo te lo ruego.