Escena XV
Hamlet
Escena XV
CLAUDIO, GERTRUDIS, UN CABALLERO
Claudio
¿En dónde está mi guardia?... Acudid, defended las puertas... ¿Qué es esto?
Caballero
Huid, señor. El océano, sobrepujando sus términos, no traga las llanuras con ímpetu más espantoso que el que manifiesta el joven Laertes, ciego de furor; venciendo la resistencia que le oponen vuestros soldados. El vulgo le apellida Señor, y como si ahora comenzase a existir el mundo; la antigüedad y la costumbre (apoyo y seguridad de todo buen gobierno) se olvidan y se desconocen. Gritan por todas partes: nosotros elegimos por Rey a Laertes. Los sombreros arrojados al aire, las manos y las lenguas le aplauden, llegando a las nubes la voz general que repite: Laertes será nuestro Rey, viva Laertes.
Gertrudis
¡Con qué alegría sigue, ladrando, esa trahilla pérfida el rastro mal seguro en que va a perderse!
Claudio
Ya han roto las puertas.