Isis Sin Velo - [Tomo III]

Capítulo 98

TEOGONÍA OFITA

Pero Teodoreto, de quien toma King esta exposición doctrinal, apoya en los informes de Ireneo sus propias observaciones, muy imperfectas por cierto en lo concerniente a los ofitas del siglo III, cuando ya se habían entremezclado con otras sectas. Por su parte, también Ireneo los juzga deficientemente, y ni uno ni otro aciertan en la exposición de la verdadera teogonía de los ofitas, que con sólo tal o cual variación de nombres es la misma de los gnósticos y nazarenos. Ophis equivale al egipcio Chnuphis (serpiente del Bien), con majestuosa cabeza de león, símbolo antiquísimo de Thoth, el “Hijo de Dios” y Salvador de la humanidad. Dice Hermes Trismegisto:

¡Oh humanos! Vivid sobriamente y conquistad la inmortalidad. Yo soy vuestro instructor y guía y os conduciré a la salvación.

Así es que los primitivos gnósticos identificaban al Christos con Ophis (el Agathodaemon), y representaban a éste en figura de serpiente, como doble símbolo de la eternidad y de la sabiduría divina, análogamente a la significación del Chnuphis egipcio.

Decían los ofitas:

El supremo Eón emanó de sí mismo otros eones, entre ellos a Prunnikos (78) de naturaleza femenina, la cual se sumió en el caos, quedando impregnada de materia, hasta el punto de que no le era posible escapar de ella ni tampoco caer más abajo, donde nada había afín con su naturaleza (79). Así permaneció suspendida en el espacio intermedio y emanó de su ser a Ilda-Baoth (80), quien, a su vez, emanó siete eones o ángeles, que formaron los siete cielos (81).

Ilda-Baoth encubrió a estos siete genios cuanto estaba por encima de él, a fin de que nada supieran de lo que le fuese superior (82). Después los genios (83) crearon al hombre a imagen de su padre, pero de modo que se arrastraba encorvado por el suelo como los gusanos. Deseosa entonces Prunnikos de quitarle a Ilda-Baoth el poder de que inadvertidamente le había dotado, infundió en la forma humana un destello celeste: el espíritu. Al recibirlo, se alzó el hombre sobre sus pies, remontó su mente más allá de las siete esferas y glorificó al supremo Padre que está por encima de Ilda-Baoth. Envidioso éste, posó su mirada en los ínfimos sedimentos de la materia y engendró una potestad en figura de serpiente, que indujo a Eva a probar el fruto del árbol de la ciencia (84).

Resulta, por lo tanto, que la serpiente del Génesis, aparecida en escena sin previo aviso, es remedada copia del archideva, cuya cabeza de sierpe llaman los persas ash-mogh (85). Si la serpiente bíblica quedó privada de sus extremidades antes de tentar a la mujer, ¿cómo la condena Dios a arrastrarse sobre su vientre? No es posible suponer que anduviese apoyada en la cola.

Los Padres y doctores de la Iglesia sostuvieron la supremacía de Jehovah contra la opinión contraria de las escuelas gnósticas, que en último recurso fueron anatematizadas por heterodoxas. Esta controversia duró hasta algún tiempo después de Constantino, si bien en un principio hubo cristianos, como por ejemplo Tertuliano, que tuvieron de Jehovah el mismo concepto que los gnósticos, sin que San Clemente de Alejandría, defensor de la opinión contraria, viese nada de herético ni censurable en las doctrinas de Basílides.

Sobre este punto dice King:

A juicio de Clemente de Alejandría no era Basílides un hereje, esto es, un innovador contrario a las enseñanzas de la iglesia, sino sencillamente un filósofo teosófico que trataba de dar nuevas formas a verdades antiguas, con intento tal vez de conciliarlas con la nueva fe, cuya aceptación entrañaba necesariamente la renuncia a la antigua, como sucede en nuestros días con los indos ilustrados (86).

Download Newt

Take Isis Sin Velo - [Tomo III] with you