Capítulo 127
ARTE MUSICAL
Asimismo cultivaron los egipcios el arte musical y conocieron los secretos de la armonía y su influencia en el ánimo, por lo que en los sanatorios de los templos se empleaba la música para la curación de ciertas enfermedades (82). La música de los egipcios abarcaba tres géneros principales: religiosa, cívica y militar. En los conciertos sacros tenían la lira, el arpa y la flauta; en las fiestas cívicas, la guitarra, las gaitas sencilla y doble y las castañuelas; en los ejercicios militares, la trompeta, tamboril, tambor y címbalo (83). Pitágoras aprendió música en Egipto para establecer en Grecia el estudio metodizado de este arte, cuyos profesores más notables fueron egipcios, pues conocían la combinación de las cuerdas y la multiplicidad de tonalidades determinadas por su longitud (84).
En cuanto al conocimiento de la medicina, basta leer uno de los Libros de Hermes hallado en estos últimos tiempos y traducido por Ebers. Parece seguro que conocían la circulación de la sangre, pues de las manipulaciones curativas de los sacerdotes se infiere que sangraban a los enfermos y sabían contener las hemorragias (85).
Había entre ellos dentistas y oculistas, sin que a ningún médico le estuviera permitido ejercer más de una especialidad, lo cual induce a suponer que se les morían menos enfermos que a los médicos contemporáneos (86).
Pero no fueron los egipcios el único pueblo antiguo cuya civilización merezca alto concepto de la posteridad. Aparte de otros cuya historia encubren las neblinas del tiempo (87), tenemos que las hazañas de los fenicios les dan carácter poco menos que de semidioses.