Escena IV
Hamlet
Escena IV
CLAUDIO, GERTRUDIS, POLONIO, acompañamiento.
Polonio
Señor, los Embajadores enviados a Noruega han vuelto ya en extremo contentos.
Claudio
Siempre has sido tú padre de buenas nuevas.
Polonio
¡Oh! Sí ¿No es verdad? Y os puedo asegurar, venerado señor, que mis acciones y mi corazón no tienen otro objeto que el servicio de Dios, y el de mi Rey; y si este talento mío no ha perdido enteramente aquel seguro olfato con que supo siempre rastrear asuntos políticos, pienso haber descubierto ya la verdadera causa de la locura del Príncipe.
Claudio
Pues dínosla, que estoy impaciente de saberla.
Polonio
Será bien que deis primero audiencia a los Embajadores; mi informe servirá de postres a este gran festín.
Claudio
Tú mismo puedes ir a cumplimentarlos e introducirlos. Dice que ha descubierto, amada Gertrudis, la causa verdadera de la indisposición de tu hijo.
Gertrudis
¡Ah! Yo dudo que él tenga otra mayor que la muerte de su padre y nuestro acelerado casamiento.
Claudio
Yo sabré examinarle.