Capítulo 132
DARWIN Y VYASA
Expusimos anteriormente que, según el cómputo secreto de los estudiantes de ocultismo, el Mesías es la quinta emanación o potencia divina, y en este lugar lo colocan la Kábala judía (25), el sistema gnóstico y la teogonía budista (26).
Para demostrar cuán erróneamente interpretaban las masas ignorantes el verdadero significado de los avatares, conocido tan sólo de los estudiantes de ocultismo, daremos oportunamente un cuadro sinóptico de las emanaciones y avatares según las doctrinas induísta y caldea (27). Los ciclos secretos prueban fundamentalmente que ni brahmanes ni tanaímes interpretaron al pie de la letra los Vedas y la Biblia respectivamente, sino que filosofaban sobre el origen y formación del mundo, con arreglo al concepto que muchos siglos después había de repetir Darwin respecto a la selección natural y transformación de las especies. Quien de ello dudare, lea los Libros de Manú (28), pues si comparamos su texto con la cosmogonía fenicia de Sanchoniathon y el relato de Berosio, encontraremos idénticos conceptos de los que en la actualidad prevalecen en ciencias naturales.
Ya entresacamos en lugar oportuno varias citas de los textos caldeos y fenicios. Ahora transcribiremos algunos pasajes de las Escrituras induístas.
Cuando el mundo salió de las tinieblas, los sutiles principios elementales produjeron el germen vegetal que animó primeramente a las plantas, de las que pasó la vida a inconstantes formas nacidas del ilus de las aguas. Después de pasar por varias formas animales llegó al hombre (29).
Antes de que el hombre llegue a ser hombre, ha de ser sucesivamente planta, gusano, insecto, pez, serpiente, tortuga, carnero y fiera. Tal es el grado inferior. Así, desde Brahma hasta el vegetal, se declaran las transmigraciones manifestadas en este mundo (30).
Según la cosmogonía fenicia expuesta por Sanchoniathon, el hombre procede del caos (31), y las especies se desenvuelven obedientes a la misma ley de transformación enunciada por Darwin en el siguiente pasaje:
Opino que las especies animales proceden a lo sumo de cuatro o cinco tipos progenitores... Por analogía cabe inferir que probablemente todos los seres organizados descienden de una forma primordial... Así considero que los seres de la Naturaleza no fueron creados especie por especie, sino que proceden en línea descendente de unos cuantos prototipos que vivieron mucho tiempo antes de formarse la primera capa del sistema silúrico (32).
Según Jacolliot (33), los filósofos indos Vyasa y Kapila van mucho más allá que Manú y Darwin, pues sólo ven en Brahma el nombre del germen universal y niegan la Causa primera, diciendo que los seres de la Naturaleza han ido evolucionando por la acción de ciegas y materiales fuerzas.
Por exacta que sea esta cita de Kapila, conviene aclararla de modo que no recaiga sobre el insigne filósofo ario la nota de ateo (34), pues en ningún pasaje de sus numerosas obras se encuentra nada en contrario a la creencia de los brahmanes en el desconocido y universal Espíritu, según reconocen todos los orientalistas, aunque algunos comentadores superficiales hablen sin fundamento bastante del ateísmo budista.