Capítulo 146
CAPÍTULO VII
Nada se sabe de cierto acerca de los dogmas de los drusos;
pero entre sus vecinos era general la creencia de que
adoraban un ídolo en figura de becerro.-
KING: Los gnósticos y sus huellas.
¡Oh!, señores de la Verdad inmaculada que eternamente
giráis en ciclos: salvadme de la aniquilación en esta esfera
de doblez.-Ritual egipcio de difuntos.
Acertadamente consideraba Pitágoras el inefable nombre
De Dios como la clave de los misterios del universo.-
PANCOAST: Luz roja y azul.
Más adelante trataremos de las principales sectas del cristianismo, tildadas de heréticas, que se formaron secretamente en los cuatro primeros siglos de nuestra era.
De los ofitas y nazarenos pasaremos a sus continuadores, que todavía subsisten hoy en el monte Líbano con el nombre de drusos, y en las cercanías de Basra o Barsorah (Persia) con el de mendeanos o discípulos de San Juan. Todas estas sectas se relacionan muy de cerca con el punto que vamos considerando, pues son de origen cabalístico y profesaron un tiempo la esotérica religión de sabiduría y reconocieron por supremo Dios el inefable Nombre de los Misterios. Comparemos estas antiguas sectas con las de nuestros días, y terminaremos echando una rápida ojeada a la Compañía de Jesús y a la masonería moderna, esa eterna pesadilla de la Iglesia romana. Todas ellas, excepto la masonería actual, estuvieron más o menos relacionadas con la magia, así teórica como práctica, y todas ellas, sin exceptuar la masonería, fueron acusadas de impiedad, demonolatría y libertinaje.