Capítulo 83
CAPÍTULO V
ALQUIMISTA.-Siempre hablas por enigmas. Dime si eres
aquella fuente de que habla Bernardo Trevigán.
MERCURIO.-No soy la fuente, sino el agua. La fuente me
rodea.-SANDIVOGIO: Nueva luz de Alquimia
Todo cuando nos vanagloriamos de hacer es descubrir
los secretos del organismo humano, saber por qué las partes
se osifican y la sangre se cuaja y aplicar continuos remedios
contra los efectos del tiempo. Esto no es magia, sino el arte de
curar debidamente comprendido.-BULWER LYTTON.
Contempla, ¡oh guerrero! La roja cruz señala la tumba del
poderoso muerto. Dentro arde maravillosa luz que ahuyenta a
los espíritus de tinieblas. Esta lámpara arderá sin consumirse
hasta que se haya cumplido la eterna sentencia... No hay llama
terrena que tan brillante arda.-WALTER SCOTT.