Capítulo 125
IDENTIDAD DE ALEGORÍAS
Aunque el autor de Religión sobrenatural demuestra la analogía entre el texto de El pastor de Hermas y el cuarto Evangelio, omite decir que las palabras de Hermas remedan con ligeras variaciones los textos cabalísticos, según podemos inferir del siguiente cotejo.
Dice Hermas:
Dios plantó la viña, esto es, creó a los hombres y dióles su Hijo para que lavasen sus pecados (163).
Dice la Kábala:
El Anciano de los Ancianos, de Larga Faz, plantó una viña cuya vid es la vida. El espíritu del rey Mesías lava sus vestiduras en el vino de lo alto desde la creación del mundo (164).
Dice el Código de los nazarenos:
Siete viñas planta Iavar Zivo y Ferho las riega... Cuando los bienaventurados suban a reunirse con las criaturas de Luz verán a Iavar Zivo, el Señor de Vida y primaria Vid (165).
Dice el Evangelio:
Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el labrador (166).
Dice el Génesis:
No será quitado de Judá el cetro y de sus pies el legislador, hasta que venga el que ha de ser enviado (Shiloh)... Atando a la viña su pollino y a la vid, ¡oh hijo mío!, su asna. Lavará en el vino su vestido y en la sangre de uvas su palio (167).
Dice Hermas:
Y en medio de la llanura me enseñó una gran roca blanca que de allí se levantaba y la roca era más alta que las montañas, de configuración rectangular a propósito para sostener el mundo entero. En la roca estaba tallada una puerta cuya labra me pareció reciente a pesar de ser muy antigua la roca.
Dice el Zohar:
A cuarent mil mundos superiores se extiende la blancura de su cabeza (168). Cuando por virtud de los setenta nombres del Metatron descienda Seir (169) a Iezirah (170) abrirá una nueva puerta... El espíritu decisorio cortará en dos partes la vestidura (171)... Al advenimiento del rey Mesías, de la sagrada piedra cúbica del templo se levantará durante cuarenta días una luz blanca que se irá difundiendo hasta cubrir el mundo entero... Entonces se dará a conocer el rey Mesías y se le verá salir por la puerta del Edén... Aparecerá en la tierra de Galil... Cuando haya satisfecho los pecados de Israel guiará a los hombres por una nueva puerta hacia el tribunal... En la Puerta de la mansión de Vida está dispuesto el trono para el señor del esplendor (172).
Más adelante dice el comentador:
La roca y la puerta simbolizan el Hijo de Dios. Pero ¿cómo puede ser la roca vieja y la puerta nueva? A esto me respondió el Señor: Escucha y compréndelo, hombre ignorante. El Hijo de Dios es anterior a la creación y de su Padre recibió consejo en sus obras. Por esto es viejo (173).
Lo mismo dicen invariablemente, no sólo los cabalistas, sino también los induístas.
Del Código de los nazarenos:
Vidi virum excellentem coeli terroeque conditore natu majorem. Vi al varón más excelente, anterior en nacimiento al Hacedor de cielos y tierra (174).
El Dionisio de los misterios eleusinos llamado también Iacchos, Iaccho o Iahoh (175) que había de libertar a las almas, era anterior al Demiurgo. En los misterios del Anthesteria, después del bautismo purificador en el agua de los lagos (limnoe) pasaban los iniciados (mystoe) por una puerta dispuesta a propósito paa este objeto, llamada puerta de Dionisio o de los purificados.
En el Zohar, el Demiurgo dice al Señor: “Hagamos al hombre a nuestra imagen” (176). En el Génesis se lee: Los Elohim (177) dijeron: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”. En los Vedas, Brahma toma consejo de Parabrahma sobre la mejor manera de crear el mundo.
Según expone el canónigo Westcott, pregunta Hermas:
-¿Y por qué es nueva la puerta?, ¡oh Señor!
- Porque se manifestó el último día de la gracia, a fin de que por ella entren en el reino de Dios cuantos sean salvos (178).
LA PLENITUD DE LOS TIEMPOS
En este pasaje se advierte la errónea afirmación de que Jesús se manifestó como Mesías en la plenitud de los tiempos que aun han de llegar, no obstante los vaticinios atribuidos a inspiración divina que la daban por llegada al advenimiento del que supusieron el Mesías prometido.
El evangelista San Juan incurrió en el mismo error de que tan engañosas interpretaciones se derivaron entre los cristianos ortodoxos por tomar al pie de la letra las alegorías del texto evangélico. Por otra parte, la plenitud de los tiempos no pudo profetizarse ni siquiera aproximadamente, pues hubiera contradicho al evangelista Marcos cuando dice: “Mas de aquel día ni de aquella hora nadie sabe, ni los ángeles en el cielo ni el Hijo, sino el Padre” (179).
Los cristianos tomaron indudablemente esta creencia del Apocalipsis, lo cual nos demuestra su filiación cabalista y pagana, pues, en efecto, se refería a un ciclo que, según sus cómputos, terminaba a últimos del siglo I. En corroboración de ello podemos aducir también que los evangelistas Marcos y Juan no se conocían lo suficientemente uno a otro. Filo designó el Logos con el sobrenombre de Petra (roca) que, según ya vimos, significa “intérprete” en lenguas caldea y fenicia. Justino Mártir le da en todas sus obras el título de Ángel y distingue entre el Logos y el Creador, diciendo a este propósito:
El Verbo de Dios es el Hijo de Dios y también el Ángel y el Apóstol, porque manifiesta (interpreta) cuanto debemos saber y fue enviado para manifestar lo que ha de ser revelado (180).
Veamos otro texto:
El Adán inferior está distribuido en sus propios senderos, en treinta y dos líneas de sendero y nadie le conoce sino por Seir. Pero nadie conoce al Adán superior ni sus senderos excepto el de Lara Faz (181).
Larga Faz es el Supremo Dios. Seir equivale al nazareno Ebel-Zivo, el Legado o Apóstol Gabriel (182). Los nazarenos sostenían con los cabalistasque ni el Mesías que había de venir conocía al Adán Superior, con lo cual daban a entender que más allá de la Divinidad manifestada se encubría la inmanifestada. Seir-Anpin es para los cabalistas el tercer Dios, mientras que el Logos, según Filo Judeo, es el segundo (183). Esto aparece más claro en el siguiente pasaje:
El falso Mesías dirá: “Yo soy Dios, el Hijo de Dios. Mi Padre me envió... Soy el primer mensajero. Soy Ebel Zivo y vengo de lo alto”. Pero no le creais, porque no será Ebel Zivo, pues Ebel Zivo no querrá ser visto en esta edad (184).
De aquí que algunos gnósticos opinen que el ángel de la Anunciación no fue Ebel-Zivo (Gabriel) sino Ilda-Baoth, quien formó el cuerpo físico de Jesús en el que se infundió Christos en el momento del bautismo en el Jordán.
No cabe dudar, como asegura Nork (185), de que los padres de la Iglesia conocieron en traducción griega el Bereshith Rabba, la parte más antigua del Midrash Rabboth. Pero si por una parte conocían las religiones de los países vecinos lo suficientemente para dar a su religión un aspecto que de las demás las distinguiera externamente, en cambio era lastimosa la ignorancia en que estaban del Antiguo Testamento y de la filosofía griega (186).